Partida Rol por web

Feelings

2. Una sombra más blanca de palidez

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16/03/2014, 17:42
Leonid

Esa noche...

Estás subiendo las escaleras que llevan hacia el instituto. Nekogi, como la mayoría de ciudades de esta zona, es montañosa, y hay un montón de cuestas. Esta en concreto la conoces bien. Es la que sigues cada día para desembocar en la explanada que lleva justo hasta la entrada del instituto. Por lo general, a estas horas del día se siente el bullicio de los grupos de estudiantes que se dirigen hacia las clases, pero por algún motivo, hoy la escena está envuelta en un inusual silencio. 

Tiendes la vista alrededor, sorprendido por el inusual silencio que reina en la escena.  Por más que mires hacia todos los lados, no se ve un alma. Confuso, miras el reloj. Son las diez de la noche.

¿Eh? No puede ser. Es un día radiante de verano. El sol brilla en un cielo sin una sola nube, y el mundo está bañando en claridad. El gentil sonido de las hojas al mecerse te rodea, y el aire tiene un olor a tierra recién humedecida típico de la mañana. ¿Se habrá parado? Te lo llevas a la oreja. El mecanismo suena en un tableteo interminable, tic-tac, tic-tac. Pero las agujas no se mueven.

El silencio es total. Aparte del susurro de las hojas, no se oye nada. Ni el canto de las cigarras, ni pájaros matutinos, ni los ruidos más prosaicos de la civilización, como coches, el ruido de obras o la campana de los tranvías. Tampoco el sonido de voces humanas.

Nunca en tu vida te habías sentido tan solo como en este momento. 

Decides apresurate y llegar al instituto lo antes posible, razonando que ahí, a estas alturas de la mañana, por fuerza tiene que haber gente. Mientras tu cuerpo se pone en movimiento y tus pies tabletean con brío sobre los escalones, al alzar la mirada ves a una chica de espaldas sobre el final del tramo de escalones. El pelo, liso y negro, le cae hasta debajo de los hombros, ocultando el principio de un jersey que rápidamente reconoces como el de tu instituto. Sus brazos, colocados a su espalda, rodean una mochila de diseño simple en rosa y marrón oscuro, y las manos finas de largos dedos, cruzadas sobre el principio de la falda azul marino, reposan quietas e inmóviles. Todo en ella irradia un aire de... ¿paz?

Apresuras tu paso y abres la boca para llamarla, antes de caer en la cuenta de que no sabes quien es. Mientras sigues subiendo las escaleras, no obstante, es ella la que te habla. Aunque su voz es suave y aún está lejos, la oyes tan nítidamente como si estuviese a tu lado.

Está bien. No estás solo.

La cabeza de la chica se ladea ligeramente cuando se vuelve a mirarte. Antes de que puedas ver sus facciones, no obstante, un rayo de sol te da de lleno en los ojos, inundando el mundo de blanco...

El despertador suena. Poco a poco, la imagen se va deslizando fuera de vuestras mentes, hasta que las formas familaires de vuestra habitación la reemplazan por completo...

Notas de juego

Todos habéis tenido el mismo sueño esa noche. A partir de hoy, empieza el día 2. Si queréis extenderos un poco en vuestra vida familiar de por la mañana antes de ir al instituto, sois libres de hacerlo. Si no, cuando todo el mundo haya llegado, seguimos avanzando la escena.

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16/03/2014, 20:26
Ryuma Amato

CUAK! CUAK! CUAK! CUAK CUAK CUAK! CUAK! CUAK! CUAK! CUAK! CUAK! CUAK! CUAK! CUAK! CUAK! CUAK!
Un sonido molesto  comenzó a sonar... Estiré la mano hasta alcanzar el despertador pero.... 
-LO HABÍA OLVIDADO!- me levanté de golpe buscando al pequeño pato que sonaba y corría por toda la habitación, salté prácticamente sobre el antes de que se ocultara bajo la cama.
-Te atrapé!... "Era verdad!, el vendedor me dijo que era un despertador anti flojos, pero debió decirme lo que realmente hacía"... mientras continuaba sonando tome su cola y la estiré para que se callara. Aun era bastante temprano y la luz del día ya iluminaba mi ventana, cuando me encontré más calmado recordé el sueño.

-Una pesadilla??..... no! ... un sueño!."realmente eran tan pocos los sueños que no terminaban en pesadillas que me asustaban", me sequé el sudor frió que caía de mi frente mientras buscaba en el armario...
-Mi libreta!! aquí esta - me dedique a escribir algunos minutos, "se muy bien que los sueños tan pronto despiertas se olvidan al igual que una gota de agua se seca sobre la tierra, pero yo no deseaba aquello". Anoté lo que más recordé y marque lo último... 

-No estás solo.- Hable en voz baja, "aquella chica ¿quien será?, no vi su rostro.. no era mi madre, los sueños tienen un extraño capricho de no enseñarte el final"..."No estás solo" volví a pensar. Me lleve el lápiz para equilibrarlo sobre la nariz, esa  frase me daba una sensación agradable.

-Espera!!.... ESA ESCALERA!!.- cerré la libreta de golpe soltando el lápiz que rueda sobre el escritorio y la vuelvo a ocultar en el armario. Tome una rápida ducha y me vestí a toda prisa, lancé un cuaderno al azar al bolso y lo guardé, 
"es segundo día, puedo anotar todo aquí". Salí corriendo de mi habitación, por el pasillo me encontré con la señora Osawa que llevaba el desayuno a su marido.

