Partida Rol por web

Al oír la petición del invitado, David asiente con una sonrisa.

- ¿A usted no se le ofrece nada señor Frederic? -

No, gracias David. Por favor, guarda el abrigo del señor McCleod. Te avisaré cuando terminamos.

Luego de hablar con el mayordomo, me dirijo a una sala privada de reuniones, donde me siento e invito a Aidan a que haga lo mismo.

Muy bien, señor McCleod. Hasta donde hablamos, usted me había dicho que quería hacer una visita guiada con sus alumnos, ¿es así? Personalmente podría hacerles un tour por mi Museo, ya que conozco todas y cada una de las historias de las cosas que hay aquí. Aunque quizás usted esta interesado en algo más específico... Mejor si usted me cuenta lo que busca, y podemos arreglar algo.

Agradecí el gesto del mayordomo y le entregué mi abrigo, para luego acompañar a Frederic y tomar asiento en la sala de reuniones:

-"A decir verdad podrían venir los profesores con sus alumnos, yo soy el director de la escuela en cuestión, como toda escuela secundaria damos Historia, Biología, Física y Química, y creo que en un museo podrían ver mejores ejemplos de las cosas que se le están enseñando o aprender mucho más de los incursores en las materias, como Darwin, Da Vinci o Tesla. Ahora en cuánto a mi, soy un amante de las antiguedades, sobretodo de las que son rodeadas por mística e historias...si mal no pude observar su bastón tiene algunas runas inscriptas supongo que usted también es un aficionado a lo mismo, o me equivoco?"-

Lanzo una pequeña risa, y luego respondo:

En efecto, sí. Soy un total adicto a los libros, la historia y las cosas místicas. Y al tabaco, pero eso no es bueno... Jaja

Creo que ha venido al lugar perfecto, señor McCleod. Aquí en mi Museo tengo muchas cosas referentes a lo que usted dice. Principalmente Historia, Ciencias y, bueno... Algunas cosas que no sabría en qué categoría colocar, ¿me entiende? - digo con un aire enigmático.

Como verá, las ciencias duras no son mi fuerte, pero eso no quita que sepa algunas cosas. Hay muchos libros antiguos de ciencia. Matemática, Física y Química, principalmente, que se muestran en el Museo. Pertenecieron a verdaderos genios de esas áreas. Fueron extremadamente difíciles de conseguir, y siempre estoy dispuesto a aumentar mi colección de libros. Todavía estoy en busca del "Philosophiæ naturalis principia mathematica" de Newton, pero esos perros de Cambridge no lo quieren soltar - y lanzo una sonrisa más - Hoy, por ejemplo, he recibido un par de libros que aún no he terminado de leer... Y quizás los ponga en exhibición. - y sigo hablando sobre las cosas que tiene el Museo.

Luego de unos momentos de hablar y hablar, digo:

Disculpe si hablo mucho, pero es que cuando toco esos temas me es imposible dejar de hacerlo jaja... En fin, ¿le gustaría dar un paseo por mi Museo ahora mismo? Quizás pueda darles un "pantallazo" a sus alumnos de lo que se encontrarán si vienen aquí.

-"A decir verdad no me molesta en lo absoluto, me encanta escucharlo, yo soy un fanático de lo oculto y misterioso y es sumamente agradable encontrar a alguien que comparte los mismos gustos, es algo bastante difícil aquí en Erebo al estar apartados del resto del mundo-dije riendo un poco- en cuanto a las ciencias tampoco soy un experto, aunque me recibí en medicina, fuera de ese campo solo lo básico e interesante, por otro lado estaría en cuanto al recorrido, realmente estaría encantado"-

Pues... Sígame. Voy a tratar de no demorarlo mucho - y lanzo una sonrisa. Entonces, luego de que Aidan termine su capuccino, lo llevo a dar una vuelta por mi Museo. Le muestro todas las cosas que hay, con una breve explicación de cada una.

Puedes ver libros antiguos; animales extraños disecados; fotos de extravagancias; artefactos Egipcios y de otras civilizaciones antiguas; ropas que usaban los humanos en épocas pasadas; espadas, escudos y armaduras...

Luego del recorrido y de explicar las cosas que se ven, pregunto:

¿Qué le parece? ¿Usted cree que a los niños les interesará venir aquí?

Tras terminar el café me levante y seguí a Frederic contemplando todas las cosas que había en el museo, con ojos atentos, sobretodo en los atuendos de épocas antiguas y en la espadas, en donde me detuve un momento a observar algunas de ellas.

