Partida Rol por web

Katherine observa el gran barco junto a su prima, ambas están ansiosas por subir pero con la diferencia de que Mary no desea que acabe ese viaje y Kity desea que acabe cuanto antes pues tiene un mal presentimiento. Albert da órdenes bajo la supervisión de la madre de como debe ser trasladado el piano de Kity. Gritos, poleas, y empujones. El piano está a bordo y después va el equipaje.

Mary vuelve la vista hacia un joven un tanto desgarbado, llama la atención de su prima que se vuelve para verlo. Katherine siente una punzada en su corazón, lleva los manos al pecho tratando de aliviar el dolor mientra se vuelve hacia Mary que le devuelve la mirada. El joven ya no está, ha subido al barco y el grupo de Katherine pronto lo hará también.

Aquel dia el puerto de southhampton parecia incluso mas pequeño de lo habitual,parecia que la mitad de la poblacion de inglaterra se habia reunido alli para despedir a aquella maravilla de la tecnologia que resultaba ser el titanic,jonh por su parte se abria paso a codazos entre la multitud tratando de ver lo mejor posible aquella imponente mole de acero y hierro que parecia mas una pequeña ciudad flotanque que un barco.En la cubierta el trabajo era tanto o mas febril que en tierra mientras los trabajadores de a bordo subian las pertenencias de los adinerados huespedes algunos de los cuales no reparaban en subir extravagancias como pianos o muebles enteros para la consternacion de los pobres hombres que tenian que jalarlos hasta alli arriba,en medio de todo aquel ajetreo sin embargo jonh diviso un par de ojos verdes que parecian mirarlo directamente a el,por lo quieta que estaba al principio penso que se trataba de alguna estatua pero en cuanto sus pequeñas manos se movieron pudo ver que se trataba de una jovencita de la alta sociedad quien probablemente solo estaba mirando la masa de personas que se aglutinaban en el puerto,jonh le dirigio una sonrisa dejandose llevar por un segundo en aquella fantasia donde alguien de tan alta cuna reparaba en uno mas del monton como el.

Sin pensarlo subio al barco deseando alejarse de la muchedumbre asi como tambien para ver como se veia el mundo desde aquella altura,le dio su pasaje a un inspector que lo miro como si fuera un simple ladron e ingreso en el barco con aquellos ojos aun clavados en su memoria.

Pestañeé lentamente volviendo a la realidad. Mary me miraba fijamente.
-¿Estás bien? -preguntó suavemente sobre el ruido del gentío. Yo asentí. Abracé el estuche del Stradivarius y una mano se alargó para quitármelo de encima.-¡Albert!-le riñó Mary cuando vió que el joven me había quitado el estuche y ahora me sentía desnuda.
-Es mejor que no coja pesos -se disculpó.-Ya te lo llevo yo, querida-me dijo mientras me ofrecía su brazo. Me cogí a él y avanzamos hacia la pasarela.-Tened cuidado con la chusma.-Nos advirtió a las tres mujeres.

Y así, fue como subimos al gran navío.

El inspector ni siquiera nos pidió los billetes, nos dejó pasar sin más. Y pensar que hacía menos de diez años éramos más pobres que la gente que subía cargada en una mano con todas sus posesiones y en la otra con uno o dos críos.

Llegamos al camarote. Como siempre, Mary dormiría conmigo, en la misma cama. Los arcones con nuestras ropas y zapatos ya habían llegado y reposaban a los pies de la cama. Mary se recostó sobre esta mientras me miraba. Albert se acercó y dejó el estuche sobre la mesa de cabeza. El piano se encontraba en el salón que unía la habitación de madre con la nuestra.
-¡Kity!-Suspiró Mary cuando Albert nos dejó solas.-¡Ven! -abrió sus brazos amorosamente. Me recosté sobre su menudo cuerpo y cerré los ojos -Cuando lleguemos a América serás mundialmente famosa. Tendrás más dinero, más pretendientes, más éxito. Pero tú seguirás siendo siempre la misma chica humilde y tímida, ¡te lo prometo! No dejaré que cambies.