-Buenos Días Osawa-san... Discúlpenme llevo Mucha prisa.- Cogí un panecillo que llevaba en una bandeja sin detenerme y le grité mientras me despedía. -MUCHAS GRACIAS!! SE LO REGRESO A LA TARDE!.- No quería perder tiempo, solo quería llegar lo más rápido posible antes de que se esfumaran mis recuerdos, bajé saltando los escalones de la residencia y tome un tranvía justo cuando partía.

Al llegar pude comprobar que era el mismo lugar, mas no había nadie, mire mi reloj.
¿Que hora era en el sueño? - Voltee un momento hacia el cielo, pero por mas que trataba no recordaba la hora no podía, el sol refleja entonces en mi rostro a medida que se alza sobre la escalera... 
-Vasta, estúpido... ¿Qué esperabas Satoshi?... Me senté un momento para pensar, era bastante temprano aun para ir al instituto. 

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16/03/2014, 23:11
Sara Blair

Abriendo los ojos lentamente Sara comprueba que los primeros rayos del sol comienzan a deslizarse perezosamente por los pliegues de las cortinas dando a su cuarto un aire de relajación. Aún así se nota agitada, el corazón latiendo demasiado rápido y sin saber muy bien si está viva o muerta o si tan siquiera todavía sigue soñando. 

De pronto el estridente sonido del despertador rompe por completo la extrañeza de la situación, mostrando que el tiempo fluía con normalidad y que tenía clases, haciendo que la muchacha se levantara de un salto tambaleándose de un lado para otro, buscando con los párpados pegados por el sueño el despertador para apagarlo -¿dónde estás, maldito?- cuando lo encuentra y lo apaga de un manotazo sin calcular la fuerza, haciendo que el reloj acabe en el suelo -mmmm...- lo recoge y estira todo su cuerpo con pereza. 

Entra al baño y se lava la cara para despejarse, el día anterior había resultado mejor de lo esperado, pero no encontraba ningún sentido al sueño que había tenido... No había vivido ninguna situación similar ni la había visto en ninguna película ni serie, o eso pensaba. Se había vestido más rápido de lo pensado y estaba echada en el suelo dejando que los minutos pasaran hasta que la llamaran para desayunar -"¿significará algo ese sueño...?"-

(imaginemos que está con el uniforme xD)

~¡Niña! ¡¡A desayunar!!~ los gritos de su abuela la sacaron de sus pensamientos, se puso en pie y bajó corriendo con el macuto al hombro.

-Buenos días abu- le da un beso en la mejilla y se sienta en la mesa comiendo a doble carrillo las tostadas y las fresas que había comprado su abuela el día anterior -mmm...efto efta mu bueno- la mira sonriente como una niña pequeña, pero solo obtuvo una mirada de reproche de su abuela. 

~¡Jovencita! ¡Nada de hablar con la boca llena!~ pero acto seguido le sonríe con cariño y le revuelve el pelo, pero ante el contacto se queda por un momento parada y la mira de pronto seria, como si hubiese detectado algo extraño ~mi niña...¿estás bien?~ Sara asiente con la cabeza algo extrañada, pero el reloj ya indica que si no se da prisa llegará tarde. 

-¡¡Nos vemos más tarde!!- coge el almuerzo, le da un fugaz beso en la frente y se va corriendo hacia el instituto. Su abuela la ve marcharse por la puerta con el ceño fruncido visiblemente preocupada ~esta niña...¿en qué líos andará metida? ai ai ai aiii...~

Lo que esa mañana no se había preguntado Sara era por qué su abuela no le había leído la mano esa mañana como solía hacerlo cuando la veía preocupada, pero suficientes cosas tenía en la cabeza... Por lo que se puso sus característicos cascos para no pensar en nada.

En el camino al instituto camina casi como un zombie, hasta que llega a las escaleras y el sueño de la noche llega como una fuerte brisa. Cierra los ojos por un momento y traga saliva. En esos momentos todo era distinto: los alumnos subían las escaleras y recorrían el camino con la típica parsimonia de la mañana, la brisa soplaba, había ruido y los segundos pasaban...

Vuelve a abrir los ojos y decide seguir caminando colocándose bien los cascos y apretando el asa del macuto intentando pensar lo menos posible en ese maldito sueño, aquella chica rara, procurando no mirar a nadie hasta llegar a las puertas del centro, donde entra dejándose llevar por la marea de alumnos, esquivando por unos momentos a unos y otros aprovechando su poca altura para colarse y llegar a su clase, donde nada más llegar se sienta aún con los cascos puestos. 

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17/03/2014, 05:55
Daisuke Namikawa

El sol de la mañana iluminaba a fondo la habitación por la posición de mi cuarto respecto al sol y ni las cortinas podía hacer mucho con eso. Mi cuarto no eran gran cosa, era poco espacioso y mal organizado pero me servía estupendamente para sumergirme en mis pensamientos e intentar evadirme de la realidad, cosa que no podía hacer en el resto de la casa.

El sonido de la alarma me hizo despertar de aquel sueño, que aunque no me pareciera realmente algo malo, había sentido que era como una pesadilla, ya que me levanté de sopetón tremendamente exaltado, hecho polvo, con el corazón acelerado, sudores fríos y un mal cuerpo. Tenía la mano alzada hacia el techo con ganas de agarrar algo.

"¿Qué ha sido eso?" - Pensé mientras intentaba recuperar la compostura e intentar averiguar donde estaba. - "¿Estaba intentando alcanzarla?... ¿Quién era?... ¿Qué no estoy solo? Ella que sabrá..." - Decidí parar de pensar antes de que se volviera peor la cosa y me levanté de la cama, me duché y bajé para desayunar.

