Partida Rol por web

El síndrome Quijote

Acto I, Escena I

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17/08/2009, 22:24
Director

15 de mayo de 1995. 12:40

 

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17/08/2009, 22:37
Sir Ashler ap Leanhaun

| Feudo de las Cenizas - Richmond |

Hay sitios donde parece que los sueños jamás se harán la realidad, y donde el Glamour no existe, ni se esfuerza por aparecer. Lugares donde la asfixiante oscuridad son como balas en los corazones de aquellos que ven más allá de la realidad, y se esfuerzan por luchar para que ningún niño más pierda la inocencia. Lugares como el Feudo de las Cenizas, una torre en ruinas en medio de un paisaje de ensueño. Un lugar gris, desesperanzado, lleno de pasillos estrechos, claustrofóbicos, trampas mentales, ilusiones visuales y un aura de pesar en cada uno de sus muros de piedra.

En el Feudo moran multitud de pequeñas criaturas quiméricas. Algunas peligrosas y sibilinas, que terminarán con tu cordura en dos frases, y otras bondadosas y gentiles, que no dudarán en acogerte en su seno, pese a su imagen grotesca. Nada en el Feudo de las Cenizas es bello. Nada excepto Sir Ashler y Sasha.

Sir Ashler, un Caballero Sidhe de la Casa Leanhaun y dueño absoluto del Feudo, se encontraba descansando en su cama, leyendo un libro de medicina mortal y recordando los años en los que pretendía ser un famoso médico, y que encontraba el equilibrio entre su parte mortal y su parte feérica.

"Nunca pensé que pudieras fallarme. Tú, Ashler. Fallarme tú."

Las palabras de terciopelo sonaban como tambores dentro de su cabeza. Ese había sido el principio de su fin. Se sentó y lanzó el libro contra la pared, enfurecido. Se tomó la cabeza entre las manos y sollozó. Lo había perdido todo por un error.

"Nunca pensé que pudieras fallarme. Tú, Dwayne. Fallarme tú."

Esas palabras sonaban distintas, más humanas, más dolorosas. Más reales. Quiso desgarrarse la piel, quiso olvidar, quiso Destejerse.

¿Y de qué serviría si estaba solo en el mundo? ¿Si ni siquiera conservaba su lugar en el mundo mortal?

La falta de Glamour y el Ansia reptaban en su interior. Tenía que volver a hacerlo y no quería, no... podía. La puerta de su habitación se abrió después de dos leves golpes.

- Señor...

- ¿¿¡¡QUÉ!!?? - gritó Ashler, irritado por sus pensamientos y el Ansia.

Sasha, una ninfa y su sirviente quimérica, y la criatura más bella (no Sidhe) que Ashler había conocido, estaba parada en la puerta con una bandeja en la mano en la que había varias hogazas de pan y un plato de sopa.

- Pensé... pensé que ya tendría hambre. Siento haberle molestado...

- Espera, Sasha...

Ashler se levantó, cogió la bandeja y sonrió a su amiga y confidente.

- Lo siento... Es sólo que... Bueno, ya sabes. Mi cabeza.

- Ya... Comprendo. No se preocupe.

El cabellero dejó la bandeja en la mesa y volvió al lado de Sasha.

- Cuántas veces te he dicho que no me hables de usted. Eres libre, Sasha, yo no soy tu dueño. Somos amigos.

Y por una vez, se dejó llevar por sus sentimiento. Abrazó a Sasha con tanta fuerza y tanto cariño que casi se echa a llorar. Sasha respondió a su gesto dejándole y sosteniéndolo entre sus brazos...

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17/08/2009, 23:47
Director

Un criado tocó la puerta y habló desde el otro lado con ligero temblor en la voz.

-Mi señor, ha llegado un mensajero de la Corte. Dice que trae una misiva de la Duquesa.

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17/08/2009, 23:51
Sir Ashler ap Leanhaun

Ashler abrió la puerta y observó al criado desgarbado, con joroba y brazos tan largos que llegaban al suelo terminando en garras. Su cara era un cuadro de Picasso, desagradable para cualquiera que no estuviera acostumbrado.

- Gracias, Igor. Hazlo pasar a la sala de estar.

