Partida Rol por web

¿Un compañero muerto...? Ah, sí... Corian. Pero era un maldito timador. Mi único compañero, sangre de mi sangre, es mi propio hermano. Compañero en el sentido no homosexual del término.

¿Y a ti que te ha dado, cartero? Es Galdar el que tiene poder para salvar a los moribundos. Dale un par de minutos a que llegue con su pesada armadura, y seguro que puede hacer algo por el arquero que ni tú ni yo podemos-dijo Estragón sin haber visto, por culpa de la distancia, la puñalada de gracia que dió Eco-Uuuh... ¿No será que toda esta sobreactuación era una excusa para acercarte al cuerpo tendido y vaciar sus bolsillos? Tsk. Eso está feo, Eco. Muy feo.

Y no entiendo cómo es que ahora quieres jugar con los mayores. No fuiste capaz de defenderte esta mañana de unos orcos. No me diste la impresión de ser un hombre de acción. ¿Ahora quieres ir con un explorador tras ellos? Nah. Esto es cosa de Ulthor, Sapo, Galdar y los hermanos Leivn, que somos quienes tenemos cuentas pendientes con Vortigern. Es mejor que tú te quedes al margen. Ya tuve el lastre de un artesano de sombreros una vez, no pienso ahora hacer de niñera de un cartero. Que las gentes de artes y oficios se queden en las zonas urbanas... Menos los cocineros, claro.

El gordo seboso no sabía ni lo que decía.

- Acuérdate, mi buen Estragón, que Galdar no pudo ni ahuyentar a los zombis en aquella granja.- Otra cosa no, pero Sapo tenía una memoria prodigiosa.- "¡ALEJAOS, CRIATURAS SIN VIDA, TEMED EL PODER DE SAN CUTHBERT!¡¡ATRÁS!!¡¡A...a..atrás...!!"- Reprodujo las palabras que escuchó emitir a Galdar al dedillo, como si formasen parte de algún hechizo que el clérigo hubiera usado para expulsar muertos vivientes. Lástima que Sapo aún no supiera reproducir la voz como era menester para una buena imitación. Trabajaba en ello pero aún no le salía.Continuó dirigiéndose a Estragón con toda la inocencia de un niño que no era consciente de su impertinencia.- No creo que ahora vaya a lograr resucitar a nadie. Quizá la dama Shandrill pueda...- Uno de sus ojos se fijó sobre la sacerdotisa de Freya esperando la respuesta. Al escuchar a Estragón frunció el ceño en dirección a Eco.- Robar está mal.- Eso lo sabía. 

Galdar se unió a vosotros, tras comprobar el estado de Ulthor. La mirada que cruzó con Eco fue indescifrable.

Shandril contempla a vuestro grupo y le dirije una triste sonrisa cómplice a Lilith..."Freya proveerá...." musita, en voz baja. 

Su mirada se dirigió al pequeño Gnomo, esbozando una mueca de concentración durante un momento, para responderle a su última pregunta mientras contempla el cadáver del elfo que yace a lo lejos..."podría hacer algo por él, pero tenéis que estar muy seguros de que queréis hacerlo, pues sólo puedo hacerlo una vez, con riesgo para mí misma, y puede que no funcione si él no quiere volver." Parece bastante serena en éstos momentos, pese al nerviosismo que segundos antes la embargaba. "Gracias por vuestro ofrecimiento, pues sin él, no tendríamos forma de recuperar algo que es muy valioso para éste pueblo. El objeto en sí sirve para bendecir las cosechas, y producir en abundancia, alejando el hambre de éstas tierrras y las plagas que asolan a los cultivos. Sirve para más cosas, pero ya sólo con privarnos de su poder, nos hacen mucho mal. Qué ideas puede tener ése nigromante que mencionáis yo no lo sé, pero es un objeto sagrado de Freya y es imperativo recuperarlo. Freya os bendiga por vuestro valor." Con éstas palabras desabrocha de su cinto una espada con una vaina de cuero muy sencilla, sin adornos. La empuñadura está hecha de cuerno. No parece un arma apropiada para el combate. Shandril os observa unos instantes de forma enigmática, tras lo cual se encara con Shagar ofreciéndole el arma con ambas manos. "Puedes llevártela si lo deseas, pero debéis de prometer todos que recuperaréis el Crisol y que llevaréis ante la justicia a aquellos que han profanado el templo de mi diosa."

Baran, que permanece un par de pasos atrás de la Sacerdotisa, menea la cabeza con cierta desaprobación a lo que empieza a parecer un plan, aunque se gira para dar unas instrucciones a un par de guardias que hay cerca. Los guardias salen corriendo a cumplir sus órdenes. 

Mientras tanto, el resto de voluntarios siguen echando agua en el templo, cuyo incendio parece empezar a remitir.

Arlen, de pie al lado de Shandril, no dice nada, simplemente contempla la escena y permanece muy atento a vuestra reacción.

