Partida Rol por web

Al parecer el plan no había funcionado… Nos habían pillado. Mierda... Sin duda yo atacaría desde lejos, ese había sido el plan desde el principio.

Para esto tenía preparada mi honda, coloqué la bala en ella y la hice girar, el sonido provocado por la tira de cuero al moverse a estas velocidades era como un pequeño aullido. 

Mi objetivo, era uno de los kobolds, cuanto antes acabáramos con ellos, antes volveríamos a estar todos seguros.

Solo fueron unos segundos, pero solté una de las tiras para que el proyectil saliera disparado. 

Heironeus se adelanta, colocándose entre Trevor y Volte y bastante cerca de los kobolds pero sin que ello suponga una amenaza. Levanta una mano, aquella que no está ocupada por su espada y tras pronunciar unas palabras arcanas... ¡una llamarada engulle a los kobolds! 

Trevor se queda esperando, quiere ver cuál será el movimiento de Wayra para ver si puede protegerla.

Para que la magia de Heironeus no dañara a sus compañeros él fue el primero en adentrarse. Sin más, descargó un potente cono de llamas que calcinó a sus oponentes antes de que estos pudieran hacer absolutamente nada por salvarse.

Tras la llamarada Trevor destensa sus músculos, que estaban al borde del colapso nervioso. Algo que su maestro lo llamó 'furia de batalla'. 

Luego, el muchacho corrió hacia Wayra. Muchacha... ¿Estás bien? El semiorco tenía los ojos llorosos de pena y en cuanto se percató de que no llevaba el yelmo, se sio la vuelta y se lo ajustó de nuevo rápidamente.

El noble, viendo que Trevor se ocupa de los heridos hace una señal a Volte para que le eche una mano. Luego se dirige hacia Lyzala. Compañera, ¿Podrías examinar los tres caminos?

(...)

Luego examina los kobolds caídos por si pudieran tener alguna pista.

Waira sonrojándose por la amabilidad del Semiorco y tocándole el hombro para intentar tranquilizar sus lágrimas dice.

Tranquilo amigo, estoy bien, estas criaturas no han tenido mucho tiempo de atacar y han fallado todos sus disparos, pero me siento honrada y mucha más segura sabiendo que alguien como voz se preocupa con tanta pasión por mí, te lo agradezco mucho.

Termino haciéndole  una venia, luego se dirijo a la mesa y recojo las monedas y los huesos, quizá podrían ser de utilidad.

Príncipe, tomare estas monedas y los huesos, si alguien quiere examinarlos después o necesitamos hacer uso de estas monedas, quiero que sepan que están en mi poder. Si le parece puedo avanzar sigilosamente por algunos metros por uno de los caminos para verificar si hay más enemigos, creo que la táctica no ha resultado del todo mal.

Heironeus mira los huesos un segundo antes de que Wayra se haga con la posesión de ellos. Luego asiente a su petición de examinar los caminos. Por favor... dice con una sonrisa y un ademán. Esperaremos a averiguar todo lo que podemos sobre la zona antes de dar cualquier paso. Esto último lo dice más para los demás que pueden estar escuchando que para la pícara. Pueden haber amenazas tras cada pared o puerta. Quizá mayores de las que puedan enfrentar.

Trevor se sentía totalmente indefenso ante la amabilidad de la muchacha... jamás una dama le había hablado con tanto aprecio y afecto. ¿Era eso el afecto? Lo más que pudo tener en su infancia fue el educado respeto de su maestro y mentor Ser Elliot.

El semiorco se incorporó, disimulando sus pensamientos lo mejor que pudo. Luego se dispuso a ayudar en la investigación a Lyzala. Se acercó a las puertas una a una y puso su oreja en cada una de ellas... para ver si podía detectar algo.

La potente llamarada acabó con todos los kobolds antes de que nadie pudiera hacer nada, todo había sido muy sencillo, aunque Wayra había tenido que evitar un par de ataques. Me acerqué a Logan y lo acaricié, de nuevo estaba conmigo, lo prefería así.

-Claro.- Lyzala atendió a la petición de Heironeus y se puso a mirar los tres caminos posibles con atención, intentando averiguar algún indicio para tomar la mejor decisión entre las posibles.

Lyzala examino con cuidado los tres posibles caminos, pero sinceramente no tenía ni idea, ni siquiera sabía que buscar, era una petición extraña la que se le había pedido y ahora no tenía nada con lo que aclararle a Heironeus.

Se acerco a él. -No he visto nada especial en ninguno de los caminos, tendremos que probar suerte  me temo.- Le dijo con cierta pesadumbre por no haber conseguido nada.

Luego se quedo a la espera, mientras acariciaba a su lobo, esperando que quizás alguien dijera algo al respecto sobre la ruta a realizar.

Mmmmmh yo tampoco he oído nada especial. Dice el gigantesco semiorco acercándose al noble.

Wayra luego de guardar las cosas en su mochila decide revisar primero el camino de la izquierda, revisa la puerta en busca de alguna trampa, si no detecta nada sospechoso la abre tratando de hacer el menor ruido posible y avanza sigilosamente unos metros por el camino

Está tardando demasiado... dice Trevor acercándose al noble Heironeus. Podría ir tras ella... 

Heironeus contesta con una sonrisa. Sé que puedo contar contigo en cualquier momento... y también confío mucho en cualquiera de los demás... por eso esperaremos a Wayra.

Wayra optó por tomar el camino de la izquierda. Anduvo durante varios minutos, pero el camino parecía especialmente largo. Por eso decidió regresar junto a sus compañeros. Debía informar de que no había encontrado nada, tan solo metros y metros de camino. Aunque quizá, más adelante, lograse encontrar algo.