-Nosotros no tenemos relación con aldryani de otras zonas. Hace mucho que quedamos aislados y solo trtaamos de expandir nuestros dominios sobre la tierra yerma que antes fué verde. No sabíamos nada sobre distintas facciones dentro de los vuestros, pero si lo que dices es cierto, no es justo que apliquemos venganza sobre quien no la merece.
La dríade cambia su expresión seria por una más benevolente y algo lastimera.
-Di a los tuyos que lamentamos nuestra actuación y que haremos lo posible por enmendar este error. Y dile a tus líderes que Broterojo, guardiana de este bosque, quiere enmedarlo y dar caza a los verdaderos culpables. Ahora marchate.
Dicho esto, la dríade comienza a desvanecerse y el bosque vuelve a abrirse para ti.
Lo hemos hecho rápido y cutre, pero no quiero demorarme demasiado en escenas individuales. Si no tienes nada más que decir o hacer puedes volver y despertarte.
Swen pasa rápidamente del temor a la sensación de que los elfos lo están pasando mal y necesitan ayuda.
- Sólo una cosa antes de abandonar vuestros dominios, guardiana Broterojo. ¿Volveremos a vernos? ¿Traigo a nuestros embajadores a hablar con los vuestros? O... ¿simplemente espero a los hijos del bosque en algún lugar? ¿Podemos ayudaros en algo? Quizá la fuerza de los míos y los vuestros pueda enfrentarse a un enemigo común... pero no me corresponde a mi tomar esa decisión. Mis líderes deberían tratarlo con los vuestros.
Por mi, si se puede, podemos cerrar un encuentro y Swen se va (demasiado ha hablado, su función era acordar un encuentro para que hablaran otros).
Voy representando el despertar y, aunque se superponga con tu contestación, no tenemos al resto parados.
Pasadas unas tres horas Swen comienza a balancearse pausada y rítmicamente hasta que, inesperadamente, abre los ojos de par en par -en ese preciso instante la aparición que había junto a él desaparece-.
- ¡Malditos lunares! -murmura aún absorto en su viaje y sin recordar el origen de la mayoría de sus compañeros- ¡Malditos hijos de Thed!
Escupe despectivamente al suelo mientras comienza a mover brazos y piernas tratando de desentumecerlos.
Me quedo observándolo un momento, y le pregunto:
-Hey, raro, ¿estás bien?, parece que no ha funcionado como tu querías, camina un ratito, que debes estar todo oxidado de estar ahí en la ,misma postura mucho rato.
Me levanto, y le ofrezco mi hombro para que se apoye.
Parece que vamos a tener que hacerlo de otra manera, espero que los arbolitos no vengan por aquí buscándonos a nosotros.
Salgo de mi escondrijo mirando nerviosamente a un lado y a otro. A mi también se me han entumecido las articulaciones. He tratado de disimular las cabezadas, pero trato de aparentar resolución y le pregunto a Swen.
- ¿Lunares? ¿Hay lunares detrás de esto? ¿Qué has visto? -un cierto temor supersticioso me hiela aún más la sangre en las venas, que se mezcla con otro mucho más terrenal cuando evoco la imagen de la vexilla.
Sentado junto a la hoguera junto a los Redes de Plata, me he quedado tres horas aterrado ante la visión fantasmagórica sobre el cuerpo inerte de Swen y sin parar de rezar entre susurros al dios de los truenos, suplicándole que me protegiera de los malos espíritus.
Cuando el fantasma desaparece y Swen vuelve en sí de repente, interrumpo los rezos para escuchar mejor lo que dicen mis compañeros allí a lo lejos. ¿Lunares? ¿Habré oído bien? ¿Han dicho "lunares"? -digo para mis adentros mientras frunzo el ceño con fuerza y con la mirada fija en Swen.
Nerviosa en parte por la vision y en parte por los comentarios de los demas me apresuro a movilizar al personal.
-Bien, deberiamos ir cuanto antes al pueblo y contar lo que sabemos- "arboles que matan a la gente y lunares que segun el espiritu de Swen, que...?, pienso mas nerviosa aun- Vamos, vamos aqui estamos perdiendo el tiempo!