Al bajar abajo me di cuenta de que mi padre no estaba. Al principio me sentía extraño y no le dí demasiada importancia, pero llegaba la hora de irme a clase me estaba temiendo lo peor así que subí a su cuarto corriendo y abrí de sopetón. El cuarto estaba oscuro con las ventanas cerradas y lo primero que hice que abrirlas de golpes y dejar que entrara la luz, mientras destapaba su cama. Allí estaba el, mirándome con una cara de preocupación y a la vez de alegría, aunque no pintaba muy bien.

"Papa... ¿Estás bien?..." - Dije tímidamente mientras lo observaba con detenimiento. Era igual que yo, ocultaba cualquier sentimiento tras una sonrisa y te hacía creer que el mundo estaba en tus manos, pero yo sabía que no lo era. Me alzó la mano desde la cama y me tocó la mejilla. - "Si, hijo. No quería molestarte. Te he metido el bento en la mochila, así que no te preocupes. Estoy bien, solamente que un poco cansado." - Lo que mas me molestaba de todo era su sonrisa, endemoniadamente creíble y tranquilizadora. Pero me odiaba a mi mismo, yo hacía lo mismo ocultándome al mundo de la misma manera y me reventaba por dentro.

Con un poco de duda intenté controlarme pero no pude, y acabe con cara de enfadado y mirada triste. - "Siempre dices lo mismo..." - Dije mirando hacia el suelo para que no me viera la cara. - "Me voy." - Tras decir esas palabras salí del cuarto dando un portazo y sin mirar atrás, cogí la mochila que tenía preparada desde anoche y salí corriendo hacia la escuela. Justo antes de cruzar la primera esquina, me paré unos 5 minutos, allí en medio de la calle donde la gente andaba por las aceras y los coches abrumaban el asfalto. Me dí la vuelta y llamé a mi vecina.

"Por favor... Cuiden de él y avísenme al móvil si pasa algo." - No era la primera vez que lo hacía y lo entendió a la primera. Me llevaba bastante bien con ella, tenía un hijo muy pequeño y su marido siempre estaba fuera, pero nos hacíamos favores mutuamente. A veces hacía de canguro y ella vigilaba a mi padre. Nunca nos preguntamos el porqué lo hacíamos sin siquiera hablar de ello, pero no hacían falta palabras para definir nuestras vidas.

Luego me despedí y me dirigí hacia el instituto, percatándome de las calles y lugares muy parecidos a los de mi sueño, aunque esta vez no estaba jodidamente solo, sino que sentía que sobraba. ¿Acaso el hecho de sentirme la única persona del mundo me hacía feliz?. Y allí estaban, esas escaleras que daban al parque cerca del instituto, donde estaba esa figura, que me imaginé que seguía allí pero cuando recuperé las formas, me di cuenta de que estaba soñando despierto. - "¿Quién eres? ¿Por qué me buscas?" - Me pregunté a mi mismo, mientras me dirigía a mi extravagante clase PA-9.

Saludé a Sara que parecía que era la única que había llegado aún a la clase de los que conocí ayer, pero no hice demasiado esfuerzo ni saqué mi típica sonrisa, ya que la vi con sus cascos inmersas en su mundo y me imaginaba que iba a ignorarme, así que me dirigí a mi asiento y me senté esperando a que empezara la clase, sin siquiera preguntarme donde se había metido Kaito. Ni siquiera me había dado cuenta de que no vinimos juntos a clase, supongo que estaba demasiado pensativo con lo que había pasado hoy y mi mente se encontraba en otro lugar, literalmente...

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17/03/2014, 11:02
Kaori Sonoda

Kaori se escondió debajo de su almohada.

El frescor que había quedado atrapado entre el colchón y la almohada se liberaron y Kaori se recreó en ese frío frotando su mejilla contra el colchón como si fuera un gato.

En cuanto su temperatura corporal empezó a equipararse a la de las sábanas, estiró las piernas abandonando su pose fetal y luego se tumbo cara arriba golpeando el cojín con una mano para apartarlo de su cara.

La almohada salió volando hasta golpearse contra la cómoda que la frenó para dejarla caer al suelo. Mientras, kaori arqueaba su espalda estirándose remolona y dejando que sus articulaciones crujieran como si se hubiese desmontado durante la noche y ahora tuviese que recomponerse.

Kaori, hija, ¿estás levantada? preguntó su madre desde alguna habitación asomando la cabeza al pasillo.

Ella no respondió, era muy pronto para empezar a hablar así que se limitó a llevar los ojos hacía la puerta como si aquello le bastase a su madre como confirmación de que estaba despierta.

Giró la cabeza buscando su uniforme, el cual había dejado sin ningún cariño ni forma sobre la silla del escritorio: quería comprobar sus colores.

Pero se aburrió rápidamente de esa tarea y volvió a mirar el techo mientras, aun reposando en la cama, empezó a desvestirse.

Se miró el cuerpo y pinzó algunos trozos de carne mirándolos con desprecio antes de que estos se escurrieran de entre sus dedos para volver a su sitio legítimo.

Y después de su ritual diario recuperó la pose fetal y rodó hasta el borde de la cama. Sus pies buscaron el suelo y, al fin, se puso en pie.

Se vistió con pereza, cogió la mochila que ya había preparado la noche anterior y bajó a desayunar.

Al entrar en la cocina se encontró con la mesa parada como si fuera sacada de un anuncio de familia feliz que comen cereales todos juntos.

Le pareció hipócrita pero le arrancó una sonrisa que intentó ocultar succionando los mofletes hacia dentro en el segundo en que cruzó la mirada con su padre.

Se sentó, desayunó y escuchó a su padre hablar de su nuevo trabajo, del sitio donde iba a sacar fotos y algo sobre cuando ella era pequeña y ese sitio donde iba a ir. Asintió alguna que otra vez fingiendo escuchar.

Luego se levantó, recogió sus platos y fue a peinarse antes de salir hacia el colegio.

