Partida Rol por web

- Me gusta tu oferta - remarco la última palabra y, tras una pausa, añado - probare ese lugar que me recomiendas- 

Meto la mano en el bolso buscando el dinero para ir calculando aproximadamente lo que me va a pedir. 

Mis ojos reflejaron algo de pánico, de miedo ante la incertidumbre y el repentino cambio de planes. Pero Apollo tenia toda la razón del mundo y no quedaba sino buscar el mejor momento posible y eso era ya.

Me froté mis cansados ojos. Apenas había dormitado unas tres horas aparte de una leve cabezadilla en la furgoneta. Pero podría ser suficiente. No sabía cuanto tiempo estaríamos ahí dentro, pero no debía ser demasiado.

Bien, hora de diseñar el plan. ¿qué material tenemos?

Dije intentando aparentar serenidad. Pero por dentro estaba muy muy nerviosa.

El no haber conseguido nada de información le incrdiaba un poco, pero en el fondo no le importaba haberles hecho sufrir un poco al mencionar el último partido de las cinco naciones, aún sonreía al recordar las caras de desagrado, pero ahora se tenía que poner a otra cosa y más aún considerando el cambio de plantes.

Tal y como hablamos yo tengo un plan de huida, pego no se me ocuge como vamos a entgag, mondie!! y no tenemos tiempo, espego que se nos pase algo pog la cabeza...

Tras esto tomo un sorvo de vino que a punto estuvo de volver a escupir en la copa, como podían hacer algo tan asqueroso, ahora entendía porque muchos paises mezclaban agua, gaseosa o refrescos con sus vinos.

Ya, pero... no me estás diciendo nada del material ¿qué embarcación tenemos, una zodiac o algo así? ¿y sabremos controlarla bajo esta tormenta?

Hay un muro de 4m. que rodea todo el complejo salvo el lado del alcantilado. ¿Tenemos cuerdas? También hay cámaras. El plan ya lo habíamos hablado, podré iros colando deteniendo el tiempo sin que las paralizadas cámaras lleguen a captar nuestras imágenes. Creo que es mejor opción eso a que Breo intente ofrecer un concierto gratis a la plantilla de seguridad. Entrar no debería ser tan difícil.

Jugueteo girando mis anillos para calmar mis nervios mientras miro constántemente hacia la puerta esperando que Breo vuelva. Debería estar aquí diseñando los planes de entrada. El parecía siempre seguro de lo que hacía. Su seguridad era incluso contagiosa. Le necesitaba aquí y no me parecía bien que se fuera a dar paseos dejándonos tirados cuando estábamos a punto de salir a jugarnos el cuello.

El joven líder de la misión se pone en pie, os mira solemne y luego empieza a hablar, de manera clara pero mesurada.

Bien, tenemos un plan de fuga. Lo cual es un punto muy bueno, sobre todo, porque si se activa la alarma por algún motivo, no tendremos mucho tiempo para actuar. Y el único frente que podemos usar, aunque sea casi un suicidio, es el mar.

En cuanto a cómo entrar, supongo que cuando lleguemos al lugar, decidiremos qué podemos hacer. Supongo que algo sencillo y efectivo será lo mejor. Con la que se supone que va a caer, es más que probable, que no vean más allá de un par de metros a través de las cámaras de video.

Sea como sea, tenemos que colarnos dentro hoy mismo, que es cuando aun podemos acercarnos con el vehículo terrestre.
En cuanto al equipo tenemos lo que necesitamos. Lo demás, como siempre, tendremos que resolverlo en el momento.

Dicho esto, es hora de ponerse en marcha.

Justo se va a empezar a mover, cuando nota que falta Plectrum. Tuerce el gesto, y luego os comenta.

Que alguno le dé un toque al móvil, para decirle que es lo que pasa, y que valla directo para el hotel. Puede que haya conseguido información, no podemos irnos sin él.

Tras estas últimas palabras, recoge su abrió, y se dirige a la barra sorteando gente, paga lo que se debe, y os espera en la puerta.

Cuando salís todos, echáis un vistazo en los alrededores. A pesar del frio, aun hay gente que se atreve a quedarse en la calle fumando y charlando. Pero en las cercanías no veis a vuestro compañero. Así que camináis hacia el hotel para cargar recoger el vehículo y poneros en marcha.

Aún disgustado con el vino y la falta de éxito al no haber sacado información, estaba un poco pensativo, no se le ocurría como entrar y aunque fuera verdad que con el temporal tendrían problemas para la navegación no le terminaba de preocupar, y así se lo hizo saber a la chiquilla mientras se montaban en la furgona camino del hotel...

Tganquila Lilith, yo me ocupagé de la escapada, solo tendgás que descolgagte unos veinte metgos por el acantilado y luego una tigolina hasta el bagco, es más he pedido tgajes de neopgeno paga todos lo cual nos vendgá genial con este fgío...

Perfecto, ¿dónde fue Breo?

Estaba deseando que todo terminara cuanto antes. Quería irme de esta tierra y quería estar en mi pais, con mi familia o con mis amigos. Jamás pensé que les echaría tanto de menos. Y heme aquí con un grupo de desconocidos jugándonos la vida para una fundación de la que jamás había oido hablar hasta hace unos meses...

