Partida Rol por web

21 de Marzo del 3056, CarstonTown City
Planeta Whittington, Condado de Virginia. Mancomunidad Federada

Bladimir Sovski caminaba bajo la lluvia amparándose en los soportales de los grandes edificios de la ciudad. No quería llegar tarde a la cita, había demasiado en juego como para arriesgarse a perder a los tipos que, según su contacto, parecían interesados en el trabajo. Tenía que ganarse su confianza y todos saben que los Mechwarriors no son fácilmente impresionables.

Bladimir alzó la cabeza hacia el letrero de donde refulgían las letras con una luz estroboscópica. En el letrero se podía leer "Underwrench - Disco Pub".
Bladimir se bajó el cuello de la cazadora de cuero dejándola en el guardaropa. Con una sonrisa la chica le tendió una ficha con un número.

Bajó las escaleras atravesando los cuerpos jóvenes que bailaban en pista hasta llegar a la zona de los reservados. El número cuatro estaba reservado, el camarero que servía le preguntó y Bladimir le respondió unas pocas palabras. 
El cartel holográfico de reservado se esfumó y Bladimir se sentó de cara a la pista de baile.

-Ahora solo queda esperar.- Dijo sin que nadie pudiera oirle. El camarero le trajo un Bourbon con hielo y paladeó su sabor.

Un mechwarrior, con un chaleco extraño, pero no el habitual de piloto de esas máquinas infernales llega al reservado y pregunta mientras se sienta: - ¿Señor Sovsky? Traía dos jarras de Timbiki negra, con el cristal moteado por lo frío del contenido y pone un par de posa-vasos antes.

Rakhir había estado vigilando la entrada y el reservado desde la barra ya largo rato. Al ver que la percha donde quedaba la prenda de abrigo del hombre, era la número 4, no lo dudó y pidió un par de refrescantes bebidas usuales entre "los de su especie". Ya con su premio en la mano, allí que fue.

- Empiece. pareció ordenarle. Portaba los galones de un Capitán de Mechs lirano. En concreto un Hauptman. Su voz parecía acostumbrada a dar órdenes, y se acomodó de lado, con una jarra en la mano, y con la otra, sobre el respaldo de los sofás que rodeaban a la pequeña mesita del reservado.

Entro en el local, echando un vistazo a la gente allí concurrida... Busco el reservado número 4, y me acerco a la barra a pedir un vino... Tras darle un sorbo, paladeo su sabor metálico de vino barato y pienso: Esto es lo máximo que me puedo permitir, así que... Y echo a andar hacia el reservado.

Cuando entro y me quito la gabardina, podéis observar a un tipo rubio bastante normal, ni demasiado alto, ni demasiado ancho, de ojos claros y mirada nerviosa.

- Hola a todos... Me han dicho que buscan gente para un "encargo" y aquí me tienes...

El hombre sonríe cómodamente mientras te ve los galones de capitán.

-A su salud Hauptman.- Levantó el vaso de Bourbon a modo de brindis.

Un minuto después aparece otro hombre en el reservado para el encargo. Bladimir levanta el vaso de nuevo a modo de saludo, bebe un sorbo y vuelve a depositarlo en la mesa.

-Faltan dos mas. Esperémosles un poco.-

<<Dos de cuatro, quizás ya sea el momento de entrar, parece que no va a haber problemas>> Pienso mientras recojo mi bebida y me acerco al reservado.

Al moverme entre la multitud de bailarines, me encuentro incómodo y se nota. Este local no es mi sitio, lo sé y no me importa demostrarlo.

—Buenas —saludo, tenso como una cuerda de guitarra. —Siento el retraso, pero no me encuentro cómodo entre tanta gente.

Sin esperar respuesta, me siento en el primer lugar que haya libre y adopto una postura descuidada, completamente acorde a la vestimenta que llevo. Soy un mechwarrior de la frontera y no quiero ocultarlo.

—Soy todo oídos.

