Partida Rol por web

La noche cae sobre vosotros tras un largo dia de trabajo y entrenamiento, y llegais cansados pero satisfechos a las cocinas para un merecido descanso y algo caliente que llevar a la boca. Sois los primeros de los huerfanos en llegar, pero tambien fuisteis de los primeros en levantaros para hacer las tareas.

La cena transcurre en silencio, sólo roto por las cucharas de madera al chocar contra los cuencos, y en pocos minutos todo aquello que Hannah, la gran cocinera, maternal y amable con todo el mundo, habia preparado. Ella recoje rápidamente los platos, sin dejaros que la ayudeis - Tranquilos pequeños - dice mientras revuelve el pelo de Zoren - Habeis trabajado duro y es bien justo que ahora lo hagamos los demás... - aunque bien sabeis que ella ha trabajado desde antes de que os levantarais y lo seguirá haciendo cuando vosotros ya esteis dormidos - El señor de la casa se encuentra mejor hoy, ha preguntado por todos vosotros, interesandose por vuestros avances. Creo que mañana habrá que ir a buscar leña otra vez, y como sois los primeros en levantaros, posiblemente os toque de nuevo a vosotros, jeje.

Mientra Hannah habla, la tormenta estalla tras las ventanas, iluminando el bosque de los alrededores con la luz de los rayos.

El día se me había hecho largo, entre tanto entrenamiento y trabajo, lo único que tenia ganas era de cenar algo caliente y echarme pronto a dormir, ya que con el alba tendría que volver a levantarme para cumplir con sus obligaciones.

Afortunadamente para nosotros teníamos a Hannah, la cocinera, una mujer adorable que se encargaba de cuidarnos y alimentarnos, si no fuese por ella, mis compañeros disfrutarían de mis temidas gachas. Sonreí mirando hacia el suelo. A mis pies descansaba mi espíritu guía, el lobo que se me apareció por primera vez cuando me di cuenta de lo que era realmente.

- Espero que vaya mejorando su salud Hannah, y en cuanto a recoger leña, mañana tendrás en la cocina la cantidad que desees – conteste en el momento en el que un rayo ilumina la oscuridad del bosque, con la extraña sensación de que hay algo fuera acechándonos, tal vez sea mi imaginación o tal vez no…

Asi será - dice la mujer - ahora id a descansar, que aún tengo cosas que hacer.

Llevaban varias horas trabajando, se habían recogido para la esperada hora de la cena y la amenaza de una tormenta que pronto estallo…La salud del señor no mejoraba y era algo que en los últimos días lo preocupaba sobremanera, todos y cada uno de ellos darían lo que fuera por él.

Termino de comer la esplendida comida de hanna y no pudo menos que agradecérselo con una sonrisa,
- Todo estaba delicioso como siempre Hanna.

Confirme las palabras de Luta, por supuesto mañana tendrás aquí la leña a primera hora.

Bien compañero me retiro al cuarto, ha sido un dia duro y mi mente necesita algo de reposo…Que pases una apacible noche, y nos volvamos a ver por la mañana. Me despedí de mi compañero mientras me levantaba de la mesa en dirección al cuarto.

- Descansa Zoren. Mañana será otro día de trabajo – me despido de mi “hermano” mientras apuro el agua que me queda en el vaso. Desciendo mi mano hasta “tocar” la cabeza de mi compañero espiritual susurrándole  – Vamos a descansar, amigo.

- Hasta mañana, Hannah – digo despidiéndome de ella y poniendo rumbo a mi habitación.
 

Os encaminais hacia vuestra habitación, para un merecido descanso. Por la ventana veis como más de vuestros hermanastros vuelven hacia la casa.

........

Os cuesta poco conciliar el sueño, pero un gran trueno os levanta con sobresalto. Os asomais a la ventana a ver la tormenta y podeis ver, sin duda alguna, sombras que se deslizan por el interior, vestidas con armaduras metalicas a juzgar por el resplandor de los rayos sobre ellas. Un segundo despues, sin que os de tiempo apenas a reaccionar, los sonidos de una pelea estalla en toda la casona a la vez...

- Pero, que es lo que esta pasando - pienso al ver a esos hombres armados con acero que entran en la casa sin identificarse.

Me giro hacia Zoren, que también esta despierto, le digo mientras me preparo con mis armaduras y armas.

- Hay que estar preparados, alguien que viene en mitad de una noche tormentosa armados no pueden ser ni aliados ni amigos. Tenemos que encontrar a nuestros hermanos, tal vez todos juntos podamos hacerles frente.

Los ruidos y los golpes continuan extendiendose por toda la casa mientras permaneceis en vuestra habitación...

- Salgamos de la habitación, Zoren. Aquí estamos atrapados si vienen a por nosotros – le digo para salir de ella con mis cosas, mientras preparo alguno de mis conjuros con el arma firmemente agarrada.

- Vamos, compañero – murmuro en un susurro, con mi espíritu guía a mi lado…
 

Salis rápidamente de vuestra habitación para daros casi de frente con un guerrero, de negra armadura, que lucha contra uno de los guardias de vuestra casa.
La lucha está bastante igualada pero el guardia, resulta herido en el costado con una fuerte puñalada de la mano siniestra del desconocido, pero, la ventaja obtenida con el golpe, se disipa rápidamente cuando de un sólo tajo, con su espada larga, el hombre decapita al guerrero girandose hacia vosotros en busca de más enemigos.

