Partida Rol por web

Lordo desviste a uno de los abatidos y se pone sus ropas, ocultando las manchas de sangre un poco. Se arma con su ballesta y su estoque y, tras desearle suerte sus compañeros, emprende su bajada.

Al no tener ninguna prisa por bajar, sus pasos son seguros y puede decidir cuál es el mejor camino. Pero por mucho que quiera esconderse en algún momento se tiene que dejar ver y se acerca al campamento de los humanos, que no dejan de hacer sus tareas mientras ven venir al pícaro camuflado.

Observo cómo baja Lordo hacia el campamento y cruzo los dedos, esperando que estén lo suficientemente ocupados como para no fijarse demasiado en él.

Bajo por el sector lateral para llegar al sector pensando que hacer o que decir, y esperando que no me hagan daño. Me voy de forma lateral, arreglandome las ropas  y yendo hacia abajo, si me preguntan porqué dejé  el puesto dire que vengo por agua y comida, pues mi compañero esta de un humor terrible y nos sorteamos para que fuera yo antes de dejar el puesto de vigilancia solo. Camino entonces y digo eso.

Los humanos asienten y siguen haciendo sus tareas. Parece que la mentira de Lordo ha funcionado, ahora toca conseguir que ataquen al otro grupo y así poder seguir adelante.

Sorprendido que me creyeran sigo caminando por el campamento, lo primero que quiero hacer es escuchar a los ocupantes, pero posiblemente por el nerviosismo de saber que me creyeron camino por el sector pero no soy capaz de escuchar mucho... demonios.

¡Bien! Parece que la treta del mediano ha dado resultado. A ver si ahora consigue provocar la tangana con el otro grupo, sin que se note mucho.

Los humanos están remendado velas y telas, arreglando toneles y cajas y haciendo nudos. Hay varias botellas de ron y cerveza abiertas, así que seguramente también estén bebiendo.

Aunque te cuesta escuchar por la situación, notas la tensión en el ambiente con el grupo de semiorcos. Los humanos miran a los bandidos con malas caras, hacen comentarios desagradables por lo bajo, pero no parece que vayan a dar el primer paso.

La tensión está en el ambiente, algo ha ocurrido que no me he enterado, posible sea necesario saberlo posible no, pero como hacerlo, esta gente trabaja , vive como puede y estos semiorcos estan ahí...mmm ¿me pregunto...?, posible esten con ganas de darles y atacarles desde hace rato, pero solo necesito un motivo.

Es entonces que me hago lejos de ellos, atrás de todos, saco una flecha y me la clavo superficialmente en el hombro (o hago la actuación de que me han lanzado una flecha). 

Pongo mis dos manos al rededor de la flecha para que no se pueda ver gran cosa de las heridas, y comienzo a gritar mientras camino tambaleante.

MALDITA SEA, ME HAN ATACADO, ESOS DESGRACIADOS SEMI ORCOS.... VIENEN POR TODOS.....AHHHHHHHHHH NOS ATACAN

Estoy admirado por la teatralidad de nuestro compañero; bravo por él. Veamos si su fingida agresión es la chispa que enciende la mecha.

¿Atacado? gritó uno de los piratas. Había algo en él que os llamaba poderosamente la atención. Le habíais visto antes, en otro momento... ¡Era el pirata del bar, el que vendía esclavos!

Pero eso ahora carecía de importancia. ¡A las armas, nos están atacando!

No hizo falta nada más. Tan pronto como Corwyn, el jefe de los humanos, dio esa orden, los piratas se armaron hasta los dientes. Salieron corriendo contra los orcos, a los cuales el grito de Lordo había alertado. Pero no se detuvieron a intentar explicarse. Cogieron sus armas y se lanzaron contra los humanos.

Lordo había provocado una batalla campal. Una distracción perfecta.

Agasapado, espero que mis compañeros vean la señal claramente y bajen rápidamente. Todos parecian ocupados en sus cosas y yo supuestamente herido, trato de rodear la pelea para ir al otro lado, esperando encontrar la entrada de todo aquello que custodiaban. Espero encontrarme con mis compañeros ahí.

- ¡Bien por el mediano! Ha conseguido liar la trifulca. Es nuestro momento; vamos.

Bajamos de la forma más disimulada posible, al encuentro de Lordo que se escabulle del meollo del jaleo. Ahora que el campamento de los piratas se ha quedado vacío, podremos buscar esas marcas en el botín de Corwin. Y luego, salimos pitando de aquí.

Thokk intentó esconderse lo mejor que pudo para intentar evitar que ese grupo lo linchara. Ahora iban a por los semi-orcos, y si le pillaban a él usmeando...

Mientras descendéis por la montaña, Lordo corre hasta vosotros para formar grupo. La situación es complicada, ya que no sólo atacarían a Thokk, como semi-orco, si no a Lordo, que iba vestido como un pirata.

Por suerte para vosotros, conseguís evitar el problema, ya que ambos grupos rivales están luchando entre ellos y no parecen darse cuenta de más.

Poco a poco conseguís llegar a la boca de la cueva. Al echar un ojo en su interior, podéis ver cómo un humano y un semi-orco están sentados en el suelo, jugando a los dados. O bien éstos no se han enterado de la trifulca o tienen encargado permanecer allí pasara lo que pasara.

- ¡Muy bien hecho, Lordo! -le felicito sinceramente- Fue una actuación soberbia.

Nos acercamos cuidadosamente a la cueva, para encontrarnos con un nuevo obstáculo.

- ¿Atacamos por sorpresa? Si somos efectivos no tendrán tiempo ni de enterarse. -aunque de repente, se me ocurre otra idea.- O si no... ¿podríais fingir que venís a relevar la guardia? Órdenes de Corwyn, naturalmente.

Un semiorco y un "humano" haciendo el relevo a otro semiorco y a otro humano. Quizás funcionase.

-Si habla Lordo, no tengo ningún problema -dijo el semiorco, que sabía que su labia podría mandar todo por tierra- tu decides, pequeño.

Pues eso, pero cubrenos Relue, por si no se la cree- Acaricio la daga- espero no tener que usarla, pero dale de una... Digo con duda de que se comiera el cuento. Solo tener en cuenta que me parece extraño que este aquí, preferiria un golpe certero en la cien... el ruido es mucho como pa que no se entere del baile.