Cada vez es más acentuada la perdida de la velocidad. El traqueteo se espacia y el paisaje se detiene. La locomotora cesa todo movimiento y se queda clavada en la vía.
El tren se ha detenido en un tramo de vía sin apenas pendiente pero en la ladera de una montaña. Viajar a pie resulta casi imposible salvo que se haga por un pequeño sendero que va paralelo a la ruta del ferrocarril. Este sendero permite también acceder con facilidad a la locomotora.
Cuando el Teniente Senn se dirige al vagón restaurante se topa con los capitanes Stein y Matog que ya están bajando del tren.
Entre tanto, más cerca de la locomotora y con la adecuada precaución, los tenientes Strag y Wishendal, acompañados por el alferez Berger, están también descendiendo para acercarse a la locomotora.
Por las ventanas puede verse a las señoritas Mancini y Lorena intentando averiguar que pasa. Por otro lado, tanto el conde Aluccio como el Sr. Alexandro permanecen asomados en el intervagón pero sin decidirse a descender del tren.
El señor Kassel cruza velozmente del vagón restaurante al de los SS en busca de su esposa. Los demás pasajeros no son visibles y no se sabe donde están, aunque es probable que sea en su habitación.
¿Veo al señor Kassel acercarse al vagón de los de las SS?
Bajo del tren aunque sin alejarme de la entrada al vagón, no querría tener que salir corriendo si el tren volviese a ponerse en marcha. Sigo mirando al frente y veo como algunos de mis compañeros comienzan a marchar hasta la parte frontal de la locomotora.
- Permanezcan todos en sus vagones no se preocupen.-Digo en voz alta a los viajeros.- Capitán Matog, no debería bajar del tren por seguridad, nosotros nos ocuparemos.-Le explico al verlo bajar junto al Capitán Stein.
el teniente johauns se dirige en silencio hasta la locomotora a hablar con el técnico, sin decir una sola palabra, en caso de que el tren se ponga en marcha por lógica que no hay que salir corriendo, puesto que la locomotora está en frente del tren (cierto no?) y la puerta vendría hacía mí y solo nesecitaria un saltito para estar dentro...
¬¬
El capitán estaba dispuesto a comprobar él mismo qué pasaba en la sala de máquina cuando los tenientes dicen que se encargan ellos. Stein les deja y se fija entonces en que uno de los civiles, Kassel, entra en el vagón de los oficiales.
-Disculpe, ¿qué hace aquí? No puede entrar en las habitaciones de los oficiales.
Fiodor Kassel es el Mayordomo del tren y ha ido a buscar a su esposa Gunilla que estaba completando tareas de limpieza en el vagón de oficiales.
-"Esto tiene mala pinta. Tengan cuidado al asomarse a la locomotora."
Tras decir esto, siguiendo el ejemplo del teniente Wishendal, desenfundo la pistola y los sigo.
Me mantengo mirando hacia los vagones para disuadir a todo aquel que haga un amago de bajar o algún movimiento extraño, en ese momento oigo como el Capitán Stein da el alto a una persona que por lo visto se ha introducido en el vagón de las SS.
"¿Quien ha entrado en el vagón?".
Vuelvo a subir al tren siguiendo los pasos del Capitán Stein por si necesitase ayuda.
-Nada, disculpe, es el acomodador, lo había confundido con uno de los pasajeros civiles. Aún así no me gusta que ronde mucho . Lo más importante ahora es descubrir por qué se ha parado el tren.
Stein miraba al mayordomo como si no le agradara demasiado la presencia de alguien que no es soldado, pero dejándole hacer sus tareas. Luego miró a los que estaban inspeccionando la sala de manejo del tren.
-¿Hay algo de lo que preocuparse?
-"Disculpeme Capitan Stein, se que mi actuación ha resultado un poco alarmante, pero espero que entienda que ante esta situación anómala estaba legitimamente preocupado por mi esposa."
Desde detrás de su marido aparece timidamente Gunilla.
-"Disculpe señor, se que no debería hacer comentarios en conversaciones ajenas, pero poco antes de que el tren empezase a aminorar me ha parecido escuchar un fuerte ruido, como de un disparo, pero debido a que estaba abierta la puerta del vagón no se escuchó bien."
El capitán se sorprendió, ¿la limpiadora había oído un disparo?
-Señora, ¿está segura de lo que dice? ¿Vió algo más que fuera sospechoso? Es importante que me cuente todo lo que vió usted, podría sernos útil si ha pasado algo grave.
Porque hemos parado?, tenemos agua y carburante para mas distancia y el tiempo, señor, es algo que nos apremia...en este tren comienzan a suceder cosas demasiado anomalas....
Matog comienza a interrogar al revisor aunque sin un tono agresivo sino mas bien impositivo.
Al asomarse del vagon de civiles Italo ve a la distancia a los soldados alemanes movilizados por la situación un tanto extraña. Por lo pronto, Italo decide observar, no vaya a ser que los soldados hagan honor a todos los nombres vulgares que se les ha puesto debido a su comportamiento excesivamente temperamental.
dijo hacia dentro del vagón:
-Será mejor que no salgan-
en menos de 5 segundos saca su arma y le apunta en la cabeza al civil y dice muy enojado: quien coño eres tú para darme ordenes?
Alarmada por el encañonamiento de signore Crespi, la mujer casi que salta al interior del vagón y se resguarda en él. Ya había visto como muchas de esas escenas suelen terminar y no quería ser testigo.
Italo por instinto oculto el miedo que le provocaba estar delante de la linea de fuego. Miró hacia el piso y dijo.
-No a usted...- mira el uniforme.- Teniente, jamas me atrevería. Para no estorbar le solicite a mis compañeros de vagón que permanecieran dentro. Si usted está de acuerdo me quedaré dentro también.-
y no se atreva a salir ok? dijo strags muy furioso sin dejar de apuntarle la frente