Mientras estaba en el baño su padre le dejó un bento en la mochila y luego la esperó para salir juntos hasta la tercera isla de casas donde sus caminos se separaban.

- Ten un buen día Kaori.- se despidió.

- Igualmente. – contestó ella seca pero en un tono amable.

Cuando Kaori llegó al instituto se detuvo antes de subir las escaleras aunque no sabía muy bien porqué. Después de plantearse qué hacía allí parada siguió su camino.

Vio a un chico que le sonaba de clase y se apresuró a colocarse escasos metros detrás de él para que la guiara hasta clase.

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17/03/2014, 12:57
Fausto Dupont

El despertador sonó repetidas veces pero parecía que no hacía ningún efecto en Fausto, el chico simplemente seguía durmiendo plácidamente en su cama. Alguien entró a la habitación y lo apagó, mientras que empezaba a mover a Fausto por el hombro para que despertara. Fausto se dio media vuelta, dándole la espalda a Keiko.

-N-no... just only few minutes... 

Sin embargo al final tuvo que darse por vencido y levantarse de la cama, mientras frotaba uno de sus ojos con el puño. Se dirigió al baño pensando en aquel sueño tan extraño que había tenido, no le parecía haber estado en un lugar así antes. Pero Fausto había estado en muchos lugares sin siquiera saber qué ocurría a su alrededor.

Se lavó la cara rápidamente mientras contemplaba su rostro en el espejo sin mucho interés. Aquello empezaba a volverse tedioso, necesitaba diversión, su estilo de diversión. Sus compañeros de colegio estaban bien, pero algunos parecían que necesitaban espabilar, parecían ser demasiado infantiles. Muy diferentes a él en muchos sentidos. 

Volvió a su habitación y empezó a vestirse, agarró su mochila y la llevó consigo. En el comedor Keiko lo esperaba con un desayuno tradicional americano, suspiró con cierta melancolía al recordar su vida en Estados Unidos, ahora Nekogi era casi un infierno para él.

La noche anterior le había contado a Keiko que existían ciertas personas en el instituto que sabían su secreto, la mujer le recomendó tener cuidado. Como si él no lo hubiese tenido. Terminó su desayuno y se marchó al instituto, mientras se colocaba los cascos para escuchar música y sus infaltables gafas de sol.

Durante el trayecto, deslizó su mano a su bolsillo y sacó el paquete de cigarros. Rápidamente se llevó uno a la boca y lo encendió, sin preocuparse mucho en el olor que dejaría más tarde. Guardó el paquete y el encendedor en su bolsillo, mientras le daba una bocanada a su cigarrillo.

Finalmente llegó al colegio, donde disimuladamente tiraba la colilla al suelo rápidamente y le daba una pisoteada. No quería tener problemas con los profesores. Se encontró con Daisuke y Kaori detrás, a los que Fausto se acercó rápidamente hacia ellos.

-Hey... - Dijo saludándolos mientras intentaba sonreír, pero no estaba de muy buen humor esa mañana.

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17/03/2014, 15:41
Shizuka Kinomoto

No sabes como has llegado, no sabes que ha pasado antes, sólo estas ahí, sintiendo el aire tibio recorrer tu rostro, recorrer tus ropas, y miras, logrando divisar una figura que crees conocida, o que por lo menos, se te hace familiar, aunque no puedas verla, ni saber quien es. No puedo evitar sentir una sensación de familiaridad con ella, levanto mis manos y estas estaba vendadas, hasta  el antebrazo, sonrío y sigo caminando, un peldaño, otro peldaño, y luego su mensaje que hace que me detenga en seco, sé que no puedo ir hasta ella, sólo la contemplo con un gesto ausente, perdido, hasta asustado...

¿no estoy sola?, no quiero estar sola...

- Shizuka, despierta, ya me debo ir a la oficina, gracias por la comida, hija - los nudillos de su padre chocaron contra la puerta de su cuarto, tocó dos veces más y sus pasos se escucharon alejarse, Shizuka se sostuvo en sus brazos, y bostezó, quedando luego sentada en la cama, sus manos tallaron sus ojos y volvió a bostezar, mientras su cerebro volvía a la normalidad, reaccionando, y dándose cuenta del enorme sol que entraba por la ventana  y que era aún temprano. La joven se estiró y saltó de la cama, buscando sus ropas para irse a bañar. Siempre dejaba todo listo el día anterior...

Mientras el agua recorría su cuerpo, recordó el sueño que había tenido, a esa chica, y esas palabras, a veces cuando soñaba con su madre, sentía ese calor en el pecho, ¿y si era ella?, no podía saberlo, de todas formas estaba vestida con el uniforme de la escuela. Sonrió y salió de la ducha para secarse y vestirse con el uniforme de la escuela.

La casa estaba sola, Nani no llegaría antes de las nueve, cuando ella ya no estuviera,  bajó las escaleras y sus saltos se escuchaban en toda la casona que se había enorme ahora que ella no estaba. Llegó al piso de abajo, y en la mesa de arrimo estaba la fotografía de su mamá.

- buenos días mamá - le dijo la chica, inclinándose hacia delante,  y yendo hacia la cocina, su papá le había dejado todo servido para que desayunara, y se lo agradeció, además, anoche habían conversado bastante, su padre estaba interesado en lo que había pasado en la escuela, pero mostró especial interés en Amato, como si quisiera saber algo más, Shizuka se dio cuenta, pero no quiso preguntar más allá.

Se pondría su mochila en la espalda, y se despediría de su  madre, para echar llave. Shizuka estaba especialmente de buen humor, ese sueño había sido una buena forma empezar el día, además, no había hecho ya amigos en la escuela, y no la habían molestado, sí, había sido un día perfecto, y por la mañana, su padre se había despedido y hecho el desayuno, así que estaba muy alegre.

