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El Torneo de la Mano

Ceremonia de inauguración: Presentación de armas

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04/01/2012, 01:07
Director

Los norteños se conocían y habían realizado el viaje juntos. Eran ser Erbin Servulian, ser Peter Flint y los dos hermanos Karstark, Fiedrich y Rickard. Junto a ellos había viajado Lord Venesh Branwulf, señor de Forja del Trueno, un pequeño señorío famoso por su acero situado en las proximidades del Bosque de Lobos, entre Invernalia y Ciudadela de Torrhen. Lord Venesh ahora se encontraba entre el publico y ellos aguardaban a que fuera su turno.

Los colores se mezclaban unos con otros. Colores vivos y colores más fríos, parecía que en aquellos días todos tuvieran cabida en Desembarco del Rey. Y no solo el rojo de la fortaleza y el negro sobre oro del blasón del Rey que solían ser los colores imperantes. Las calles se llenaban de banderillas de diferentes colores, de los balcones se colgaban los colores de los escudos de los caballeros favoritos, el escarlata, el gris plateado, el verde, el azul... las damas vestían en sus mejores galas los colores alegres y más elegantes, muchos de los caballeros participantes en el Torneo de la Mano se pavoneaban por las calles de la ciudad luciendo sus particulares combinaciones y la gente les regalaba cosas en los puestos de mercado. Muchos colores, predominaba la variedad.

Tras la Puerta Real, fuera de las murallas de la ciudad, se encontraba el terreno de los torneos, donde iba a celebrarse aquel tan esperado. Aquella tarde se procedería con la ceremonia inaugural del Torneo conocida como Presentación de Armas.

La presentación de armas proporcionaba a cada participante del Torneo cinco minutos de gloria, donde su blasón y su casa sería aclamada o abucheada por el publico y les permitía bañarse en el clamor de la multitud. Para muchos era más de lo que dispondrían en el Torneo, pero para otros tan solo era el comienzo.

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04/01/2012, 01:21
Director

Para un dothraki la ciudad de los ándalos era tan extraña como impresionante. Aunque él no compartía el gusto de fijar las construcciones al suelo y vivir en el mismo sitio durante tantos años. No obstante ya llevaba tiempo allí, y había conocido lugares curiosos en aquellas tierras tan extrañas de Poniente.

Los colores se mezclaban unos con otros. Colores vivos y colores más fríos, parecía que en aquellos días todos tuvieran cabida en Desembarco del Rey. Y no solo el rojo de la fortaleza y el negro sobre oro del blasón del Rey que solían ser los colores imperantes. Las calles se llenaban de banderillas de diferentes colores, de los balcones se colgaban los colores de los escudos de los caballeros favoritos, el escarlata, el gris plateado, el verde, el azul... las damas vestían en sus mejores galas los colores alegres y más elegantes, muchos de los caballeros participantes en el Torneo de la Mano se pavoneaban por las calles de la ciudad luciendo sus particulares combinaciones y la gente les regalaba cosas en los puestos de mercado. Muchos colores, predominaba la variedad.

Tras la Puerta Real, fuera de las murallas de la ciudad, se encontraba el terreno de los torneos, donde iba a celebrarse aquel tan esperado. Aquella tarde se procedería con la ceremonia inaugural del Torneo conocida como Presentación de Armas.

La presentación de armas proporcionaba a cada participante del Torneo cinco minutos de gloria, donde su blasón y su casa sería aclamada o abucheada por el publico y les permitía bañarse en el clamor de la multitud. Para muchos era más de lo que dispondrían en el Torneo, pero para otros tan solo era el comienzo.

