Partida Rol por web

Aquello sí que pilló por sorpresa a Caín, que quedó un instante en silencio preguntándose si su escepticismo no sería una falta de Fe. Él no era un hombre de la Eclesiarquía, ello le alejaba de los conocimientos teológicos. Aunque también podría ser que "San Drusus" fuera un ente malvado, un demonio, que hubiera estado susurrando a Aristarchus y le hubiera engañado; también habría irrumpido en la mente de Skae; y en la de Severus, Lamarck, todos los miembros de Desesperanza....

Caín trató de recordar su infancia, su educación religiosa, en busca de otras situaciones similares. Al no hallar respuesta a sus dudas, sus conocimientos sobre el culto del Emperador eran muy vagos, se giró hacia el más sabio en el tema.

Albrek, ¿qué registros hay de auténticos creyentes que han hablado, y además visto, a santos imperiales?

Hay registros de ese tipo de gente pero nunca o casi nunca ha sido verdad. Los santos imperiales son canonizados por su servicio, fe y devoción más que porque hagan milagros y se aparezcan a la gente.

San Drusus fue el conquistador, cuando era el general de los ejércitos de la guarida imperial en el Sector Calixis. "Liberó" decenas de mundos de la ignorancia en la que vivían, de los alienígenas y los demonios.

Levanto la mirada del diario, observando a Caín mientras entrecierro los ojos negando con la cabeza

Hay registros de ese tipo de gente pero nunca o casi nunca han sido verdad. Los santos imperiales son canonizados por su servicio, fe y devoción más que porque hagan milagros y se aparezcan a la gente.

San Drusus fue el conquistador, cuando era el general de los ejércitos de la guarida imperial en el Sector Calixis. "Liberó" decenas de mundos de la ignorancia en la que vivían, de los alienígenas y los demonios.

De esta forma, dudo mucho que fuera él quien se le apareciera ya que, como digo, era un general al que se le santificó más por sus acciones que por milagro alguno, aunque algunos piensan que sí que fue un milagro digo sonriendo ante este último comentario.

Entonces debemos detener a Aristarchus, ha sido engañado o corrompido, debe ser debidamente interrogado, hemos de encontrar un medio de retenerle. -No habría vainas de éxtasis en ese mundo atrasado- Zaddion, -el asesino dirigió su atención al psíquico del grupo- ¿Aristarchus será capaz de usar su poder estando atado y amordazado?

Hasta donde tú sabes eso no va a servir de nada y menos si es un psíquico poderoso.

Escucho con atención la lectura del diario.

Yo lo flipo... Tenemos por inquisidor a un zumbado. Y con aires de grandeza. ¿Pero dónde nos hemos metido?

Después niego con la cabeza ante la pregunta de Caín.

No hay nada parecido que podamos hacer. Dudo mucho que a mi me consiguieseis impedir usar mis poderes psíquicos, por lo que a un vidente de poder, aún menos. Solo sería nuestra perdición. Ni intentarlo.

Ya que no está aquí, me imagino que estará en la catedral preparándose para esta locura. Me paraece que lo mejor es que vayamos allí. Y... preparaos para cualquier cosa. Me parece que hoy no va a ser un día agradable...

Cuando llegáis al pie de la escalera de la catedral halláis los cadáveres del hermano Severus y otros tres novicios. A todos ellos les han arrancado los ojos. A media subida está el hermano Lamark, herido de muerte con una mano apretada fuertemente alrededor de su águila imperial y la otra aferrada a su baqueteado rifle láser. 

Logra articular unas palabras pero su voz es tan solo una sombra de lo que fue:

- Amigos míos, me alegro de haber...aguantado...hasta vuestra llegada...Sabía que no nos abandonaríais...sagrado juramento...inquis...llevar luz a la os...oscuridad. Tenía fe. Debéis salvarlos...salvad a mi pobre rebaño...oí que los llevaba a la catedral...que esperaba...esperaba ser liberado y alimentarse...no...no es demasiado tarde...

Dicho esto pierde la consciencia.

Caín reaccionó rápidamente. Materializó en sus manos el rifle de caza, estaba como lo había empuñado durante todo el día. Aunque no tenía muy claro de a quién (o qué) se enfrentaban consideraría que había un elevado número de enemigos.

Zaddion -empezó- haz lo que puedas para salvar la vida del padre Lamarck, es el único espíritu puro de este sitio. Atellus, tú y yo vamos a entrar los primeros -Caín confiaba en poder contener a cualquier hereje con su potencia de fuego conjunta-. ¿Recuerdas el interior de la catedral? Iremos a la izquierda. Después entrarán Cristoph y Rabalias, ellos se situarán a la derecha. -Así tendrían un fuego cruzado sobre el enemigo- Avanzaremos progresivamente, armas a mano. Zaddion y Albrek cubrirán la salida desde el interior, que nadie escape.

Finalmente decidió añadir.

No tenemos medios para apresar a todos los herejes. Tirad a matar.

Sin ojos...cuervos.

Miró al cielo, en busca de cuervos.

Miro al hermano Lamarck, ahi agonizante, y no puedo evitar sentirme...

¿Qué? ¿Triste? No conozco a este tipo. Aunque, si a alguien hay que ayudar en este planeta sería a él, que nos ayudó. Pobre infeliz...

Me concentro en la disformidad, tratando de obtener energía de ella. Algo pasa y tengo que apretar los dientes para no perder el control. Finalmente, parte de la energía se pierde, pero una poca se canaliza hacia el hermano Lamark y le quita el dolor más fuerte. Pero aún así, sigue inconsciente...

Después, cojo el rifle láser con las dos manos y me preparo para hacer mi trabajo.

Zaddion es derribado por manos invisibles que le zarandean, mientras aúllan fuertes vientos a más de 30 metros alrededor suya levantando piedras, plantas vuestras ropas, ... e intentando derribar a sus compañeros que no han tenido tiempo todavía de entrar en la Catedral.

El arbite se cae por las escaleras.

Rabalias se aferra a la puerta pero al final es derribado.

De repente, una tremenda ráfaga de aire golpea mi cuerpo. A principio, pongo el brazo doblado sobre mi cara, protegiéndome del fuerte viento pero, finalmente, me echa hacia atrás y hace que caiga de espaldas al suelo

Resuelto como estaba a entrar el asesino dio un paso cuando una ráfaga de aire lo golpeó,a l principio no notó nada pero después le falló una rodilla, y la otra, hasta quedar de rodillas con el cara pegada a la puerta de la Catedral Negra. ¿Qué estaba pasando?

Bruj...¡brujería!

El hermano Lamark se estabiliza lo justo para no morirse ahora mismo pero necesita atención médica en poco tiempo.

Me levanto apoyandome en el rifle y continuo a lo que iba a hacer, cubrir a mis compañeros. Según paso miro a Lamark.

Es todo lo que puedo hacer de momento...