Una vez tuvo los dos pies apoyados en el barco john sintio que al menos una parte de todo el esfuerzo habia valido la pena,la vista desde esa altura era simplemente magnifica.El oceano se extendia ante sus ojos tan enorme e inabarcarble que incluso la enorme multitud que habia reunida en el puerto parecia pequeña en comparacion con el,por un momento experimento un nudo en el estomago pensando que en aquel mismo momento se estaba escribiendo la historia,no solo la suya sino la de cada persona que viajaba en aquel barco que aseguraba se el mas grande jamas construido,el aire parecia vibrar con la emocion contenida y casi sentia que su sueño se encotraba alli mismo ante sus ojos y solo tenia que extender la mano para correr la cortina que lo estaba tapando.

Pero toda esa emocion poetica se fue al traste en cuanto un grupo de personas lo empujo de una manera mas que grosera al interior de la nave,sin saber como habia terminado en medio del camino de la gente que se dirigia hacia la cubierta de la tercera clase.El aluvion humano amenazaba con engullirlo mientras se movian con paso monocorde en direccion a su destino,teniendo en cuenta que tenia que ir alli de todos modos descidio no resitirse y empezo a moverse junto a ellos hasta que se encontro en la zona designada a las personas que apenas podian pagar un pasaje.La opulencia y el lujo que brillaban en la cubierta del barco habian desaparecido alli como si todo no hubiera sido mas que una cruel ilusion,el acero desnudo era toda la pared que recibian una zona que era poco mas que una gran sala abovedada con cientos de hamacas distribuidas de a 4 o 5 en pequeños compartimentos que apenas si podian llamarse habitaciones,incluso con aquel desolador panorama no le sorprendio ver que la mayoria de la gente alli sonreia,por muy malo que pudiera ser el viaje para ellos tambien america significaba la oportunidad de una vida mejor y cualquier sacrificio les valia con tal de poder alcanzar ese sueño.Antes de que se diera cuenta john ya estaba hablando con algunos de los muchachos mas jovenes como si fueran amigos de toda la vida,aquella era gente humilde que no desconfiaba pues a diferencia de los ricos nada tenian que perder con trabar amistad con los desconocidos.

Me había quedado dormida. Al despertar, Mary no se encontraba en el camarote. Atravesé el salón para llamar a la puerta de madre pero nadie respondió, y por primera vez, en mucho tiempo, me sentí sola y abandonada. Me cambié de ropa y cogí la sombrilla. Daría un paseo. Quería observar la partida del gran barco y como la gente se despedía desde tierra. Estaba ilusionada y por otro lado, asustada. Todo esto me quedaba grande, mucho, demasiado.

Recogí mis bucles rubios y coloqué un bonito sombrero azul sobre mi cabeza. Salí a la cubierta después de atravesar pasillos, gimnasio, piscinas, bares, casinos,... debía confesar que me había perdido un par de veces y que había olvidado como regresar a mi camarote. Madre me iba a reñir y Albert se iba enfadar por mi torpeza, Mary me defendería aunque sabría que estaría muerta de preocupación.

Pero ya no podía hacer nada más, que abrir la sombrilla y disfrutar del día soleado que hacía cuando el barco encendió sus motores.

Para matar el tiempo hasta que el barco zarpara jonh trato de dormir un poco en el camastro que tenia asignado pero por mucho que lo intento descubrio que estaba demasiado emocionado como para concilicar el sueño.Terco como era dio vueltas en la cama intentando ordenarle a su cerebro que se calmara hasta que al fin se rindio y suspiro al ver que el sueño se negaba a acudir a el.

