Partida Rol por web

Lúthien y Lordo consiguieron librarse de esas ataduras, y sacaron sus armas. Mientras tanto, Thokk golpeó duramente a la estalactita que le había atrapado, cortando con su espadón todo el cuerpo de la criatura.

Reluë volvió a dar con su flecha a la criatura, pero no conseguía hacer que sucumbiera. Entonces, Lúthien, ya liberada de la presa, se volvió sacando una flecha del carcaj y, con gran destreza, clavó su flecha en el cuerpo flotante... Pero tampoco consiguió derrotarla.

!A la cabeza, o a los ojos!  grito corriendo lejos, sacando el arco y tratando de lanzar la fecha a la cabeza.

A los ojos. No debería ser difícil, con tantos de ellos, así que armo de nuevo el brazo y lanzo una tercera flecha, contra el mismo objetivo.

- ¿Estás bien, Luthien? -pregunto por preguntar, pues ya se ve que está perfectamente.

Vuestros ataques fallan en sus objetivos. Esas criaturas se mueven demasiado rápido. Agitan sus látigos con furia y uno de ellos se lanza a por Thokk, que a duras penas consigue evitar el golpe
 

Nuevamente lanzo una flecha hacia el bicho trato de aconcentrarme para acertar. Me sorprende ser tan malo con esta arma.

Será cuestión de insistir, así que allí va otro flechazo a mi monstruito preferido.

-¡Estoy entera!- respondió agitada a Reluë tensando de nuevo la cuerda del arco y dejando salir una flecha-¿¡PERO QUÉ NARICES...!?

Era cuanto menos frustrante, la velocidad, sus movimientos sinuosos que dificultaban el acertarles... tenía ganas de pillar unas tijeras de podar y liarse a tijeretazo con todos esos tentáculos.

-He conocido a suficientes bardos como para saber qué parte de la historia viene ahora. Y ME NIEGO.

Thokk, tras el impacto que le había causado ese otro pulpo, se giró con el mandoble empuñado y descargó otro golpe hacia ese maldito ser. La espada surcó los aires con una fuerza brutal, capaz de partir casi en dos a un humano, y puede que lo repitiera con este otro pulpo oscuro.

La furia del semiorco no tiene límites y, tras ese ataque que casi le deja en el sitio, corta por la mitad a otra de las criaturas. Sólo queda una en el aire, intentando golpear a los otros tres, que no consiguen clavar sus armas en la criatura con tentáculos.

Lanzo otra flecha perdida al bicho. No soy muy bueno con esta arma. Ohhh maldita sea.

El maldito bicharraco no deja de moverse y parece como si su aleteo consiguiese desviar las flechas. Espero que entre unos y otros consigamos acabar con él antes de que se ponga realmente furioso.
 

Se tomó su tiempo para apuntar de nuevo a una de esas cosas bamboleantes atravesándola con la saeta.

PERO QUE PASA AQUI.

Thokk ya había acabado con otro de esos pulpos, pero aún quedaba orto y tenía intención de atacarle de nuevo y, con suerte, matarlo de otro golpe devastador. Con suerte podría hacer el tres de tres.

Fue la saeta de Lúthien la que, al atravesar el ojo de la criatura y salir por la parte trasera de su cabeza, dio muerte al mal bicho. Allí cayó, junto a sus compañeros de especie, muerto y sin ningún movimiento.

Acabada con esta amenaza, pudisteis contemplar vuestro entorno. La cueva de los bandidos está menos organizada, con joyas, monedas y mercancías esparcidas por el suelo o volcadas de cofres de distintos tamaños. En total hay 237 piezas de oro, 1710 piezas de plata, dos trozos de jade sin tallar, un colgante de perlas negras, un pequeño vial púrpura y un rollo de pergamino con la escritura de una parcela en Fhan.

Las monedas las repartimos por igual- dice el ladrón para ser justos, ciertamente agradecia  que  sus compañeros trabajaran en equipo y le hayan ayudado a salir de esta, se sentia realmente debil y bueno para nada, a pesar de que gracias a él y su actuación estuvieran dentro- toma los dos jades y el collar y se los guarda. El vial purpura no sabia que era por tanto lo deja de lado. No se que es eso, pero alguien que lo guarde, gracias a ti grandote estamos a salvo..

Fue a recuperar sus flechas mientras Lordo hacía un recuento de lo hallado y, cuando regresó observó con curiosidad el vial.

-¿Y el pergamino?- se interesó señalándolo.

Haciendo gala de un ojo de buen cubero élfico, separo 59 monedas de oro y 427 de plata del montón de monedas que hay desperdigadas, y me las guardo en la bolsa.

Después de que Luthien mire intrigada el vial púrpura, lo tomo entre mis manos y lo destapo. Huelo con precaución su contenido y derramo una gota en mi dedo índice, para después probarlo con la punta de la lengua, a ver si averiguo qué es lo que contiene.

- El pergamino, -contesto a mi hermanita- será sin duda la escritura de la finca que le robaron a la pareja que encontramos en el camino. Ahora ya lo tenemos todo, el anillo, el collar y la escritura. Cuando lleguemos a Velmont, recordemos de pasar por el Guerrero Flotante, a hacerles de nuevo felices.

Y a cobrar las 2000 monedas de oro prometidas. Cuando abandoné Cormanthor, no imaginaba que mis aventuras iban resultar tan fructíferas.

-Reluë, quédate con la poción que puede ser algo más propio de tus habilidades -dijo el semiorco mientras ayudaba a registrar la cueva- y podríamos llevarnos todo de aquí y repartirlo en una zona más segura. No creo que los bandidos se queden quietos y no salgan a buscar a aquellos que les robaron.

El semiorco comenzó a llenar todos los cofres con todo lo que podían, y gracias a su gran fuerza intentaría arrastrar esos cofres que les darían muy buena cuenta para conseguir un mejor equipo para su siguiente negocio.

-Además, quizás deberíamos repartir entre cinco en lugar de entre cuatro, así tenemos una parte en común para gastos de grupo. Comida, alojamiento, equipamiento que nos podría venir bien a todos. ¿Qué os parece?

Lo que sobre que sirva para hospedarnos en algun sitio... o lo que se necesite.... si estoy de acuerdo, podriamos pagar mujeres con eso.- luego se da cuenta que hay una mujer entre ellos y dice apenado- era broma....jeje 

Vámonos de aca
 

- De momento, quedémonos cada uno con lo que nos corresponde, y luego ya veremos. -no estoy seguro de que nuestra pequeña compañía no se disuelva en cuanto hayamos cobrado lo estipulado por los encargos.- Pero te ayudo a cargar con lo que pueda, a ver qué podemos sacar de su venta.

Sí. Vayámonos ya, cuanto antes.