¡¿Qué?!-eta tía tá loca-Mi hermano no acepta ese churro de espada en semejantes condiciones. Lo de recuperar el Crisol es asumible, ¿pero llevar a los culpables ante la Justicia? ¿Lo dices en serio? Bastante complicado es ya enfrentarse a toda una tribu de orcos, como para además hacerlos prisioneros y trasladarlos de nuevo aquí para un juicio. No, está expedición es para no dejar títere con cabeza. Sin prisioneros. Sin piedad. Sin...

Estragón miró a su hermano. Eran gemelos, uno sabía exactamente lo que pensaba el otro. Y si no, Estragón se lo inventaba y atribuía falsamente. Total, eran semiorcos. No tenían grandes y complicados pensamientos que desentrañar.

Oh... jejejeje...-guiño-Sí, por supuesto. Jejejeje-guiño, guiño-. Traeremos a todos los responsables aquí para ser juzgados, ¿verdad, hermano?-guiño de gañote-¡Claro que sí, atados, amordazados y con un precioso lacito! ¡Coge esa espada, hermano! ¡No seas tímido!

El caso era que a la hora de regalarles una espada, Lady Mandril era tremendamente ingenua. Por contra, para explicarles los poderes del crisol, se volvía imprecisa y recelosa. Ni en sus sueños más húmedos, ni en los normales, ni en los más castos, Estragón podría imaginar qué uso podría tener en un ritual de ascenso a liche una reliquia que mejora las cosechas.

Por cierto... ¿Hay algo más del Crisol que quieras decirnos? Así, a bote pronto... no sé, ¿algún poder del Crisol que Vortigern pueda usar en nuestra contra, o que lo pueda hacer más invulnerable o más mortífero de lo que ya es? Un mapa de la región también podría sernos de ayuda: así el gnomo estaría entretenido intentando enfocar los dibujos y no molestaría tanto durante el camino.

Que eso de regalar espadas está muy bien, pero en cuanto empecemos a matar... digoooo... a capturar orcos, vamos a conseguir espadas a tutiplén. Una espada con empuñadura de cuerno no es lo más prioritario en estos momentos.

Los ojos saltones de Sapo a punto estuvieron de caerse de sus cuencas a ver como la dama le otorgaba al cabeza de chorlito de Shagar una espada, que supuso ceremonial y con algún tipo de propiedad. Se llevó la pequeña mano a la frente en un sonoro "CLAP". Sacó un pergamino y garabateó unas notas acerca del crisol. Había visto cómo la sacerdotisa lo usaba en el templo, prendiéndolo en llamas. De hecho eso es lo  primero que había pensado como posible origen del incendio.

- Quien juega con fuego se quema.- Otra frase hecha. Se quedó esperando con la mano estirad a a la espera de que le dieran el mapa que pudiera guiarlos hacia la torre del mago. Impaciente comenzó a dar saltitos y a mover espasmódicamente la mano.- ¿A cuánto está la torre? ¿Partiremos ya o esperaremos al amanecer? Debería estudiar o el cerebro se me atrofiará como el de un orco.- Metió un dedo en la oreja para limpiarlo de cerumen, tan profundo que pareciera que quisiera llegar a tocar su cerebro para ejercitarlo.

shagar estaba ahi en medio mirando de lado a lado, no se consideraba tonto, es mas era listo, pero eso era irrisorio, demasiadas letras una detras de otra sin apenas respirar... humanos.

Por lo menos le han regalado una espada, asi que con sus pensamientos en sus cosas ni escuchar lo que le han dicho coge la espada, se la mira por encima, ha visto cuchillos de fruta mas interesantes que esa mierdecita de espada aunque algunas monedas le daran por ella.

Bueno, la decisión pues esta tomada, partiremos a recuperar el Crisol, pero no creo que sea muy sensato salir ahora todos. 

-Un poco más calmado, suspira.-  Creo que nuestra mejor opción es enviar 2 exploradores como decía, y que con las primeras luces del alba informen mientras el resto del grupo descansa y prepara las viandas para el viaje. A tal efecto de ello yo me presento voluntario para rastrear los, solo necesito el apoyo de un explorador vuestro si fuera posible. Entiéndase que estoy obcecado en perseguirlos, creo que es nuestra mejor baza ahora mismo.

Mirando hacia Shagar, el cual aun tenia la daga entregada por la sacerdotisa en las manos, comento.

Y deberías de estar agradecido por ese arma, pensar que es un simple cuchillo seria una ofensa hacia el mismo y el gesto en si. Pueda ser que aparente ser más o menos de lo que es pero, tiene un significado implícito para todo sacerdote aquel objeto que lleve siempre encima, no lo dudes nunca.

Mirando hacia Arlen y Baran.- También querria conocer vuestra opinión sobre nuestra, quizás, descabellada idea y alguna referencia de la geografía colindante a las tierras en las que estamos, si fuera posible, facilitaría de por si un tedioso trabajo por delante. -Hace un leve gesto de saludo con la cabeza respetuoso hacia los 2.

