Partida Rol por web

Educación ante todo dije con una sonrisa. Se llama y, si no abre la puerta, entramos, no vaya a ser que se escape.

-Queremos que nos ayude no secuestrarlo, vayamos por las buena

Una vez que aterrizan, Alec se relaja un poco. Mira alrededor.

- Mercurius dudo mucho que tu disfraz sirva de algo si realmente Sacristán puede localizar mutantes..., pero bueno. Llamemos a la puerta

El viaje colgando del brazo de alguien no es particularmente seguro, así que Carlos se sintió bastante mejor cuando llegaron a destino.

_Clave, mejor sin trucos. Brainstorm tiene razón, no somos ladrones, no tenemos por qué entrar a hurtadillas, aunque sí debemos movernos con cuidado. Brainstorm, si Sacristán puede localizar mutantes, debe saber dónde está Milo, pero no sabe de tí. ¿Qué te parece que te quedes afuera escondido y vigilando, por si hay problemas? Eres el único con el que no cuenta. Podríamos necesitar tu ayuda o incluso puedes avisarnos si llega más gente.

Yo no he dicho que entremos como ladrones, he dicho que llamemos a la puerta. Pero tampoco seamos tontos, seguramente sepa que venimos a por él y no nos espere feliz de la vida. Sólo digo que hay que estar atentos.

Además, no tenía poderes para no usarlos. Descubriría cosas de él para poder usarlas en su contra en caso de que fuera necesario,

Mi posición era estar junto a la chimenea, quizás Sacristán no vigilase esa entrada y, además, desde esta posición y dadas mis características sensoriales, podría advertir a mis compañeros de la posible llegada de "nuevas amistades"...

- Carlos, eso estaría bien, pero según Potencia, soy un mutante, quizás lo suficiente como para que me detecte, además no sabemos como los detecta. Quizás también detecte a no-mutantes, prefiero que vayamos todos de frente y sin ocultar nada. No creo que nos ataque, al menos sin advertirnos primero si vamos de frente. Milo ya está oculto, y mejor que siga así. Supongo que estará cerca. 

_Clave, lo de entrar como ladrones no lo dijiste tú, lo dijo Mercurius. Está bien Brainstorm, como desees. Sugiero utilizar de ahora en más los alias, si es que quieren proteger sus identidades.

Viendo que estaban todos decididos y con ganas de volver cuanto antes con su mujer, Carlos se acercó decidido a la puerta. La golpeó mientras miraba a sus compañeros, para que estuvieran alerta.

_Sr. Sacristán, supongo que sabe quiénes somos y por qué estamos aquí. ¿Nos dejaría pasar para hablar unos minutos con usted? Esto no me gusta más que a usted, preferiría estar con mi familia y no aquí. Solo unos minutos por favor, y nos iremos en paz y todos tranquilos.

Sacristán se levantó del cómodo sillón de terciopelo en el que se encontraba, dejó la copa de vino que se estaba tomando y tomó su rifle entre sus manos. Después se acercó a la puerta para abriros y os mostró una sonrisa sarcástica.

- Bienvenidos a mi hogar, Santander. La ciudad que apenas ha tenido contacto con gente metahumana.

Son muchos los que han tratado de encontrarme y muy pocos los que me han localizado. Traté de buscarme unos guardaespaldas, sabía que tarde o temprano este momento llegaría. No sé cuál es la razón de vuestra visita, pero sé que sois mutantes. ¡Estoy harto de ver mutantes! Y pensaba que Santander era un ciudad tranquila en la que apenas existía más de una decena.

¡Una lástima!

Ahora con vuestra presencia aquí el número de mutantes ha aumentado. Si mi poder no me falla, tenemos a un hombre invisible en el techo, que es capaz de vernos perfectamente y de escucharnos como si estuviera a nuestro lado. Tenemos a un lector de miedos y de habilidades telecinéticas, después a un tipo superinteligente, tipos como tú ya me los he encontrado antes, y no te pienses que eres el más listo del mundo, porque creéme, a juzgar por tu nivel no eres de lo mejorcito. Luego tenemos a un extraterrestre con la capacidad de cambiar de forma y fundirse y por último, el más extraño de los poderes que me he encontrado hasta ahora, tú pareces capaz de materializar los objetos que piensas. Un poder con mucha capacidad, ¡si señor!

Como podéis comprobar esta es mi habilidad, soy capaz de detectar poderes, pero no sé hacer nada más. No soy muy útil y estoy harto de que grupos como vosotros, que seguro que dicen venir en son de paz o en una misión para salvar el mundo, vengan en mi busca.

