En cuanto Urumi y Dynamo levantaron las esferas la temperatura de la sala subió aun más. Antes era como estar al sol un día de verano, ahora era como estar rodeado de hogueras.
-¡Daos prisa, pasadle las esferas a Khenta antes de que nos derritamos!- El monje aún podía aguantar un poco más, pero estaba sufriendo por el nuevo, que parecía estar pasándolo mal.
Motivo: RF calor
Tirada: 1d100
Dificultad: 60+
Resultado: 68(+55)=123 (Exito)
Motivo: RF
Tirada: 1d100
Resultado: 58
También lo pensé, pero creía que era muy tarde para cambiarlo. Y más habiendo nacido en kilika, que es tropical. Si puedo lo cambio por fobia a las arañas, ya que es débil al veneno, una experiencia traumatica que casi lo mata.
Al tomar la esfera sentí que el calor de golpe era abrumador, demasiado abrumador.
Miré a Urumi y comencé a volar hasta ponerme cerca de Khenta, para lanzarle la esfera.
-Más te vale que la agarres Khenta!- dije antes de pasarsela.
Miré en dirección a la torre y vi a Jumai sufriendo el calor, además de al herrero, volví a mirar a Urumi.
-Si no puedes saltar, entonces lánzamela y yo se la haré llegar a Khenta!-
Motivo: Resistir
Tirada: 1d100
Dificultad: 60+
Resultado: 27(+55)=82 (Exito)
-¡Ahí te va!- Se la lancé a Dynamo, pero antes esperé a que estuviera lo suficientemente cerca como para no errar. Después me dejé caer al suelo nuevamente y le ofrecí a Jumai mi ayuda para cruzar el resto de la pasarela. Pese al calor si nos apoyábamos los unos a los otros lo conseguiríamos. Solo quedaba una dirección y a cada paso el suelo desaparecía.
el mapa vendría a ser algo así, no?
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[x]| | |[x]
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Las X son las esferas. Osease, que podemos terminar de cruzar cada uno por nuestro lado.
Amos guardianes lanzan las esferas rojas y el invocador las recoge sin problema.
No sé si estabais esperando a que posteara o no...
No pierdo el tiempo y cuando tengo en mismanos ambas esferas corro hacia los huecos y las coloco en sus respectivos huecos al mismo tiempo
En cuanto Khenta coloca las dos esferas en la puerta, el calor parece disiparse...
La puerta se envuelve en llamas, las cuales desaparecen a los pocos segundos dejando vía libre.
---Genial!- digo sonriendo mientras hago un gesto a mis compañeros para que se acerques mientras comienzo a cruzar la puerta
Buff, ¿Son todas las pruebas así?
Sudando a chorros el herrero se acerca al invocador.
¿No deberíamos entrar nosotros primero?
-Casi todas- dije bajando despacio y desactivando la levitación- están todos bien?- pregunté mirando a Urumi y Jumai, para luego comenzar a caminar tras Khenta.
-La verdad supongo que Ifrit decidirá a quien recibir primero-
Cuando la temperatura empieza a bajar, Jumai suspiró aliviado. Habían superado otra prueba más sanos y salvos. Ahora era el turno de Khenta de conseguir la ayuda de un nuevo eón.
-Nuestro deber es proteger al invocador en su viaje, pero a la sala del orador debe entrar él sólo- le explicó al herrero mientras acompañaban a Khenta -Nosotros debemos esperar y estar preparados por si ocurre como en Besaid y el eón decide ponernos a prueba.
Os recuerdo que entre la sala de la prueba y la sala del orador, hay como una pequeña sala donde esperan los guardianes a que el Invocador salga del orador.
De manera que la puerta lleva a esta sala intermedia...
Urumi terminó de cruzar el pasillo junto a Jumai y ya en el otro lado se reunió con el resto. Chocó las palmas con Dynamo satisfechas por cómo se habían coordinado y cruzó en primer lugar la puerta, ahora libre para ver qué les deparaba en el otro lado.
-Me gusta que trabajemos como un equipo.-
Hola Chicos!! Feliz Navidad!!!!
¿Qué tal Papa Noel?
BUeno, cuando postee el resto seguimos tranquilamente. ;)
Una vez dejáis la sala de la prueba, entráis en la antecámara del orador.
Esta es una sala circular con diferentes símbolos de Yevon y seis columnas que rojizas que envueltas en llamas. La puerta que conduce al orador está frente a vosotros, aunque el cántico que produce se puede escuchar perfectamente.
---Bueno, chicos, os dejo aqui, trataré de no tardar mucho, aprovechad para descansar un poco- digo mientras avanzo hasta la puerta, en la cual me arrodillo y me dispongo a orar, cuando esta se abre entro en la sala del Orador.
Bueno, vale.
Sentándose en un rincón intentando secarse el sudor se sienta.
¿Suele tardar mucho?
Entré en la antesala y lo primero fue hacer el saludo y la reverencia a Yevon. Estaba por segunda vez en un lugar sagrado y solemne y las cosas habían ido más rápido de lo que habría imaginado. Si seguíamos así, el éxito sería nuestro y Khenta se convertiría en una leyenda. El chico tenía que estar impaciente, porque se apresuró dentro más raudo que la vez anterior.
Entonces solo quedaba esperar, así que apoyé la espalda sobre una de las columnas, junto a Azazel y respondí a su pregunta para seguir tarareando la canción que resonaba.
-En la ocasión anterior fue algo bastante rápido. Pero esto es un rito importante, así que no se le puede meter prisa.-
Dejando a tus compañeros atrás, entras en la sala del orador.
Allí la piedra del orador te espera, y en tu mente escuchas las palabras que salen del lugar.
"¿A qué has venido mestizo? ¿Por qué buscas mi fuerza?"
No encontré una imagen mejor.
Con cierta... Incertidumbre en vuestros corazones, veis como el invocador entra en el recinto del Orador.