La siguiente media hora la paso congeniando con las personas con quienes compartia su 'habitacion' si es que se le podia dar tal nombre a esos armarios de escoba,hizo buenas migas con un muchacho de nombre yusuf quien habia echo todo un viaje desde india solo para poder embarcarse en aquel barco,era un hombre sumamente culto y educado y era dificil creer que alguien con aquel nivel de estudio no pudiera pagarse un mejor camarote,la vida en la india al parecer era mucho peor que cualquier cosa que jonh hubiese escuchado antes.Para pasar el mal trago jugaron a los dados con un par de pasajeros gitanos y luego de que jonh tuviera una sospechosa cantidad de seis descidio que era mejor irse antes de que se dieran cuenta de su pequeño truco al lanzar el dado.

Una vez en la cubierta el aire parecio volverse mas puro mietras abandonaba su pequeño confinamiento para encontrarse una vez mas con el azul y enorme cielo,se apoyo contra una barandilla mientras veia como los hombres empezaban a desatar las amarras,el barco al parecer estaba muy proximo a partir.Mientras estaba alli mirando un punto de color azul llamo su atencion y se dio vuelta para ver un par de ojos que le resultaban familiares,era la misma chica que habia visto al subir al barco

Cerré los ojos y dejé que la brisa marina acariciase mi piel y meciese mis bucles rubios. La mañana era agradable con el sol dando en la cara y la sombrilla sacudida por el viento. La gente del puerto gritaba y se despedia del barco mientras estese separba del muelle con vehemencia. Sonreí y sacudia mi mano para despedirme de esos desconocidos.

La brisa arrancó el sombrero de mi cabeza y cuando me volví para ir detrás de él, me topé con el joven que había visto embarcándose. Volví mi vista al sombrero que volaba por cubierta en su dirección.

Una vez que dejo atras su claustrofobico camarote el viaje no parecia tener tan mala pinta,alli arriba donde la gente paseaba el barco era un derroche de lujo y ostentacion con ventanas de cristal y enormes arañas colgando de los techos al menos la parte donde podia husmear un poco sin que lo sacaran a patadas.El cielo parecia mas azul e inalcanzable que nunca al toparse con aquella barrera que parecia separar tan rigidamente a las personas alli de acuerdo al tamaño de sus bolsillos,habia tenido la esperanza de que alli podria encontrar a un mesenas que estuviera dispuesto a invertir en su idea de los motores a combustion interna pero si las cosas seguian asi no podria ni siquiera acercarse a las personas de las primera clase ni en un millon de años.

Mientras estaba alli sumido en sus pensamientos vio como una chica saludaba con energia a las personas en el muelle quienes a su vez movian las manos mas en un gesto simbolico que otra cosa,el echo de que era acaudalada saltaba a la vista desde los zapatos que vestia hasta el sombrero que adornaba su cabeza,debia ser realmente maravilloso poder llevar una vida tan placentera y simple sin tener que preocuparse por el mañana sabiendo que 'papi' estaria siempre alli para darle dinero.Su nuevo tren de pensamientos tan poco corteses sin embargo se vio interrumpido en cuanto la brisa marina finalmente logro arrancar el sombrero de la cabeza de la chica,el mismo se elevo por los aires como si quisiera imitar a los pajaros solo para caer un segundo mas tarde casi a los pies de jonhatan,sin perder mucho tiempo lo tomo entre sus manos y le sacudio el polvo mientras veia como la chica se acercaba a el-creo que esto es suyo señorita-le dijo con una sonrisa duditativa mientras le tendia el mismo a la chica,vista de cerca era mucho mas hermosa de lo que habia supuesto cuando la vio parada en la pasarela antes de abordar,aquellos ojos de zafiro eran los mismos pero con la distancia no habia podido notar aquellos bucles dorados que le daban una cierta apariencia angelical a su rostro.El no era ningun novato con las damas y aunque tampoco se consideraba un seductor siempre tenia a mano una frase ingeniosa para romper el hielo y arrancar una sonrisa,todas las veces menos esa,no sabia porque pero simplemente se quedo alli parado no sabiendo muy bien que decir mientras su mente trataba desesperadamente de darle alguna frase ingeniosa para decirle a esos ojos,al final solo balbuceo algunas palabras pero se quedo callado casi al instante mientras apartaba la mirada con el sombrero aun extendido ante el en intencion de devolverlo.