Shizuka se mojó los labios, y fue al garaje a sacar su bicicleta, era un lindo día para llegar en ella, la sacó de su soporte y se montó en ella, llegaría en bicicleta a la escuela. El viaje sería casi tan agradable como el sueño,  y cuando pasó por la escalera que había visto en sueño, se quedó mirando la cima de esta, esperando que esa chica apareciera, pero no lo hizo, sólo pasaron por su lado otros chicos que comenzaron a subir. Shizuka, siguió caminando y montó en su bicicleta, y dio la vuelta, por el camino plano hasta la entrada.

La joven saludó al portero, y dejaría su bicicleta en el estacionamiento, poniéndole la cadena y  un candado en forma de conejo con clave. Sonrió y se puso de pie, para ir hacia el salón de clases, se fue dando algunos saltitos y tarareando una canción, hasta que llegó a la escuela y de ahí a su salón de clases, abriendo la puerta y viendo que varios de sus compañeros habían llegado, así que para desgracia de ella, hasta ahí llegó la efusividad con la que había despertado, la chica arregló sus cabellos detrás de su oreja y se fue a su banco, ya estaba Sara.

-hola Sara -chan - la saluda, y se sienta a su lado, girada hacia y sonriéndole, porque a pesar de que le bajó la timidez al entrar en ese salón, su buen humor no se había perdido - buenos días - saludó a los demás que estaban a su alrededor, aunque sus mejillas se colocaron en el acto medias sonrojadas.

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17/03/2014, 18:39
Kaori Sonoda

Kaori se sobresaltó por el saludo de Fausto, su cuerpo estaba en piloto automático siguiendo a ese chico y sus sentidos apagados. Dio un ligero bote sin moverse del sitio y se quedó con el cuello encogido entre los hombros.

Al reconocer la voz se relajó y giró la cabeza hacia él.

-Hi. -le recibió con una amplia sonrisa  - You shocked me. - se rió sin perder la sonrisa.

¿Y este buen humor a que se debe? se inquirió a sí misma mientras se descolgaba la mochila para hurgar en ella.

Sacó un pequeño botecito de perfume y esparció un poco sobre su muñeca estratégicamente situada con el brazo alargado hacia Dupont para que buena parte del perfume le rociara.

Do you like my fragrance? - le dijo remarcando la última palabra en relación a lo hablado el día anterior acerca de su nombre.

Luego dio un paso hacia él y se levantó un poco sobre las puntas de sus pies para que sus labios llegaran a su oído.

Now the smoking smell is less obvious.
You can thank me later. At the roof.

Kaori volvió a descender sobre sus pies y le aguantó la mirada unos segundos como si esperara una respuesta pero marchó antes de que le diera tiempo a pronunciarse. Fue hasta su asiento, colgó su mochila a un lado de la mesa y le guiñó un ojo antes de desviar la vista hacia la mesa de Satoru.

Le pareció extraño que todavía no hubiese llegado.

Notas de juego

Master escribo solo para Fausto porqué no tengo muy claro si puedo responder o debría esperar a Issei y Sataoru. sin embargo, mañana no podré conectarme y no quería dejar a Fausto colgado con su "hey".

Si crees que no hay problema ¿puedes editarlo para que lean todos?

Nota del Master: No hay problema, puedes ponerlo en público, aunque deberías escribir en negrita+cursiva para lo que digas en voz baja.

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17/03/2014, 21:57
Ryuma Amato

El sitio muy rápidamente empezó a ponerse en movimiento, los estudiantes subían presurosos los escalones hacia el instituto, nadie me hacia recordar a la chica del sueño, tampoco nadie se detenía. Miró su reloj y aun faltaba para entrar a clases. Deseaba quedarse y ver a todos los alumnos pasar, tenia la extraña sensación de que vería a alguien de su pasado, pero había algo importante que debía hacer, se puso de pie y se regaño a si mismo.

-"No sé... si sentirme estúpido por creer aun en sueños y fantasías, la vida me a demostrado que los sueños no existen... Pero no sé, porque  a sigo creyendo en ellos".- Se reprocho y miró que nadie extraño estuviera en los alrededores viéndolo, dio media vuelta y comenzó a caminar no hacia el instituto, a la distancia distingue una silueta femenina que parece reconocer, se esconde rápido tras uno arbustos para observar quien era... "¿Sara?" el primer estudiante de su clase que veía, ella llega al frente a las escaleras deteniéndose unos segundos, lo que llama su atención, 
-"la única que se había detenido" luego de unos segundos como si nada comienza a subir.

-"Esa tonta... hubiera preferido ver a Shizuka, antes que a ella" salió de su escondrijo sin pensar más y se dirigió a un lugar bastante más desolado y alejado del instituto, unas construcciones abandonadas, se detiene ante una muralla alta y con la ayuda de un árbol que usa de trampolín, salta pasando hacia el otro lado, al ponerse de pie contempla el sitio un momento.


 

"parece que nada ha cambiado", Todo seguía en el mismo lugar. Se acerca y llama en la entrada, del interior  sale un hombre mayor que al verlo se alegra.

-SATOSHI! ese decir.. Ryuma Amato. Qué alegría. Hace varios días que no vienes a verme, ¡Adelante!.

-Rui-San- Buenos días... Solo vine por un momento.. le traje algo de comer.- Le entrega el panecillo que había sacado a Osawa, el refresco que había comprado con el dinero de Issei, y algo que llevaba -Como habíamos acordado, Muchas gracias por ayudarme a entrar al instituto, por darme su apellido y suplantar a quien sería mi padre.