-"Tiene usted piezas maravillosas señor Hessler, a decir verdad creo que esto podría motivar mucho a los alumnos aunque a decir verdad creo que yo lo estoy disfrutando más- reí un poco y me acomode un mechón de pelo- me gustaría poder concertar excursiones periódicamente, cada algunos meses de distintas clases, pagaría por cada alumno el dinero no es un problema"-

Supongo que podemos arreglar eso. Me parece perfecto. ¿Qué tal si usted me llama, más o menos, una semana antes de venir con los alumnos así yo preparo todo para ellos? De esa forma estaremos listos aquí para darles todo lo que quieren. - le respondo a Aidan.

Con respecto al dinero, bueno... Para mí tampoco es un problema. Así que, en evidencia de que ambos queremos lo mejor para los alumnos, le haré un descuento del 50% en el total de las entradas. Es decir, cada alumno sólo pagará $2.50... Aunque, ¿sabe qué? Hagamos un número redondo: $2 por alumno. - digo, ya en tono de negocios - Los profesores sí tendrían que pagar los $5

Luego del recorrido, volvemos a la sala de reuniones. Me siento y le digo a Aidan:

Ahora, señor McCleod... ¿Podríamos hablar de algo más... Interesante para los dos? - y lo miro fijamente - Según me dijo, usted es amante de la historia oculta, las antigüedades las cosas extrañas... Yo quisiera preguntarle: ¿Tiene usted algún item que esté interesado en venderme? Como verá, soy coleccionista... Y básicamente me obligo a mi mismo a preguntarle eso a cada persona que podría venderme algo que me interese. Si usted tiene algo que quisiera venderme o, por lo menos, dejarme verlo, por favor no dude en llamarme.

-"Me parece perfecto- dije estrechando la mano en señal de cerrar el trato, al volver a la sala de reuniones tome asiento nuevamente y escuche a Frederic, como esperaba el también era un coleccionista, lo cual era obvio siendo el dueño del museo- a decir verdad tengo algunas cosas en mi casa, lo que pude traer de mi Irlanda natal, que es la mayoría de ellas-me cruce de piernas y seguí explicando-  tengo algunas cosas que hay llamado mi atención pero sinceramente de muchas de ella desconozco su origen o significado, simplemente me han maravillado de una forma especial y decidí adquirirlas y coleccionarlas, hay jarrones, espadas, algunas calaveras, brazos, distintas gemas, pergaminos y algunas cosas más que bien pueden ser adornos de la época o quizás sean algo más, pero lamentablemente no soy un experto en la materia por más que me apasione"- dije con un poco de congoja.

Pues... Si le parece bien, podría traerme sus cosas y yo podría hecharles un ojo. Siempre me interesa conocer nuevas cosas y... Bueno, comprarlas si es posible. - y lanzo un sonrisa.

Luego de la charla y cuando terminamos los negocios acompaño a Aidan hasta la puerta, si es que no hay nada más que hablar, por supuesto.

Entonces, ya sabe. Llámeme con unos días de anticipación cuando piense venir con sus alumnos. Estaremos aquí esperando, no se preocupe. Gracias por venir y hacer negocios. - y le estrecho la mano.

Llegan hasta la puerta y en el linde de la entrada, se podía observar una enorme masa oscura y aborreciblemente palpitable, dicha masa estaba compuesta por unas lineas lóbregas y diminutas, de hecho eran gusanos de hielo.

Únicas criaturas de este tipo conocidas en el mundo entero, ahí reunidas como si de un cuerpo se trataran, enmarañadas en cantidades tales que podrían resultar vomitivas para una persona de baja resistencia estomacal.

-"Que es eso?"- dije evidentemente sorprendido, fruncí el ceño pues no era nada agradable de ver, mire a Frederic, confundido para luego volver la vista hacía los gusanos, como habían llegado allí? Y más importante, como nos deshaciamos de ellos?"-

Pues... No tengo idea. - entonces me giro y llamo a mi mayordomo.

David! ¿Puedes venir un momento? Hay algo que quiero que veas. - y espero hasta que venga.

Cuando llega, le señalo los gusanos y pregunto: ¿Qué es esto?

El mayordomo llega y con un gesto de sorpresa abre la boca y se lleva la mano para taparla.

- ¡Dios mío! Son gusanos de hielo señor, pero no suelen amontonarse en esta cantidad, llamare a un exterminador, aunque bueno...no conozco a ninguno que trabaje por aquí ya que nuestras pestes son los osos polares o cosas así, veré que hago, por el momento creo que deberán aguardar adentro, a no ser que deseen arriesgarse y tratar de pasar encima -