Partida Rol por web

David escuchó la grabación inmutable a ojos de los demás, pero con una violenta tormenta desatándose en su interior.

A pesar de que siempre había sido una persona fría y calculadora, acostumbrado a no perder los estribos, no podía evitar sentirse nervioso. Aquella situación era una ratonera. Una carrera contrarreloj por sobrevivir, y no todos llegarían a la meta.

Fue entonces cuando escuchó a sus compañeros hablar.

¿Por qué uno a uno?

-Está bastante claro, ¿No?-Dijo, girándose hacia su compañera, y con un matiz agresivo en la voz-Quiere vernos sufrir. Quiere ver como nos arrepentimos de nuestros pecados...cuando sea demasiado tarde.-Progresivamente, todas aquellas emociones enterradas que no quería que saliesen a la luz fueron revelándose. Ira, frustración, miedo...

El implacable David se desmoronaba.

Pero era justo ahora cuando necesitaba tener los nervios de acero, asi que respiró un par de veces para relajarse.

-Creo...creo que ahora es cuando no debemos separarnos. Propongo hacer grupos de tres integrantes cada uno, para mayor seguridad.

Esto no es ningún juego, y nuestras vidas están en peligro.-Acto seguido, se volvió hacia Antonio, con el fin de reforzar sus palabras-Le acompañaré, si no le importa, y sugiero que ustedes tambien vengan-Comenta, refiriendose a sus compañeros.

Escuché la grabación y no pude evitar sentir el pánico recorriéndome el cuerpo, a una velocidad de vértigo. Miré a los demás, asustada. ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Y por qué se hacían preguntas tan raras como el "¿por qué uno a uno?" ? No entendía nada, salvo que estábamos en peligro y que todo parecía indicar que no saldríamos de ahí con vida.

-¿A quién le importa el porqué uno a uno? ¡Debemos salir de aquí, permanecer juntos y tener cuidado con cualquier cosa! ¡Aquí dentro debe de haber alguien, alguien a quien no hemos visto y que, seguramente, se esté riendo al pensar en cómo acabará con nuestras vidas. Yo no pienso quedarme sola, así que acompañaré siempre al grupo grande, señores. Mi voz sonaba asustada, algo raro en una persona que cuidaba tanto su apariencia física como la imagen que daba a los demás, pero estábamos ante un caso extremo. Suspiré unos instantes, intentando relajarme y miré a los demás- Yo también les acompañaré para ver esos cadáveres. Son la única pista que tenemos, pero no sé dónde podríamos darles un entierro digno... No podemos tirarlos al mar, es decir... si la policía nos encuentra necesitaremos pruebas, ¿no?

- Antes de que se vayan debo de comentarles un par de cosas:
La primera es que el Hijo de la grandísima que se ha cargado la radio lo ha hecho a consciencia,el muy cabrón no solo ha cortado los cables sino que ha jodido la electrónica a base de bien ... es completamente irreparable.
Y la segunda es que cuando Antonio me ha dicho que buscara bien por la radio he encontrado esto:

Les enseño el papelito pegado al interior de la radio con la extraña clave.

1E5S0T6R 1E9C8H8O

Me da la impresión de que esto no es más que el juego de una mente enferma ... y nosotros somos los juguetes.

- Pedazo de cabrón, Jefe, reza por que no te encuentre por que si no ...

- Entonces el capullo ese o si es mujer la muy....va dejando pistas. -miro el papel- Parece un lenguaje secreto o algo parecido.Esto se asemeja a muchos casos que he resuelto. Muy bien creo que deberiamos ir a ver el otro cadáver y la escena del crimen por si hubiera otra pista más que nos lleve al asesino/a o asesinos antes que nos maten a todos o lo que tenga en mente hacer esa persona o personas. Quien quiera acompañarme que lo haga, eso si me parece muy acertado que ninguno de nosotros nos quedemos sólos. En cuanto a los cadaveres deberiamos buscar un sitio donde meterlos por si, como muy bien ha dicho Ana , viene la policía necesitaran verlos.

