Partida Rol por web

Miro al anciano y bajo el arma:

-"Tranquilo anciano, tiene algún nombre? Pues yo ya me he presentado, lamento decirle que desconozco acerca del paradero de los demás, cuando adquirí este castillo y lo hice transportar solo estaban ustedes dos, aunque estoy intentando adquirir a alguien que posiblemente sea de ustedes, una mujer de rasgos feroces..."- quizás esto comprobaría mi teoría de que aquella gárgola era especial. 

¿Una mujer de rasgos feroces?¿Demona?.

- En mi raza no acostumbramos a poner nombres,pero al ser su líder me concedieron uno,Hudson. -dije a la vez que baja mi arma pero seguía alerta y con un ojo puesto en mi compañero-

- Según tu descripción,esa mujer que dices lleva siglos...muerta...pierdes el tiempo. -dije con visible decepción- Y parece que los demás...también...

Mire a Hudson y le conteste:

-"No se acerca de los demás, si recuerdas como son y donde pueden estar podría buscarlos, en cuanto a esta mujer, su estatua estaba intacta y llena de energía, como las de ustedes cuando las trajeron aquí y según lo que se, ustedes son bastante difíciles de matar, solo si su estatua se rompe durante el día o la herida es demasiado grave, de otro modo al dormir esta se curaría en su totalidad...me equivoco?"- dije metiendo las manos en los bolsillos y sonriendo de costado.

¿Cómo sabía tanto este humano de nosotros?

¿Y dónde está esa estatua y cuando podrás traerla aquí?Y sobre los demás,deberíamos estar juntos pero ocurrió algo y tuvimos que separarnos.

Suspire:

-"Pues en este momento se encuentra en Irlanda y estoy en tratativas para poder traerla hasta este lugar, pero la burocracia y la política tiene sus complicaciones, digamos que es algo así como los consejos que se hacían en tu época para pactar los términos y tributos, pero estoy intentando que eso se haga lo antes posible, sabes hacia que dirección viajaron tus demás compañeros? De esa forma podría ser posible comenzar una búsqueda"- 

- Señor... le esperan para los fuegos.- susurro el hombre rubio interrumpiendo la discusion.- ¿Que quiere que haga con su... invitado? ¿Le procuro una estancia? No creo que si lo ve la alcaldesa le haga mucha gracia.

- Tranquilo,rondaremos por el castillo a la sombra de las miradas indiscretas. -dije molesto a el hombre rubio- Conocemos bien el castillo,no necesitamos ni ayuda ni guías.

Owen se ajusto las gafas.- Vera, señor, eso es justamente lo que me preocupa. Tenemos invitados, invitados deseados en el castillo.- puntualizo.- personas importantes que se sentirian impactadas por su inusual aspecto.- dijo intentando ser correcto pero sonaba mucho a "eres un monstruo y los vas a asustar"

- Pues pareces un ser capaz,mantenlos lejos de donde podamos estar.No será tan difícil. 

Mis palabras sonaban tranquilas y sin alterarme,pero dejando claro que no pensaba hacer lo que esos dos dijesen.

-"En este momento estamos ocupando la sala principal y puede que más tarde salgamos a observar los fuegos artificiales desde el mirador, podrían hacer el favor de mantenerse lejos de esas áreas? A través de las torreas o pasadizos, al conocer el castillo estoy seguro de que pueden mantenerse en esas áreas que tan bien conocen, pero espero que sobretodo estén cómodos, una vez finalizado los festejos podemos hablar mas relajados y acerca de sus compañeros y los años que han pasado, le parece bien señor Hudson?"- pregunte al anciano. 

- De acuerdo,pero antes de iros deberíais dar algo de comer a mi amigo.No tiene buen humor cuando pasa hambre y todo plan que pueda tener yo para mantenernos lejos de la vista de curiosos puede irse al traste.

-"Esta bien"- mire a Owen y dije:

-"Traigan todo lo que sobro del banquete, especialmente carne a este ala, antes de que salgamos a ver los fuegos, que sea rápido y discreto, esta bien?"-

Mire a las gárgolas y dije:

-"Pueden quedarse con los platos o lo que quieran, habrá suficiente comida para ambos, nos vemos luego señor Hudson"- dije haciendo una leve reverencia antes de voltear y volver a la sala de invitados. 

- ¿Puedo sugerir que sean los señores los que se acerquen a la cocina? Los cocineros ya se han ido y es mejor que nadie sepa de la presencia de sus invitados. Yo les acompañare, si quieren seguirme, mientras el señor se ocupa del resto de invitados.

- No es bueno contradecir a el "amo" del castillo.Esperaremos aquí.

Recogí mi alas y las puse en forma de reposo sobre mis hombros abrazando mi cuerpo.

-"Jajajaja el señor Hudson tiene un gran sentido del humor y el deber, no te preocupes Owen, ellos sienten este lugar como su hogar y así lo es, las cocinas son muy modernas ahora y no se adaptarían a tantos electrodomésticos y utensilios, encárgate de que persona calificada traiga la comida aquí o al lugar donde ellos quieran y la dejen, yo me encargo de los invitados"- dije regresando al salón y dándole una palmada en el hombro a Owen, mientras le devolvía la pistola. 

Yo mismo la traere, señor.- dijo Owen, reticente a que nadie mas viera a aquellos seres.

Owen y Xanatos se despidieron dejando solas a las gargolas, pero fue por mi corto espacio de tiempo ya que Owen se apresuraria a llevarles la comida.

Owen volvio con empujando un caro peculiar, metalico por completo

Sobre el platos cubiertos por pequeñas cupulas metalicas que reflejaban vuestras caras. Tambien os traia bebida, agua y vino, en unos recipientes de cristar tapados por corchos. Tambien habia fruta de muchas clases distintas en un cuenco.

- ¿Quieren los señores comer en el pasillo o me acompañan a una estancia con mesa y sillas?

- ¿Donde estabas? Te he hechado de menos.- dijo la modelo coqueteando contigo, tal vez tenia un par de copas de mas, sonreia achispada mientras se pegaba a tu brazo.

El resto de tus invitados no habian notado tu falta, reian y hablaban en pequeños grupos.

Sonreí y acaricie el rostro de Claudia:

-"No me mires así o me derretiré-dije sonriendo- me encontraba preparando una sorpresa, vamos al ventanal?"- dije mientras comenzaba a caminar hacia el, sabia que con lo eficiente que era Owen no solo se encargaría de la comida de las gárgolas sino también de que los fuegos artificiales fueran vistos por todo el mundo. 

Me quedé perplejo viendo aquel objeto metálico que traía comida como un carruaje a sus dueños.Después vi tanto metal no utilizado para armas que me sorprendió.

- ¿No usáis el metal para espadas y hachas en esta época?

Por un segundo olvidé su pregunta pero rápido la respondí.

- Claro,vayamos a comer como se manda.