Aun calmado, la tensión del momento del ataque y la muerte del elfo es palpable en el cuerpo de Eco, que mira de forma decidida mientras habla.

Creo que voy a tirar como el culo, asi de claro, pero a ello voy.

4 Tiradas, 1 para Avistar gestos de los presentes, en referencia a NPCs sobre todo.

3 de Buscar. 1 para la sacerdotisa, 1 para Arlen y una para la daga, esto tengo que tirar Buscar y Mov. Sig. presupongo, yo lo hago asi ya veremos como lo dejamos como lo ves y demás. Claro que ahora que lo pienso, solo hago una tirada de Mov Sigiloso, hago una por tirada de buscar...imagino que vendra en el contexto de si Busco todo de seguido o en diferentes momentos dentro del mismo marco de acción. Por el momento Tiro 1.

Shandrill no apartó su mirada de la de Shagar hasta que éste cogió la espada larga que ella le tendía. Pero la sacerdotisa no la soltó, impidiendo con firmeza que éste se la llevara. Mientras el semi-orco mantenía su mano cogiendo la funda de la espada, la Sacerdotisa la cogía por ambos extremos. Mirándolo a los ojos repitió muy suavemente "Debéis prometer todos que recuperaréis el Crisol lo antes posible y que llevaréis ante la justicia a aquellos que han profanado el templo de mi diosa." Hizo especial incidencia en la palabra "todos". El resto de palabras de Estragón parecieron chocar contra un muro. Ella se mantuvo imperturbable.

Su frase parecía ir por todos excepto por Estragón y por Eco, pues eran los únicos que se habían comprometido a ir en busca del Crisol.

Baran, de mala gana, al parecer, en nada de acuerdo con daros tantas licencias, se adelanta un par de pasos mientras contesta a Estragón "Cuida tu lengua, o te enseñaré lo que es respeto. Sobre el mapa que mencionas, os lo podré entregar mañana, ahora no. Es más importante que salgáis tras esos Orcos y los alcancéis antes de que lleguen al viejo castillo en ruinas que está al nordeste, si es que en verdad pensáis hacerlo."
 

Baran se acerca a Arlen y su potente voz es escuchada claramente "Arlen, no estoy del todo de acuerdo con ésto, coincido con vos que mandar a nuestros hombres es lo que ellos esperan, probablemente sea una distracción preparada para atraer a la guardia." Arlen os mira mientras le contesta.."Pero ahora tenemos un grupo de voluntarios que se ofrecen para rescatar aquello que nos han robado...debemos enviar a nuestros voluntarios con ellos...Capitán".

Mientras tanto, unos pocos guardias se han congregado alrededor vuestro.

Baran maldice por lo bajo y se gira hacia los guardias..."Quiero tres voluntarios que acompañen a estos....valientes a rescatar el Crisol que han robado del Templo de Freya."

"Yo iré." se ofrece la elfa con el arco que formaba parte de la patrulla que os detuvo nada más llegar a Fairhill. "No sé si serán capaces de encontrar el camino de vuelta...". El resto de guardias permanecieron callados durante unos momentos...hasta que una mujer con el pelo negro y largo se adelantó "Yo también iré". Automáticamente, un hombretón se posicionó a su lado "Y yo."...... mientras tanto, Arlen os dice "Os doy las gracias por lo que estáis a punto de hacer, lo menos que os puedo decir es que se os permitirá conservar cualquier cosa que recuperéis de los Orcos, excepto el Crisol, claro está. Esos Orcos han estado saqueando y pillajeando los alrededores, así que seguro que tienen algún botín decente." Se giró hacia el Capitán y los otros guardias y dijo "¡Traed caballos para todos!"

Eco hizo sus preguntas, y Arlen le contestó rápidamente "¿Qué pienso? Que no es sano salir ahí fuera sólo, sino en un nutrido grupo, que si vais a hacerlo, mejor ahora que mañana, pues habrán puesto pies en polvorosa o se habrán pertrechado mejor, y que no puedo daros ningún dato, pues aunque os lo diera, es de noche y no vais a ser capaz de reconocer nada. Mejor compañía ahí fuera que la que lleváis" hace una señal de cabeza hacia la elfa "no hay". Arlen fue a alejarse en dirección hacia el camino, pero la voz de la Sacerdotisa lo interrumpió.

"Un momento, Arlen. Deben jurar." dijo Shandrill, sin soltar la espada que ella y Shagar mantenían cogida.

"¿Y bien?" os dijo Arlen, mirándoos de soslayo y alzando una ceja.

A lo lejos, varios guardias traían varios caballos hacia donde estábais.

Galdar contestó rápidamente "Lo juro, Señora. Iré a por el Crisol y lo traeré de vuelta, y dispensaré la justicia divina que esos Orcos merecen.", tras eso, giró la cabeza y miró a.....Sapo.