Cogí el sombrero entre mis manos y lo recoloqué en la cabeza.
-Gracias-musité con voz angelical y una sencilla sonrisa.
Las bocinas del barco resonaron en todo el puerto dando la despedida. Me sobresalté asustada y pegué un suave gritito. Alguien comentaba que haríamos otra parada más antes de zarpar a alta mar.

Me volví para observar a la gente. No parecía que fueran de alta clase. Es más, todos tenían ropas humildes. Los niños gritaban y corrían entre la gente. Los hombres charlaban amistosamente. Las mujeres parloteaban y algunos gritaban por encima del ruido. En esta parte de la cubierta no parecía que nadie comedido ni tieso. Y eso me gustaba. Eran naturales. Como en el barrio en que me había críado.

-Katherine -me presenté tendiendo mi mano con un gesto dulce y tímido. No era muy dada a las conversaciones ni a las relaciones sociales, pero me encontraba a gusto en este lugar y eso hacía que yo cambiara.

Al principio jonh se quedo totalmente congelado no sabiendo muy bien que decir o hacer pero la voz de la muchacha finalmente lo saco de su estupor mientras le mostraba una sonrisa de genuino agradecimiento,aun cuando era solo eso aquella sonrisa hizo que a el se le acelerara el corazon a su vez mientras sonreia timidamente-jonathan-dijo besando la mano que ella le ofrecia tratando de ser tan caballeroso como era posible para compensar el echo de haberse quedado alli mirandola como un idiota.Habia temido que aquella chica lo mirara asqueada pero ella parecia difernte al resto de la gente que viajaba en la parte alta del barco,la mayoria de la gente de clase alta se habia refugiando en el salon vidriado ante la invasion de la cubierta por parte de los 'campesinos' como ellos llamaban a la masa de gente que eran los responsables de todos los lujos de los que ellos podia disfrutar.

Antes de que pudiera agregar otra cosa la sirena del barco recorrio con estruendo cada centimetro de aquella mole de metal y el barco se desengancho lentamente del puerto mientras comenzaba a surcar las aguas,caminando junto a la chica se acerco a la barandilla a ver como la costa junto a su gente se alejaba lentamente de su vista-es hermoso verdad-dijo refiriendose al barco mientras la miraba a los ojos con una pequeña sonrisa aun en sus labios,no sabia quien era aquella chica pero cualquier persona de la alta sociedad que se dignara a estar alli no podia ser tan mala.

Observaba como el agua hondeaba junto el barco por su paso. Me gustaría ver los peces pero estaba demasiado alto y eso me fastidió un poco, provocando en mi cara el ceño fruncido. Me aferraba a la barandilla de metal mientras aquel joven me acompañaba y dijo una frase a la cual yo asentí.

-¡Katherine! -chillaron detrás de mí. Me volví para ver a mi séquito. Albert tenía el rictus descompuesto, madre estaba alocada y Mary ponía cara de verguenza ajena por el espectáculo que iban a formar.- ¡Llevamos mucho tiempo buscándote!-me riñó Albert mientras me agarraba del brazo y tiraba de mí. 
-Adiós... -me despedí del joven en un susurro. Mary se posicionó a mi lado y madre del otro, como tratando de protegerme mientras Albert iniciaba la excursión. 

Caminamos durante un buen rato hasta llegar a un salón lujoso donde me hicieron sentar a la fuerza. Me froté el brazo dolorido.
-¿Estás bien, Kity?-preguntó Mary preocupada, mirando furiosa a Albert. Asentí suavemente.
-¡Es Katherine!-le contestó Albert más furioso que ella.-No Kity, así, se llamaría a una gata, no a una pianista de gran reputación-le corrigió de malas maneras.

