Partida Rol por web

Como no hay más preguntas, la joven sonríe y se despide de vosotros dejándoos a solas...

Una vez transcurrida la media hora que os habían dicho, en la que habéis visto como la gente se iba acomodando en sus asientos, veis como las máquinas de agua comienzan a lanzar chorros a una estructura que empieza a girar formando la gran esfera que será el campo de juego.

En la distancia, podéis ver las otras cuatro zonas donde están los invocadores, ya que están señaladas con diferentes banderas y pancartas por el exterior... Aunque por la distancia no veis quien está ocupando dichos puestos...

En la parte baja, veis a los diferentes equipos, colocados en línea, saludando al resto de asistentes y preparándose para entrar.

"¡Buenos días a todos los asistentes!" Escucháis desde la megafonía del estadio. "Aquí estamos, un año más, comenzando la temporada de Blitzball. ¿Teníais ganas de que empezáramos?"

Un estruendo de aplausos y gritos inunda el estadio.

"Me alegra oírlo ya que nos espera una temporada repleta de emociones. Pero, antes de empezar, permitirme presentaros a los participantes...

En primer lugar tenemos a los Besaid Auroch, procedentes de la isla de Besaid. Se trata de un equipo modesto y bien equilibrado. Al tratarse de habitantes de una isla, sus participantes son rápidos y poseen aguante, aunque les falta la garra que pueden tener otros equipos. Esperemos que este año nos sorprendan...

Sus hermanos de la isla de en frente son los Kilika Beast, de Kilika. Aunque comparte con sus hermanos el ser equipos modestos, los Kilika tienen una mayor ferocidad y potencia en la esfera, siendo unos rivales también dentro de los parámetros normales. Veremos si este año salen de estos parámetros para mejor...

Lo siguientes son los Albhed Psyches... Que... Bueno... Un equipo más con el competir...

Los Guado Glories. Un equipo que, aunque en sus inicios no tuvo la admiración del público, se han ganado ciertos admiradores al demostrar una increíble velocidad. Lástima que sea lo único en lo que destacan.

Casi terminando tenemos a los Ronso Fangs, los opuestos a los Guado: lentos pero tremendamente fuertes. Deseemos suerte a los jugadores que se crucen con los miembros de este equipo, ya que seguro que les dejarán de recuerdo un par de moratones.

Y por último, pero no por ello menos importante... !!!!Los Luca Goers¡¡¡¡¡¡ El equipo local está que se sale este año. Han cambiado su plantilla, su entrenador y su modo de entrenamiento, así que seguro que este año se harán con la copa.

Tras las presentaciones, veis como los equipos van entrando en la esfera y empiezan a calentar, realizando diferentes piruetas y acrobacias para disfrute del público.

"Y, ahí los tenemos... Una vez dentro..."

Justo cuando iba a seguir hablando, el sonido se corta. Por un segundo os miráis con cierta expectación y la impaciencia se empieza a hacer cargo del público. Nadie sabe lo que está pasando... Hasta que alguien enla multitud señala hacia la esfera...

Al mirar, veis que hay un hombre que está volando, literalmente, hasta ella, colocandose en la plataforma circular que hay en lo más alto. Hace un par de gestos con las manos y se señala la garganta.

- Disculpen las molestias. - Escucháis perfectamente todos. - Parece que nuestro interlocutor ha sufrido algún problema técnico...

Tras estas palabras, os fijáis más en ese hombre...

Se trata de un joven que va con el torso descubierto, vestido con unos sencillos pantalones y una especie de falda abierta por la parte delantera. Lleva botas y brazaletes, pero el resto de su cuerpo está desnudo. Toda su ropa es negra y morada, a juego con su pelo, y podéis ver tatuajes del mismo color en su rostro y pecho.