Swen hace un gesto a Loranda para espere un momento y le siga hasta Kenvent. Una vez junto a él cuenta lo sucedido.
- Volví y logré entablar conversación con un espíritu del bosque, una dríade, que se me presentó como Borterojo, guardiana del bosque. No parecía saber nada de la profanación del niño y nos acusaba a "los nuestros" -Swen remarca esperado que se note que el espíritu metía en el mismo grupo a todos los humanos- de «sembrar de caos la raíces de su vida» obligándoles a sacrificar a muchos de los suyos. El espíritu estaba muy enfadado y dispuesto a cualquier cosa, incluso a romper antiguos tratados. Afortunadamente logré calmarla tras hacerle ver que esos humanos son nuestros enemigos también, se disculpó por lo sucedido y me dijo que harían lo posible por enmedar el error y cazar a los verdaderos culpables.
Aunque seguí p'alante para no entorpecer al resto estoy a la espera de si la dríade propuso alguna forma de tener un encuentro diplomático.
Si, perdón. la dríada está dispuesta a hablar con representantes de los orlanthis para encontrar una solución al asunto.
Escucho las sabias palabras de Swen, y no pudo aguantarme un comentario tal que:
-Bueno, entonces si nosotros hiciésemos un genocidio y luego pidiésemos perdón, todo solucionado, ¿no?
Mientras pienso:
Bueno, al menos ahora tenemos un gran aliado, y bastante peligroso dada su naturaleza.
La duda es más bien si propuso algún lugar. ¿O simplemente basta con presentarse nuevamente en el bosque?
Swen mira a Kilder como si le estorbara.
- No justifico sus actos igual que no justificaría los tuyos. Simplemente transmito que he logrado calmar los ánimos del Bosque, el por qué de todo, la situación y que está dispuesto a negociar y colaborar. Ahora es el momento de los negociadores.
Sin acritud... ;-)
Como jugador cada vez me gusta más esa actitud ruin y maliciosa de la que estás dotando a tu PJ. Como Swen tengo que mostrar su desacuerdo.
Sip, jeje
Él es quien me controla, y no yo a él, hay que tener en cuenta que dice lo que nadie quiere oír, y que como es bajito y feo, pues nadie lo saca a festejar XD
Con la nueva información recogida por Swen podeis reemprender el camino hacia vuestra aldea. nada más salir el Sol partís y a mediodía ya podeis oír la música y sonidos de una fiesta que parece no querer terminar nunca.
Al entrar en la aldea de los Cuervos Rojos, las gentes se sorprenden al ver llegar al grupo de refugiados que os acompañan. garnath aparece y escucha con atención la historia de Stramm, sobre como los aldryani atacaron, sus hombres cayeron y posteriormente derribasteis al árbol guerrero que les impedía huír. La expresión severa de Garnath se torna en ira cuando oye sobre la posible presencia de lunares en los bosques tan cercanos a su pueblo.
Pero a pesar de todo, del ataque aldryani, de la casi total aniquilación de los redes de Plata y de la pérdida de alegría del festejo en cuanto la noticia se extiende, Garnath parece decidido a celebrar la boda incluso antes que los funerales de los guerreros caídos, lo que provoca el rechazo de algunos de los asistentes que no comprenden el porqué de tal prioridad.
El post no ha terminado, pero os voy a dejar un dia por si quereis decir o hacer algo. En cualquier caso, mañana continuo. Nos estamos acercando al final, así que estad atentos.
Todavía estoy asumiendo las palabras de Swen. No puedo evitar pensar que puede ser un farsante... al fin y al cabo no le he visto hacer nada realmente importante... Sabemos de los elfos por los Redes de Plata, pero de los lunares solo por Swen ¿y si está más loco que Kilder?
Meneo la cabeza y alejo mis pensamientos. Si hay lunares, acabarán apareciendo. Y si los elfos no se han pacificado, alguien notará pronto una flecha saliendo de sus hombros. Poco a poco mi mente llega a la verdadera pregunta:
"¿Qué haré cuando me enfrente a los lunares? Una cosa es enfrentarse contra vexillas y nobles, pero ¿y si son soldados carmanianos? Podría ser mi propio hermano."
