Partida Rol por web

Entro en la sala algo intimidado, sin duda debia de ser un eón muy poderoso; mis sospechas son confirmadas cuando oigo su voz en mi mente.

--- Yo...esto...vengo a pedir tú poder para poder continuar mi camino y cumplir mi objetivo..- logro decir tras tartamudear un poco ante el nerviosismo

Había que esperar de nuevo a que Khenta consiguiera la ayuda del eón, así que me apoyé en la pared opuesta a la de la conversación, cerré los ojos y me concentré en el salmo que sonaba. Me recordaba al templo de Bevelle. El viaje acababa de comenzar, pero ya lo echaba de menos. Después de un día de abrirse paso por la selva y resolver acertijos en un caldero hirviendo sentía nostalgia por la vida tranquila y predecible del templo. Tal vez es lo que les pasó a Yusuke y Lilith, no pudieron adaptarse a esta vida. 

Pero no pienso echarme atrás, este viaje es por un bien mayor. Si alguien puede traer la calma, es Khenta.

Una vez Khenta se despidió los demás nos fuimos acomodando.

Me puse al lado de Urumi aunque a unos metros y apoyé la espalda y un pie en la pared, mientras sacaba la daga y comenzaba a jugar con ella, tanteando cada tanto la punta y el filo.

-Creen que volveremos a combatir contra el Eon? Ifrit se me hace un ser bastante...volátil- dije sonriendo al notar la redundancia de la frase sobre el espíritu del fuego.

-Eso es un honor que solo Ifrit decidirá concedernos. Si os sois sincera... me hierve la sangre cuando pienso en medir mis fuerzas contra él.- Urumi enmudeció unos segundos, debatiendo consigo misma si esos pensamientos de poder podrían resultar peligrosos. -Herrero, me sorprendió ver cómo has aguantado estos calores con esa armadura encima. Se ve que estás en tu salsa-

La verdad es que lo paso peor en el bosque, odio las arañas y nunca sabes donde se esconden esas cosas asquerosas...

Le extraño algo que dijeron, así que preguntó. ¿De verdad saldrá y luchará con nosotros? No puedo evitar sentir curiosidad , es algo que solo he escuchado en leyendas.

- ¿Y cuál es tu objetivo Invocador? 

Callo durante unos minutos pensando cual era mi respuesta ¿ cual era mi objetivo?

---Sí dijera que es derrotar a Shin seria verdad...pero creop que estaria mintiendo a mi corazón, es cierto que uno de mis objetivos es derrotar a Shin....pero encontrar a mi padre es tambien uno de ellos....a veces pienso que se sobrepone a mi camino de invocador...

- ¡No me hagas perder el tiempo Insecto! - Grita en tu mente el Eon. - ¿Qué pasará si encuentras a tus padres antes de vencer a Shin? ¿Quién traerá la calma?

Sin poder evitarlo suelto un grito y me llevo las manos a la cabeza debido a la " fuerza" del pensamiento.

---¡No!Yo...continuaré mi peregrinaje hasta derrotar a Shin, eso...no cambia nada...-digo con lagrimas en los ojos, estaba bastante asustado, la ira de Ifrit era terrible-...mis padres...mis padres no tienen nada que ver con esto,cumpliré mi deber como....

Me callo siendo incapaz de continuar...

El silencio invade la habitación unos segundos, tras lo cual...

- Está bien mestizo... Te prestaré mi fuerza... Y espero que seas fiel a tus palabras, porque sino me ocuparé personalmente de convertirte en invocador calcinado...

La roca que tienes en el suelo empieza a brillar y de ella salen pequeñas nubes rojas que recorren el aire y terminan entrando en ti.

Respiro profundamente y rompo a llorar, ya está, estaba hecho, le habia prometido a Ifrit que venceria a Shin, aunque eso significase no ver nunca a mi padre, ni a mi familia de nuevo, sabia en lo que se metia cuando se hizo invocador,que seria muy duro y que tendria que renunciar a muchas cosas, pero solo era un chico de 15 años ¿ como podian soportarlo? o lo que es peor ¿ como podria suportar los siguientes templos?

Sigo llorando durante un buen rato hasta que siento que no me quedan lagrimas y que tengo los ojos hinchados de tanto llorar, tambaleándome, me levanto y salgo de la sala del orador con pasos vacilantes casi sin fuerzas para avanzar y con ganas de acostarme y dormir para olvidar este dia...

TRanscurren unos cinco minutos cuando la puerta del orador se abre y veis a Khenta salir. 

-Cuéntanos, Khenta. ¿Cómo ha sido? ¿Te sientes diferente?-

Cada vez me sentía más orgullosa de este chico del que tanta gente dudaba sin motivo alguno.

Cuando se abre la puerta salgo con pasos vacilantes, mi aspecto es bastante lamentable, tengo los ojos rojos he hinchados y todavian quedan restos de lagrimas en mi cara; no oigo lo que dice Urumi, sus palabra suenan confusas en mi mente en estos momentos, como sí una fuerza externa me hubiese guiado hasta fuera de la sal, caigo de rodillas al suelo desplomandome sobre este.

-¡¡¡Khenta!!!- al verle caer al suelo, corro sin pensarlo dos veces a su lado para ayudarle como sea. El orador debe haberlo llevado hasta el límite, y en tan poco tiempo... la verdad es que ha pasado muy poco desde el anterior templo y no hemos tenido tiempo para descansar como es debido -Khenta, ¿Me oyes? ¿Estás bien?

Verle ahí, tan frágil y joven me hizo pensar en la carga que tienen que soportar los invocadores. Una sóla persona con todas las esperanzas de Spira sobre sus hombros, y para colmo siendo rechazado por aquellos a los que intentaba salvar. Ojalá pudieran ver esta imagen, a ver si sus conciencias seguían igual de tranquilas.

Al ver como Khenta caía al suelo de rodillas, me descrucé de brazos y salí de estar contra la pared, acercándome rápidamente.

-Hey amigo, estas bien?- dije inclinándome para estar a su altura - esta completamente agotado, salgamos de aquí y busquemos algo de agua, ya que a la vista no hay nada con lo que poder refrescarlo-

Parecían bastante unidos, y no se vió con coraje suificiente para entrometerse en aquella muestra de camaradería. Aun así se acercó. Podemos cargarlo fuera, estará más comodo que aquí.

Abro los ojos y miro a todos lados.

---Estoy...estoy...bien...-digo con dificultad mientras trato de incorporarme apoyandome pesadamente en la lanza-La invocación ha sido agotadora....ahora solo queda....solo queda la lucha contra el Eon....