El Caballero asintió a Sasha y bajó las escaleras de caracol de piedra que llevaban a su habitación, y cruzando dos o tres pasillos enredados, en los que se perdía el sentido de lo que está arriba y lo que está abajo, llegó a la sala mencionada.

Tenía una chimenea siempre ardiendo, y sillones viejos color carmesí, con la opulencia victoriana pero desmejorada hasta la ruina. Allí se sirvió una copa de ambrosía y se sentó para esperar a su invitado.

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17/08/2009, 23:59
Director

Igor le indicó al mensajero que pasase, de modo que así lo hizo. Sir Ashler pudo ver que se trataba de Opal, una eshu que rondaba los ocho años, con el cabello rizado de tono cobrizo y la piel café. La niña llevaba una túnica de viaje demasiado grande para ella, pero que se empeñaba en vestir. Sir Ashler sabía que la Duquesa la utilizaba como mensajera debido a que, a pesar de su edad, siempre se las arreglaba para entregar las misivas, de un modo u otro.

Opal dio un paso adelante e hizo una reverencia.

-Sir Ashler, traigo una carta para vos de mi señora. -Sacó de entre sus ropas un pergamino lacrado y se adelantó para entregárselo con media sonrisa.

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18/08/2009, 00:11
Sir Ashler ap Leanhaun

Ashler tomó el pergamino lacrado y sonrió a Opal. Tenía especial ternura por la niña, puesto que era educada y siempre eficiente.

- Muchas gracias, Opal. ¿Puedo invitarte a algo o ya te marchas?

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18/08/2009, 00:13
Director

-Si tenéis un poco de leche y unas galletas... Sir. Mi mamá dice que desayunar es muy importante -respondió la niña.

En realidad, Opal no tenía padres ya. No eran pocos los infantiles que escapaban de casa para vivir lejos de sus banales padres. En el caso de la eshu, era toda una suerte que la Duquesa la acogiese, ya que la alternativa era unirse a una de las bandas oscuras que proliferaban en la orilla este de la Bahía.

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18/08/2009, 00:20
Sir Ashler ap Leanhaun

- Por supuesto que sí. Igor - dijo mirando al mayordomo - Haz el favor de traer dos vasos de leche y unas galletas, por favor.

Igor se inclinó solícito y salió de la habitación.

- ¿Cómo va, Opal? ¿Qué has hecho últimamente? ¿Algo interesante que debas contar a este pobre Caballero? - dijo sonriendo a la niña.

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18/08/2009, 00:33
Director

-El barón Jacob ha prometido enseñarme a luchar -respondió muy ufana-. Voy a aprender junto a lady Marina.

Igor regresó con lo que Sir Ashler había encargado y sirvió los dos vasos, uno a cada changeling, y colocó las galletas entre ambos. Opal se obligó a esperar hasta que Sir Ashler cogiese una galleta antes de hacer lo mismo. Hundió su galleta en la leche y se la metió en la boca de golpe.

 

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18/08/2009, 00:48
Sir Ashler ap Leanhaun

- Vaya, me alegro... Bueno, señorita. Come todo lo que quieras, y si necesitas algo más, pídeselo a Igor. Sabes que por aquí eres siempre bienvenida.

Ashler se levantó, y tras revolverle cariñosamente el pelo a Opal, salió de la sala y volvió a su habitación, pergamino en mano. La bandeja ya no estaba, así que imaginó que Sasha se la había llevado. Se sentó en el escritorio y abrió el rollo para leerlo.

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18/08/2009, 00:51
Director

El pergamino estaba escrito con una letra angulosa y enérgica, tal y como era su autora. Decía lo siguiente:

Estimado Sir Ashler ap Leanhaun:

Deseo veros en Caer Llanwedd a las ocho de esta noche, si teneis a bien. Sed discretos en cuanto a esta misiva y pasad directamente a la sala del trono mostrando el sello que se encuentra más abajo. Os estaré esperando.

Atentamente,

Duquesa Aoibhell ni Liam

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18/08/2009, 00:56
Sir Ashler ap Leanhaun

Sabía que lo iba a citar, por supuesto que sí, pero no por eso dejó de tragar saliva. Cerró el pergamino y se tumbó en la cama. Iba a verla... De nuevo. Hacía dos años que no sabían el uno del otro, después de haberle fallado.

