Partida Rol por web

Difícil decisión. Si ellos entran, yo debería esconderme por si cuela lo del relevo y que no me vean en cuanto salgan de la caverna. Claro que si hago eso, no estaré preparado para cubrirles por si no cuela.

Quizás sea mejor un ataque directo.

Saludos. Digo dirigiendome con mi amigo Thokk. Venimos a relevar la guardia,  ya puedes ir a donde gustes. Digo con tono de seguridad. Al parecer hay demasiados lios afuera, se necesitan refuerzos. Digo al hombre.

Tanto el humano como el semiorco se miran y se levantan. No parecen personas de buen trato, pues rápidamente se llevan las manos a las armas.

No me suenas dijo el humano mientras el semiorco negaba con la cabeza.

¿Cuál es tu nombre, pirata, y qué está ocurriendo ahí fuera?

Al ver como respondían los otros dos, Thokk dio un paso atrás y desenvainó el espadón. No quería ser el que matara a gente si podía convencerlos de que se largaran, pero no estaría desarmado- Tranquilicémonos -dijo el semiorco a los otros dos, esperando que Lordo fuera un gran improvisador. Si no, atacaría y mataría, como siempre.

En la puerta de la cueva, escucho cómo van las negociaciones de Lordo. Ha demostrado ser un gran "cuentista", así que confío en su buen hacer. En el caso de que vea que los convence, correré a esconderme.

Aunque, de momento y por si acaso, voy preparando el arco. La precaución nunca es poca.
 

Mi nombre es Marco Matasuegras, pues al parecer nos estan atacando hombre, por eso solicitan refuerzos. Digo de manera clara, pero si no me crees, asómate.

¿Ellos? dijo el humano al tiempo que el semiorco, que decía ¿Nosotros?

Sus rostros se endurecieron. Lordo no había tenido tanta suerte esta vez.

Tramposos mentirosos, seréis cuatro, pero si estamos aquí haciendo guardia es porque sólo los mejores pueden guardar los tesoros. tras terminar estas palabras, el humano, seguido de su compañero semiorco, desenfundaron sus armas.

Thokk no dijo nada, y en cuanto puso se lanzó al ataque de su congénere, pues le parecía el más peligroso de los dos aunque podría equivocarse, pero también tendría que estar pendiente de que no se arrimaran demasiado a sus otros compañeros. Con el espadón desenvainado, se lanzó al ataque.

Lanzo la daga en su cuerpo con la intensión de impactarle pero tengo tan mala suerte que la daga sale derecho. Demonios.

Lordo fue el primero en reaccionar, lanzando su daga contra el pirata. Pero tuvo tanta suerte que cayó al suelo y, como si hubiera chocado contra una pared extremadamente dura, la hoja se rompió.

El semiorco reconoció a Thokk como uno de los suyos y se lanzó a por él esgrimiendo una espada. Al llegar a su lado, Thokk desvió el ataque de un manotazo.

Reluë y Luthien dispararon sus flechas, pero sólo la de Reluë dio en su objetivo. Atravesó la garganta del humano, que cayó muerto.

Thokk se enfrentó a su rival, pero su ataque también falló.

Rápidamente palpo mi hacha arrojadiza y la lanzo hacia el que queda vivo.  Esperando que todo salga bien.

Con el humano ya caído, acertar sobre la masa ambulante del semiorco es un juego de niños. Tenso el arco y disparo la flecha, apuntando entre ceja y ceja para darle más emoción.
 

La pelea de semiorcos empezaba, aunque para Thokk ya duraba mucho, pues no lo había fulminado con un solo golpe. Solo esperaba que pudiera acabar con él antes de que fuera demasiado tarde, pues había demostrado ser más rápido que él.

Lordo cogió con velocidad su hacha y, con una puntería que antes no había tenido, pasó por encima del hombro de su compañero Thokk e impactó en la frente de su rival, quedandose clavado allí. Los ojos del semiorco se volvieron blancos al tiempo que caía al suelo. No se volvió a levantar.

Ahora que se había tranquilizado la situación, notáis una fuente de mal olor. Al mirar a vuestro alrededor, veis carcasas y esqueletos de pequeños animales, descubriendo el origen de ese olor nauseabundo. Algo se ha comido a esas criaturas.

Ante vosotros hay dos pasillos distintos que conducen a dos cámaras en esa cueva. ¿Cuál elegiréis?

Tras saltar sobre el sujeto y matarlo con mi hacha, hago un esfuerzo  para sacar la misma de su cabeza y tras dar una pirueta en el suelo, me encuentro molesto por la situación. Maldita peste, ¿qué demonios hacen aquí?..., a ver veamos, dos pasillos.

Me dedico a inspeccionar ambos pasillos sin entrar a ellos,  el de la izquierda y el de la derecha, para darme una idea de por donde entrar.

Bajo el arco sin tan siquiera haber disparado la flecha. Me dirijo al humano y recupero la que clavé en su garganta y, de paso, reviso si tiene algo que nos pueda dar una pista de lo que andamos buscando.

Dos pasillos se abren ante nosotros. Me acerco a la entrada de cada uno de ellos, tal como hace Lordo, a ver si hay algo que nos ayude a decidirnos. Si no...

- No creo que tengamos mucho tiempo hasta que paren la trifulca de ahí fuera y se den cuenta de lo que está pasando aquí. Quizás deberíamos dividirnos en dos grupos para acabar de examinar los túneles lo antes posible.

-¿Y si hacemos que parezca que se han matado entre ellos? -preguntó Thokk- si creen que han sido otros nos persiguirían -el comentario era algo frívolo, pero el semiorco era así- el camino a seguir me es indiferente, pues no sabemos a donde nos lleva ninguno.

El humano posee una armadura de cuero tachonado, un estoque, una ballesta ligera, 10 virotes , una daga y 13 piezas de oro

El semiorco posee una armadura de cuero tachonado, una espada corta, un arco corto, 20 flechas y 18 piezas de oro.

Los pasillos no te dicen nada. Lo único que podría ser una pista es la posición de los guardias. El humano estaba frente a la cueva de la derecha y el orco frente a la cueva de la izquierda. Quizá cada uno protegía el tesoro de su grupo.

Escuchen muchachos. El humano estaba en la puerta de la izquierda, y el orco en el de la derecha... creo que protegian vienes que cada quien consideraba preciados... digo sin más, propongo  que vayamos por pasos. Soy bueno abriendo puertas, pero claro, una cosa será encontrar lo que buscamos.