- !Pero que la fiesta no decaiga¡ - Escucháis que dice y el público vuelve a gritar. - Así me gusta... Pues bien, tenemos a los equipo, pero hoy contamos también con la participación de alguien muy especial... - Extiende un momento las manos. - Los invocadores. - La gente vuelve a aclamar y aplaudir. - Claro que sí... Aquellos que lucharán contra el grande y poderoso Shin... - Al decir esto, os miráis un segundo. - Aunque no por ser invocadores todos ellos merecen nuestro respeto... Ya que tenemos una ladrona... Una niña mimada... Un ratón de biblioteca... Un sádico... Y un mestizo... ¿De verdad queréis que ellos os salven? - Tras esto, el hombre se empieza a reír. - Ninguno de vosotros estáis seguros...

Tras decir esto, veis que la gigantesca esfera de agua comienza a congelarse. Ante los gritos de terror de los asistentes, veis como los jugadores empiezan a congelarse hasta que toda la esfera es una gigantesca bola de cristal. 

- Ni siquiera los invocadores...

Tras un chasquido de sus dedos, la esfera de cristal estalla en mil fragmentos afilados que se dirigen a todos los asistentes...

Nada más ver que a ese hombre insultar a los invocadores y congelar la esfera lanza su mano hacia la empuñadura de su arma y la usa para bloquear los trozos más grandes de hielo que iban en su dirección. Justo después de reaccionar recuerda que debería importar más la seguridad de khenta y se acerca a él para ver como está.

¡Maldito malnacido! ¡Khenta!

La excitación del publico era bastante contagiosa hasta el punto que me pongo a animar yo tambien a los equipos conforme salen al estadio, al parecer el partido estaba a punto de empezar cuando un hombre  irrumpe en la celebración, parece un comentartista y le sigue el publico el juego hasta que comienza a hablar de manera extraña y siento un escalofrio, es entonces que ante nuestros ojos congela toda la esfera de agua con todos los jugadores  dentro y luego las hace  que estalle lanzando los pedazos contra todos, veo como varios fragmentos se dirijenvcontra mi y trato de esquivarlo aunque descubro  demasiado tarde que no podré salir a tiempo para esquivarlos, así que sin poder evitarlo suelto un grito y me cubro como puedo

La celebración estaba marchando como debía, todo estaba tranquilo aunque era evidente el favoritismo por el equipo local, algo que no debía pasar en un evento tan grande.

Sin embargo lo que más me preocupó fue el tipo que comenzó a volar y a hablar, su vestimenta, su forma de volar, sus tatuajes, todo me hacía acordar a Velfire y por ello comencé a observarlo atentamente, descruzándome de brazos y parándome derecho, observándolo directamente.

Fue en el momento en el que la esfera comenzó a congelarse cuándo miré a Khenta.

-AL SUELO!- le dije justo en el momento en el cual esta estalló, me lancé corriendo buscando ponerme delante de mi invocador, dándole la espalda a la esfera, procurando protegerlo con mi cuerpo.

La inauguración de la temporada de Blitzball estaba siendo como esperaba: los equipos entrando con aire solemne, el público gritando como locos al ver a sus ídolos... incluso Khenta empezó a animar a los jugadores. Por un instante fue agradable olvidarse de todo, del peregrinaje, de los templos, de Sinh y de todo lo demás. Pero estos momentos no duran mucho.

Al ver a aquel hombre flotando sobre el estadio sólo me vino una imagen a la cabeza: Velfire flotando sobre el mar. Pero como sigue con las funciones de comentarista, pienso que quizá es alguna persona famosa que desconozco. Es demasiado improbable que halla un atentado como ese aquí, en el sitio más vigilado de Spira en este momento. Empiezo a creerme mi propia historia y voy bajando la guardia, de manera que cuando de pronto llueven cristales de hielo sobre nosotros no tengo tiempo para reaccionar.

Cierro los ojos y me cubro con los brazos, esperando al menos seguir vivo cuando los abra. Pero tras unos segundos esperando sentir el dolor de algo clavándose contra mi cuerpo, miro a mi alrededor extrañado. Parece que en un acto reflejo he levantado un escudo en el momento justo.

