Partida Rol por web

Posiblemente por el espacio, o por cualquier otro motivo Lordo trata de apuntar al enemigo siendo un fracaso radical

Animado por el certero disparo, coloco rápidamente otra flecha que vuelve a salir disparada, directa a la espalda del guardia que queda en pie.

Thokk movió el espadón sobre su cabeza, intentando crear un gran círculo para decapitar al hombre que tenía delante, al que le habían conseguido impactar con una flecha. La pierna le molestaba y falló el ataque... de nuevo.

Maldiciendo solo podía pensar en que esos otros no fueran a por él, porque sería un cadáver si seguía así.

Lúthien inspiró hondo y continuó cantando una nueva estrofa mientras su voz, suave y dulce, reverberaba en la sala, volviendo el ánimo de sus compañeros febril. Ante ellos se alzaba una gran victoria, una victoria de la que podrían escribir quizá no un cantar, pero sí una historia que contar a la luz de la chimenea en alguna posada.

-No hay nada que temer.

El dolor es sólo una ilusión.

Acabar con el esclavista es vuestro deber,

¡Alzaos! La verdad está en mi canción.

La sangre que manche el suelo hoy

engrandecerá nuestro honor y nuestra virtud.

Acabar con el esclavista es nuestro deber.

¡Alzaos y combatid!

Entre sus manos deslizó una nueva flecha y estiró la cuerda del arco hasta el pálido pómulo, apuntando a la bestia peluda que lanzaba dentelladas al semiorco. Disparó con el sonido seco de la cuerda al chasquear y la flecha atravesó la sala en busca de su objetivo.

Las flechas de Reluë parecen tener suerte. Vuelven a volar hacia su rival. Pero en esta ocasión, atraviesa su brazo y, aunque la herida es fea, no es lo suficientemente mortal. Thokk ataca de frente al pirata, pero el guardia bloquea sin problemas su espadón, a pesar de la herida del elfo.

Lordo vuelve a atacar, pero su flecha es inútil. Lúthien, imitando a su compañero elfo, dispara contra el perro. La flecha se clava en uno de sus cuartos traseros, lo que hace que el animal emita un grito de dolor y se gire con rabia hacia la joven elfa, enseñándole los dientes. Se lanza como puede contra ella, intenta morderla pero sólo consigue arrancar un trozo de su vestido.

El soldado intenta atacar de nuevo a Thokk, pero su brazo herido esta vez se lo impide.

Lúthien, ten cuidado.

Y tras decir esto y en defensa de la dama,  lanzo una flecha a la criatura que acaba de atacarla

Al haber bloqueado el golpe y después atacar el soldado, Thokk no lo dudó mucho más- ¡MUERE! -le gritó a la cara mientras hacia un movimiento circular con la pesada arma mientras daba un paso hacia atrás para que el espadón tuviera todo el peso del cuerpo.

El golpe iba bien dirigido y con intención de destrozar al soldado, si es que no conseguía defenderse de nuevo.

Lúthien interrumpió brevemente su canción cuando el animal herido mordió su ropa, rasgándola y dejando a la luz parte de las piernas de la elfa acompañado de un gritito agudo por el sobresalto.

-Aunque...-titubeó  mientras Lordo salía a su defensa- ¡Aunque nos espera el dolor y la muerte, contra el enemigo nos llama el deber!-cantó una nueva estrofa tras la cual, mientras surtía efecto,dispuso una nueva flecha hacia el animal.

Los ataques de Lúthien y el semiorco Thokk consiguen acabar con el guardia y su perro.

Ante vosotros, están los que suponéis que son los esclavos, todos con las mismas marcas en la piel.

Lúthien dejó de cantar bajando el tono de voz gradualmente, dejando que los efectos se disiparan con la misma suavidad con la que una ola se retira de la orilla al bajar la marea.
Se inclinó sobre el animal que había abatido, acariciando su hocico con sincero pesar. Un animal no nace bueno o malo y sólo seguía las órdenes para las que había sido entrenado.
-Lo siento-dijo quedamente antes de incorporarse, cargando con el arco.