Padre me llamaba siempre su pequeña gatita, era su Kity, su gatita. Y así, es como me gustaba que me llamaran, porque siempre me acordaba a de él con ese pequeño detalle.

Al principio la chica solo acintio a su comentario pero de alguna foma john sintio que la tension en el ambiente se habia desvanecido como si nunca hubiera estado alli,continuaron recostados contra la baranda viendo como el oceano se extendia ante ellos con las oscuras aguas del mar del norte como telon.Su aristocratica compañera se balanceo un par de veces hacia adelante tal vez tratando de ver a los habitantes que moraban en el agua pero dada la altura del casco sumada a la oscuridad del agua lo maximo que podia ver era un pequeño reflejo de sus propios ojos curiosos devolviendole la mirada-tened cuidado-dijo mientras acercaba una mano a la de ella por si llegaba a resbalarse,no sabia que tan fria podia estar el agua en aquellos lugares y con lo pesado que era su vestido la pobre señorita se hundiria como plomo si llegaba a caerse.

Estaba a punto de agregar algo mas para hablar cuando un grupo de 3 personas aparecio de repente visiblemente agitados,la mujer mayor tenia un cierto parecido con la muchacha y parecia a punto de estallar en lagrimas,el hombre lo miraba como si el acaso tuviera alguna enfermedad contagiosa y la chica mas joven parecia simplemente avergonzada de estar junto a los otros dos,antes de que ella pudiera siquiera explicarse el hombre la tomo del brazo y se la llevo mientras la recriminaba como si fuera una niña pequeña.Jonathan solo tuvo tiempo de agitar su mano en señal de despedida antes de que la joven fuera llevada dentro como si temieran de que pudiera pegarsele algo si permanecia mas tiempo entre la 'chusma' que llenaba la cubierta,mientras se alejaba jonh trato de seguirla desde una distancia segura pero no pudo pasar mas alla de las puertas de vidrio y tuvo que dar media vuelta derrotado,caminando por el barco sin rumbo fijo se tropezo con jusuf cerca de las calderas ya que al parecer habia abordado aquel viaje como ingeniero a bordo,realmente era increible pensar que gente tan tonta tenia tanto mientras los listos como jusuf los trataban como esclavos.

Empezamos a comer. Albert y madre hablaban de lo fabuloso que era el Titanic. Cuando llegó el postre, con el vinieron tres caballeros que me rodearon bajo las miradas de los presentes. Uno de ellos me entregó una rosa entre mis delicados dedos.

-Señorita Duchamp -dijo el mayor de todos, que sobrepasaba los sesenta.- ¿Nos haría el honor de tocar el pianos para nosotros?
A Albert no le hacía gracia que tocase sin cobrar pero me adelanté a sus palabras de negación. Me levanté rauda y fui hasta la tarima donde reposaba los instrumentos de música. Deslicé los guantes de mis largos dedos y me quedé mirando las teclas en blanco y negro. Suspiré, cerré los ojos y empecé a tocar magistralmente. Se trataba de una canción triste pero preciosa que había compuesto hacía tres meses, una de mis nuevas melodías para el concierto, representaba mi cautiverio.

Las horas pasaron de forma rauda mientras se dedicaba a explorar el interior del barco mientras yusuf le explicaba alegremente como funcionaba la complicada maquinaria de las calderas que mantenia al barco en movimiento,el hombre parecia tan feliz de tener a alguien que mostrara un genuino interes en escucharlo que jonathan no tuvo corazon para decirle que solo entendia una de cada diez palabras que salian de su boca,si bien el tenia un cierto conocimiento practico del funcionamiento de los motores derivado de su aficcion a las maquinas y su trabajo como mecanico aquello sobrepasaba con creces cualquier cosa que hubiera visto anteriormente.Habria echo falta una legion entera de ingenieros y trabajadores para mantener toda la maquinaria pero de alguna manera yusuf y su pequeño grupo de fieles obreros se las arreglaban para mantener todo con una eficiencia admirable.