Lilith, por su parte, dijo un simple "Lo juro"

La sacerdotisa permanece bastante inmutable ante tu escrutinio, sólo percibes determinación cuando insiste en que juréis. Pese a las palabras de todos, mantiene su rostro inmutable, como una roca....excepto cuando Shagar hace intención de llevársela, que exhibe una tenue sonrisa, tan tenue, que sólo tú eres capaz de verla, como complacida por la aceptación del semi-orco.

Cuando la Elfa se presenta voluntaria, sus palabras te dicen que ésa mujer no se fia de vosotros, el tono empleado no te deja ninguna duda, parece desconfiar de vosotros y parece haberse ofrecido voluntaria para vigilaros.

La mujer del pelo negro y largo (la guardia) ha hecho un gesto de fastidio al presentarse el hombre (guardia) como voluntario, pero rápidamente lo ha escondido poniéndose seria otra vez.

Arlen, en cambio, parece molesto con las (atrevidas y fuera de lugar) palabras que Estragón le dirige, tan a la ligera, a Shandrill, de hecho, durante toda la conversación percibes que parece tenso y a la defensiva en cualquier cosa que le decís a ella.

Baran, sin lugar a dudas, no le gusta la idea, pero parece fiarse bastante de las decisiones de Shandril y Arlen.

Sobre la Espada Larga, no le ves nada raro....

No soy ducho en palabras para juramentar, pero ante vuestros dioses y los nuestros, Shandrill Sacerdotisa de Freya -se inclina levemente en señal de respeto- Impartiré la justicia que se deba ante el mal acaecido y acometeré la misión de traeros el Crisol y entregarlo solo ante vuestras manos. Deseo que con esto, al menos, podáis hallar algo de paz entre tanto infortunio.

Una vez se vuelve a erguir, se gira hacia Arlen no sin antes pasar una clara mirada de cierto reproche sobre Estragon.

Gracias por tus palabras Arlen, confió mucho en el criterio de una persona habituada a defender los suyos.

Dicho esto, se aleja en dirección a los tres voluntarios presentados para acompañarlos.- Me temo que nos vemos juntos envueltos en un desagradable viaje hacia las Mareas Verdes. Podéis llamarme Eco. No tenemos mucho tiempo así que quisiera saber quien tiene ciertas dotes para el sigilo y el rastreo, si vamos a partir todos ahora mismo deberían de ir en cabeza dos exploradores y a poder ser uno en la retaguardia de la formación, con una distancia de un kilómetro aproximadamente. Si alguien tiene alguna propuesta mejor, estaría encantado de que la compartiera, sobre todo aquellos que conozcan esta zona por si debemos de saber algo como posibles cuevas por el camino o puntos de emboscada conocidos.

De pronto, se gira de improvisto hacia Arlen y Baran.- ¡Ah! Creo que un caballo de refresco por lo menos nos vendría bien, en caso de que fallemos podemos al menos indicar, si consigue llegar el que haga de mensajero, la ubicación de los orcos si los encontramos. La idea es al menos informar para reforzar la vigilancia desde los muros en esa dirección. Es una idea, claro esta. -Suspira- Y Baran, entiendo vuestra desconfianza pero reconfortaros de que al menos, tenéis una posibilidad de golpear y poder recuperarlo.

brbrrrrrrr prometo traer esa patraña robada y lo mismo que al sacerdote sobre eso de no se que cosas.

Shagar empezaba a estar un poco asqueado y con asqueado queria decir nervioso y con nervioso era tener la mano suelta y junto la mano el brazo. Asi que empezo a hacer fuerza hacia el con la espada para que la mocosa humana la soltara.

Que si te lo has repensado ya me lo has dicho, ahora es mia.

Ah no! yo no empiezo a ir con eso de 4 patas, antes se lo doy a mi hermano para que lo cocine, a que sabes hacer algo con el, hermano.

A falta de mapa bueno era Ulthor*. Si el elfo de cabellos plateados, de rostro tan delicado que parecía una fémina, iba, Sapo no temía perderse por falta de un buen mapa que estudiar a conciencia. 

- Yo voy también.- Dijo cuando notó que las miradas se dirigían hacia él. Afortunadamente su mentor le había explicado lo que "jurar" significaba para la gente. Para él no tenía ningún valor pero, haciendo un esfuerzo, trató de amoldarse al mundo en vez de que fuera al revés.- LO JURO POR LA GLORIA DE MI MADRE.- De todas las fórmulas para jurar que le habían enseñado esa era a que más le gustaba.

- Yo tampoco quiero caballo. Tengo a Lentejuela. Que me la traigan.- Se habían llevado a su mula para que descansara confortáblemente en el establo. Sólo ella comprendía y estaba entrenada para entender el errático comportamiento del gnomo. Licasto le había dicho que no se separara de ella. No les daban información sobre el crisol pero eso le daba igual. Como no iba a poder quedárselo prefería no saber lo que era capaz de hacer.