Bueno voy al camerino donde se encuentra el cadáver de la señora Julia. Quien quiera venir conmigo que venga.- vuelvo a repetir.

Seguidamente salgo de la escena.

Miro a los presentes.

- Si nadie más quiere, yo también iré ...

- Total, que más da ... La parte final del mensaje me escama, le estaba alguien forzando a decir eso o eso es lo que nos quieren hacer creer? Si es lo primero el asesino o asesina puede ser aún cualquiera de los aquí presentes ...

- Oh Dios!...esto es un disparate.

Me levanté de allí sorteando al capitán y me fuí hacía la terraza. Me quedé mirando hacia lo que creía que era Cabrera. Después volví a entrar.

- Bueno yo sé ustedes señoritas, pero yo como esto se complique me largo. La isla no está muy lejos para llegar a nado y espero que una vez allí haya vida inteligente no muy lejos.

 Haz lo que quieras, Benjamín, si te ahogas le harás un gran favor a nuestro justiciero desconocido. No me parece la mejor de las ideas, envíame una postal cuando llegues -habla de forma bastante despectiva.

Quien sea que nos quiera muertos evidentemente quiere ver lo mal que lo pasamos, quiere jugar, quiere demostrar que es mejor y más inteligente que nosotros y quiere que lo sepamos, eso es muy propio de la mente de un sicópata. Yo por mi parte estoy cansada de quedarme quieta como una niña buena, si estamos aquí, en el fondo ninguno lo somos. Voy con ellos -sale en la misma dirección que sus compañeros con la mayor rapidez y decisión de la que puede disponer. ¡Juanjo! Espérame, muéstrame de nuevo ese galimatías que has encontrado.

Me fuí hacia lo que parecía ser la cocina y empecé a abrir cajones hasta que dí con el de los cuchillos. Cogí uno afilado y corto y me dirigí de nuevo al salón.

- Que hacemos señorita? bajamos a ver que hacen el resto o prefiere usted charlar sobre algo?...por cierto cual es su pecado a redimir? parece usted muy joven y angelical para haber cometido nada grave.

Observe como rebuscaba en la cocina, y se guardaba un cuchillo. No parecia mala idea, por lo que decidi coger otro para mi.

- Podemos bajar si quiere, quiza descubran algo. Sobre mi... pecado... - no pude evitar emocionarme un poco al pensar en todo aquello, creia que habia quedado atras y sin embargo ahora volvia para atormentarme de nuevo - Estuve casada.... y bueno el... yo... - respire hondo, incapaz de hablar en voz alta de la muerte de Diego. Deseche con un movimiento de cabeza todo aquello y la reportera que soy salio de nuevo a la superficie - ¿Y que hay de usted? ¿que razones le han traido aqui?

 - Las razones no las sé muy bien aún pero supongo que tendré oportunidad  de descubrirlas. Alguna mujer seguramente...mientras decía esto empecé a sacar el cuchillo y a observarlo...sabes una cosa que no te he dicho aún? me pones muy cachondo. Con esos labios...dije pasandome la mano del cuchillo por la boca... y esa cara de no haber roto un plato en tu vida...quieres que yo sea tu maridito por un tiempo?

El comportamiento de Benjamin comienza a preocuparme y por primera vez caigo en la cuenta de que ambos estamos solos en la cubierta. Sujetando con fuerza el mango del cuchillo que he cogido comienzo a moverme hacia la escalera sin perderle de vista.

- Quiza en otro momento - digo en un susurro sin dejar de moverme hacia las escaleras - Ahora sera mejor que bajemos

- Jaja...maldita puta ¡¡corre, corre con tus amigos!!

...

Bueno hijo de puta ya estamos solos...¡¡sal maldito cabrón!!...

¡¡¿no querías redimir mis penas?!!...aquí me tienes cabronazo!!