Rui: -No hay problema hijo y gracias por la comida. No sé qué te ha motivado a huir, pero parece que tienes fuertes razones, además, no te vez mal muchacho.- Dice en tono amable y cariñoso.- Gracias al dinero que me has dado he logrado comprar bastante implementos y te estoy bastante agradecido. Bueno dejemos de hablar de eso y dime...  ¿Qué tal el primer día?, ¿Porque tienes esos moretones en el rostro? ... ¿No me digas que ya te has peleado con alguien?.- Pregunta observando las manchas en la cara.

-¿Moretones?..¿Que aun se notan? -Da unos pasos hacia atrás algo sorprendido negando con sus manos. -NO!!NOO! NO ES LO QUE PIENSAS!!... Una amiga me lanzo una manzana y fui muy idiota, que no la atrape y golpeo mi cara,
y... y .. este otro moretón fue porque discutiendo con ella, me apoye sobre la mesa con mis manos mojadas y resbale golpeándome contra su escritorio ajajajajaja - Responde algo enredado y riendo ansioso.

Rui: Pero oye.. ¿Qué te ha lanzado la manzana con un cañón?..¡qué brutalidad, que cariño! - Dice irónicamente.-
y te estrellaste sobre su escritorio al discutir con ella??... mmm ...Eso solo puede significar 2 cosas.- Ryuma presta atención mientras el guardaba silencio llevándose la mano al mentón, mira al chico de reojo y cuando lo ve atento  le dice de sopetón. -¡O te odia mucho o esta locamente enamorada de ti!!.-

-QUEEEEEEEE?!!! - Grita saltando hacia atrás alterado - NO-NO-NO DIGAS UNA TONTERÍA COMO ESA!!!! SARA ES UNA PESADA, ARROGANTE,ANTIPÁTICA, ENGREÍDA, TONTA PRE JU JUICIOSA Y MUY ANTISOCIAAAAAAL!!

Rui: AJAJAJA, vaya que la conoces bien... ya cálmate Ryuma. - Se acerca al chico dándole un fuerte manotazo por la espalda haciendo que se tambaleara y se recuperara -No es para que te alteres tanto, será mejor que te controles si no quieres tener problemas, ya hasta haz soltado su nombre, Sara eh?.- El chico se cruza de brazos mirando hacia otra dirección molesto, mira su reloj y se voltea hacia el hombre cuando se siente más calmado.

-Ya no diré mas... Creo que ya debo irme. Nos veremos en otra ocasión.

Rui: -Espera... No lo tomes a mal, pero te diré una cosa... los mejores amigos a veces llegan de una manera extraña.

-"Que? Un consejo?" ...

Notas de juego

Me queda la ultima parte .^^"

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18/03/2014, 01:27
Sara Blair

-A...A...¡¡AAATCHIIIISSS!!- "¡alguien está hablando mal de mí a mis espaldas! ¡¡seguro!!" el mismo estornudo hace que los cascos salgan disparados hacia la mesa dando un golpe sordo que se puede escuchar en la vacía clase (o eso pensaba) hasta que se giró hacia todos lados mientras se rascaba la nariz y vio que la clase se iba llenando poco a poco y que Shizuka ya había llegado y se encontraba sentado a su lado -Aagggh...- la nariz aún le picaba -¡¡yeeeeii!!- le sonríe levantando la mano como un indio con la nariz un poco roja, las mejillas sonrosadas y una sonrisa, la primera sincera de toda la mañana. 

 

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19/03/2014, 05:39
Fausto Dupont

Sonrió ante la reacción de sorpresa de Kaori. Aunque tener como compañero de colegio a Angelo Fenty podía ser sorprendente para muchos. Sin embargo, borró su sonrisa luego de que la chica le echase perfume, pero entendió antes de que se lo explicara en el oído.

-Thanks honey, but I can fend for myself - Le respondió rápidamente acercando sus labios en el oído de Kaori, mientras que una mano se dirigió casi automáticamente a la cintura de ella, rozándola.- I'll see you at the roof then...

Por la forma en que lo dijo, aquello sonaba divertido para Angelo, preguntándose que se traía en mente aquella enigmática chica. Parecía ser que aquel encuentro le había devuelto algo del buen humor a Fausto, aunque seguía pensando en su anterior vida, donde se habría saltado las clases al segundo día de haber empezado.

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19/03/2014, 05:54
Fausto Dupont

Luego de que Fausto y Kaori intercambiaran algunas palabras en inglés al oído, el chico se dirigió a su banco mientras observaba a Sara estornudar y que los cascos le saliesen volando de la cabeza. Contuvo una carcajada y se sacó los cascos y las gafas de sol, mientras guardando todo en su mochila, que estaba colocada en el suelo, apoyada al lado de su banco.

Lanzó un bostezo, aún estaba medio somnoliento. Las personas que estaban cerca de él podían sentir que desprendía una extraña mezcla de olores que consistía en un exquisito desodorante de hombre, tabaco y un delicado pero fuerte perfume de chica.

Sacó las cosas de su mochila sin muchas ganas y las colocó sobre la mesa, mientras echaba un vistazo rápido hacia Daisuke, quien no parecía muy animado.

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19/03/2014, 13:05
Shizuka Kinomoto

Shizuka suelta una risita al ver a su amiga, ella parecía sacada de su abstracción, y con los cascos lejos, eso fue muy divertido, y la chica llevó sus manos a sus labios,  poniéndose de pie para ir donde su amiga y recoger los cascos y entregándoselos.

- salud...jejeje buenos días amiga- sonríe de muy buen humor y al levantar la vista se da cuenta que entraba Fausto, Shizuka sonríe más ampliamente, y camina hacia él, sin notar su humor, ni nada de lo que le pasa, hasta que se agacha y siente ese perfume, no pasa desapercibido el aroma a ese perfume de chica, Shizuka tarda un poco en reaccionar, la había algo trastocada por ese aroma, pero luego se sobrepone...