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04/01/2012, 01:25
Director

Los colores se mezclaban unos con otros. Colores vivos y colores más fríos, parecía que en aquellos días todos tuvieran cabida en Desembarco del Rey. Y no solo el rojo de la fortaleza y el negro sobre oro del blasón del Rey que solían ser los colores imperantes. Las calles se llenaban de banderillas de diferentes colores, de los balcones se colgaban los colores de los escudos de los caballeros favoritos, el escarlata, el gris plateado, el verde, el azul... las damas vestían en sus mejores galas los colores alegres y más elegantes, muchos de los caballeros participantes en el Torneo de la Mano se pavoneaban por las calles de la ciudad luciendo sus particulares combinaciones y la gente les regalaba cosas en los puestos de mercado. Muchos colores, predominaba la variedad.

Tras la Puerta Real, fuera de las murallas de la ciudad, se encontraba el terreno de los torneos, donde iba a celebrarse aquel tan esperado. Aquella tarde se procedería con la ceremonia inaugural del Torneo conocida como Presentación de Armas.

La presentación de armas proporcionaba a cada participante del Torneo cinco minutos de gloria, donde su blasón y su casa sería aclamada o abucheada por el publico y les permitía bañarse en el clamor de la multitud. Para muchos era más de lo que dispondrían en el Torneo, pero para otros tan solo era el comienzo. Una gran oportunidad para que un Greyjoy consiga demostrar su valor ante los ojos de los hombres de las praderas verdes. Ya era hora de hacer conocer al mundo la fuerza de los hijos del Hierro.

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04/01/2012, 01:29
Director

Los colores se mezclaban unos con otros. Colores vivos y colores más fríos, parecía que en aquellos días todos tuvieran cabida en Desembarco del Rey. Y no solo el rojo de la fortaleza y el negro sobre oro del blasón del Rey que solían ser los colores imperantes. Las calles se llenaban de banderillas de diferentes colores, de los balcones se colgaban los colores de los escudos de los caballeros favoritos, el escarlata, el gris plateado, el verde, el azul... las damas vestían en sus mejores galas los colores alegres y más elegantes, muchos de los caballeros participantes en el Torneo de la Mano se pavoneaban por las calles de la ciudad luciendo sus particulares combinaciones y la gente les regalaba cosas en los puestos de mercado. Muchos colores, predominaba la variedad.

Tras la Puerta Real, fuera de las murallas de la ciudad, se encontraba el terreno de los torneos, donde iba a celebrarse aquel tan esperado. Aquella tarde se procedería con la ceremonia inaugural del Torneo conocida como Presentación de Armas.

La presentación de armas proporcionaba a cada participante del Torneo cinco minutos de gloria, donde su blasón y su casa sería aclamada o abucheada por el publico y les permitía bañarse en el clamor de la multitud. Para muchos era más de lo que dispondrían en el Torneo, pero para otros tan solo era el comienzo.

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04/01/2012, 01:30
Director

Los colores se mezclaban unos con otros. Colores vivos y colores más fríos, parecía que en aquellos días todos tuvieran cabida en Desembarco del Rey. Y no solo el rojo de la fortaleza y el negro sobre oro del blasón del Rey que solían ser los colores imperantes. Las calles se llenaban de banderillas de diferentes colores, de los balcones se colgaban los colores de los escudos de los caballeros favoritos, el escarlata, el gris plateado, el verde, el azul... las damas vestían en sus mejores galas los colores alegres y más elegantes, muchos de los caballeros participantes en el Torneo de la Mano se pavoneaban por las calles de la ciudad luciendo sus particulares combinaciones y la gente les regalaba cosas en los puestos de mercado. Muchos colores, predominaba la variedad.

Tras la Puerta Real, fuera de las murallas de la ciudad, se encontraba el terreno de los torneos, donde iba a celebrarse aquel tan esperado. Aquella tarde se procedería con la ceremonia inaugural del Torneo conocida como Presentación de Armas.

La presentación de armas proporcionaba a cada participante del Torneo cinco minutos de gloria, donde su blasón y su casa sería aclamada o abucheada por el publico y les permitía bañarse en el clamor de la multitud. Para muchos era más de lo que dispondrían en el Torneo, pero para otros tan solo era el comienzo. Una oportunidad perfecta para destacar entre los demás Frey.