¿que haceis aqui? - musita casi sin fuerzas - teneis que salir de la casa, dos de vuestros hermanastros han sido capturados con vida, los únicos a los que han dejado vivir, sin duda están detrás de alguno, sino de todos vosotros. Saltad por la ventana, no podeis usar las puertas, las están guardando y huid al bosque hasta que todo esto haya terminado.

Dicho esto, el guardian, se encamina hacia el piso inferior dejando tras de sí un reguero de sangre, que si bien no es abundante, al menos es preocupante

Descansaba apaciblemente cuando un trueno me saco del agradable descanso, como un resorte me levante de la cama y observe unas figuras que se disponían a presentarnos batalla…Si salgamos conteste.

Una vez fuera vimos la batalla mas de cerca y mientras me concentraba para entrar en combate el guardia nos ordeno que saliéramos al bosque…¿Pero íbamos a abandonar así a nuestra familia?, que se habían llevado a nuestros hermanos? Debíamos recuperarlos…Mire inquisitivamente a Washakie era un hombre sensato, espere a que el expusiera su visión de los acontecimientos antes de decidirme a saltar o combatir.

Al escuchar las palabras del guardia de nuestro hogar y ver su estado me di cuenta de que no podíamos hacer frente a los agresores, seriamos capturados o en el peor de los casos asesinados por ellos.

La elección estaba clara en mi mente, pero no era la opción que deseaba. Me gire y observe a mi hermano Zoren, estaba preparándose para lanzarse al combate, antes de que diese un paso siguiendo al guardia comencé a decirle:

- Salgamos por la ventana, si hoy huimos, podremos luchar mañana y estar preparados para vencerlos.

Me interne de nuevo en la habitación, ya allí, busque unas cuerdas para descolgarnos por la ventana o en el peor de los casos, anudar las sabanas entre ellas y usarlas como medio de escape.

Volveis a vuestra habitación y abris una ventana dejando que la lluvia, que cae con gran intensidad moje el suelo. Un pequeño tejadillo sirve de suelo más allá de la ventana, pero la lluvia lo hace resbaladizo y por lo tanto peligroso

Observo la lluvia caer y veo el tejadillo cubierto por las gotas de agua, la verdad es que no estoy muy seguro de tomar ese camino. Cojo las sabanas anudándolas entre ellas, y un extremo lo ato a la pata de la cama mientras el otro lo lanzo por la ventana.

- Esperemos que los espíritus nos acompañen – murmuro justo antes de empezar a descender por la ventana.
 

Descendeis al suelo, empapados hasta los huesos, al parecer el cielo ha decidido verter todo su agua sobre vosotros y la bajada ha sido complicada.

Apenas habeis posado los pies cuando dos figuras, encapuchadas, aparecen ante vosotros, bajo la tunica sólo podeis distinguir unos menudos ojos de color a,arillento que reflejan la luz y unas manos pequeñas y peludas.

Vaya, al final encontraros ha sido más sencillo de lo que esperabamos - dice una voz aguda aunque no sabriais concretar quien de los dos ha hablado - acompañadnos, por favor, en silencio, no queremos alertar a nadie.
Extiende su mano indicandoos una direccion a seguir

Ya en el suelo completamente empapado pero vivo, me doy cuenta de que no estamos solos. Maldita sea nuestra suerte… - murmuro mientras escucho a los encapuchados hablar.

- La verdad es que prefiero no acompañaros y mas tras lo que tus compañeros han hecho a mis amigos y aliados – respondo para empezar a preparar el conjuro* para que ataque a los encapuchados para que podamos escapar.
 

Creemos que es mejor que no hagas eso - dice una de ellas que levanta una mano hacia ti - vas a llamar la atencion y eso es algo que no seria bueno para ninguno

- Peor que llevarnos en unos carromatos a saber a que lugar, lo siento pero no me interesa estar con vosotros. Eso si, os garantizo que no importa lo que tarde, rescatare a mis hermanos – contesto desafiándoles mientras la finalización del conjuro es inminente, esperando que cree la distracción suficiente para escapar de aqui.

- Zoren preparate para correr cuando llegue el momento - susurro a mi hermano.

El lobo convocado por Washakie surje tras una nube de humo. Las criaturas, se mueven como activados por un resorte, una de ellas se coloca, dandoos la espalda junto a vosotros mientras que la otra se lanza hacia la esquina, hacia una figura que permanecia oculta, agarrandola por el pecho y, a pesar de la evidente diferencia de altura, voltea a lo que parece uno de los atacantes, haciendo que caiga al suelo.

Rápido - susurra mientras se coloca encima del atacante, forcejeando contra él - llevatelos, me uniré a vosotros en cuanto pueda.

En la refriega, la capucha ha caido, revelando un rostro similar al de una ardilla. El que está junto a vosotros, ignorando al lobo y alertado por los gritos que dá el hombre derribado, os agarra con sus manos, fuertes a pesar de su tamaño para que le sigais.

Por favor, venid conmigo, estais en peligro y puedo garantizaros que no somos enemigos, ellos lo son - dice señalando hacia el hombre derribado

Al ver como cambia la situación, miro al animal convocado y le digo:

- Ayuda al hombre ardilla y ataca sin compasión al hombre que esta derribado.

- Te seguimos, espero no equivocarme contigo – respondo al hombre ardilla para seguirle y encontrar un lugar seguro, si es que lo hay…