Cuando antes comencemos, antes acabaremos, pensé. No tenía mas sentido seguir prolongando esta espera. Me recordaba a la tensión que tenía en la sala de espera de la consulta del dentista. Odiaba esos momentos...

Saqué un móvil del bolsillo y marqué el número del músico.  Era hora de salir y no debía hacernos esperar. Ójala viniera con algo de información útil.

Cuando me indica de manera sutil por cuanto me saldrá el probar esas pastillas que según el son la ostia, saco el dinero con discreción y se lo paso esperando que me pase la mercancía al mismo tiempo. En otras circunstancias debería confiar en que quien me vende no miente, ahora se si esta pensando en engañarme o no. 

- Pues muchas gracias tío. Que tengas buena noche - 

Digo una vez finalizamos la transacción y me alejo por donde he venido, hacia el bar donde deje a mis compañeros, cuando recibo el mensaje en el móvil. 

El móvil suena en uno de mis bolsillos con el sonido que tengo asignado para los mensajes. Como no estoy haciendo nada mas que caminar de vuelta al bar saco mi teléfono y leo el mensaje. Parece que se han dado por vencidos o han conseguido la información que queríamos. Escribo. 

"Estaba volviendo hacia el bar ¿me esperáis, me recogéis o voy andando?"

Doy a enviar y guardo el teléfono, aunque casi hubiera sido mejor haberles llamado... 

No pierdo el tiempo y, una vez ya me he alejado bastante del camello, me resguardo lo que puedo de la vista de la gente para prepararme un porro. 

¿de qué va? ¿no me contesta al teléfono???????

De repente, mientras te subes al coche, notas como tu bolsillo vibra. Es un mensaje de Plectrum.

"Estaba volviendo hacia el bar ¿me esperáis, me recogéis o voy andando?"

Esta claro que aun no se ha enterado de lo que esta pasando. Ahora te toca responder, o llamar. Lo que te sea mas comodo. 

Pero el coche esta en marcha, hacia las salida del pueblo. 

El vehículo ya está en movimiento con vosotros dentro, y Plectrum sigue perdido, pero como si el destino llamara a su puerta. O quizás fuera el tiempo, Lilith saca su móvil y tuerce el gesto.

Es la hora de la acción, y aun falta un componente del equipo. Lo que si es seguro, es que el tiempo empeora por momentos.

Es Plectrum. Venía hacia el bar, pero podemos recogerle en algún sitio. Esperad...

Y seguidamente le telefoneo para que nos de su posición para poder recogerle.

El teléfono de Breo resuena en la noche y en la pantalla aparece un número de teléfono con un prefijo de alguna compañía registrada en Italia.

¿Breo?

...

Soy Sharon.

...

Claro que estoy bien, verás, todo se ha precipitado por la tormenta. Aprovecharemos la pésima luz para infiltrarnos desde ya. Estamos de camino, en la furgoneta, ¿necesitas algo del hotel o podemos recogerte en algún sitio para ir directamente? Sea comos sea no podemos esperar mucho. ¿Dónde estás?

Cojo el teléfono.

- Dime -

...

- ¿Pasa algo? ¿estas bien? -

...

- No, no necesito nada. Siempre estoy preparado para salir a escena. - río - A ver como te guío... - miro a los lados y empiezo a dar indicaciones hacia algún punto de cierta relevancia que este cerca de mi posición. 

Tan pronto como Lilith recibe las indicaciones, las transmite, y la furgoneta recorre las calles con soltura hasta llegar a un cruce de calles en las que Plectrum espera pacientemente.

Una vez en el coche notáis como las calles se vacían rápidamente. La gente ha empezado a recibir la noticia, y en cuestión de segundo empieza a nevar.

La carretera hasta el complejo es dura, hay que hacerla con mucho cuidado. Mientras tanto, os repartís el material de las bolsas que hay en el maletero.

Trajes especiales, arneses, cuerdas, armas, equipo. Todo queda distribuido. Poco a poco vuestra misión se va acercando a vosotros.

Fatboy aparca cerca de la instalación. No os preocupa que encuentren el coche, porque todo el mundo lo relaciona con un grupo de campistas. Así que os bajáis de allí.

Aun forrados con vuestras ropas y abrigos, sentís el mordisco del frio en las partes de vuestra piel que están en contacto con los elementos.

La nieve cae con fuerza, y el ruido del viento hace difícil que os escuchéis. Apollo, que parece mejor preparado para resistir la nieve, hace que le brille una mano, y os pregunta por última vez si estáis listos.

Así, que se gira y emprende la caminata de los últimos metros hasta el complejo. A pesar de no estar lejos, la caminata es dura. Hay que levantar bien alto la rodillas, porque la nieve cubre muy rápidamente todo a vuestro alrededor.

Las rachas de viento, de vez en cuando os hacen temblar y están a punto de tiraros al suelo. Pero finalmente llegáis a vuestro destino. Siempre usando la mano de Apollo como punto de referencia.

