Partida Rol por web

Alan se levanta del estado casi catatónico al que recientemente había caído, y sin fijarse choca con el cuerpo de Gabriel quien había ingresado recientemente al recinto.

Aquel asesino desapareció por completo.

 Entré en el establecimiento confuso, sin saber lo que pasaba y la razón por la que estaba aquí. Miraba alrededor, sin acabar de recordar si había estado antes en este lugar cuando de repente choqué con un tipo tatuado, al que miré, entre confuso y asustado...

Alan se sacude la cabeza e intenta recomponerse al instante. Aun con su katana en la mano, se aleja un paso hacia atrás y adopta una posición de guardia, con sus músculos tensos y preparado. Se percibe el gesto de pura ira que desprende su cara, y con voz firme y amenazante dice: Tienes 2 segundos para decirme, quien y QUÉ ostias eres, y qué cojones haces aquí.

 Retrocedo asustado ante la agresividad del hombre, mientras le respondo, muy nervioso y titubeante:

 - No... No lo sé...

!No me gusta esa respuesta!, ¿como que no lo sabes?, No estoy de humor para chorradas, asi que haz memoria,... 1 segundo...

Alan no quita ojo al individuo, y también mira de reojo hacia la calle.
 

 Doy varios pasos hacia atrás, con las palmas extendidas hacia adelante, sin perder de vista al lunático de la espada, dispuesto a salir por donde he venido:

 - Oiga, no sé cual es su problema, no he venido buscando problemas... Yo no... No busco pelea. Me iré por donde he venido y cada uno por su lado...

 Puede que yo no estuviera en plenas facultades ahora mismo, pero estaba claro que este tipo estaba mentalmente desequilibrado...

Si miras a tu alrededor (referiéndose a los cadáveres que cubren el pub), entenderás porqué estoy así. Y justo apareces tú el segundo después de qué me hayan atacado,... desorientado.

Alan deja su pose amenazante, se relaja y repasa en su mente lo ocurrido. Tranquilo, no voy a hacerte daño, pero explicame eso de que no recuerdas quien eres. Alan le mira curioso y dime qué es lo último que recuerdas

 Confuso, traté de recordar, mientras miraba a mi alrededor, dándome cuenta por vez primera de los cadáveres de mi alrededor:

 - Yo... Solo recuerdo despertar en un cementerio... No recuerdo como llegué ahí ni quien soy... ¿Tú mataste a todas esas personas?.

 Cada vez estaba más asustada, además de confuso, ¿que me pasaba?. ¿Por que no recordaba nada?. ¿Y quien era ese hombre y por qué había matado a esa gente?. ¿Me iba a matar a mi también?.

Yo no he matado a nadie, ésta gente son mis empleados. Y te he dicho que nos han atacado.

Alan le mira de arriba a abajo (tratando de averiguar algo del individuo por su aspecto,ropa,accesorios que pueda llevar...)

Y justo cuándo el agresor desaparece, apareces tu... Enseñame tus bolsillos, y dejame ver todo lo que llevas encima.

Mientras Alan con la mano libre coge su teléfono y hace una llamada

 Miro el interior de mis bolsillos... Y no hay nada...

 - Yo... No tengo nada...

 Luego miro como coge el teléfono y pregunto, curioso:

 - ¿A quien llama?.

Llamo al Sheriff, a ver si me puede ayudar aqui.

Así que esperaremos a que llegue

 Mientras esperamos, me acerco a uno de los muertos y, movido por la pena, acaricio su pelo, para luego tocar su chaqueta..

Al poco rato llega una patrulla con dos oficiales, quienes con armas en mano gritan:

- ¡Manos en la cabeza y tiren las armas! -

El sheriff hace acto de aparición poco después, pudiendo observar un par de cuerpos ensangrentados en la entrada, y otros cinco mas dentro del local, tres guardias, tres chicas y una limpiadora, todos con marcas de impactos de perdigones en su torso o en la espalda.

Ves a Alan tras la barra atendiendo cualquier cliente que se acercara, pero durante ese horario (18:00 hs) no había aun mucho movimiento, solo sus guardias, y unas pocas chicas se encontraban coqueteando o recorriendo el lugar para matar el tiempo.

Un cliente ingresa por puerta, llevaba un aspecto muy curioso, con un tapado no muy grueso de color gris muy oscuro, su cara completamente pintada de blanco, con una franja gruesa y rojiza que simulaba una gran sonrisa en un rostro mórbido con parpados pintados de negro.

Con una risa helada extrae una escopeta del saco que llevaba.

Y con esa carcajada infernal, comienza a descargar los cartuchos a cuanta persona estuviera cerca de el, sin piedad, sin asco, con la risa aun explotando a la par de el accionar de aquel arma y a pesar de los cartuchos gastados de las armas de tus guardas, el no caía con nada y solo continuaba apretando el gatillo sin dejar de reír y exclamando:

- ¡¡Lo siento...yo no quise matarte!! - cayeron chicas, guardias, empleados de limpieza y solo cuando mira a Alan dice tranquilamente - ¿por que tan serio? - y dispara un proyectil mas -

 Mientras la policía llegaba, yo tuve tiempo de acercarme a Alan y tocar con la punta de los dedos su espada, curioso, aunque todavía asustado:

 - ¿Y que haces con un arma como esa?. Podrías hacer daño a alguien.

 Entonces vienen en plan arriba las manos, cosa que hago, asustado, luego llega el sheriff y dejo que él y el dueño del local hablen, mientras me mantengo en segundo plano...