Partida Rol por web

Muy bien hermanos, cuenten con mi lanza para acompañarlos hasta el final, es hora de ponernos en movimiento antes de que las cosas se compliquen más. Con suerte, lograremos encontrar otra salida de la cual aún no sabemos. - le respondo a Zoren con tranquilidad.

Los muchachos deciden salir de la zona por las que les advirtió el elfo y recorren, con paso lento y controlado, las habitaciones que quedan al norte. *La primera por la que pasan es una sala de pequeño tamaño con varias columnas. Parece una capilla, aunque de aspecto abandonado, tiene por las paredes tapices raidos ensalzando a Nerull y grabados con su simbolo, su sola visión os produce un leve cosquilleo en la espalda. Atravesais la capilla hacia el oeste y accedeis a otro conjunto de salas**, estas tienen trazados, por la mayor parte de las paredes, el techo y el suelo, runas arcanas, enlazadas de una manera extraña. Zis nota algo al entrar en ellas y parece contener al aliento durante unos segundos mientras mira todos los trazados - Creo que estas runas convierten estas salas en una zona de magia salvaje - afirma.

El resto de las habitaciones que recorreis hasta llegar a zona conocida, aparentemente están abandonadas y ninguna criatura, viva o muerta, aparece en ellas.

Después de ver la capilla dedicada al dios de la muerte, la oscuridad, el asesinato y el inframundo, a Aruna sólo le faltaba la última apreciación de Zis:

-¡Brrrrr! Salgamos de este lugar impío.

Esto no me gusta, con cada paso.que damos, este lugar se vuelve más siniestro, tal vez deberíamos considerar irrumpir en esa fiesta y abrirnos paso hacia la salida a pura fuerza de hierro y fuego. 

¿Qué opinan hermanos? - pregunto mientras observo las siniestras runas que decoraban las paredes.

El lugar se parecía cada vez más a la guarida de un nigromante o un liche que a un lugar de reunión de una orden de caballería.

Parece que poco más queda por explorar, asique parece que tenemos dos opciones, esperar la vuelta de Adalon si es que vuelve, o acercarnos a explorar la zona de muertos vivientes, en silencio. Tal vez podamos ver lo que nos espera e ir acabando con ellos poco a poco

Opino que Adalon podría no volver nunca. Debemos seguir avanzando, con cuidado, pero seguir hacia adelante. No tengo reparos en luchar contra los que deberían quedarse muertos, pero sí en perderme por aquí y morir de hambre esperando a alguien al que quizás no veamos jamás.

La primera sala a la que accedeis*, tiene las paredes cubiertas de espejos, reflejanoos a traves de ellos y multiplicandoos. Las salas siguientes parecen exactamente iguales a esta, y los espejos lanzan vuetras imagenes por todas las salas. Un poco desorientados, avanzais por ellas con las manos sobre una de las paredes, buscando una salida y finalmente salis hacia el noroeste, y despues de un par de salas abandonadas, os dais de frente con unas magestuosas puertas dobles de piedra, con runas arcanas de los elementos. Dejandolas atrás, recorreis poco a poco el pasillo hasta que ruidos rasposos llegan hasta vuestros oídos cuando os acercais a lo que parece una nueva sala. Al llegar hasta ella**, podeis ver al menos a media docena de Zombies, deambulando por la sala pero sin salir de ella y los ruidos sugieren que otras criaturas quedan tapadas por las paredes. No parecen armadas, ni visten nada más que los arapos de las ropas con las que murieron, no obstante, el numero de esas criaturas pueden hacer de ellos unos enemigos difíciles de batir, por lo que decidis retroceder al menos de momento hasta las puertas dobles.
Atravesais las puertas, que se abren sin producir ruido alguno hasta una sala pequeña pero sobrecogedora. Las paredes irradian un extraño color blanquecino y en el centro de la sala, hay lo que en otras circunstancias habría parecido un horno, pero este brilla con el mismo color de las paredes. En los laterales, se distinguen varias ranuras, tantas como cuatro, de apenas un pie de alto y solo unas pulgadas de ancho. El interior del horno, está lleno de una sustancia, que permanece en un estado entre líquido y solido, pero que no se desliza al exterior por las ranuras a pesar de que las cubren completamente.

Estad alerta. Creo que nos encontramos con otra de esas pruebas de inteligencia. Si conseguimos solucionar esto sin hacer demasiado ruido quizás no tengamos que arriesgarnos a entrar en combate con esos seres pestilente. ¿Creéis que haya que introducir allí las espadas?

-Sí, los no muertos parecen atados de algún modo a esa sala--asiente Aruna--Mejor no nos acercamos a ella. Y por lo menos acabamos de confirmar que era cierto lo que nos contaron. Que yo ya sólo me fío de vosotros, hermanos.

Sí. Estoy de acuerdo.

Zisintharax se mantiene alerta.

Intentar pasar entre tantos no muertos sería un suicidio, pues, eventualmente seríamos víctimas de nuestro propio cansancio, además, no sabemos cuantos de ellos hay en realidad, pues aún cuando consulte a los espíritus sobre ellos, poco me dirían en realidad.

No, lo mejor es buscar otra vía. - comento con absoluta certeza, pues dudaba que pudieramos acabar con todos los no muertos de la zona.