El muro del complejo aparece ante vosotros casi de repente. Sin que nadie supiera que estaba allí. Ahora toca sortearlo. Y entrar en el complejo.

Durante el viaje hasta el complejo me asaltó una duda:

Perdonad que sea tan insegura, quizás son los nervios, pero hay algo que no me cuadra. El problema no es que no encuentren hoy el coche, sino que lo encuentren mañana o pasado. Veamos, una furgoneta con matrícula francesa de un grupo de campistas abandonada y aparcada cerca de un laboratorio en el que se trabaja con material ultrasecreto... ¿a vosotros no os haría sospechar?

¿Podrá venir alguien de la organización a retirar el vehículo cuando pase la tormenta?.

Inspeccioné los trajes especiales y el equipo que nos habían asignado. Armas, cuerdas, ...Nada podía salir mal pero aún así estaba nerviosa. La misma sensación que cuando me cruzaba con algún palestino en actitud  sospechosa en las calles de Tel Aviv, la misma sensación que cuando hace casi una década bombardearon con morteros caseros nuestro kibbutz, la misma sensación que aquella fatídica noche en el madrileño barrio de La Latina donde vi por vez primera el cadavérico rostro de la muerte a escasos centímetros del mío... solo que ahora creía estar preparada. Ahora estaba entrenada y sabía lo que tenía que hacer para sobrevivir, aunque de saberlo a poderhacerlo hay un trecho. Miré a Fatboy resoplando por el esfuerzo mientras avanzaba incómodo por la nieve. Mañana tendría unos horribles dolores musculares. Y yo no me sentía mucho mejor.

Fijé la vista en el complejo y en el muro que no tardaríamos en tener que trepar, y busqué con la mirada la existencia de cámaras, las mismas que el día anterior habíamos descartado que apuntaran hacia el perímetro exterior. ¿Que mas podrían tener que nos hubiera pasado desapercibido? ¿Sensores infrarojos de movimiento? Mi cerebro comenzó a recordfar punto por punto todo lo que leimos en el dossier que a priori estaba perfectamente actualizado.

Si no lo veis claro detendré el tiempo y haré de avanzadilla. Las cámaras están ciegas ante mis facultades

dije intentando hacerme huir entre el infernal rugido de la tormenta.

Imagino que las huellas en la nieve no tardarán en ser cubiertas por la tormenta. Lo peor que nos podría pasar es que cesara de nevar.

Estaba jadeando por el esfuerzo. Estaba flaqueando en el momento mas inoportuno. Quizás no estaba tan preparada como creia y tuve miedo. Estaba a punto de bloquearme.

Finalmente habían recojido a Plectorum, le preocupaba la forma de actuar del chico, había desaparecido en un momento crítico y parecía que no le importaba en lo más mínimo, no entendía, pero ahora daba igual, ya estaban todos. Un poco más silencioso que de costumbre se puso el traje de neopreno y el resto de los ropajes encima, volvía a repasar el plan de escape, todo bajo control, pero seguía dandole miedo como entrar...

Seguía a sus compañeros por la nieve con el equipo preparado, pero andar por allí era terríble y se estaba empezando a cansar de sobremanera, además parecía que el neopreno no le estaba ayudando en nada...

A pesar del frio, y del cansancio que supone para ti moverte entre la nieve, tu mente aun funciona.

Cuando llegáis hasta el muro, que se enfrenta a vosotros, y Lilith empieza a hablar, ves claramente como además de que las cámaras enfoquen dentro, es imposible que vean nada más allá de una docena de metros.

La climatología lo hace virtualmente imposible. Puede que no sea la mejor cortina del mundo, pero al menos, os dará un margen de maniobra una vez saltado el muro, que difícilmente podíais tener de otra manera.

Me subo a la furgoneta y me acomodo con bastante despreocupación, evitando de manera poco intencionada las miradas de posible reproche para llevar la mía hacia el exterior. Sabia lo que tenia entre manos y no veía el momento...

- Pero si en el laboratorio no echan nada en falta... - claro que todo eso dependía de lo bien que se nos diera a nosotros nuestra parte del trabajo. 

El viaje se me hizo bastante largo, y según llegamos el grupo empieza a repartir el equipo para la misión. Estudio con detalle cada objeto que me dan. No tenia ni idea de lo que habían conseguido y me esperaba algún bolígrafo láser, un mechero explosivo o algún otro objeto de película de espías, así que tendrían que explicarme como funcionaba cualquiera de esos utensilios. Aunque la ilusión se desvanece como un sueño al llegar la mañana...

Empezamos a avanzar de manera costosa sobre la nieve que ya ha alcanzado una altura considerable y, casi sin darnos cuenta, llegamos al muro que yo ya conocía. Eche un vistazo en busca de cámaras, como comprobación, y mire el estado de mis compañeros. Me acerco a Lilith poniendo una mano en su hombro para que sepa que la apoyo y respaldo, aunque desvío un dedo para tocar su cuello, concentrándome. 

Finalmente miro hacia atrás. No hemos caminado mucho pero ya notaba el cansancio...