- Entonces Ulthor* y Eco van en primera posición. Y nosotros seguimos más atrasados.¿Es eso? ¿Verdad, amigossss?- Les decía al orco gordo y al orco sin luces sonriendo, mostrando los dientes, con gran esfuerzo pues sólo pensar en ir acompañados de esos dos le daba dolor de cabeza.

Al menos Galdar irá en mi grupo de retrasados, ejem, de atrasados.

- JAJAJAJA.- El chiste era tan bueno que tentado estuvo de contarlo en alto. Sin embargo no se fiaba del sentido del humor del "1", sobre todo ahora que parecía forcejear con una enclenque humana. Si no tenía consideración por los más débiles y pequeños, ¿qué podría hacerle a un pobre gnomo?

¿Por qué me mira el cartero? ¿Está tonto?

¿He sido irrespetuoso en algún momento?-respondió a Baran-Yo creo que no.

Lo que pasa es que los humanos tienen un ano más pequeño que el ojo de una aguja, y piensan que su mierda huele mejor que la de los demás. Toooodo se lo toman a la tremenda. Empiezan guerras por cosas absurdas, como una mujer, o un crisol. Y entre que los humanos son tan susceptibles y, como dijo Sapo, los orcos tienen el cerebro atrofiado, Estragón da gracias a Shóndakul por ser ni humano ni orco al cien por cien.

En fin, que sí. Que juramos todos. Ea, vamos allá.

Hablaba por él, y por Ulthor el elfo callado, que si Lady Mandril esperaba arrancarle unas palabras iba lista. Que también, ya le vale. Mira que la sacerdotisa era insistente con esa tontería de la promesa. Si Estragón tuviese alguna idea de magia, hasta sospecharía que les estaba lanzando un geas. Pero no, así, sin saber, simplemente parecía lela. Debe ser algo que va de serie con los clérigos, porque Galdar también era muy mamón.

Y hablando de mamones... Shagar no quería caballo. Eso a Estragón le pateaba los hígados, porque esos bichos le quitaban de andar. Y andar es malo. Luego terminas con ampollas en la base de los pies.

Uuuuh... Sí, los caballos tienen una carne muy fibrosa. Dámelo, hermano y te prepararé un buen y duro filete, estilo suela de zapato. Esos son los mejores... Pero tampoco podemos ser descorteses con estas personas y sus extrañas costumbres, ¿verdad? Aceptemos ir en caballo, por compromiso, aunque sea. O mejor un carro, si tienen. Digoooo... para transportar a los prisioneros hasta la Justicia, y eso.

Es que como tuviesen que subir a Estragón a la grupa de un caballo, iban a necesitar una grúa de poleas para izarle. Eso también influía en lo que es la orden de formación. En eso el cocinero ni corta ni pincha: va a estar a merced de la posición que su caballo le dea en el grupo. Y es que no tiene ni maña para guiarlo con las rodillas, ni con las riendas, ni con los arneses, ni a silbidos ni nada. Por pedir, ojalá que el hombre y la mujer que se han prestado voluntarios vaya delante de todo. Así serán los primeros en morir y Estragón se ahorrará aprender sus nombres.

Miró a Sapo. Una brava mirada de semiorco que reflejaba la incertidumbre que le provocaba la idea de montar a caballo.

¿Qué? ¿Me hablabas a mí, Sapito? Que cada uno vaya dónde le plazque, digo yo.

Tras escuchar vuestros "juramentos", la Sacerdotisa Elfa soltó la espada, de tal modo que Shagar dió un pequeño paso hacia atrás. Parecía delgada, pero estaba fuerte. Su constitución engañaba. "Que Freya os Bendiga", dijo, alzando la mano y entonando un pequeño salmo...pronto todos os encontrasteis mejor...más dispuestos*. Sacó dos pociones de un pequeño saco que llevaba atado en la cintura y se las tendió a Estragón...."Toma...son dos pociones de curación, úsalas con sabiduría."** Con éste último gesto, se despidió de vosotros y se alejó hacia el templo.

Las palabras de Eco o las diversas propuestas no pudieron dejar más perplejo al Capitán de la Guardia, Baran......"Un...kilómetro?...mu...muros?......carro?" escuchaba, ora a uno, ora a otro....."¡PERO BUENO!, ¿VOSOTROS ESTÁIS DROGADOS O TOMÁNDOME EL PELO?" estalló el hombre, con una mirada de furia creciente en sus ojos y absoluta incredulidad. Todos los guardias, incluida la guardia elfa, dieron un paso hacia atrás, con cara aprensiva. "¡LOS ORCOS ENTRAN A SANGRE Y FUEGO, MATAN A TRES DE MIS HOMBRES, INCENDIAN EL TEMPLO, SE LLEVAN EL CRISOL, Y...Y .....!"

Arlen intervino rápidamente para calmar al hombre..."¡Capitán! Seguramente éstos señores están intentando sobrellevar la tensión de la situación como mejor saben...¿verdad? ¿Cómo van a seguir a los Orcos con un carro o separados por un kilómetro? Obviamente es una broma....aunque no es momento para tales juegos de palabras."