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04/01/2012, 09:37
Ser Peter Flint

Estoy realmente nervioso, ¿pero por qué?. ¿Tanto quiero bañarme de gloria?, ¿es que quiero ser el preferido de las chicas para llevármelas a la cama? La verdad es que no tiene sentido este nerviosismo. No es más que un estúpido torneo, un torneo que no me define como persona. Dos tíos que chocan sus lanzas entre sí, si hasta un mono podría hacerlo...Eso sí ese mono tendría que ser bien corpulento... Sonríe. Tenía ganas de estar aquí, de ver a la multitud, de conocer Desembarco del Rey. Ahora que por fin había pisado estas tierras, se daba cuenta de lo mucho que tiende la gente a exagerar las cosas. Era cierto que era una enorme ciudad, mucho colorido, gente de todo tipo...Pero no le reportaba nada especial, nada mágico. A ver cuándo llega mi turno y terminamos todo este protocolo.

Notas de juego

Se me olvidó la vestimenta...Está en mis notas, aparte de eso decir que mis colores son el negro y blanco, y mi escudo es de un halcón posado en un árbol. (me lo he inventado)

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04/01/2012, 09:51
Ser Dalmau Greyjoy

Ser Dalmau era un hombre de estatura media y fornido. Su robusta constitución y los músculos marcados de un guerrero hacían que el chaleco le quedara ligeramente ajustado. Vestía una cota de malla, unos pantalones ajustados y un chaleco de piel. Su pelo castaño, su perilla y sus ojos marrones eran bien reconocidos de los últimos torneos. Quizá no fuera el favorito pero al menos había logrado que los grandes señores dejaran de menospreciar a los hijos del Hierro.

Dalmau no había tenido la culpa de lo sucedido en la guerra... él sólo seguía las órdenes de su señor. Les demostraría a todos que los Greyjoy podían ser igual de honorables o más que cualquier caballero de las grandes casas. Recuperaría su honor perdido. Dalmau estaba nervioso, pero respiró hondo, sólo era un torneo más, puede que fuera el definitivo, si ganaba los ojos del mismo rey podían prestarle atención... era la mejor oportunidad que había tenido hasta la fecha de conseguir su sueño de pertenecer a la Guardia Real y recuperar el honor perdido. En sus ojos brilló la determinación: ganaría.

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04/01/2012, 15:02
Ser Walder Frey

Casas. Casas ancestrales y recientes. Gloriosas y deshonradas. Famosas o anodinas. Todas tienen cabida en Desembarco del rey. ¿Qué clase de adjetivo describiría a la Casa Frey? Desconocida, era lo que esperaba Ser Walder, aunque no fuera cierto. Poder combatir por una casa a la que nadie conocía y labrar reputación en ella.

¡Ser Alan Tasner, de la Casa Tasner, de Las Tierras de los ríos!

Walder alzó la vista hacia el hombre que estaba junto al heraldo, le sonaba el nombre de la casa pero no podía reconocer el rostro del nombrado. Era muy nuevo en todos estos temas de protocolo. Había combatido en torneos, pero en pequeños torneos, nunca en los más grandes, ni mucho menos en un torneo real.

¡Lord Adalbert Zimer, señor de Odón, de las Islas del Hierro!

Las Islas del Hierro. Sentimientos contradictorios asaltaban la mente de Walder mientras esperada junto a otros participantes que dijeran su nombre para desfilar ante el público. Eran como ganado camino del matadero, todos apretujados en aquel pasillo vestidos con sus mejores galas para que les vieran durante unos instantes el público que tan sólo esperaba a los más afamados caballeros. Walder había hecho lo que había podido. Un jubón con los colores de la Casa Frey razonablemente limpio y una capa de armiño bastante desgastada. El anillo de plata que llevaba en el dedo era lo único valioso que llevaba encima, y no le hubieran dado un dragón de oro por él. as botas sí que era nuevas, las había comprado nada más llegar a Desembarco del rey, eran de cuero negro, de elegante manufactura y algunas puntadas plateadas que le daban cierto aire elegante. No hubiera comprado esas botas, pero las suyas estaban destrozadas después del viaje.

