Partida Rol por web

El chico ni se inmuta cuando Urumi y, después, Dynamo, se acercan a él.

- No... Parece que no soy el único pasajero... - Contesta a la pregunta de la mujer. - Es un placer Urumi. Me puedes llamar Velfire...

El chico va a decir algo más cuando escucha la pregunta de Dynamo.

- Pague mi... billete... Aunque entiendo que no todos tenéis el dinero necesario para pagarlo... - Dice mientras observa al resto del grupo que está fregando. - ¿Y a dónde os lleva el capitán?

-Lejos, la verdad. Primero nos dirigimos a Besaid, y de ahi... a donde los vientos digan jaja ¿Y tú?. Me pregunto qué habrás tenido que hacer para pagar tu "billete", ya que el capitán no parece de los que transporta pasajeros habitualmente.-

Urumi cerró los ojos e inclinó la cabeza para disfrutar del sonido del mar rompiendo contra el casco del barco durante esos pocos minutos que tendrían de descanso antes de que les asignaran alguna nueva tarea. Entonces se percató de algo.

-¿Y se puede saber dónde dormiras? Ya le ha costado un triunfo hacernos un hueco en la nave, pensaba que estaba al máximo de capacidad. De lo que sí estoy segura es de que compartirás los mismos lujos ausentes que nosotros-

-Yo no lo creo así- digo apoyándome contra la baranda, dando la espalda al mar- si tiene dinero y pagó su billete, pudo haber pagado un buen camarote, el dinero a menudo tiene más poder que la fe- dije haciendo alusión a que estábamos pasando lo que pasábamos por ser guardianes de un invocador y viajar gratis.

-A simple vista, al menos para mi se nota que eres diestro en el combate- le dije a Velfire sin miramientos- mi nombre es Dynamo, no te interesaría ser un guardián?-

El muchacho sonríe ante los comentarios de Dynamo.

- Como bien dices, a veces el dinero abre más puertas que la fe... De manera que tengo un camarote para mí. No es gran cosa, pero ya que soy el único que ha pagado su billete, es todo para mi... Y no. - Y se empieza a reír. - ¿Guardián? No, no ,no. De ninguna manera.

Dynamo se había mostrado esquivo al comentario sobre los albhed, pero seguramente había sido yo el que había sido demasiado directo. Al ser un joven tan abierto y hablador no pensé que podría molestarle la pregunta, pero tal vez tenga malas experiencias del pasado que no le guste recordar. La probabilidad de que realmente sea albhed es, como había insinuado Urumi en Bevelle, totalmente despreciable. Los albhed recurrían a trucos viles para interferir con el peregrinaje de los invocadores, pero entrar en Bevelle y hacerse pasar por guardián era una auténtica locura incluso para ellos.

Tras unas pocas horas de trabajo, toda la cubierta está impecable. La sensación de haber hecho un buen trabajo compensa el ligero dolor de espalda por haber estado agachado un tiempo. Como nadie ha mencionado que haya más trabajo por el momento, asumo que tenemos un tiempo de descanso. Tras echar un vistazo por la cubierta, observo que Dynamo y Urumi están hablando con un desconocido. Yo decido buscar un lugar tranquilo en la cubierta y rezar un rato por un viaje rápido y sin incidentes. 

Dynamo y Urumi son muy amables conmigo, así que usando comunicación mental les digo: -"Gracias por vuestra ayuda y comprensión." Después a sólo a Dynamo le digo: -"A mi no me importa el color de tu pelo, sino el de tu alma. Paciencia, ya sabemos cómo es la gente, y más aún los que han estado en los templos..."

Cuando termino el trabajo me quedo mirando el mar. Mi corazón está partido, por un lado la brisa marina me trae recuerdos de infancia, felicidad... Pero por otro lado está el recuerdo de la muerte de mis padres. Me digo a mi misma que vengaré su muerte, e inspiro la brisa marina cerrando los ojos y dejando que la frescura salada del olor a mar invada mi cuerpo.

Voy al camarote, y haciendo caso a Dynamo dejo mis pocas pertinencias en la litera de encima de más arriba de Urumi, es decir encima de la suya. A pesar de sus gestos para tranquilizarme, y de estar más tranquila sigo intranquila y nerviosa. Y me fastidia, malditas emociones... Después de dejar las cosas vuelvo a cubierta, me pongo donde haya más sombra, me apoyo cómodamente y me quedo mirando la mar, así que aprovecho para descansar.

A lo largo del día, ninguno de los marineros os dice nada sobre hacer otras tareas ni nada parecido.

Solo cuando empieza a caer el sol, Jimmy aparece en la cubierta.

