Partida Rol por web

Elvar hizo señales a los demás para que se prepararan, iba a abrir la primera de aquellas dos puertas.

Se situó a uno de los lados de la puerta y la abrió.

Esta pequeña habitación está llena de harapos y de maderas rotas y astilladas. De las goteras del techo cae agua que crea pequeñas charcas entre la piedra rugosa del suelo.

Esta habitación tiene gran cantidad de desechos, la mayoría de ellos quemados, pero en medio de este desorden hay siete lanzas, nueve espadas y una capa negra con el mismo símbolo de antes.

En el suelo yacen dos hombres gravemente heridos junto a un esqueleto viviente que está parado en una pared. 

Después del duro combate contra el dragón azul que os habíais tenido que enfrentar a las afueras de la barbacana decidisteis adentraros en el lugar para escapar de la terrible criatura. Gravemente heridos y pretendiendo descansar para recuperar vuestros conjuros decidisteis encerraros en la primera habitación que encontrásteis.

Ahora, un grupo formado por cuatro aventureros, dos hombres, un elfo cargado con una flauta* y un gnomo.

¡Cielo santo, Zahar! ¿Qué haces aquí? Además estás herido. Tú hija estaba muy preocupada por ti. ¿Qué te ha pasado? ¿Y quienes son estos, ese esqueleto os tiene aquí encerrados? ¡Mis compañeros pueden acabar con él!

La lucha con el dragón ha sido peor de lo que imaginaba. Nuestros poderes no están aún a la altura necesaria para hacer frente a tal desafío. La habitación parecía segura hasta que un grupo ha aparecido por la puerta. Temiendo por nuestras vidas me agazapo en el suelo mientrastrato de recordar los últimos conjuros de que dispongo.

Falsa alarma. Parece un grupo de habitantes de la ciudad. En ese instante, uno de ellos señala a Berio. Algo va mal.

-¡No! ¡Hermano!-Grito mientras me levanto como puedo y me interpongo.-Este esqueleto es inofensivo. No os hará daño, lo juro. Dejadlo en paz.

Al ver como la puerta se mueve, espero órdenes de mi hermano. Al no haberlas, me mantengo quieto esperando con las armas preparadas.

Nierethi tenía la ballesta apuntando a la puerta para cuando Elvar la abrió. A punto estuvo de disparar a tan increíble ejemplar esqueleto que se encontraba parado junto a la pared. Y lo habría hecho si meidaluna no hubiera hablado antes.

Con los ojos encendidos de curiosidad el gnomo se acercó al esqueleto manteniendo la distancia pero sin duda intrigado. - Oh gran truco, cómo haces para que se mantenga quieto mientras tú estas tirado y herido?

Elvar seguía con las armas desenfundadas, había un esqueleto que caminaba, un muerto viviente, y no podía creerse que fuera inofensivo.

Aún así parecía que el elfo le conocía, así que retrocedió hasta pegarse a la pared y esperó a ver como se desarrollaban los acontecimientos

-Es mi hermano.-Respondo a la curiosidad del gnomo.-En las tierras de donde vengo, los guerreros de la tribu hacen el voto de proteger a los sacerdotes como yo tanto en la vida como después de ella. De ese modo aceptan que por la gracia de la diosa los convirtamos en muertos vivientes. Está quieto porque yo lo he creado. Me obedecerá a mí y si no le ordeno atacar no lo hará.

El combate había sido duro, pero afortunadamente habíamos salido bien librados por ahora, Alexis, su "hermano" y yo intentamos descansar, cuando irrumpen a la sala un grupo de aventureros... Me sobresalté un poco pensando que quizás eran bandidos, pero al ver a Redithidoor, relajo nuevamente los músculos, mientras en mi rostro se intenta dibujar una sonrisa algo forzada por el dolor.

-¿Que hago aquí? ... no sé, quizás estos viejos huesos querían recordar algo de aventura y emoción...- Exclamé en un intento de broma - Imagino que Rene debe estar preocupada, pero ella me conoce y sabe que de vez en cuando me dejo llevar por ese viejo espíritu aventurero, ya habrá tiempo de regresar.... Por ellos no te preocupes, contacte a Alexis para que me acompañara hasta aquí, he escuchado algunos rumores y quería investigar por mi cuenta, pero se presentaron algunos problemas y.... bueno, eso no va al caso, lo importante es que salimos bien librados e intentábamos descansar cuando ustedes llegaron....- Jadeaba denotando el agotamiento que sentía - Por ahora dime, que hacen ustedes en este lugar? -

-Había un dragón azul en la superficie.-Añado antes de proseguir.- Nos hizo refugiarnos aquí cuando no pudimos vencerlo... ¿Qué ha sido de él? ¿Lo habéis matado?

El dragón ha dejado de ser un problema, podéis salir sin temor alguno.- quizás lo mejor era que se fueran, menos tesoro que repartir

¿Nosotros? Nos han contratado para venir a echar un vistazo por aquí, y aunque lo primero que encontramos fue un pequeño dragón en esas continuamos. Si queréis podemos escoltaros hasta la salida, está aquí cerca.

