Partida Rol por web

Poco a poco todos los caballeros forman una fila entrando a la liza yelmo en mano, con sus rostros descubiertos y enseñando su escudo con orgullo para que todos los presentes vean quienes son y que no hay ningún impostor.
Acabado el desfile de yelmos, el Alguacil da paso a pronunciar los nombres de quienes justarán en primer lugar. 

-Abrirán la justa Sir Waylan hijo de Lucius de Dorset y Sir Gibere hijo de Horsen de Essex.-

Sir Gibere se adelanta hasta las gradas donde se ve el unicornio blanco sobre fondo rojo de su escudo. Saluda al Conde y hace volver al trote a su caballo de batalla. Su escudero le tiende la lanza y le pone el yelmo ajustándoselo. Cuando el Alguacil da la orden, sale como un relámpago bajando la lanza hasta la posición de embestida. 

Waylan se adelanto hacia el centro del graderío con graciosos movimientos a caballo observando con fervor el eblema familiar y saludando con respetos a cuantos se le presentaban, rivales y personalidades. Os deseo un descabalgamiento poco doloroso Sir Gibere.

Pasadas las cortesía volvió con brío a su extremo recogiendo la lanza de torneo que se le tendía y comprobando una última vez las cinchas. Caracoleo el caballo con elevada energía mientras colocaba su yelmo y tras el saludo, bajó la viserá y lo espoleó con la mente fija en el unicornio y en su lanza. Dios a tí te encomiendo, encuentrame digno.

Observo como comienza el duelo, y veo un fallo de Sir Waylan, niego con la cabeza...

La certera lanza de Sir Gibere sobrepasa tu escudo golpeándote directamente en el pecho, un error de principiante. Te levantas del suelo con la ayuda de los pajes, les indicas que estás bien y sales a la zona segura.-Por lo menos no habeis partido la lanza.- Dice otro caballero joven cuando pasas a su lado.

Cuando la liza queda despejada la voz del alguacil vuelve a resonar por el campo.-Sir Philip hijo de Phineas de Hetford y Sir Dauin Hijo de Duain de Haxton.-

Al momento sale un hombre montado en un brioso corcel. Su blasón es un águila azul sobre fondo amarillo. Saluda al Conde, a Sir Philip y se acerca a las gradas. Allí recoge el pañuelo que le tiende una Dama y se lo ata al brazo. Se prepara para la justa colocándose el yelmo y cogiendo la lanza que le tiende su escudero.

A fe vuestra que la lanza le pesa demasiado porque la lleva muy baja en la carga.

Lenvanto la cabeza con orgullo enseñando el blasón de mi casa y dirijo mi caballo hacia las gradas. Saludo solemnemente al Conde y a mi adversario. Mi escudero me pone el yelmo y me tiende la lanza. Espoleo a mi caballo y cargo hacia Sir Dauin.

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El choque entre los dos es flojo pero la lanza de Sir Philip se quiebra. Los dos dan la vuelta azuzando a sus monturas, levantando la tierra a su paso. Sir Dauin lanza un voto en su carrera.-Por mi Dama.-

Sir Philip vuelve al ataque.

Con la espalda un poco dolorida, os acomodais en una valla para ver el resto de las justas. Vuestro escudero os brinda vino fresco en una jarra y recoge vuestro escudo y yelmo.
Al acabar el siguiente combate, vuestro escudero os lleva un mensaje.-Mi señor, Sir Perkins os hace llamar a su tienda.-

Los tres leones rojos sobre fondo azul os vienen a la mente. Uno de los caballeros favoritos del Conde.

-Sir Lenox de Hampshire contra Sir Eldor hijo de Rikon de Cambria.-

Sir Eldor era joven, muy joven. El murciélago blanco contrastaba sobre el fondo verde y la lis roja sobre el campo blanco. Su armadura, brillaba sin un solo arañazo.-Dios os guarde Conde Macsen y también a vos Sir Lenox.- Después de la presentación se dispuso para el combate.

Sir Lenox estaba nervioso ante el panorama , no había estado en muchos torneo oficiales , aun así asió la lanza con fuerza tal y como le habían enseñado y una vez listos ambos se dio la señal del comienzo y procedió a cabalgar con ola mirada fija en su objetivo .

La fuerza de la embestida de Sir Lenox saca de la silla al joven Eldor un par de metros antes de caer al suelo. Las astillas de la lanza se esparcen por doquier y el caballo se agita en la arena. Los pajes corren inmediatamente hacia Sir Eldor con una camilla de madera, al parecer una de las astillas se clavó en su pierna derecha. 

Cuando se lo llevan, otros sirvientes entran a recoger los restos de lanza y tapar la sangre de la arena. Entonces resuena una voz familiar.-Sir Lorak de Lonazep y Sir William de Caswell.-