Baran no parecía, para nada, convencido con las palabras de Arlen, pero se mantuvo callado, aunque no dejásteis de daros cuenta que se estaba mordiendo los labios. "Me iré a organizar la vigilancia......señor." El hombre se dió la vuelta y sólo le dijo una palabra a la guardia Elfa..."Ojo".  Acto seguido se marchó hacia la zona del templo, dando voces al resto de guardias que rápidamente se desperdigaron por la zona. Arlen se alejó, con vosotros hacia los caballos, mientras os decía "El Capitán Baran es un buen hombre, diestro guerrero, pero en situaciones como ésta, no es buena idea hacer bromas con él....ni conmigo. Si salís cuanto antes, es posible que los cojáis en el río, o cerca de él....¡corred!" éstas últimas palabras iban para los voluntarios, más que para vosotros. La elfa guardia asintió a las palabras de Arlen.

Los voluntarios montaron en los caballos, excepto la Elfa, que se esperó a ayudar a subir a los mismos a los que lo necesitaran. "Es sencillo, pon el pie ahí, ahora coge de aquí...después te das impulso y te aupas, pasando el pie por encima...¿ves? fácil. Para que ande, dale una vez, suave, con los talones, para que corra, dos veces, para que pare, estira de las riendas mientras dices "soooo", para girar a un lado o a otro, tira con fuerza creciente de las riendas,  no a tirones, hacia el lado que quieras ir....los niños aprenden en apenas un par de vueltas....." La elfa os iba dando instrucciones con sencilles y facilidad, como si ya lo hubiera hecho antes muchas veces.

¿Para mí?

Estragón cogió ambos tónicos, y los sostuvo en sus manos como si no supiera qué hacer con ellos. Siempre podría meter en ellas su oreja cortada cuando el almíbar del tarro de cristal empezase a tomar un color turbio, pero luego sale el típico remilgado herido de muerte que dice... "ninininini, yo no bebo pociones con partes del cuerpo flotando dentro". ¡Quejicas! Si además ya han probado comidas de la olla de Estragón, ¿dónde se creen esos timoratos que se corta las uñas de los pies su cocinero? ¿Y van a ponerse exquisitos por una mísera oreja?

Pero lo gordo, gordo... lo gordo con mayúsculas, dejando a Estragón a un lado... era que esas pociones que ni siquiera sabía si tenían un poder de curación leve, moderado o crítico, se acababan de convertir en el primer y posiblemente último regalo que Estragón iba a recibir nunca de una chica.

Oh... vaya... gracias. Yo... esto...

La Dama Mandril le acababa de poner en un compromiso. ¿Cómo le decía ahora que él no estaba interesado? ¿Que está demasiado delgada y desnutrida y que le daría repelús estar en la cama y tener que juntar los piecitos las noches frías de invierno con un saco de huesos como ella?

Por suerte tenían a Baran para hacerles de carabina, y enseguida el Capitán Obviedad se puso a decir tonterías. ¡Claro que tomaba drogas! Bueno, más bien lo que pasa es que al cocinar el olor de las especias coloca un poco. Pero eso es lo de menos, lo del carro iba totalmente en serio. Si creen que con un carro no iban a ir tan rápido como sobre una silla de montar es porque no han visto a un pobre jamelgo con doscientas ochenta y seis libras de grasa orca tratar de dar un paso con patas temblorosas. Y lo peor era que Estragón tampoco lo había visto nunca, y estaba algo cohibido con la idea de cabalgar.

Otra que tal baila, además de Baran, es la elfa. El amanerado de Ulthor no, la otra elfa. Arlén. Como si hiciese falta avisar a Estragón de que no admitía bromas. Más obviedades. Todo el mundo sabe que los elfos no tienen sentido del humor. Desde que está con Ulthor y hasta que una flecha en el corazón diga lo contrario, jamás lo ha visto reír. Enseñar los dientes, sí: para dar un mordisco a una manzana. Ladear la comisura de los labios hacia arriba, también: una vez que intentaba contener un estornudo. ¿Pero reír? Elfos, alguien debería explicarles que el chiste son ellos.

Estragón aplastó el gorro de cocinero y echó a correr tras Arlén hacia los caballos. No es que pensara que el sombrero de champiñón le iba a volar por la velocidad, solo se aseguraba de que Rata seguía allí. Corrió y corrió. Luego paró, jadeó un rato e hizo estiramientos de espalda mientras trataba de recuperar fuerzas. Luego recuperó la carrera con un trote desfondado.

Sapo no tenía sentido del humor, bueno, no como el del resto de los mortales. Su peculiar cerebro encontraba gracioso cosas que los demás no alcanzaban a comprender y, por otro lado, no entendía muchas de las bromas que la gente corriente hacía. Mucho menos tomaba drogas pro lo que, cuando Baran se puso a gritar como un poseso, el gnomo hizo lo que solía hacer siempre, esconderse. Normalmente hubiera elegido a Ulthor como parapeto, pero había descubierto que los hermanos semiorcos resultaban mucho mejor como escudos. Sobre todo el gordo y seboso. Así que tras el se metió, sin llegar a tocarlo, pues era muy escrupuloso.