Aquella noche descidio cenar junto a ellos en lugar de regresar a su 'habitacion' para estar a solas con el resentimiento de aquella tarde,su comida consistio en un simple caldo de verduras y carne con un pequeño pedazo de pan como todo acompañamiento y las alegres charlas del personal como musica de ambientacion,por un segundo se olvido de todos sus problemas hasta que empezaron a escuchar una musica que parecia venir de ninguna parte,al principio estaban confundidos hasta que yusuf les señalo que estaban junto a los tubos que daban calefaccion al comedor de la clase alta por lo que de alli provenia la musica.La cancion no era mas que un simple piano tocando pero aun asi la tristeza que habia en ella era mayor de lo que cualquier voz podia definir,casi parecia el canto de un pajaro llorando  por su libertad perdida.En medio de su embrujo jonh empezo a cantar como intentando acompañar a la musica aun cuando nunca habia sido ni un poeta ni actor consumado.

No podía oír nada más que el roce mis dedos sobre las teclas del piano, como las cuerdas en la caja de resonancia se movían, yo no oí la música, escuchaba al piano. Cuando acabé, miré a los presentes. Todos me miraban fijamente y en silencio como si acabase de cometer un sacrilegio cuando Albert se levantó de su mesa y aplaudió fervientemente, y después de eso, los aplausos se sumaron. Y el comedor se convirtió en un derroche de aplausos y vítores. 

Mary se acercó y me tendió su mano para ayudarme a bajar de la tarima.
-Fabuloso, como siempre -me felicitó con una sencilla sonrisa.

Aunque me había quedado el postre sin comer, no volví a la mesa. Estaba cansada, así que, nos dirigimos a la habitación. Y ahora que estábamos solas Mary me miraba con ojos curiosos
-¡Eres una chica con suerte! Has vuelto a encontrar al joven del muelle. -Sonreí a su ingenuo comentario mientras nos desvestiamos y nos poniamos los camisones.
-Se su nombre...-Mary me miraba esperando a que lo dijera-...Jonathan.

Su extraño trance no duro un segundo mas que las notas del piano,cuando finalmente termino los hombres alli reunido lo aplaudieron entre carcajadas mientras el hacia una reverencia torpe con las mejillas rojas de verguenza,no podia creer que acababa de hacer el ridiculo de una forma tan espectacular.

Una vez la cena estuvo concluida el y yussuf regresaron a sus aposentos mientras los trabajadores hacian lo propio si tenian suerte las habitaciones del personal serian al menos lo suficientemenente grandes para que pudieran respirar sin miedo de acabarse todo el oxigeno,una vez en la cabina de  3ra clase sin embargo tuvieron que esquivar varios bultos en la oscuridad que correspondian a las personas que o bien se habian bebido hasta el alma para curarse del mareo o simplemente a los que preferian el suelo de la sala comun antes que el acinamiento y el infenal baiben de la hamacas-al menos sabes como se llama-le pregunto yusuff una vez estuvieron tendidos en sus camas refiriendose a la muchacha-se que se llama katherine y que esta fuera de mi liga-dijo el suspirando con resignacion mientras los ojos sonrientes de la muchacha volvian a formarse en su mente,si tenia suerte quizas volviera a verla mañana.

Cuando Mary dormía, escuchaba a mi madre y Albert hablar mientras bebían algo en el salón conjunto. No conseguía dormirme, me quedaba boca arriba mirando al techo, con las manos en la barriga, después me volvía para mirar a Mary dormir, y de vuelta al techo.

Me levanté y me puse la bata, estaba muy aburrida. Me asomé al ojo de buey, estaba muy aburrida, y todo la hermosura del océano se quedaba atrás mientras yo seguía encerrada en el camarote.