¡No voy a participar en vuestra misión! ¡No voy a unirme a vosotros! ¡Y por encima de todo, estoy deseando que pronto se acabe el mundo! ¿Entendido? Termina Sacristán mientras juguetea con el rifle entre sus manos y apunto de cerrar la puerta de un portazo.

Mercurius se adelanto unos pasos mientras regresaba a su estado original, luego miró al rifle que portaba Sacristan y a continuación lo miró directamente a los ojos... -"Señor sacristán, dejeme que de liga una cosa, no desee cosas de mayor magnitud de las que puedas imaginar o sentir, mi mundo se extinguió, yo soy uno de los últimos de mi especie y ahora estoy lejos de ellos, incomunicado y sin posibilidad alguna de poder volver a verlos nunca más... no se puede usted imaginar lo horrible que es que se acabe su mundo..."-, dijo con una cara triste.

Entonces se llebó las manos al pecho señalandose mientras proseguia hablando, -"En cuanto a mis habilidades tengo mas de las que has nombrado, tambien se contar chistes malos y hacer preguntas que son muy complicadas de responder o que casi nadie se plantea o si lo han planteado no conocen la respuesta, creo que los terricolas lo llamais filosofia...

Luego extendio sus manos para a continuación rascarse la cabeza, -"Bueno, en resumen, hay algo que no comprendo, si estas arto de los mutantes, ¿porque contratas mutantes para tu escolta personal...?, por cierto, Santander tendrá menos mutantes cuando nos marchemos, puesto que nuestro grupo se irá, tus guardaespaldas, supongo que los despediras ya que igualmente llegamos hasta aquí y no fue por la fuerza, por lo que seguro tambien se marcharan a otro lugar para buscar trabajo y en cuanto a los 10 mutantes que habia en Santander... ahora son 9... es que habia una bruja disfrazada de diosa loca controladora del clima que amenazaba con matar a toda la ciudad... ahora está echandose una siestecita bajo los restos de un robot gigante y me dijo que no la molestasen, que cuando se despertara, se quedaria ahí haciendole unos retoques y ajustes a la maquinaria del robot..."-

Entonces se cruzó de brazos, -"Se que quiere que nos marchemos, y lo haremos... pero antes tendras que escucharnos para que sepas porqué hemos viajado tan lejos para verte, cuando te contemos la realidad de la situación y evaluar la magnitud del problema, quedará en tu conciencia el colaborar o no..."-

Carlos no cambió el gesto, había sido entrenado para no demostrar sorpresa en ese tipo de situaciones, pero estaba sorprendido por el discurso de alienígena. Cuando empezó a hablar pensó que iba a soltar una catarata de chistes, cosa que no ocurrió, si bien se le escaparon algunos. Sea porque lo tocó el tema de otro mundo destruído o por lo que fuera, se mostró serio y maduro a la hora de hablar. Cuando Mercurius terminó de hablar le tocó el turno de intervenir.

_Sumado a lo que dijo mi compañero, si tan bien conoce nuestros poderes, sabe que pudimos haberlo atacado de haberlo querido. De hecho, ya que conoce mi poder, sabe que si puede seguir jugando con su rifle es solo porque yo lo permito; con solo quererlo ese rifle estaría en mis manos. Ahora bien, no es mi intención ni de ninguno de nosotros usar nuestros poderes. No crea que me gusta estar aquí, no estaría aquí si esto no fuera importante. Incluso, y se lo digo en serio, lamento mucho que haya pasado por las cosas que lo hayan llevado a querer la destrucción del mundo. Soy bastante liberal en ese sentido. Si usted padece su vida, cuando esto termine no sentiría culpa al matarlo yo mismo, si es su voluntad. De esa forma, al menos de alguna manera, su mundo ya no existiría y usted estaría tranquilo. Pero no puedo hacerlo hasta que nos ayude. Necesitamos que identifique a dos mutantes de una compañía, solo eso. La mujer loca que nos lidera recibió una advertencia de un tipo del futuro llamado Dimensión. ¿Lo conoce usted, de la época en que formaba parte del grupo?

Carlos sabía que había sido bastante directo, aunque esperaba que al menos su franqueza fuera recompensada.

Alec se quitó el casco de la armadura. Cuando Carlos terminió de hablar y lo cogió con la mano izquierda.