-No os preocupéis.-Respondo.-Podemos cuidarnos solos. Además, también hemos venido a echar un vistazo por aquí. Si os parece bien podríamos cooperar. Al fin y al cabo mis conocimientos y habilidades podrían seros útiles igual que lo son para Zahar. Un grupo más grande obtendrá mayores beneficios ¿No creéis?

El gnomo seguía mirando al esqueleto como atontado.- Si uniros en la búsqueda del conocimiento, aún es pronto para separarnos, hay tantas cosas que quiero aprender de esto...- Sin duda el conocimiento es poder y este mago tiene pinta de tener mucho.

Elvar no terminaba de verlo claro....unos extraños en la barbacana, con un esqueleto, ofreciéndose a colaborar, había algo ahí que lo le gustaba.

Aún así decidió no hacer mucho caso a su instinto y esperaba no tener que arrepentirse luego

Cuantos más a la fiesta, mejor lo pasaremos.- dijo con su habitual sonrisa ¿Y de qué habilidades en concreto estamos hablando? Dices que eres sacerdote, pero tienes pinta de dedicarte más a lo arcano

Por cierto, yo soy Elvar, el cabeza rapada Chüi y el pequeño ese Nierethi, a Redithidor parece que ya la conocéis 

-Chui... No es un nombre muy común.-Respondo con curiosidad.-Lo he escuchado en mic viajes como diminutivo de Chewbacca, pero no se si será el caso. ¿Es así?

Respondiendo a vuestras preguntas y curiosidades.-Añado mirando al gnomo y a Elvar.-Zahar y Redithidor se conocen de la ciudad. Yo estoy de paso trabajando para Zahar y explorando esta antigua fortaleza. 

Respecto a mis poderes... bueno, digamos que la magia me esconde pocos secretos. Tengo ciertas capacidades que por estas tierras se atribuyen a los sacerdotes y otras que se atribuyen a los hechiceros... aunque lo cierto es que en mi tierra todos los sacerdotes tienen mis capacidades, así que no hay distinción entre magia divina y arcana como aquí. Esa formación sacerdotal es un secreto de mi tribu, así que no puedo revelar más.

En ese momento miro al gnomo que observa atentamente a mi hermano.

No os preocupéis, Nierethi, si no lo tocáis no os hará daño. Mi hermano es algo bruto a consecuencia de ese estado, pero en el fondo es un ser en quien se puede confiar.

- Zahar, veo que antes de introducirte aquí decidiste hacerte con un par de compañeros que te ayudaran. Me parece muy buena idea. Elmo pidió ayuda a estos chicos para que vinieran a investigar y yo no pude evitar la tentación de volver con ellos. Lo que no sabía es que te encontraría aquí dentro.

El dragón ha sido una sorpresa para todos, yo no me lo esperaba, pero después de ver los dos muertos que había en la entrada y de los dos gnolls que estaban custodiando vuestras puertas, empiezo a pensar que el dragón estaba aquí porque vio el lugar interesante para hacer su nido y así también tener comida asegurada.

De todas maneras, mis compañeros ya se han encargado de él y la salida está libre. El escurridizo de Chatrilon Unosh también vino con nosotros, pero sinceramente, desde el encuentro con los gnolls le he perdido de vista. Se volvió invisible con su maldita varita y no ha vuelto a aparecer por aquí. Empiezo a desconfiar de él, no tenía ninguna intención en que viniéramos a la Barbacana, insistió en que no lo hiciéramos y quizá nos haya usado para acabar con el dragón y poder entrar él solo hasta aquí. 

Debemos andarnos con cuidado, la combinación de su invisibilidad con sus dotes picarescas pueden causarnos grandes males. Además le ha dado tiempo de sobra para conocernos, así que estad bien atentos por si le veis. Y vosotros, si sois capaces de detectar cosas invisibles o algo por el estilo, estad también atentos. A ti Zahar te conoce de la tienda, pero a tu compañero no. Tened cuidado y abrid bien los ojos. ¿Continuamos?

-Vaya. Parece que tenéis algún enemigo que otro.-Respondo ante las palabras de Redithidoor.- No os preocupéis. Creo que podremos encargarnos de ellos si fuera necesario. Y decidme, ¿Quienes eran los muertos que encontrasteis arriba? ¿Los conocéis de algo? ¿Y los Gnolls? ¿Sabéis o tenéis alguna idea de lo que hacían aquí?

Lo único que sabemos es que llevaban este símbolo.- Elvar mostró el colgante que llevaba, el que le había cogido a uno de aquellos malditos caraperros

El mismo símbolo que aparece en esta capa negra de aquí, ¿alguna idea de a quién pertenece?

Elvar sacudió la capa que estaba junto a las lanzas y a las espadas. Comprobó que estuviera bien y después se la puso. Era negra y allí abajo podría ayudarle a camuflarse.