Luego de unos pocos minutos jonh tuvo que reconocer que las personas que estaban tiradas en el piso quizas habian sido las mas inteligentes,el barco no se movia demasiado gracias a su gran calado pero aquellos malditos pedazos de lona colgante conseguian amplificar aquella pequeña vibracion al punto que cuando cerraba los ojos parecia que se encontraba en medio de un mar embravecido.Incluso en aquella situacion logro dormirse un rato pero sus sueños no fueron mas que imagenes confusas y mares enfurecidos hasta que finalmente se desperto de forma violenta al golpear el suelo por moverse en su pequeña hamaca,ahogo un grito mientras se frotaba la espalda intentando no despertar al resto de los pasajeros muchos de los cuales ya roncaban visiblemente dormidos a pesar de todo,resignado ante la idea de que no podria dormir esa noche volvio a calzarse sus ropas arrugadas y salio a la cubierta esperando que el aire salado y el sonido del mar le devolvieran el sueño.

Aquella noche las estrellas brillaban en numeros como nunca habia visto en su pequeño pueblo y por un segundo solo se quedo alli parado contemplando el espectaculo del cielo nocturno mientras su cuerpo se abrasaba a si mismo debido al  intenso frio nocturno,camino por la desierta cubierta cruzandose solo de vez en cuando con alguna pareja que estaba alli bebiendo algo o disfrutando del cielo pero no les presto mayor atencion,cruzo cerca de los camarotes e incapaz de combatir su curiosdad se asomo por el ojo de buey para ver como eran los camarotes de la primera clase aprovechando que no habia ningun guardia que lo detuviera.

Estaba cansada de esta situación y ni siquiera habíamos empezado el viaje. Se suponía que por el mediodía haríamos la última parada en Francia antes de salir a alta mar para cruzar el océano. Me senté al lado de Mary y me quedé un buen rato observando como dormía, aparté un mechón de su cara y suspiré resignada mientras observaba la noche a través del ventanal que daba al balcón de nuestro camarote.

Pensé que quizás un paseo me vendría bien. Cogí la manta y la eché sobre los hombros, y salí de la habitación muy despacito. En el salón ya no quedaba nadie. Albert y Madre se habían ido, seguramente a dormir. Cerré la puerta del salón y caminé por el pasillo con paso lento pero decidido. Deseaba ver el mar de noche. 

Salí a la cubierta. Me encogí de frío y apreté la manta a mi alrededor. Empecé a caminar por la cubierta hasta toparme con un joven que curioseaba por una ventanita. Me quedé observándole desde atrás hasta que me decidí a hablar.
-No debería hacer eso, no está bien.

La vista que se desplegaba frente a el era tan brutalmente contrastante a lo que habia visto que era dificil de creer que aquellas habitaciones pudieran existir en el mismo barco,alfombras mullidas,luz electrica a raudales, camas tan grandes y comodas que parecian invitar al sueño y la relajacion y lo mas increible de todo es que estaba tan limpio y ordenado que era dificil creer que hubiera alguien alli adentro si no fuera por el bulto que se adivinaba entre las sabanas.Tan ensimismado estaba en aquella extraña vision que no reparo en la otra persona hasta que escucho su voz,en un primer momento pego un respingo y se alejo de la ventana como un niño al que atrapan robando dulces, se volvio hasta el origen de la voz con el cuerpo tenso listo para salir a correr hasta que vio que se trataba de katherine la chica que se habia encontrado aquella mañana en la cubierta-no es como si fuera a robar algo,simplemente me dio curiosdad de ver como eran las habitaciones de aqui arriba-dijo entre avergonzado y abochornado con las mejillas rojas como cerezas tanto por el frio como por ser encontrado en aquella situacion-no deberias estar aqui,el frio podria hacerte daño-dijo tratando de sonar cortes para cubrir su verguenza al ver que la chica parecia estar tiritando aun cuando tenia una manta puesta alrededor del cuerpo.