¡Ser Horas Redwyne, de la Casa Redwyne, de El Dominio!

Las Islas del Hierro, allí se había ganado las armas de caballero. Ser Walder Frey. Pero a qué precio, una deuda que jamás podría pagar. Salvo si ganaba el torneo, claro está...¿pero podría ganarlo? Tenía posibilidades sí. Pero dudaba mucho de llegar hasta el final.

¡Ser Hobber Redwyne, de la Casa Redwyne, de El Dominio!

Ganar. Sí, aquello sería la solución. Tan sólo quedaba intentarlo...Dos caballeros más y saldría ante el público. ¿Qué diría en nombre de la Casa Frey

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04/01/2012, 15:47
Rickard Karstark

Rickard estaba esperando con su hermano y otros caballeros norteños. Llevaba ropa nueva para la ceremonia que estaba teniendo lugar, aunque los colores eran los mismos que su ropa destrozada por el largo viaje desde el norte: unos calzones de lana blanca, botas altas de montar de cuero negro, un jubón de cuero blando negro con el sol blanco de los Karstark sobre el corazón y una capa negra, colgados del cinturón iban su espada y su cuchillo, se había pasado la noche anterior limpiándolos y preparándolos a conciencia porque ambas armas llevaban con el varios años.

Rickard estaba a la espera de su turno, era el primer torneo en el que iba a participar, y en esos instantes preferiría estar a la espera de la carga de un ejército enemigo que allí, al menos lo primero ya lo conocía.

Tranquilízate Rickard, solo te van a presentar, para que el publico vaya conociendo al caballero que ganara este torneo, o para que vean al primero en caer. Rickard era de pensamiento humilde, la mayoría de las veces, en otras ocasiones su juventud le hacia ser muy arrogante.

-Hermano, ¿crees que nos enfrentaremos el uno al otro en el torneo?


 

 

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04/01/2012, 18:58
Erbin Servulian

Erbin estaba que no cabía en sí de gozo, pensaba en lo orgulloso que estará su padre allí donde le esté observando, con los Dioses. Algo así es lo que había estado esperando hace tanto tiempo...

Comprueba continuamente que el atuendo esté correcto, la espada que fuera de su padre bien amarrada, la capa con buena caída. Normalmente no se preocupaba tanto por su aspecto, pero le han contado tantas cosas de la capital, que quiere dar una buena impresión, además piensa que representa una honorable casa...

La verdad, amigos, es que no veo la hora de empezar para que se me pase ese nudo en el estómago que ni en los bosques cercanos al muro aparecieron... 

Estaba realmente algo nervioso y pensó que había dicho una tontería, pero sabía que sus compañeros no estarían tampoco muy tranquilos, los norteños en una gran ciudad no están en su hábitat natural...

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04/01/2012, 20:53
Ser Peter Flint

Erbin tranquilo. Tú sólo procura no caerte del caballo y apunta recto con la lanza. Palmea su espalda en gesto de amistad. Si te caes ya te recogerán, no te vas a quedar a dormir ahí, no has reservado suelo. Y si por el contrario te matan, no te preocupes, a todos nos llega y es sólo una vez. Intenta ser amable, pero en seguida se da cuenta de que los nervios a él también lo están dominando.

Quién te ha visto y quién te ve Peter...

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04/01/2012, 20:54
Fiedrich de Bastión Kar

Mala idea había tenido padre… mala idea… sin duda el presentar a tus dos hijos Varones a una misma justa es una mala decisión, ya que aunque uno conozca la mayor de las victorias siempre el otro estará relegado a sufrir la derrota. Pero si además uno de ellos es tan joven como Rickard… ahggg.- Se quejó Fiedrich cuando sus breves pero molestas divagaciones  hicieron mella en su corto entender.
 