El semiorco se alzaba a pocos metros de ellos imponente en toda su estatura.
-No somos esclavistas-dijo antes de nada a la enorme figura de, para su gusto, exagerada musculatura-No pretendemos atacarte-explicó mientras se colgaba el arco a la espalda, después levantó las manos hasta dejarlas a la altura del pecho, enmarcándolo inconscientemente, con las palmas hacia delante indicando que, por su parte no iba a haber violencia.

Lúthien rezó para que Rëlue y Lordo no hicieran algo que pudiera hacer sentir amenazado a semejante ser porque, casi con toda seguridad, les partiría en dos a todos.
Tragó saliva y avanzó hasta él despacio, acompañada por el susurro de la falda al moverse. Una vez llegó a su nivel tuvo que alzar el rostro para mirarle a los ojos, que traslucían una ferocidad que podía helar la sangre.

-Lúthien-vocalizó despacio su nombre dibujando con los labios la forma de cada sílaba sin dejar que el ritmo de su voz ofendiera al semiorco, que podría considerar que le hablaba como si fuera imbécil.
Tragó saliva y aguardó procurando no parecer asustada ni intimidada... ni escuchar la vocecilla que en su cabeza le decía que estaba pecando de inocente.

Thokk arrancó la espada del cadáver del soldado y le pegó una patada y le soltó un escupitajo; pero entonces esa pequeña elfa se le acercó y comenzó a hablarle, presentándose y diciéndole algo así como "somos amigos, no comida". Esbozó una sonrisa y, con un movimiento brusco, hundió algo más de un palmo del espadón en el suelo de la roca, tras lo que se acercó a la elfa.

-Mi nombre es Thokk -dijo mientras la ofrecía una mano a modo de saludo- se agradece que algunos de tu raza no me ataquen por el hecho de tener sangre de orco -tras lo que la coge una mano y la obliga a saludar como indican los protocolos- ¿Puedo saber qué hacíais por aquí? Aunque no es que me queje de la ayuda -dijo mientras miraba a la elfa con más curiosidad. Sí, era una elfa, y tenía las cosas donde debía; pero aún le extrañaba que no le hubiera apuntado a él con el arco.

Mientras hablaba se acercaba cojeando a su armadura y comenzaba a ponérsela poco a poco, aunque la verdad es que la herida de la pierna no es que tuviera muy buen aspecto. Mientras se ponía la armadura se quedó mirando la marca de esclavo que le habían puesto y se le escapó un gruñido- Vale, no solo la piel me hacía ser un enemigo sino que ahora soy un esclavo fugado.

Miró a los otros dos miembros de la comitiva de "salvadores"- ¿y vosotros quiénes sois?

- Mi nombre es Reluë. -me presento mientras relajo el arco que ya había preparado con una nueva flecha, por si las moscas. La diplomacia de Luthien y la respuesta pacífica del semiorco me hacen ver que no son necesarias tales precauciones.- Mis compañeros y yo nos dedicamos a la liberación de esclavos, pero sólo en nuestros ratos libres.

Miro a mi alrededor, contemplando la gran cantidad de encadenados a las paredes.

- Y creo que esta vez nos hemos llevado el premio gordo.- me arrodillo junto al cuerpo de uno de los guardias y busco entre sus pertenencias. - Deberíamos darnos prisa. -sugiero. No me apetecería volver a tener compañía.

Mi nombre es Lordo. Digo con prudencia, me doy cuenta que mi compañero esta buscando las llaves pero yo rápidamente me acerco al candado más cercano de os multiples esclavos, y utilizando mi equipo para ladron, intento liberar a la probre gente, Joder los han marcado como bestias...

Thokk nosotros somos una ayuda que ha venido a liberar, se tenian sospechas de que había esclavos en este lugar y nos han mandado a confirmarlo, pues es una actividad maldita, así es que  hemos decidido acudir a la ayuda de ustedes.

Ciertamente a Lordo le interesaba también el pago prometido, pero a pesar de ser un pillo, no era malo.