-¿Estáis todos bien? ¿Khenta?- Si hubiera visto venir el ataque podría haber cubierto también a mi invocador. No hago más que recordar a los demás que hay que estar preparados para todo y luego soy yo el primero en quedarme paralizado. Soy una vergüenza como guardián.

La lluvia de hielo, aunque pilla desprevenidos al invocador y sus guardianes, algunos de ellos logran defenderse con éxito. 

Azazel, el más preparado de todos, hace girar su hacha a toda velocidad, esquivando cada uno de los proyectiles que van hacia él sin apenas despeinarse. Jumai, usando su magia, crea una barrera verde delante de él, la cual recibe el impacto del hielo sin resqubrajarse. Urumi, por su parte, golpea con sus puños y piernas cada uno de las esquierlas que van hacia ella sin sufrir daño. Dynamo, aunque grita y se tira al suelo, una de los proyectiles le da en un muslo, aunque por suerte el pantalón recibe el impacto, desviándolo de su trayectoria y produciendo en la tela un leve corte, el cual no ha traspasado a la piel.

El que peor sale parado es el invocador, el cual han dejado olvidado en ese segundo. Khenta empuña su lanza con rapidez y lograr detener un par de las esquirlas de hielo, sin embargo una se le escapa y le pasa rozando por la mejilla, produciéndole un leve corte.

El caos y los gritos inunda el estadio. Hay pedazos de hielo por todas partes, gente herida y sangre... La gente corre, huye, sale por las puertas del estadio e intenta correr por su vida, agarrando a sus hijos, mientras que otros permanecen al lado de aquellos que ya nunca volveran a moverse, implorando ayuda a los Invocadores, a Yevon o a cualquiera que esté por ahí.

El grupo alza la vista, pero no encuentran al desconocido que ha congelado la esfera...

En un vistazo rápido veo que todos se encuentran bien. La mayoría han sabido reaccionar a tiempo, pero Khenta ha sido el único herido, aunque gracias a Yevon solo es un rasguño. El invocador es el único herido... vaya guardianes estamos hechos. Nuestro invocador ha estado a punto de perder la vida, pero ahora no hay tiempo para lamentarse. Está claro que esto se trata de un ataque terrorista, si tan sólo quisieran acabar con los invocadores no tendrían por qué haber puesto en peligro a tanta gente inocente. Fanáticos, sectarios, albhed... es imposible saber con quién nos enfrentamos, pero aquí no estamos seguros.

-Salgamos de aquí antes de que vengan más admiradores- sugiero mientras echo un último vistazo al estadio. Ni rastro del individuo volador. El pánico ha cundido entre el público y todo el mundo intenta salir a empujones por las puertas, no va a ser fácil salir de aquí.

Noto la sangre caer por mi mejilla, habia sido demasiado lento y podria haber sido peor, aun así estaba bastante alterado por todo lo que habia ocurrido, desde mi lugar privilegiado veo toda esa muertea mi alrededor sin ser capaz de comprender por que...por que lo habia hecho...

--- ¿ Ha sido por mi culpa?- digo completamente ido, siento que me fallan las fuerzas y tengo que apoyarme y cerrar los ojos para no caerme desmayado de pronto una idea aterradora penetra en mi mente...¿los otros invocadores estarán bien?¿ Darla estará bien?, ante la idea de que Darla haya sufrido algun daño abro los ojos espantado y miro hacia el lugar donde estaban los otros invocadores...- ¿Darla? ¡¡¡¡DARLAAAAA!!!

Al ver que no pude llegar a tiempo a Khenta apreté los dientes.

Maldición, no me estoy esforzando lo suficiente...

Giré una vez más y me puse de pie, mirando alrededor.

-Tenemos que salir de aquí- dije al comprobar que ni siquiera teníamos con quien descargar nuestra ira.

Malditos cobardes...

Fue entonces cuándo Khenta gritó el nombre de una mujer y se puso como loco, acaso estaría enamorado?

Lo tomé del brazo con fuerza para hacerle doler y que reaccionara.

