Partida Rol por web

-Aoa co cuidao si acee ruio Dice Comemugre mientras empieza a avanzar en silencio -Tu eza, yo eta, trae to los niño k vea dice señalando dos casas

Asiente y empieza a andar con cuidado.

-Io me meto y ave i ecueto agun ninio.

Se dirige hacia la casa que Comemugre le ha señalado.

Estilzi y compañía comienzan la raptación de niños, sin tregua, llenando unos sacos improvisados. En total han recolectado la mitad de la población sin piedad. Son unos goblins muy malos. Las bombas siguen sonando por toda la ciudad, y el pueblo, debido a que es tan pequeño que no tiene guardias, acaba sucumbiendo ante los goblins, que tan solo pretenden hablar con el guía de la ciudad. Están todos reunidos delante de los goblins. Ellos entienden perfectamente lo que quieren decir los goblins gracias al cartel arrancado, y sin decir ni una sola palabra uno que lleva un cartel que pone unas extrañas palabras en humano, algo así: G,U,I,A, se apresura a dar un paso al frente. Pero el conenado no dice nada... os señala para que le sigáis.

Cuando vais a seguirle... de repente una espada voladora comienza a volar entre los presentes. Uno de los niños logra escapar del saco, y dice.- ¡MAMAAAA!.- Y acto seguido la cimitarra encantada logra cortarle la lengua sin reparos. Cuando os dais cuenta se abalanza hacia vosotros...

-UUuuu... epada magica... epada boniica... yo tero!! Dado que el arma no ha atacado a ningun goblin de momento y lo que le pase a un niño como que se la rota a Comemugre este hara lo más logico para la mente de un goblin, intentar cojerla para quedarsela, y si corta sola pues ya la domará, no sera muy diferente de domar a una bestia...

-Bash ezpadita bash!!

Estilzi observa como Comemugre intenta domar la espada, pero al ver como no surgía efecto, salta desde detrás de este desenfundando la espada que el señor oscuro le dio y se lanza contra la cimitarra, pegando con toda la fuerza que puede.

-IYAAAH!!

 A Mo´disquitoz no guzta´ tuuuuuu, ezpada foja y fea!!! - dice el goblin lleno de furia. Si algo había aprendido a lo largo de su vida era que las cosas afiladas y con pinchos no se podían comer y eso no le gustaba.

  No, no, no, no, no, no, no!! - Mordisquitos no sabía que hacer ante tan terrible enemigo pero, de repente, una sonrisa se dibujó en su cara. Con mirada frenética la pequeña criatura coge carrerilla y comienza a correr hacia la cimitarra pero, antes de llegar a su objetivo, se tira en plancha con la boca abierta y babeante para caer de cabeza cogiendo una gran roca con sus dientes, tras lo cual se levanta con la menor dignidad posible y, mientras se cruza de brazos orgullosamente balbucea: -Já! aoa ya mo tieez nafdba q´ace conja mi zuzia efpafa.

Estilzi golpea a la espada con su espada de madera cuando ésta se le echa encima para cortarle su preciada lengua. Con un golpe seco de madera logra desviarla. Cuando vuelve a mirar su espada, tan solo le queda la empuñadura. ¡Qué poco ha durado la gran espada que le ha dado el señor oscuro! 

Mordisquitos muerde una piedra de color negro que parece muy dura, la espada impacta contra ella en su intento de cortarle la lengua y ¡zas! un trocito de espada sale volando. La espada chirría de dolor, y enfurecida se lanza hacia el pobre comemugre que intenta domarla. En cuanto abre la boca para hablar su trozo de lengua sale volando. 

Mogmurch tira una de sus bombas contra la espada antes de que le corte en dos.- ¡Búscala bicho!.- Dice mientras lanza la bomba al aire para que la espada la corte... La espada corta la bomba y explota, haciéndole mucha pupita. 

La cimitarra no se cansa y vuelve a la carga... esta vez con una fuerza mayor...

Comemugre llorando y con la lengua sangrante ve las acciones de su compañero Mordisquitos y piensa "Buena idea! pero ze pue mejorá" así que se dirige al saco de niños saca un bebé que agarra con la boca mientras señala a uno de los humanos más grandotes ahí reunidos, luego señala la cimitarra y aprieta un poco los dientes marcando la cabeza del niño a modo de amenaza

Una mujer humana corre hacia ti y hace señal de rogar que no le hagas nada al niño... parece que la tienes bajo tu influencia.

La idea era obligar a un forzudo de la aldea a luchar contra la cimitarra mágica, tendrá que servir la mujer -Agaga! dice como puede Comemure sin soltar al niño mientras señala la cimitarra

Coge su espada, ahora rota, y pone cara triste.

-MI ezpa'a del zenó ojcuro!! Maldito caxaro!!

Mira de reojo y ve como Comemugre coge uno de los pequeños y luego ve a una humana acercarse. Entonces coge otro de los pequeños del brazo.

-Etupio! No ve k no tetiene?? -señala a la humana con la espada rota y luego apunta con ella al niño, no está afilada por ser de madera, pero ahora esta llena de astillas.- Co'e eso y detru'elo! -señala la cimitarra.

Salto, salto agarrándome la lengua, partida en dos, casi como una serpiente. - Zerpiente... Zerpiente... Cómete mi ziente - Me tambaleo, muevo la cadera y el cuerpo como si fuera una serpiente, o tal vez una cuerda agitada, sin más. 
Echo mano de la siguiente bomba y apunto a Estilzi, con la intención de hacer rebotar la bomba en su cabeza, que se deslice por su empuñadura y por el susto de tener una bomba, él la lance lejos, en la boca de aquel grandullón. - Zoy una zerpiente.... Zerpiente... Zer...piente.... Zzzzzzzzzzzzzzz - Zizeo en vez de sisear. Las gotas de sangre siguen brotando de mi boca, y aun así, parezco inmutable. 

Ezto ez divertizo.

 Mordisquitos se encontraba feliz. Al fin alguien le entendía, al fin podía compartir con alguien el gusto por la comida. Lo que había hecho Comemugre simplemente le fascinó, le pareció una obra maestra. Así pues, guiado por ese sentimiento se lanzó de cabeza contra la cimitarra, tratando de golpearla con la roca que tenía entre sus dientes y al grito de: - Amoz omemugje, aabemoz on eia.