Se ajustó  su armazón de cuero endurecido con el blanquecino sol reluciente sobre fondo negro, característico de su casa, y volvió a echar una mirada a la muchedumbre que rugía ensordecedoramente al presentar a un caballero de dorada armadura que respondía al blasón de los Lannister. Poco le gustaba a Fiedrich tanta algarabía, en el Norte las cosas eran más simples, más directas, se moría de ganas de mostrárselo a tan expectante afición.
 

-Hermano, ¿crees que nos enfrentaremos el uno al otro en el torneo? (Rickard)
-Pues esperamos que así sea, aunque sinceramente no creo que pases de la primera ronda.-
guiñó un ojo cómplice a su hermano,  sabía que con esas palabras lo único que conseguiría era motivar, aún mas si cabía, al menor de su casa.

-Aunque hasta entonces no olvides levantar la barbilla y mostrarles a todos como nos la gastamos en el Bastión.
Automáticamente calló al oír el comentario del otro compañero.

-La verdad, amigos, es que no veo la hora de empezar para que se me pase ese nudo en el estómago que ni en los bosques cercanos al muro aparecieron...(Erbin)


-Tranquilo, dentro de poco serán nuestras armas las que hablaran por nosotros y estas no se dejan intimidar tan fácilmente por el gentío… .- dicho esto rió descocadamente dando un codazo a su hermano para que destensara su musculatura.

 

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04/01/2012, 20:56
Erbin Servulian

Las palabras de sus compañeros hacen aparecer una sonrisa algo más relajada en el semblante de Erbin.

¡Si me he de caer que sea por uno de vosotros!, pero entre tanto participante, sería mala suerte...

Apoya los brazos sobre los hombros de Peter y Rickard y continúan caminando entre la muchedumbre.

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04/01/2012, 21:33
Director

Notas de juego

Fijate en los destinatarios.

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05/01/2012, 15:23
Rickard Karstark

Rickard sonrió cuando su hermano le guiño el ojo, estar con él y los otros norteños lo tranquilizaba, pero seguía nervioso.

Continuo andando mientras los otros hablaban y hacían bromas, cuando Erbin le puso el brazo sobre los hombros él le correspondió dándole un golpecito amistoso en la espalda.

-Yo preferiría no caerme, ni contra vosotros ni contra nadie, pero si nos enfrentamos Erbin, no te preocupes que será tu última ronda.

Hay muchos caballeros, y la mayoría seguro que ha participado en otros torneos, un poco de experiencia en justas no estaría mal.

Después de su broma, se puso un poco serio, quería algún consejo pero no lo quería pedir, no quería que su hermano pensara que no estaba preparado.

Lo que le ha dicho Peter a Erbin es un buen consejo, pero eso lo saben todos los caballeros que participan en el torneo.

Rickard continuo andando sin prestar atención a toda la gente que había a su alrededor, en ese momento solo estaba atento de lo que decían su hermano y sus dos amigos e intentaba no pensar demasiado en el torneo.

 

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05/01/2012, 15:56
Ser Peter Flint

Me cae bien este mozo. Se le ve tan joven y con tantas ganas de comerse el mundo.

Rickard, espero que cuando ganes el torneo nos invites a todos a unas copas, y podamos disfrutar de una buena moza como compañía.

Empieza a sonreir. En realidad no era un tipo al que le agradasen las borracheras, ni pasar su tiempo con cualquier prostituta. Era mucho más reservado en esas circunstancias, pero todo fuera por calmar algo el ambiente.

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05/01/2012, 16:06
Rickard Karstark

-Bueno, a las copas no veo necesidad de invitar, por que seguro que en los banquetes del torneo habra de sobra, y encuanto a las mozas, te podras llevar todas las que quieras deciendo que eres caballero, y sin tener que pagar. Pero si es lo que quieres, peter, os invitare a beber y a follar hasta que no podais mas. De todas formas no vendamos la piel del oso antes de cazarlo.

Me alegro de estar con estos hombres, son orgullosos y con honor, pero tambien saben hacer bromas y divertirse.

