Partida Rol por web

Me quedo anonado unos segundos y me acerco a Jackie.

-Lo siento, no quería empezar así, y si vas a querer competir contra esa tal Annabeth, pues suerte, yo no creo en las individualidades, el colectivo triunfa sobre ellas - explico, en alusión a lo que dijo mi madre - Siento haberme metido contigo pero lo único que he visto de campamento ha sido de todo menos acogedor. Solo Holden se ha mostrado mínimamente simpático.

Me acerco al hijo de Afrodita:

-Siento haberme metido contigo, la verdad es que no tenía ninguna razón. Por cierto, muy buen el disparo - le tiendo la mano a ambos.

Con un gesto rápido agarro a Eneas.

-Dos cosas... URGENTES.-Inspiro aire-. Primero, ¿estas diciendo que no te importa vestirte con una malla apretada de licra, delante de todo el campamento? Sabia que los hijos de afrodita erais raros... pero esto no lo esperaba te lo juro...-Aspiro aire.- Y otra cosa, tengo que hablar contigo... en privado.

-Johan... ambos nos llevábamos bastante bien... no lo estropees...- Digo -Mi decisión dependerá de la de Jackie- Le contesto a Lukas -Me has metido por en medio y ella es mi única amiga y la mejor persona que conozco. Así que mi decisión será la suya...

Me giro con Johan que quería hablar en privado conmigo y le sigo.

-Dime que pasa Johan- Le susurro una vez apartados.

Asiento y miro a mi hermana fijamente a los ojos, en parte para ver cómo ha reaccionado y en parte para que vea que estoy siendo sincero.

-Ehhh veras... yo...- Miro en dirección al fuego. Me calmo ligeramente al contemplar las llamas- E hablado con mi padre. Al pareces va a haber problemas... problemas gordos.

Le miro fijamente a la par que meto la mano en un bolsillo y saco un cubo. Es un cubo plateado perfecto del tamaño de un puño, tenía una pequeña hendidura en una de sus caras, estropeando su lisa superficie.

-M-Me dio... Me dio esto, pero no se que es.-Trago saliva. Ver a mi padre me había marcado, mas aun que me diera un objeto tan raro.- Aun no lo e estudiado en profundidad... pero no es ninguna aleacion que yo conozca, y te puedo asegurar que conozco unas cuantas.

-¿No habías visto antes a tu padre?- Preguto al ver su expresión, no sabía qué decirle. Y menos sobre el objeto, la verdad es que Afrodita nunca me había dado nada. No era precisamente su hijo favorito, a ella le hubiera gustado que rompiera algún que otro corazón de vez en cuando como hacían mis hermanos y hermanas, aún así no se había portado del todo mal conmigo.

-No sé qué puede ser...- Digo mirando el cubo, si no lo sabía él ¿cómo lo iba a saber yo? -Puede que sea algún arma o puede que algo que te ayude...- Lo de los problemas gordos, bueno ya estábamos acostumbrados ¿no? -Puede que esa muesca sea algo sigificativo, dudo que no esté hecha a propósito tratandose de Hefesto, sólo los tres grandes cíclopes lo superan a la hora de forjar...

No entendía porqué razón me contaba eso a mí, pero había confiado en mí y eso es algo que sólo había hecho Jackie hasta el momento -Si necesitas ayuda, aunque sea algo torpe... bueno, puedes contar conmigo.

Sonrio ante su comentario.

-Hablas con el rey de las torpezas amigo...- guardo el cubo con un gesto de irritación. Vaya forjador... no sabes ni para que sirve un estupido cubo... No había instrucciones ni en japones o coreano... desde luego, tendré que hablar con mi padre al respecto. Para ser el inventor de Ikea no seguía ninguno de sus preceptos.

-¿Hablar con mi padre? ¿Estas de guasa no? ¿No es precisamente el mas cercano de los dioses del Olimpo... Por cierto, te agradecería que no lo comentaras.- Digo con el ceño fruncido. No quería ser aun mas patético, un herrero cojo que no sabe ni como hacer funcionar un simple cubo.

-Bueno... yo soy un hijo de Afrodita que no se atreve a decirle a la chica que le gusta la verdad- Rio y luego caigo en la cuenta... -No debí decirlo... hacemos un trato, yo no digo nada si tú no dices nada ¿vale?- Pregunto dándole un suave puñetazo.