La negrura se apodera de mi mientras me siento en un rincón, alejado de la apagada fiesta.
Swen aprovecha un momento en que puede pillar a solas al noble orlanthi y se aproxima a él para transmitirle sus augurios.
- Te considero un hombre sabido y honorable. Tengo que contarte algo que no te dije delante de todos. Me dio la impresión de que la fuerza de los elfos no fue más que un estertor. El bosque se está debilitando y lucha con fuerza contra ello. La dríade se me presentó haciendo gala de una enorme fuerza, una fuerza tal que pensé que mi espíritu sería destruido en cualquier momento. Luego, cuando le hice ver lo sucedido, se apagó como una llama sin madera. En este momento parecía totalmente desprotegida y abocada a un aceptado y amargo destino.
El espiritista hace una pausa antes de continuar.
- Los espíritus me advirtieron del mal que acarrearía esta boda... me sorprende enormemente la perseverancia en su decisión por parte de tu hermano pese a todo lo sucedido.
Cuando veo a Swen acercarse hacia mí, intento aparentar indiferencia, mientras rezo en silencio a Orlanth para que me proteja de los espíritus malvados. Cuando termino de escucharle, me dirijo a él mientras miro hacia el horizonte:
-Oye, ermitaño, ¿por qué debería creerte? -le espeto, sin ceder ante su gesto de preocupación-. Puede que sepas controlar a los espíritus y hasta puede que sea verdad que has hablado con un espíritu de los elfos -admito no sin esfuerzo-. Pero ¿dónde están los lunares esos de los que hablas? ¿Acaso los has visto? Y si de verdad resulta que los lunares están detrás de todo esto, la boda de mi sobrina debe celebrarse con aún más razón, porque así seremos más para hacer frente a los sucios esclavos de Shepelkirt, la herida supurante del cielo-. Hago una pausa para escupir al suelo. Luego me vuelvo hacia el chamán-. Te voy a decir algo: me tiene mosqueado ese interés de "los espíritus" esos con los que hablas porque no se celebre la boda -añado con tono ligeramente amenazante mientras señalo al pecho de Swen-. Solo los lunares deben temer esta unión entre clanes, ¿y tu no eres uno de ellos, verdad? -sentencio con una ceja alzada y una leve sonrisa.
Después de mantener una breve charla con Swen, me alejo de él y me dirijo a mi hermano Garnath para hablarle discretamente. Si no puedo hablarle a solas, le hablo directamente:
-Hermano, los cinco clanes vecinos están aquí y observan tus decisiones. Es el momento de demostrarles la grandeza de los Cuervos Rojos, para que todos vean que tenemos en cuenta a todos los clanes y no solo al nuestro, igual que un gran jefe tiene en cuenta a todos los miembros de su clan, y no solo a él mismo. Si los convencemos ahora, más adelante nos seguirán a cualquier parte. Y si es verdad que los lunares están causando problemas, cuantos más unidos estemos los clanes, mejor. Por eso deberíamos aplazar un día o dos la boda de Arrhya hasta que se hayan celebrado los funerales de los Redes de Plata. Mientras haya muertos esperando los ritos para llegar al Gran Salón de Orlanth, los Redes de Plata no festejarán esta boda como deben y nos odiarán. Pero si dejamos que hagan los funerales, nos ganaremos su respeto y también el del resto de los clanes. Sabes que quiero lo mejor para nuestro clan y para mi sobrina, y por eso te digo todo esto.
La cara de Swen pasa de la sorpresa al odio ante las palabras de Kenvent. Su mirada lo atraviesa ferozmente ante la sola mención de que él mismo pudiera ser un lunar. Da la espalda con desprecio al noble y se marcha murmurando.
- Pensábamos que era más sabio. ¡Vámonos! Quieren sufrir como sufrimos nosotros. Nos tocará ser su Yorsar...
¿Shepelkirt? Desconocía ese nombre de la Luna Roja. Pero ahora que sé quién eres en GH no me sorprende dicho "palabro". Lo dicho allí: no soy nadie comparado con la erudición gloranthana que allí siempre se ha mostrado.
EDITO: comencé a escribir antes de tu segundo mensaje pero he tenido bastantes problemas para poder enviarlo.