El viaje a Whittington costó diez mil billetes. El alquiler de cuatro días del mech, doscientos. El mantenimiento que ha tenido que hacerle, quinientos. La habitación de su hotelucho vale veinte billetes. A ese ritmo de gastos, Morton Radetzky estará arruinado en treintaiseís horas, según sus cálculos. A menos que encuentre trabajo antes.

Entra en el local tranquilamente y busca en la mesa al tipo que le ha llamado.

- Señores, buenas noches.Estoy buscando a Bladimir Sobski.

-Creo que ya estamos todos.- Dice con media sonrisa mientras pulsa el botón de llamada del camarero. -Mientras no sea un cóctel especialmente difícil de conseguir, os servirá lo que queráis.-

Momentos después aparece el camarero para tomaros nota. 

-No os cortéis, la vida es demasiado corta a veces como para no disfrutarla.-

—Lo mismo que tú... Muchas gracias —digo señalando el vaso de bourbon, mientras agradezco la invitación de Bladimir.

Entonces saco un paquete de cigarrillos y miro a mi alrededor en busca de alguna señal que me indique si puedo fumar o me voy meter en un lío antes de conseguir el contrato, cosa que no me interesa en absoluto.

Saca para mí la mejor botella de vino que tengas escondida... - Digo con media sonrisa...

Tras pedir vuestras respectivas bebidas, Bladimir asiente y el camarero se marcha.

-Creo que ya es hora de hablar de negocios.- Dice dejando el bourbon encima de la mesa. -He contactado con ustedes por que son de los mejores Mechwarriors de la ciudad y necesito a diestros pilotos. Una unidad, una lanza. Pero antes deben saber que solo les hablaré de una parte del trabajo, por si no se adecuara a sus expectativas y decidieran dejarnos. Compréndanlo, podríamos comprometer a los compañeros que si decidan ganar reputación, prestigio y una buena suma de dinero alquilando su pericia y su Battlemech.- 

Bladimir bebe un sorbo de su bebida mientras deja que la idea general cale bien hondo. No está dispuesto a dejar que su trabajo se estropee por hablar más de la cuenta, ni a comprometer al resto de Mechwarriors que decidan aceptar. Parece que la profesionalidad de Bladimir es tan patente como ilegal el trabajo a realizar. 
El camarero deposita las bebidas pedidas y se marcha. Bladimir vuelve a tomar la palabra.

-Mañana sería el gran día. El trasporte de su Battlemech correría por mi cuenta al igual que su alojamiento esta noche. Es un trabajo de incursión, poca vigilancia de mechs y vehículos. El pago se efectuará a cada uno al terminar la misión. 55.000 con billetes C y en mano. Más que de sobra para cubrir el poco blindaje que os quiten y suplir la munición gastada. ¿Qué me dicen?.-

Morton hace un gesto al camarero de que no quiere nada. Está concentrado en lo que dice Bladimir.

- Quisiera saber si el objetivo es sólo destrucción o hay otros fines.

-Las dos cosas.- Dijo tranquilamente. -Destrucción y luego protección.- Bladimir siguió mirando su vaso mientras le daba vueltas. -Digamos que cuanto antes acabéis vuestro trabajo, antes acabaremos el nuestro.-

Yo creo, amigo, que la municion y el p o c o (lo digo lentamente dejando patente que creo que no va a ser un paseo de misión) blindaje que nos quiten, vale más que eso. No creo que hayas encontrado a personas más cualificadas que nosotros, así que me gustaría saber, para no andar con rodeos, hasta dónde puedes llegar...

Con la invitación señaló las cervezas que había traído consigo.

El Hauptman estaba analizado pros y contras, y había estado a puntito de saltar, y ofrecerse, por la desesperación económica que sufría en estos momentos, pero ... si de verdad eran lo mejor que había podido encontrar, es que andaba muy desesperado. Sabía que sus habilidades, sólo estaban un poco por encima de la media, a pesar de su buena puntería, ya que hay veces que su amada máquina, se le resistía.

- Me parece señor, que va a tener que comentarnos algo más sobre esta misión. Y alzó su jarra en un leve y desganado brindis, mientras la otra, goteaba la condensación sobre el posavasos que le hacía de cimientos.