- En lo que aprendes a montar como un niño, yo voy a por Lentejuela.- Le dijo a Estragón, uno de sus ojos escrutando los viales que le daba la sacerdotisa.- No puedo ir si ella.- Podía aceptar que nadie le diera un regalo. Sólo Licasto, su mentor, le había tratado con cariño y le había hecho presentes. Varios ya los había gastado contra Vortigen. El único que le quedaba era Lentejuela.

No sin mi mula.- Viendo que no le hacían caso él mismo se dirigió a las Tres Jarras para recuperarla del establo. ¡Cómo corría Sapo cuando quería! Sus pequeñas patitas moviéndose frenéticas y sujetando la capucha que cubría su grande cabeza con una de sus manitas.

- Prrrr, prrrr, ¡Lentejuela!- Gritaba haciendo el ruido con la boca para que la mula estuviera preparada.- Prrrr, prrrr, ¡ea!

¿Eh? ¿Qué? Bwafwabafa...-respondió a Sapo, con una pronunciación digna de un rey.

La verdad es que no estaba como para prestar atención a Sapo. Un día de estos, el gnomo se va a esconder detrás suya y Estragón va a soltar un pedo que le va a quitar de la cara la piel de Sapo por dermoabrasión. O peor, se podría sentar en el suelo sin asegurarse antes de que el amigo de las mulas no estaba debajo de su voluminoso culo. Realmente, el índice de supervivencia de los gnomos de Faerún es bastante bajo por cosas como las grasas polisaturadas o las dietas basadas en almidón que comen las personas que les doblan en tamaño.

Cuando llegó, los chaquetas rojas ya se habían montado. Rojas por decir, porque es de noche, y cuando está oscuro una falsa córnea transparente se cierra sobre los ojos de Estragón y no es capaz de distinguir un rojo de un azul. El fortachón y la morena realmente iban a tener un índice de supervivencia todavía peor que la de un gnomo. Estragón dudó en si preguntarles los nombres, pero con los chaquetas rojas pasa como los animales: no debes ponerles nombre, porque luego te encariñas y te cuesta más abandonarlos a su suerte.

Puedo yo solo, elfa.

Cuestión de orgullo, rechazó la ayuda. Sin embargo, echó un vistazo a su hermano. Quizás él sí que necesitase ayuda, como es tan torpe... Pero por otro lado, vistos los problemas que tenía Shagar para hablar con el género contrario, y con el propio, le vendría bien intimar y que la ayuda se la diese Arlén y no la sangre de su sangre.

Independientemente de los problemas de su hermano, que bastante tiene con lo suyo, Estragón se enfrentaba a todo un desafío. Puso un pie en el estribo, o como a Estragón le gusta llamarle, el coso ese de ahí. Resopló. Cogió aire e impulso y el pie que estaba en tierra se alzó un par de dedos. El caballo colaboró inclinándose por el peso hacia Estragón, que se echó atrás y empujó con las manos para mantener al animal estable.

Estragón se enfrentaba a un problema intelectual, pero por suerte era el hermano listo.

¿Rata?-inclinó el sombrero y cogió a Rata de su coronilla-Rata, necesito que hagas de contrapeso.

Estragón puso de nuevo el pie en el coso ese de ahí y encaramó su pecho sobre la silla de montar para alargar el brazo y que Rata llegase al otro estribo. El caballo primero se tambaleó por el peso. Luego, cuando la rata estaba descendiendo sobre su flanco, agarrada solamente a la carne del caballo con sus uñas afiladas, el caballo se encabritó. Bueno, se habría puesto sobre las patas traseras de no ser por el peso de Estragón, pero aún así se trataba de mover como un potro de rodeo.

El semiorco se agarró a la silla para no caer. Al pasar la cabeza al lado de Rata, que como contrapeso estaba ayudando bien poco, Estragón vió peligrosamente el suelo. Se giró, pasando una pierna por encima del lomo equino, y de algún modo terminó sentado en la silla.

¡Ya! ¡Lo conseguí!

Cuando estaba a punto de volverse hacia su hermano buscando una mirada de orgullo fraterno, el cocinero echó de menos una cabeza de caballo.

Qué raro... que yo recuerde, no me la he comido.

Escuchó el sonido de un relincho de protesta a su espalda. Iba a tener que mover la cabeza de caballo de sitio. Chasqueó los dedos para que Rata volviese a trepar hasta la grupa, y luego le ordenó descender por el otro lado, para hacer de nuevo contrapeso. Estragón se llegó a poner completamente horizontal, tumbado boca abajo sobre el caballo. Giró. Ahora ya podía mover la cabeza del caballo para el otro extremo, pero casi que pasaba de darse otra vez la paliza. Así que al final dejó la cabeza de caballo en la parte de atrás, y se dejó mirando para atrás. Ya haría al caballo avanzar hacia atrás para no perder de vista el camino. Rata, por su parte, volvió a subir para alcanzar la seguridad bajo el sombrero, pero esta vez al caballo no le quedaban más energías con las que protestar del dolor.

