Partida Rol por web

Con más o menos habilidad os introducís en el bote y empezáis a descender. Antes de que hayáis dado un paso más se os unen Malc y Sèbastien que descienden hasta vuestra altura y se unen al ya de por sí cargado bote. Malc va prácticamente igual que cuando lo conocísteis, pero en cambio el francés ha cambiado su ropa, se ha empolvado la cara y se ha echado algo que le hace tener un olor muy dulzón... ¿será eso perfume?

Ahora sólo resta remar y poner rumbo... ¿A la ciudad, o a una playa cercana?

Lo que decía. Este capitán nuestro no tiene ni idea del placer que otorga la lectura, sin embargo le salen las hormonas por las orejas.
Tendré una charla con él cuando volvamos para enseñarle a respetar los mandamientos como Dios mandamienta.

Sancho camina de un lado a otro, moviendo su oronda panza de la que se siente orgulloso y se reúne con el resto de la gente para bajar al puerto.

-¡Vamos Sancho,todos hemos sido jovenes!,¿tú no?-digo sonriendo,las palabras de sancho me han hecho grácia.-¡Bueno,yo aún lo soy eh!-Me apresuro a matizar,aparento tener entre 22 y 24 años

Dirijo mi mirada a la ciudad.-¿...y por que no ir directamente a la ciudad?,ganaríamos algo de tiempo,y no creo que llamemos la atención,en las ciudades la gente suele atender sus asuntos y no se procupan por los de los demás-

Guillermo y Andrés de Torres

Ante la opinión de Daniel, Guillermo no tarda en dar la suya:-Recuerda que el capitán nos recomendó desembarcar en una playa cercana. Es cierto lo que dices, en la ciudad cada uno va a sus asuntos, pero se te escapan algunos: Los soldados y guardias. Se meten en todo lo que les sea extraño. Y un bote desembarcando en una ciudad resulta inusual, si no hay un gran barco detrás. Entonces podrían interrogarnos y a algunos se nos podría escapar algo sobre lo que ahora sabemos del tesoro. ¿No crees Andrés?-.

Andrés se mofó de su comentario. Sabía que en algunas ocasiones se le había ido la lengua, con el resultado de haber metido a los dos en un buen lio del que por supuesto, y gracias al buen sentido común de Guillermo y a la elocuencia de Andrés, habían salido impunes. -Vamos hermano no digas eso. ¿Qué pensarán de mi estos caballeros... Y la señorita?- dice picandole un ojo a Danny -Sabes que en esos momentos hablaba aquel grog mal aguado y no yo. Si desembarcamos en la ciudad y nos ven los guardias, seguro que podría convencerles hasta de un barco de monos nos asaltaron y nos abandonaron a la deriva. Además, seguro que si desembarcamos en una playa retirada, nos quedaremos sin bote- dijo mofándose, como siempre.

-Tienes razón Guillermo,pero no somos fujitivos,no tenemos que huir de nadie,¿o si?.-digo sin mirar a nadie concretamente.
-Y creo muy capaz a tu hermano de convencerles de lo que dice,si hacen preguntas.-Sonrio a Andrés
-Además,-sigo tras una pequeña pausa-si alguien huye de la justicia,tal vez se escondan cerca de la playa,lejos de los soldados.Yo estoy con Andrés-Asiento con la cabeza a Andres

¿Porqué arriesgar tontamente?...Aqui algunos tenemos un largo pasado piratesco, a mucha honra mia, pero preferible no ver mi pescuezo rodeado de una bonita soga... lanza una pequeña e inquientante sonrisa Además, bastante tengo con ser ingles es España, que siempre se mira peor al extranjero Sin duda que si!!!
Desembarquemos en la playa sin ningún problema, bebamos y amancebemonos con mujeres de mal vivir, JAJAJA!

Daniel tiene mucha razón. Tened fé hermanos, que vais acompañados por un cura.
No estamos haciendo nada ilegal. Así que bien podemos ahorrarnos la caminata. Vayamos directamente a la ciudad.

-Estoy con la señorita, si no tenemos nada que escondernos nada hemos de temer de dejar el bote amarrado en puerto, más seguro, cómodo y limpio.

-Pero el capitán sugirió dejar la barca fuera de Cádiz, Sèbastien, y al capitán hay que hacerle caso siempre-comenta Malc en un tono quedo mientras coge uno de los remos.