- buenos días, Dupont-san ¿estas bien? - le pregunta,  y busca en su bolsillo un dulce para dejárselo en el banco,  mirándolo a los ojos, también siente el aroma a tabaco, lo conocía muy bien, ese aroma, era el mismo de su padre.

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19/03/2014, 21:27
Daisuke Namikawa

Observé como Fausto con cara de pocos amigos, sacaba a desgana el material escolar y me echaba el ojo, a lo que le respondí con un gesto de las cejas y la cara, intentando decir "¡Hey!". No se si el será así siempre o es que tiene un mal día. ¿Quizás no soy el único que lo pasa mal?. Ser extranjero tiene que ser un engorro los primeros días, y era algo que no podía comprender.

"Oye, Fausto-kun." - Dije sin ánimos.  - Siento haberme ido sin avisar ayer. A ver si quedamos este fin de semana, podríamos ir al karaoke y presentarte algunos amigos." - No sabía porqué intentaba inmiscuirme tanto en Fausto, la verdad es que no tenía ganas ni de hablar esta mañana, pero supongo que es parte de mí. Aunque visto lo visto quizás el tampoco tenga muchas ganas.

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20/03/2014, 05:46
Fausto Dupont

Fausto le devolvió la sonrisa a Shizuka mientras aceptaba su caramelo y se lo llevaba a la boca. Parecía ser una chica bastante afable.

-Wow, thanks you! B-buenos días... estoy bien, I guess - Se llevó la mano a la cabeza, rascándose, mientras que giraba hacia Daisuke. - Don't worry, no pasa nada. Suena divertido, h-hablamos de eso con Shizuka ayer. P-podemos ir juntos este fin de semana - And then pick up some flowers, how cute! - Pensó con venenosa ironía su otra parte, aún latente - Shut the fuck up - Se recriminó mentalmente, mientras le dedicaba una sonrisa a ambos.

Hizo una lista mental sobre quienes podían ir ese día. Daisuke, Shizuka y Kaori. Supuso que Amato y Sara querrían acompañar a Shizuka. No se le ocurría nadie más, pero estaba seguro de que iría más gente. No era precisamente la diversión que Fausto tenía en mente, pero preferiría rodearse con gente de su edad antes de quedarse en casa con Keiko. Tenía la sensación de que no sería tan malo después de todo, esperaba pasarlo bien.

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20/03/2014, 12:37
Shizuka Kinomoto

Otro compañero viene a "animar" a Fausto, ella se voltea hacia él e inclina la cabeza en forma de saludo, y se da cuenta de que estaban hablando del karaoke, la chica se encogió de hombros, y sus dientes repasaron por unos instantes su labio inferior, el amigo de su padre se extrañará demasiado verla llegar con amigos, si es que desean ir con ella.

- eh... entonces... si van todos, puedo hablar con el amigo de mi padre para que nos reserve la mejor sala - sonríe de nuevo - y...  si quieren podemos terminar en mi casa, tenemos piscina - pasa su dedo por su sien,  algo sonrojada, su casa era bastante grande, herencia de su madre, todo en ese lugar la recordaba, y nunca comprendió bien porqué su padre decidió quedarse a vivir ahí, en medio de sus recuerdos, de su estilo, de todo. Quizás era más cómodo para él.

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21/03/2014, 03:13
Ryuma Amato

"los mejores amigos... ¿llegan de una manera extraña?." - repitió en su mente las palabras del viejo Rui, mirándolo pensativo sin saber que decir, no acostumbraba a recibir consejos o no sabía si realmente llamarlo así, pero algo le decía que podía confiar, y quizás en algún momento contarle algo más.

- Si, puede ser..Respondió afirmando con la cabeza - Bueno...  es hora de irme, la hora pasa y no quiero llegar tarde, mañana pasare nuevamente con algo de comer...  espero que no mal use el dinero. "Realmente lo espero, me costó conseguirlo y ya no me quedaba mucho, pronto tendré problemas con el arriendo y la comida, tendré que trabajar si quiero seguir aquí ocultándome de mi padre"

-Rui: Desde luego muchacho y no te preocupes, te sorprenderás, una oportunidad era todo lo que necesitaba y gracias a ti, la he obtenido...

- "Una oportunidad?... en otro momento le preguntare"  - Me alegro de verdad, no veremos Rui-san - Dicho esto regresa por el mismo lugar por donde entro mirando por última vez el sitio, por un lado existía una muralla que dividía la calle con el interior, pero por el otro  todos los que caminaban podían observarle. Se sube sobre el techo de un viejo y oxidado mercedes agitando la mano hacia Rui-san, - Adiós! -  mira que nadie viniera y salta sobre el muro, una vez afuera se apresura para salir del lugar. A unas cuadras del instituto se detiene y entra por curiosidad a una tienda de regalos, en el interior un objeto llama su atención, recordándole a "Shizuka-San"...

- "Ni siquiera le agradecí todo lo de ayer, quizás, esta sea una buena forma de decirle gracias" - Sonríe observando un pequeño objeto que había tomado en sus manos, mientras sacaba su billetera del bolso se  acerca a la caja
- Deme esto - "me significará viajar a pie durante varios días, pero lo vale" - y quiero 4 de esos - pide señalando un frasco -"Esto es para esa tonta, espero que no me busque, porque no dudaré en usarlo contra ella" - muchísimas gracias -  Después de eso emprendió rumbo nuevamente hacia el instituto, al pasar por las escaleras se detiene, pero niega con la cabeza - "ya basta con eso" - ascendió y siguió hasta llegar a la entrada, en ella distingue una cara conocida, se trata del mismo hombre que lo había enviado por un camino equivocado al preguntarle por la clase PA-9, parecía estar siendo expulsado por un maestro, observa a la distancia caminando junto a un grupo de estudiantes sin enterarse de que hablaban. En el interior, se acerca a 2 chicos y una chica de lentes que miraban  lo que sucedía afuera..