Pan comido. Jejejejeje...

Eco, despidiéndose con un gesto de cabeza, fue hacia los caballos. No quería hablar, había hecho ya bastante daño. Seguramente a causa de la presión, había cometido esos errores. No se lo perdonaba. Mientras la arquera elfa le explicaba como montar correctamente a caballo, la miro a los ojos directamente.- Creo que la idea de ir un grupo de 2 en cabeza sigue siendo la mejor opción, si encontramos al grupo de orcos creo que lo mejor sera esperar al momento propicio para atacar. Aun así, me gustaría saber vuestro nombre para saber al lado de quien lucho y llamarlo cuando sea necesario.
Hizo un gesto buscando cierta camaradería con la arquera elfa, esperando suavizar lo suficiente la situación como para ser capaces de plantearse un modo de actuación para llegado el momento poder aplicarlo. Se quedo allí, parado con un pie en un estribo esperando una respuesta.

"Lauriel, mi nombre es Lauriel, Eco", contestó la Elfa con cierto tono tirante. Su mirada estaba puesta algo más allá del hombro de Eco, mientras apretaba las mandíbulas e inspiraba aire por la nariz a la vez que negaba suavemente con la cabeza. Cuando Eco se giró, curioso, se dio cuenta que ella estaba contemplando la penosa estampa que ofrecía Estragón, montado del revés en su caballo. 

"Creo que lo mejor es que quien sepa montar a caballo vaya en caballo si quiere, y quien no sepa, que vaya a pie, pero salgamos ya, pues ellos van a pie y tampoco nos sacan tanta ventaja, pero si seguimos entreteniéndonos, no los alcanzaremos."
 

Lilith, la tomada hasta ahora por Ulthor, declinó la oferta de ir a caballo, al igual que Galdar. Shagar tampoco sabía montar a caballo, así que se puso a andar hacia donde estaban los dos guardias montados, que en absoluto llevaban ninguna camisa roja, aunque pudiera parecerlo por las luces del incendio que seguía iluminando la escena de fondo.

Lauriel montó en su corcél, o más bien, en su jamelgo, pues tampoco es que los animales fueran de alta alcurnia, si no unos caballos corrientes y molientes que no pasaban de cumplir con su deber, aunque eso ya era decir bastante. "Coincido contigo, Eco, pero resulta que acabáis de llegar a éste lugar y creo que no conocéis bien lo que está sucediendo aquí, ni cómo tratar con Orcos, o al menos con éstos Orcos. Si mando unos exploradores delante y les están esperando, ellos morirán y nosotros detrás, y seremos menos para enfrentarnos a lo que venga. Prefiero ir todos juntos, con apenas unos metros de diferencia y si aparecen, nosotros llevaremos el peso del combate, si es que logramos alcanzarlos".  Se giró hacia los dos guardias y les habló con voz autoritaria "Jerinor, Hathol, ir unos metros adelantados, lo sufiente para que os sigamos viendo, ¿de acuerdo? Cualquier ruido o si véis algo, volvéis. ¿Entendido?"

Hathol, el hombre, contestó enseguida "Claro, jefa...no vayamos a estropearles pillar por sorpresa a los Orcos a estos señoritingos....." dijo con una sonrisa de sorna.

La mujer, Jerinor, miró de soslayo al hombre y medio sonrió al comentar "Quizás quieras quedarte de carnaza mientras los demás les tendemos una emboscada y los masacramos...con tanta carne tendrán para rato.". Su sonrisa era enigmática, pero con cierta sorna. El guerrero la miró y entrecerró los ojos un momento, dudando de si la frase era una lisonja o se estaba metiendo con él. Al parecer, decidió lo primero...."¡JÁ!¡Si esos bastardos piensan que pueden comerme, van a encontrar una carne dura de comer....pero eso tú ya lo sabes" añadió al final, como si se le hubiera ocurrido en el último momento, añadiendo un guiño ciertamente lascivo.

Jerinor giró la cabeza mirando al cielo y negando con la cabeza..."alcornoque...." susurró, cosa que sólo escucharon los más cercanos.

Lauriel, al parecer, cansada de tanta cháchara, arreó a su montura y así comenzó.....la caza.

Pronto abandonasteis la relativa seguridad del poblado, dejando atrás las luces de las antorchas y los fanales, y siguiendo con rapidez el camino que tenía un rastro reciente de montones de huellas de botas toscas o pies descalzos. Los exploradores, Hathol y Jerinor, se avanzaron aproximadamente una veintena de metros, quedando justo en el límite de la visión cómoda para Eco y Sapo, así como de Galdar. Pronto el paso fue ligero y el aliento ya no lo empleábais para hablar, si no para ir rápido detrás de los Orcos que habían arrasado con el Templo.