- Señor Sacristán, me llamo Alec Fiedman, ese rifle está de más. ¿Podemos hablar sentados de forma civilizada tomando un café? Tiene razón en mucho de lo que dice pero no en todo. Hablemos como personas civilizadas que somos, no estamos aquí para pelear, nuestro amigo invisible solamente está aquí para asegurarse de que podemos hablar sin tener que recurrir a la violencia

Alec alza la voz para que Milo pueda oirlo.

- ¡¡¡Milo!!! ven aquí. Ya no es necesario ocultarse.

Vuelve a dirigirse a Sacristán.

- Sabe quienes somos, déjenos contarles nuestra historia al menos.

Me apoyé contra una de las paredes y me crucé de brazos, divertido. Gracias a la máscara, no se veía que estaba sonriendo, pero la situación me parecía absurda. Desde mi punto de vista, ese hombre se había ido porque su relación con Miss Krost había terminado mal. Y ahora deseaba que el mundo se acabara. ¡Qué trágico! Lo que me apetecía decir sólo conseguiría molestar a ese tipejo, así que decidí callarme.

Bajé a suelo firme...

Me mostré ante Sacristán, pero no dije nada, pues el resto ya se había pronunciado.

¿Y este qué se piensa?, ¿que nos va a intimidar?

Sacristán no había dejado el arma en ningún momento. El hombre se sentía seguro teniendo entre sus armas aquella pistola, sin duda sabía que si disparaba el arma quizá todo acabase de una forma trágica y no precisamente para ellos, pero por si acaso le hacía sentirse más seguro.

Joder, parece que no escucháis lo que os estoy diciendo. ¡No pienso escucharos! ¡Me da igual las misiones que tengáis que hacer y me importa un carajo que el mundo se destruya! - Dijo Sacristán aún más enfurecido que antes.

¡Así que, haced el favor de marcharos por el mismo sitio por el que habéis venido!

Entonces, el rostro de Sacristán cambió tras escuchar las palabras del Sr. Iglesias.

La mujer loca que nos lidera recibió una advertencia de un tipo del futuro llamado Dimensión. ¿Lo conoce usted, de la época en que formaba parte del grupo?

¿De la forma en la que formaba parte del grupo? ¿De qué narices me estás hablando? ¿Quién ese ese Dimensión del que hablas y quien es esa mujer? No será... y entonces sus palabras se quebraron en su garganta.

Brainstorm sonríe de forma forzada, su paciencia se está agotando.

- Si, señor Sacristán, es exactamente quién usted piensa. Potencia, Krost, ... llámela como quiera.Ahora deje usted de hacer el idiota, baje el arma y hablemos de forma civilizada. Si el mundo se va a la mierda, nos vamos todos detrás usted incluido. Si no quiere ayudarnos no le vamos a obligar, pero las cosas van a cambiar pronto y no para bien. Puede que tenga ganas de morir, y no me opongo, pero hay gente ahí fuera que no tiene capacidad para defenderse de lo que se avecina y no tiene porqué morir si podemos evitarlo. Si Dimensión tiene razón mucha gente va a sufrir, niños incluidos, ¿entonces que hará señor Sacristán? ¿Esconder la cabeza?

Vaya, vaya, qué interesante pensé al conocer los secretos de Sacristán.

Señor Sacristán, no he hablado hasta ahora porque mis compañeros son los que tienen las dotes diplomáticas, pero... Sí, Miss Krost es la que nos ha enviado. La señorita Potencia insistió para que viniéramos.

Tengo una pregunta. ¿Se va a quedar usted quieto, sentadito, teniendo la oportunidad de volver a ver y recuperar el amor de Miss Krost? Si es cierto que el fin del mundo está cerca, qué mejor manera de aprovechar el tiempo que con la mujer que ama.

Los ojos de Carlos se abrieron por demás y sus cejas se levantaron cuando se dio cuenta de que Sacristán hasta ese momento en realidad no sabía de parte de quién iban. Con gesto gracioso, compartió su pensamiento.

_Jojoo, y yo que pensé que nos evitaba precisamente porque sabía que veníamos de parte de Miss Krost. ¡Esto cambia las cosas!

Y como si eso fuera poco, se sorprendió aún más al escuchar la revelación de Clave, que evidentemente había utilizado sus poderes.

Vaya, ¿en qué momento se convirtió esto en una telenovela?

De cualquier forma no sabía cómo tomaría Sacristán esa intromisión a su privacidad, Carlos no creía que ese conocimiento se lo hubiera dado Potencia.

_Reconozco que no sabía acerca de esa historia de amor; es más, pensaba que se llevaban mal. Pero puedo prestarle mi teléfono para hablar directamente con ella si así lo desea.