-Disculpen ... ¿¿saben quién es ese hombre que están expulsando?? - pregunta llamando su atención.

-"Eh, no lo sabemos, está ahí observando a todos los que pasan... Parece un pervertido! ".. la chica de lentes interrumpe enojada - Yo lo vi sacando fotografías a toda las chicas y lo fui a acusar!
- Pues yo vi que fotografiaba a  los hombres, parece homosexual...
- ¡Miren, se va! - Vuelve a hablar el primero viendo como se marchaba hacia el exterior.

-Un pervertido? ... Gracias chicos... Ryuma voltea la vista para verlo como se perdía entre los alumnos. -Estúpido... espero que!! -masculla en alto, -Has dicho algo?? -pregunta uno al escucharlo.

- he? eeeeeh aaaah,noo  nada, pensé en voz alta olvídenlo , bueno  adiós y gracias...  Se despidió nervioso de ellos y camino hacia la clase alterado - "MALDICIÓN! SOLO PENSAR QUE EN ESAS FOTOS PODRÍA ESTAR SHIZU ME HIERVE LA SANGRE!.. Si lo veo afuera con la cámara se la romperé al muy idiota!" - al entrar al salón da un rápido vistazo,  la primera que ve es a Sara.

-"Ahí está esa...... no la saludare... Si me saluda la saludo" - piensa mientra miraba el salón, al ver que Shizuka hablaba con Fausto da un suspiro, mueve su mano saludando por si era visto y vuelve la vista fruncida hacia Sara, da un paso
-"si me saluda la saludo" - da otro paso -"si me saluda la saludo" -da otro paso, camina de esa forma hasta llegar a su asiento sin quitarle los ojos, esperando algún movimiento para decir hola.

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24/03/2014, 11:38
Sara Blair

Ese día parecía distinto al anterior, todos se mostraban como más... distantes... o acaso era cosa suya?
En todo caso ve a Shizuka acercarse al de los ojos verdes que iba de guay, y para su sorpresa parece haber perdido parte de la vergüenza con la que se había presentado. Sonríe de medio lado, deja los cascos sobre la mesa y se pone en pie arreglándose la chaqueta del uniforme. No soportaba un ambiente tan cargado y, ya que no quedaba demasiado para la llegada del profesor, aprovecharía para salir aunque sea unos segundos al pasillo.
Para su sorpresa, justo cuando gira sobre sus talones para salir por la puerta, se choca con Amato. Entrecierra los ojos y no emite sonido alguno, no estaba de humor y seguía sin acostumbrarse a eso... "demasiados chicos".
Con un resoplido sale por la puerta, se acerca a la ventana del pasillo y la abre para que entre el aire de la mañana.

Notas de juego

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24/03/2014, 17:35
Ryuma Amato

-"Tal como lo imagine, Sara no me iba a dirigir un saludo".- deje mi bolso en mi asiento mirando un momento hacia la clase, salude algunos chicos que me habían visto con un gesto de mi mano.

-"Realmente son pocos los que saludaban, bueno tampoco estaba preocupado de eso, el día anterior tampoco nadie me había dado una calurosa bienvenida, es mas, ni siquiera en el instituto presentaban a los nuevos estudiantes como lo había visto por la televisión, la ficción esta bastante lejos de la realidad".- suspire soltando mi bolso, camine hacia el asiento del maestro tomando una hoja que se encontraba sobre la mesa arrugándola. -"¿para qué? aun no lo sabía".- fui hacia la entrada y asome mi cabeza apoyando una mano sobre la puerta corrediza para mirar los pasillos, ahí estaba Sara, entrecerré los ojos tomando el papel que había arrugado en forma de pelota y se lo lance golpeando su cabeza, cuando se voltea hacia mi sonrió como un idiota moviendo mis manos saludandola sin decir ninguna palabra, era mi forma de decirle hola, en cualquier caso, estaba listo y preparado para eludir cualquier ataque de vuelta.

 

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24/03/2014, 19:11
Shizuka Kinomoto

Estaba conversando con Fausto y el otro chico, y Shizuka se sintió genial, estaba conversando, no estaba tartamudeando, ni estaba roja, no, estaba conversando, pero eso no quería decir que no pasaran desapercibidos ciertos detalles, como  la salida de Sara, de nuevo la chica se iba, y también la llegada de Amato, Shizuka se separó un poco del banco de Fausto para saludar a su compañero, sin embargo parece que ese día ella era la única con buen humor. 

- eh... voy y vuelvo - dijo, aunque no fuese a pasar, y se puso de pie caminando hacia Amato, el que no perdió el tiempo para lanzarle una pelota de papel a Sara, Shizuka sonrió, prefería verla hasta molesta que tan triste.

- chicos, no comiencen - dice con una gran sonrisa en los labios, y poniendo su mano en el hombro de Amato, - buenos días..¿cómo estás? ohhh vaya, tu cara - queda mirando los hematomas en su rostro, y su dedo índice, y toca una de las marcas - ¿con quién te peleaste? - se cruzó de brazos, le estaba bajando todo ese ánimo maternal que tenía - no debes hacerlo, luego te ayudaré para hacer que desaparezcan - sonrie y se inclina por el borde para ver a Sara.

- ¿estas bien ? - le pregunta, apoyándose en Amato, de su brazo, para poder mantener esa posición inclinada hacia delante.