 

 

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05/01/2012, 18:44
Fiedrich de Bastión Kar

Petulantes nobles, hijos de mala madre bizca y enferma .- susurró Fiedrich para sus adentros tan bajo que ninguno de sus compañeros pudo apreciar, se refería a un grupo de cortesanos que hablaban entre ellos a su paso, tapando parcialmente con sus manos la boca.
 

De pronto escucho dos palabras que siempre son agradables para sus oídos.
-¿Beber?, ¿Follar? …¿ Y solo lo haremos si gana mi pequeño hermanito? O ¿Podremos disfrutar de esos dones de la naturaleza  en tan grata compañía sea cual sea su posición? … más que nada, es para no caer en el celibato de los monjes…- rió sonoramente.
 

El último de sus propósitos era ridiculizar a su hermano, pero la confianza que le prestaban aquellos norteños y la complicidad que sincronizaba con su hermano hacía simpáticas, a su burdo entender, esas bromas. No era mas que eso, y desmotraba la teoría de los que conocían bien a Fiedrich de que amaba a su hermano muchísimo.
 

-Todos hablan de las Putas de Desembarco de rey… y por Padre que no nos iremos de aquí sin catar un exquisito coño sureño.
 

Notas de juego

No sé si la partida es apta para menores, si lo es, editó el post. Creo que me ha quedado demasiado soez hasta para ser Fiedrich.  Tu me dices Director.

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09/01/2012, 04:32
Kaleon
Sólo para el director

Kaleon iba vestido con unos pantalones de cuero, una cota de anillas y un jubón de cuero. No encontró ninguna ropa que se pareciera más a su antiguo atuendo dothraki, aunque tampoco lo echaba de menos, aquellas ropas eran incluso más cómodas y resistentes que las dothraki.

Kaleon tenía firmes esperanzas de ganar aquel torneo, pero no estaba tranquilo del todo, de hecho tampoco estaba nervioso, más bien estaba ansionso, ansioso de demostrarles a todos aquellos ándalos que los dothraki eran los mejores luchadores, tanto cuerpo a cuerpo como a caballo. Kaleon no había visto una lanza hasta que llegó a poniente, pero tuvo que aprender a utilizarla cuando vio que era indispensable en los torneos.

-Es como un Arakh, pero más largo.-Pensaba,pero nada más lejos de la realidad, no le fue fácil al principio, tuvo que emplearse a fondo, pero al final vencía sin problemas a todos los mercenarios de su compañía que se atrevían a entrenar contra él.-Bueno, veamos si por fin mis largos entrenos con este estúpido palo de metal sirven para algo.-Dijo en lengua dothraki y en voz baja.

Vaya,vaya,vaya...cuantos estúpidos nobles han venido a verme ganar. Mejor! así se lo contarán al resto de estúpidos nobles que no han venido.

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09/01/2012, 13:40
Director

El grupo de caballeros que participaba en el torneo era curioso y muy variopinto. Habían llegado desde todas partes de poniente, e incluso desde más allá. Como el caso del dothraki que con su larga caballera negra llena de campanillas aguardaba el comienzo del torneo.

Era un caso excepcional pero no menos raro que otros. Para las gentes de Desembarco del Rey, los norteños serían igual de exóticos que el dothraki.

A continuación el heraldo fue nombrando a los caballeros para que salieran a presentar sus armas al Rey y a los allí congregados. A la llamada respondían caballeros apuestos, caballeros rudos o enormemente reconocidos. A algunos los silbaban con desprecio y a otros los adoraban con amor, pero a la mayoría los observaban con indiferencia mientras aplaudían su paso con cortesía. Aunque todos tenían al menos un sector del público que les apoyaba.

¡Ser Walder Frey de los Gemelos! Nombró el heraldo con su portentosa voz alzándose sobre el ruido de la gente. Un caballero que vestía jubón con los colores de la Casa Frey y una capa de armiño bastante desgastada respondió a la llamada.