No era poco dinero, pero los gastos podrían dispararse, si tenían que llegar a reparaciones. Y si no quería contar más, tendría que pujar mucho más alto, por una confianza que aún se había ganado ante nuestros ojos.

- No me entablo en una batalla con poca información del enemigo, y menos aún con poco dinero de por medio. Dio un leve sorbo. Y menos sin no tengo un respaldo posterior que me apoye,...como por ejemplo toda la munición y reparaciones que nuestras máquinas requieran. Repitió el brindis desidioso que había ofrecido un momento antes, para confirmar lo que había expuesto.

Su mente empezaba a hacer números.  - ... 10.000 por tonelada de blindaje .... 12.000 por cada una de munición , de media ... 35.000 por tonelada de equipo especial ... pufff que justito. Todo por una cena y una cama ... que no está caliente. Y claro, además, el rescate, si lo hay, será para ellos, ya que es un ataque y exfiliación. Parece un golpe de mano, para distraer o para ... rescatar a alguien.

¿Dónde nos estamos metiendo?

-Señor Maximilian,- dijo sin tono amenazador. -Puedo llegar hasta donde llega mi presupuesto y esa cifra no excede de 65.000. Ahora bien, como comprenderá Hauptman, ya no está en el ejército. No sabrán nada más de la misión y creame cuando le digo que soy el primer interesado en que no caigan en una trampa o que las fuerzas hostiles sean superiores. Por que si lo hacen, seré al primero al que buscarán cuando les saquen la información.- 

—En eso tiene razón, señor Sovski. No dude que si es una trampa y no cobramos, mi lealtad se irá con su dinero y mi lengua la venderé a la mejor oferta. Aunque si cobramos... —Le digo mirándole a los ojos en busca de cualquier pequeño gesto que le delate —Si cobramos, jamás nadie sabrá nada de lo que ocurra, por mi parte.

Le gustó la sinceridad de el del pitillo. Tanto, que lo empezó a considerar poco discreto. De todas maneras no pensaba que el interlocutor se refiriera a nosotros, sino a los "atacados".

"- Un buen jefe tiene que conocer a sus "chicos". -"

Ese precio le cuadraba mucho más para un golpe de mano. De todas maneras ... quería más información. La verdad es que estaban contra la espada y la pared, y aceptar era lo lógico, pero ... como mínimo negociar un poco. Por orgullo personal estaban obligado a ello. Y si no, por el mero interés. Por intentar conseguir siempre lo mejor.

- O sea, 260.000.- más los gastos que causemos, que no creo que lleguen a totalizar 1000.- más. ¿Qué puede valer más de 262.000.- créditos y no querer que se sepa?¿La vida de alguien?

- Vale, por ahora, me interesa, pero me da la sensación que esto solo es un principio y tiene algo preparado para nosotros  tras ese primer "asalto". Había tomado la voz de esa palabra como un combate de boxeo, no como un ataque, sino como parte de una serie de contiendas que totalizarán una campaña más prolongada. O por lo menos es lo que le daba en la nariz. - Nos va a tener que explicar bastante más que es fácil y el precio.

Después de oír el nuevo precio ofertado, sonrío y le dedico un brindis al aire.

Mientras disfruto del vino me mantengo atento a la conversación para ver por dónde van los derroteros.

Bladimir lanza una carcajada al aire sosteniendo el bourbon sin derramar nada. -Nunca he dicho que fuera fácil el trabajo señor Lortmark. Sobre todo cuando se trata de Battlemechs. -Bladimis Sovski agitó el Bourbon y le dedicó un trago. 

-Solamente hay poca vigilancia de mechs y vehículos hasta donde nuestras fuentes llegan. Serían unos necios si no estuvieran preparados para un imprevisto, pero ese el precio de un guerrero. Sesenta y cinco mil.- Dejó el vaso con poco del líquido ambarino sobre la mesa y se levantó. -El señor Lortmark, Enderleich y Maximilian están dispuestos, Solo queda usted por decidir señor Radetzky, ¿viene o se queda?.- 

- Disculpe si me excedo preguntando, pero quisiera saber si habrá derechos sobre el material capturado.