Vamos Malc, ¿estás hablando del grumetillo? No vamos a caminar durante horas a la ciudad cuando podríamos ir directamente porque lo ha dicho un niño de 15 años.

-Bueno,por mayoría deberiamos ir a la ciudad,peeeero..., le voy a entrgar mi voto a Bill,lo siento-acabo diciendo a los que votan por la ciudad.
-Hay un empate Bill,asi que tú decides.Si crees que te pueden reconocer,estaremos en peligro todos,no solo tú.Al acabar de hablar remojo mi sombrero en el agua y me lo vuelvo a poner,para aliviar un poco el calor,...al final moriremos de sed antes de llegar!-se me oye decir en voz baja,hablando para mi misma

Me gusta hacer las cosas bien, el Capitán habló...Andemos un poco desde la playa y estrechemos lazos de amistad...JAJAJA!
Su risa es sincera, esto empieza a parecerse a una tripulación de verdad...

Estupendo, entonces, a la playa.

Cojo el otro remo y lo sumerjo en el agua con decisión, indicándole con un gesto a Malc para remar a la vez.

Sancho salta junto a Guillermo y lo anima a remar.

Decidido el rumbo, sólo resta remar. El viaje se os antoja terriblemente lento, posiblemente por la ansiedad de llegar a la playa y encaminarse a la ciudad. A lo lejos el barco de velas celestes se agita en el mar vacío de tripulación, como si fuera un barco fantasma. La verdad, no creéis que nadie vaya a plantearse saquearlo a juzgar por su desgastada apariencia.

Finalmente atisbáis la playa, no excesivamente lejos de Cádiz. La zona está desierta, y si no fuera porque habéis visto la ciudad al acercaros, bien podríais pensar que habíais llegado a una isla desierta.

Al bajar, tanto Malc como Sèbastien se muestran encantados ante la perspectiva de disfrutar de su día de permiso, así que se despiden de vosotros con un rápido gesto mientras caminan apresuradamente, seguro que con rumbo a alguna taberna.

Me quedo mirando como se alejan Malc y Sebastièn-¿Alguno conoce la ciudad?-Digo haciendo un gesto con el brazo para que nos guie,en la dirección por donde se han marchado los dos marineros,pues parece que saben por donde van.
La ciudad es muy grande,esto va a ser como encontrar una aguja en un pajar.Pienso con cara de desánimo.

Para mi la idea es clara, avanzar por las calles hasta ver cualquier taberna, entrar y beber hasta perder el sentido. A la mañana siguiente despertar y arrepentirnos de todo lo que hemos hecho...Es hora de que empecéis a ser piratas de verdad JAJAJAJAAJ!

A matarse!!!!!

-Coincido en parte. Debemos buscar por las tabernas. Seguro que nuestro hombre pasa gran parte del tiempo ahi. ¿Es un pirata, no?- A continuación miró a su hermano, y recordó lo que le habia dicho el dia anterior. -Deberiamos andar con ojo y no llamar demasiado la atención. Por lo menos hasta que no sepamos como de relajada está la autoridad en la ciudad. Y creedme, me duele mucho decir esto. Creo que no tuve bastante con la ultima juerga, jajaja-.

Abandonada la playa, el camino hacia Cádiz se os hace cada vez más largo conforme veis acercarse la ciudad. La posibilidad de volver a un lugar familiar para varios de vosotros, de pisar tierra firme y comer un guiso en buen estado resulta embriagadora y os llena de ansiedad.

Finalmente, la espera encuentra su recompensa y os halláis ante la ciudad de Cádiz, un lugar muy bullicioso y que parece lleno de gente de lo más ocupada. Hablan su español con un acento muy particular, que a los no nativos os resulta indescifrable. Aquí y allá veis negocios de todo tipo, desde productos de Las Indias hasta cosas mucho más mundanas como camisas, buenos cuchillos y cualquier cosa que el dinero os pueda proporcionar.

También hay tabernas, claro, sobretodo en el puerto, cada una con su particular aspecto y parroquianos. Aquello podría ser tan difícil como parecía... puede que incluso más.

-¿que os parece si nos separamos?podemos hacer dos grupos,este lugar es muy grande y tal vez iríamos más rápido