Lúthien dejó que el semiorco agitara su mano estrechándola con cuidado, pero aun así demasiado fuerte para ella.
-No dejaremos de lado a ningún esclavo sea cual sea la sangre que corra por sus venas-dijo ofendida por el comentario sin malicia del semiorco-¿están todos bien?-preguntó Lúthien con sincera preocupación mirando a sus compañeros, que andaban en otras tareas. Después miró la herida de la pierna del semiorco y frunció levemente el ceño, haciendo una graciosa mueca de consternación.
-Esa herida no tiene buen aspecto. ¿Podrás andar todo el camino sin ayuda? -obviamente no podía prestarse voluntaria como apoyo puesto que, a no ser que Lordo o Reluë la alzaran a hombros haciendo un totem.
Rasgó parte de su falda creando un jirón que dejaba al descubierto parte de sus piernas y se lo tendió al semiorco para que intentara cubrir la herida. Pero no valía para nada, había sido un buen intento, pero a efectos prácticos, lo mismo le habría dado a Thokk el llevarla al descubierto.

-Es bueno saber que vosotros no sois así -dijo hacia Reluë y Lordo. 

Mientras terminaba de ponerse la armadura del torso, la elfa se acercó y comenzó a intentar vendarle la herida, y una mirada se escapo hacia la parte visible de sus piernas, pero se recuperó pronto y la miró a los ojos- Podré caminar, aunque no tan rápido como vosotros -esbozó una sonrisa- tranquila, he sufrido heridas peores.

Lúthien intenta poner una pequeña venda improvisada en la pierna malherida de Thokk para frenar la hemorragia y evitar que se ensuciara por el camino.

Reluë encontró unas llaves y fue abriendo cerraduras al tiempo que Lordo hacía lo propio con sus herramientas de ladrón. Pocos minutos después desataron a todos los esclavos.

Ahora os tocaba decidir. O bien retrocedíais por el camino o contínuabais por un pequeño pasillo que había en la habitación.

Le pregunto a uno de los esclavos: ¿Sabe que hay por ese camino?- señalo el otro

Digo mirando la otra alternativa, no me importa regresarme por la misma puerta, aunque puede ser una trampa y tengamos que luchar.

Tenemos dos alternativas- volver por el mismo camino, o dos, tomar la segunda opción, no se que tan enterados esten arriba de esta situación. Si seguimos por la segunda opción debemos sellar esa puerta para dificultar que nos sigan rápido.

Voy caminando hacia el cuerpo del hombre muerto, y le reviso.

Mientra espero que el esclavo conteste a la pregunta de Lordo, reflexiono sobre lo que sería más apropiado.

Meternos por un camino desconocido sin saber a dónde va conlleva el riesgo de adentrarnos más y más en las entrañas de la tierra, por un callejón sin salida. Darnos media vuelta nos conduce a un camino en principio libre, vigilado por un único semiorco con unos cuantos perritos. No deberían ser problema, en particular para el pedazo de mole que nos hemos encontrado.

- Por el camino por el que hemos venido -le informo a Thokk- sólo hay un guardián y unos cuantos perros, el resto está despejado.

Claro que, por otra parte, la salida final de ese camino da al interior de la taberna. Cuando vinimos no había nadie y pudimos colarnos sin ser vistos, pero eso puede haber cambiado ahora.

Y, desde luego, vayamos por donde vayamos, ya podernos olvidarnos de pasar sigilosamente, siendo la muchedumbre que somos ahora.

Miro a los demás a ver qué opinan.

-Sería peligroso volver por donde nosotros llegamos...-coincidió Lúthien regresando junto Rëlue y Lordo mordiéndose el labio inferior con nerviosismo.

-Deberíamos... sí, deberíamos probar por el otro camino.-dijo por lo bajo enroscando algunos dedos en sus largos mechones oscuros sobre el pecho.

-No estoy seguro de poder aguantar a otros chuchos -dice el semiorco señalándose la pierna- pero creo que sí podríamos seguir el otro camino y ver a donde nos lleva.

Se puso de pie con la armadura puesta, al fin- Si queréis, voy yo en cabeza -se ofreció Thokk