- ¿Qué tal los nuevos marineros? - Pregunta mientras se acerca al grupo. - Espero que lo estéis pasando bien y no os mareéis. 

En uno de sus brazos tiene un pequeño saco, el cual deja en el suelo abriéndolo, dejando a la vista una docena de frutas.

- Os traigo la cena. Ya que venís de la capital, mi padre... Digo, el capitán, cree que será mejor que hoy toméis fruta y, más adelante, os daremos cosas más consistentes, ya que venís bien alimentados. 

El chico se queda mirando al grupo mientras os sonríe. 

- Después de cenar podéis ir a dormir un poco... Ya os avisaremos cuando os toque hacer guardia...

-Ya veo Velfire, bueno es un placer, por que crees que no podrías ser un guardián? O quizás sea que tienes asuntos personales que prefieres como prioridad antes de salvar el mundo, puede ser eso?- pregunté, aunque quizás estaba siendo demasiado directo, aunque estaba acostumbrado a ser así.

Dynamo me tiene totalmente sorprendida, ¿Cómo puede ser tan desvergonzado, tan directo, tan sincero? No sé debe molestarme o crearme admiración, bueno si lo sé, a mi mente le molesta, pero a mi corazón le gusta esta honestidad. Quizás le debería pedir que me enseñara a ser menos vergonzosa...

Fruta, no me puedo quejar, no hay nada mejor para cenar. El problema está en que poca cosa más habremos comido desde la mañana. Aihhh (exhalo un suspiro).

Mentalmente hablo con Dynamo:

-"Dynamo,perdona que sea mal educada pero te quería preguntar por tu atrevimiento, tu sinceridad, esta manera tan tuya de comunicarte. ¿Cómo te lo haces, por qué lo haces, siempre ha sido así? Espero que no interpretes mi mensaje cómo una ofensa. Es que... nada, da igual."

He intentado decirle que me ayudara,pero, me ha sido imposible, ¡lo acabo de conocer hoy y ya he hablado con él más de una vez! Con esto ya me he superado, así que después de comer a dormir. Voy a la litera, intentaré empezar a dormir antes que los otros,más que nada para no darme cuenta de que hay tantísima gente en la misma minúscula habitación.

Ante la pregunta de Dynamo, el chico no puede dejar de reírse.

- No he nacido para ser un guardián... No como vosotros. - Y tras esto, lanza una mirada a Khenta. - Espero que estéis preparados para cualquier contingencia... Muchas personas confían en vosotros. 

Vaya, me sorprende la afirmación de confianza de Velfire. Cuando parecía que nadie confiara en nosotros, aparece este chico y nos da ánimos, pero lo más importante: afirmo confiar en Khenta. Así que para por debajo de la capucha sonrío.

Despues de haber estado un rato a solas, decido reunirme con las otras gente y trato de estamblar conversación con alguno, al principio me esfuerzo pero poco a poco voy perdiendo el ánimo puesto que parece que todos estan mas ocupados en realizar sus tareas, asi que me coloco en la proa cerca de los demas mientras les oigo estamblar conversación con Velfire, sonrio ante la directa petición de Dynamo y el cortes rechazo de Veldire. Asi que sigo a lo mio contemplando el mar hasta que aparece Jimmy con la frugal comida.

---Gracias, Jimmy- digo cogiendo la ración que me corresponde y le pego un mordisco, mientras lo hago contemplo  como las aguas chocas contra el casco de la nave de la parte de proa.

Urumi estalló a carcajadas ante la reacción de Velfire.

-¿Y qué te hace pensar que nosotros si, chico?  Míranos, somos un grupo cuanto menos pintoresco. Pero cada uno de nosotros apoyará a Khenta de un modo u otro. Los límites a nuestras capacidades nos los ponemos nosotros mismos. En cuanto a lo último... creo que confían más en Darla que en nosotros, pero eso no quiere decir nada. Así todos se sorprenderán más cuando vean a Khenta triunfar.-

- ¡Así me gusta! - Dice ante la afirmación de Urumi. - Confianza en uno mismo.

El chico mira un momento al grupo y al resto de la tripulación.

- Ahora, si me permiten, iré a mi camarote a descansar un poco.

Y tras esto, se dirige hacia una de las puertas que hay bajo el puente.

-Nos vemos mañana entonces- Urumi se despidió con un apretón.

[...]
 

Había pasado la tarde ayudando en todo lo que podía a los marineros aunque no se lo pidiesen. Aún habiendo limpiado el barco, ordenado sus camarotes e insistido en echar una mano cuando no tenía nada más que hacer no fue capaz de quitarse ese remordimiento por no dar un poco más de si. Empezaba a aburrirse un poco, cuando el hambre empezó a hacer mella y el oportuno Jimmy apareció con la bolsa de fruta. 