Asombrado, recibo el golpe sin darme cuenta. ¿Enamorado? No me digas que el... No espera a dicho chica... Pues como no sea Jaqueline... Me dí una palmada en la frente. ¡Realmente soy un genio! ¡Un jodido genio! ¡El Da Vinci de este siglo! Sonrio bromista.

-Echo.- Luego le susurro-. A ti tambien te gusta Helena ¿ehh pillín? No me extraña... es guapa dulce y tiene un cuerpo de escandalo.

Rio sin poder evitarlo.

-Sabes que no es Helena- Suspiro mirando a Jackie -¡Ah! que estabas fingiendo...- Termino cayendo en la cuenta, así de torpe era -Claro, gracias tío...- Termino con una sonrisa.

-Aunque a medio campamento le gusta Helena ¿será la descendiente de Helena de Troya?

Niego aun riendo.

-Que va hombre, Helena de troya es hija de Afrofita, extraoficialmente hablando claro.- Le paso un brazo por los hombros.- Luego tu y yo nos tomaremos algo y hablaremos de Jaqueline ¿Ok?- Le doy una fuerte palmada en la espalda y me voy con los demas. Antes de alejarme mucho me doy la vuelta con cara de cicunstancia-. ¿Esta vez si e acertado no?

Asiento a la última pregunta de Johan sin contestar en voz alta, menudo hijo de la diosa Afrodita estaba hecho... después de eso vuelvo con los demás junto con Johan.

Me coloco junto a Lukas y miro fijamente tanto a la chica como al chico que se han metido con él. ¿La mejor persona? Si ella es la mejor persona entonces yo soy un mamut tridimensional.

Aun así mientras la miro me percato de las plumas que tienen sus flechas, y me pregunto si habrá algún pájaro que directamente las tenga así, quizás alguna clase de pájaro carpintero, sería lo más probable.

Cuando ese hilo de pensamientos llega a su fin, saco la daga y empiezo a observarla con detenimiento, es curioso como nu arma tan pequeña puede ser tan útil, porque se puede usar tanto para el combate como para partir queso, y la verdad es que el queso me gusta bastante.

Mientras jugueteo con la daga, otros pensamientos surcan mi mente.

Mi padre se me ha aparecido, no tenía por qué y de hecho no lo había hecho nunca antes... pero me ha advertido de que tuviese cuidado tanto con un gran peligro que me aguarda como con los engaños... cierto es que ante nosotros antes ha habido un peligro, esos monstruos podían habérnoslo puesto complicado, pero no creo que haya sido a eso a lo que se refería, pues el dios Dionisio los ha destruido sin demasiadas dificultades.

El engaño debe estar entonces de parte de otro individuo, quizás incluso uno de los campistas que se muestran tan prepotentes... habrá que andarse con ojo, no voy a dejar que nadie haga daño a Lukas.

- Casi te comerán a tí, rubio - No es por ser despectivo, más bien parece que no se sabe vuestros nombres - Yo las únicas "heridas" que tengo me las he hecho entrenando con Alcander. Y sí, me interesa saber quien ha ganado.

Se sienta en el primer lugar que encuentra, y sigue comiendo y bebiendo, con toda tranquilidad

-En fin... va siendo hora de un poco de fiesta no?- El señor D sonrie (Si, e dicho que sonrie). Y las mesas salen lanzadas a los lados de la plaza, formando un corrillo. Un par de casetas se juntan en un lado algo más apartadas, el suelo de tierra batida se compacta y aplana. Unos sátiros sacan instrumentos de musica y se colocan a un lado.

-¿Y ya sabeis lo que eso significa no semidioses?- El señor D muestra muy contento un par de trajes de licra tamaño bebe de color rosa y azul.- Seguro que disfrutareis esto casi tanto como yo... Cambiaos en las casetas. Y dad gracias a que hay casetas. Asistencia obligatoria. Quien se niege será convertido en una lechuga.

Ante este comentario un par de sátiros se relamen sonrientes.

-Mmm.... es extraña esa ropa, nunca me he puesto nada así, y tiene unos colores raros... me pregunto como me quedará... Pero lo que más me preocupa es bailar, nunca he bailado más que con mi madre, mi hermano y un perro, y con ese último es con quien mejor lo hice, no veas como babeaba mientras se movía, creo que le gustó.