Sus párpados cayeron como pesadas losas encima de sus ojos, y las horas pasaron apaciblemente, pues Sir Ashler ap Leanhaun, sólo en sueños, era feliz.

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18/08/2009, 00:58
Director

15 de mayo de 1995. 20:05

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18/08/2009, 00:59
Director

Caer Llanwedd era la joya de la Duquesa. Poseía otro palacio, pero no contenía ni la mitad de Glamour que este. Contenido en una mansión victoriana al norte de Berkeley, era un paraíso vegetal cubierto por completo de hoyas y flores amarillas en forma de campana y cuyos suelos eran de musgo. Por norma de la Duquesa, todos los visitantes debían despojarse del calzado para no dañar las flores que crecían en el suelo.

Sir Ashler atravesó el primer piso, pasando la piscina donde un par de visitantes selkies se remojaban en sus formas humanas, subió por las escaleras y llegó a la Sala del Trono. Aquí ya no había musgo y el suelo era de piedra. Al fondo del mismo, el trono de alabastro en el que la Duquesa se sentaba. La sala entera se encontraba en penumbra, a excepción del haz de luz que la iluminaba a ella. Lady Marina tocaba suavemente el arpa no muy lejos del trono, mientras que Sir Adrian ap Gwydion se mantenía muy quieto y serio, a la espera.

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18/08/2009, 01:05
Duquesa Aoibhell

-Sir Ashler, siempre puntual -dijo la Duquesa Aoibhell desde su puesto-. No esperaba menos de vos.

Su tono era frío y seguro, con algo de sorna al final, como siempre. La luz que la iluminaba arrancaba destellos cobrizos de su cabello rubí, y era suficiente para distinguir su figura esbelta y hermosa y sus ropajes de seda y piedras preciosas. Se levantó para recibir al caballero y la luz regresó a la estancia, permitiendo a Sir Ashler distinguir todos los detalles de la sala. No había cambiado mucho desde la última vez.

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18/08/2009, 01:11
Sir Ashler ap Leanhaun

Sir Ashler se arrodilló para mostrar su respeto.

- Las viejas costumbres nunca se pierden, mi Señora. - Ashler se levantó. - Ha pasado mucho tiempo...

Con un movimiento de cabeza, saludó a Sir Adrian, y sonrió a Lady Marina.

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18/08/2009, 01:15
Duquesa Aoibhell

La Duquesa rozó el pelo de Sir Ashler con la mano en señal de beneplácito, y lady Marina devolvió una cándida sonrisa sin interrumpir su música. Sir Adrian, en cambio, frunció el ceño. Por lo que Sir Ashler sabía, Sir Adrian regentaba un feudo en Berkeley llamado La arboleda de cristal, que cedía a nobles y plebeyos para que negociasen entre sí. Era un sidhe Gwydion de los pies a la cabeza, e incluso más estirado que el resto.

-Lamentablemente sí, ha pasado mucho tiempo. -El rostro de la Duquesa era gélido. No podía saberse lo que le pasaba por la mente en ese momento-. Demasiado, Sir Ashler. Ha llegado el momento de que os redimáis por la muerte de Godric.

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18/08/2009, 01:22
Sir Ashler ap Leanhaun

Redimirse por la muerte de Godric... No fue su culpa, y lo sabía, pero no podía evitar sentirse mal. Ashler simplemente asentió y esperó a que siguiera hablando. Si abría la boca, sólo saldría resentimiento, y no podía dejar que eso ocurriese.

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18/08/2009, 01:27
Duquesa Aoibhell

-He sido informada de la Crisálida de un sidhe infantil llamado Terry Wood. Por lo que sé de él, pertenece a mi Casa. Deseo tomarlo como mi pupilo para que tenga un papel en mi corte. Pero mis espías me han contado que el infantil ya no está. Hace dos semanas que ha desaparecido y no saben a dónde se ha marchado. Deberás traerlo hasta mí.

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18/08/2009, 01:31
Sir Ashler ap Leanhaun

Tarea fácil, cómo no... Como todas las misiones de la Duquesa.

- ¿Tenéis algún hilo del que empezar a tirar?