-Si no podemos aguantar un tranquilo viaje en barco sin marearnos, ¿Qué clase de guardianes seríamos?- Le respondió al pequeño marinero. -Muchas gracias por la cena. Es bien agradecida. No me gustaría abusar de su hospitalidad y el viaje gratis para todos ya me parece suficiente.- Metió la mano en el saco para hacerse con una nueva y brillante manzana yle guiñó un ojo a Jimmy -Espero que esté tan buena como la de antes.- 

Comió unas piezas de fruta, sin abusar pues no quería privar de comida a quienes más lo necesitaran y tras la cena le comunicó a Khenta que esperaría un poco antes de acostarse. Deseaba ver el mar por la noche desde cubierta pero se contendría si su protegido no le daba la aprovación.

--- No hace falta que me comuniques eso, Urumi- digo cuando oigo su intención de quedarse un rato- Puedes hacer lo que quieras sin consultarmelo, ademas que no podemos irnos muy lejos el barco no es muy grande jejeje.

De hecho, él tambien habia pensado quedarse un rato fuera, asi que buscó un lugar despejado y se tumbó boca arriba para descansar, queria ver las estrellas del firmamento, las habia visto desde la ciudad, pero debido a la luz de esta apenas eran visibles, asi que le gustaria poder verlas y si no hacia mucho frio quedarse a dormir bajo estas...

El mar hace ondear las velas mientras el barco parece deslizarse sobre las olas... El capitán maneja la embarcación con suma destreza y eficacia, dando una velocidad al navío que nunca antes habíais visto... Por esta razón se dice que es el barco más rápido de Spira.

La primera noche en el barco hacéis guardias con los otros marineros, de manera que el grupo descansa al mismo tiempo y todos hacen guardias a la vez, aunque no es como las otras veces que habíais echo guardia... Las amacas del barco no dejaban de moverse, no conseguíais conciliar bien el sueño e incluso llegasteis a marearos en más de una ocasión...

Y esto no mejora el resto de días... No termináis de acostumbraros al barco y el descanso no es perfecto... Aunque no todo es malo.

Todos los días, el barco se detiene en algún punto cerca de la costa, donde se encuentra con un pequeño barco. Allí, vuestro navío coge parte del cargamento y se lo da a la pequeña barca. En alguna de las transacciones, el capitán os pide ayuda en el traspaso y, cuando las personas de la embarcación os reconocen como un invocador y sus guardianes, todos os hacen la señal de Yevon y os desean mucha suerte con vuestro peregrinaje. Todo ello con una gran sonrisa de oreja a oreja.

Por su parte, Velfire sale lo justo a cubierta. No tiene grandes conversaciones con vosotros y rapidamente vuelve a su camarote.

Y ahora, a solo dos días de vuestro destino, algo cambia en la rutina del día a día...

En esta ocasión, Velfire se pasa toda la mañana en la cubierta.

- ¡Hola Khneta!

Te saluda el pequeño mientras sujeta en su mano un palo un poco más alto que él.

- Le he preguntado a mi padre... Digo al capitán... Y me ha dicho que, si tú quieres, me puedes enseñar a usar la lanza. ¿Me enseñas? ¿Me enseñas? ¿Me enseñas? ¿Me enseñas? 

El chico empieza a saltar mientras insiste.

- ¡Anda!¡Anda!¡Anda! Soy muy bueno con la caña de pescar y una lanza no es muy diferente, ¿Me enseñas? 

Respondí a Lilith mentalmente, ya que podía leer mi mente eso me ahorraba tener que hablar.

-Bueno, siempre he sido así, no lo se, la vida es muy corta como para pasartela sin resolver tus dudas o hacer las cosas que te gustan, por eso procuro no desperdiciar las oportunidades y vivir a pleno cada momento-

Luego de eso saludé a Velfire y procuré comer un par de frutas mientras descansaba, luego de eso me propuse descansar pero el viaje no fue nada cómodo, aún así estuve más preocupado por las chicas que por mi, más que nada por Lilith que por Urumi pues la segunda evidentemente era mucho más fuerte.

El último día tras levantarme, desayunar y comenzar las labores note que Velfire estaba fuera, lo cual era bastante inusual, mientras Khenta al parecer se iba a poner a dar lecciones a Jimmy, yo me acerque al viajero.

-Buenos días Velfire, es raro verte fuera de tu camarote, todo va bien?-

---Hola, Jimmy-digo sonriendo al verle y sonrisa se acentua mas al escuchar la petición- Bueno, si tu padre te deja yo no tengo ningun incoveniente...¿hay alguna zona bastante despejada y donde no  nos molesten?Así evitaremos ue hagas daño a alguien mientras te enseño....