-Tranquilo, quien es esa Darla? Vamos a buscarla si te preocupa, revisemos los demás palcos-

---Darla es otra invocadores como yo... es mi mejor amiga en Belleve... la única que tuve cuando vivia en el templo...- digo con voz entrecortada y los miro a todos- Seguro que la reconoceis, era la que estaba a mi lado el dia que comenzó el peregrinaje

-Darla tiene a sus guardianes, ellos la protegerán- por la expresión de Khenta no parece que eso le vaya a convencer. Si decide ir con ella, al menos seremos más y será más fácil defenderlos- Vámonos, a la calle o a donde sea, pero aquí es donde más peligro corremos. 

Mientras digo esto, me acerco a la salida del palco, por donde hemos entrado. Cojo el pomo de la puerta y antes de abrir, miro al resto de guardianes- ¿Preparados?

La emoción, la euforia se tornó caos en un instante. Una sensación me atenazó el pecho cuando vi a ese hombre flotar, pero entendí que formaba parte del espectáculo. Así lo parecía y nunca había visto nada igual antes como para dudarlo. Hasta que la esfera estalló. Desvié las esquirlas de metal como lanzas que llegaron a mi y me aseguré de que Khenta estuviese a salvo. No habría tenido tiempo de defenderle aunque lo hubiese intentado. Perfecto, solo tenía un rasguño. Pero cunado giré el rostro de nuevo, el ambiente era desolador. El público huía en tropel. Gritaban, se empujaban... su único objetivo era salir de las gradas, que ahora se hallaban teñidas de rojo entre cuerpos inmóviles, clavados y colgando como marionetas de mástiles de hielo. 

La ira se estaba apoderando de mi y su origen era el desalmado que había sesgado vidas de inocentes para demostrar su poder. Inocentes que yo debía proteger como monje y como guardiana. Demasiado caos como para pensar, aunque no lo suficiente como para no darme cuenta de que esa persona tendría un poder desmedido si había atacado con tanta osadía un lugar repleto de seguridad, guardianes e invocadores. 

-¡Movámonos, Jumai! Pero Khenta tiene razón, hay que encontrar a Darla y sus guardianes. Juntos todos los invocadores es posible que podamos hacer algo en medio de todo esto o encontrarle y ganar tiempo para que evacuen a los civiles.-

No se quien es, pero os sigo, con cuidado, se ha informado de todos los invocadores así que conoce el aspecto de cada uno de nosotros.

Saliendo el primero por la puerta miró a ambos lados, usando su hacha para intimidar a cualquiera que quiera acercarse demasiado.

Cuando salís de vuestro palco, el caos sigue presente.

Veis gente correr en todas direcciones, confusos y desorientados, sin saber hacia donde ir o hacia donde correr... Las madres cogen a sus hijos e intentan abrirse paso entre la marea de gente, pero esta es tal que apenas se logra avanzar. Otros deciden quedarse donde están, en una esquina, esperando que todo pase o que, lo que tenga que pasar, que llegue pronto.

La cuestión es, ahora, ¿hacia dónde irán los invocadores?

Todo era un caos, salimos y comenzamos a ver hacía donde dirigirnos, Khenta claramente quería ir con la tal Dharla, su amiga de la infancia, aunque por como se comportaba me hacía creer que para el al menos ella era algo más.

Al ver que algunas personas se habían refugiado y se mantenían allí me acerque a ellos, tener la sangre fría y mantener la calma en estas situaciones era una de las características que debía de tener un guardián.

-Hey, alguno de ustedes me podría decir donde esta la invocadora Darla?- pregunté sobretodo a los niños, quienes admiraban mucho más a los invocadores y sobretodo muchas veces no comprendían el peligro al que se exponían por lo cual podrían estar más calmados.

Aunque Dynamo se acerca de forma amistosa, los niños al verle agarran fuertemente a su madre y comienzan a llorar.

- Por favor señor... - Dice una de las madres. - Ayudenos...