Partida Rol por web

Clarisse permanece cerca de Nikolay, atenta al combate. Más de una vez da un saltito de alegría o alza el puño, animando a la compañera de su escuela. No la conoce más que de vista, pero hay que animar a Beauxbatons, claro está. Además, la ayuda de Aline, fue bien recibida. 

Intentó que la mirada de Aline y la suya se encontraran, en alguna ocasión, para poder hacerle señas e invitarla a sentarse con ellos. Claro que ella sería libre de aceptar o no dicha invitación. Sólo quería ser cortés con su compañera.

Los ojos de Vitaly iban de derecha a izquierda, viendo a las dos contrincantes conjurando, bloqueando y recibiendo hechizos a diestra y a siniestra, en un duelo bastante equilibrado entre las dos. En su mirar pudo ver a Nikolay y a quien estaba cortejando juntos al otro lado de las gradas. Por otra parte, pudo ver a Aline cerca de ambos. El muchacho, al verla, simplemente parpadeó y enfocó nuevamente su vista a las dos luchadoras.

Vitaly pensó en la fuerza y el riesgo constante de las dos hechizeras, así intentando terminar el duelo lo más rápido posible. Los hechizos más complicados eran obviamente para ganar más puntos; sin embargo, no dudaba que eso hacía el duelo menos impredecible y más corto, aunque, en términos prácticos, más técnico y ordenado. Aún con la desventaja en su parte, la muchacha de Hogwarts parecía luchar con todas sus ganas, fomentado lo más probable por la pérdida de uno de sus compañeros, agregándole un factor sorpresa posible ante su parcial desventaja. Por otra parte, la muchacha de Beauxbatons peleaba con una valentía y una ferocidad impresionante, contradiciendo el aspecto débil que ella lucía, pero además dicha energía se canalizaba bastante controlada... su estilo de combate y el de él mismo tenían un aura similar, aunque no había dudas en cual de ambas era la más volátil.

Por otra parte... los dichos de Aline, en un intento desesperado de buscar una razón ante la brutalidad de su compañero...

A pesar de la buena ejecución del tragababosas, el conjuro falla y Elphie logra desviarlo con un inpedimenta. Es una gran rival....tengo que esforzarme más. El pensamiento se hizo muy pequeño en mi cabeza cuando oí que pronunciaba el siguiente hechizo a gran velocidad. Pude ver como se le movía el cabello cuando el hechizo confundus salió despedido de su varita y venía hacia mí.

Sin apenas tiempo para reaccionar, focalicé mi energía hacia la varita y pronuncié: -¡¡¡¡Fiendlocked¡¡¡¡-  y un escudo de fuego anaranjado y brillante empezó a brotar.

EL fuego logra protegerme del hechizo confundus, que se disolvió en pequeñas partículas de un color rojo fuego.

Sacudo mi varita, dejando un halo de color rojo suave y me dispongo a la ofensiva, Ahora Eileen.... Empiezo a mover la varita de arriba hacia abajo y convoco el siguiente hechizo: -¡¡¡¡¡Everte Statum¡¡¡¡- . Noto como un rastro neblinoso casi transparente sale de la varita y se dirige hacia Elphie.

El llamativo escudo de mi rival consigue detener mi hechizo. Estamos igualadas y empiezo a ponerme nerviosa. Es ahora o nunca. Concentro todas mis energías en el contrahechizo y cuando la tenue luz de su varita se dirige hacia mí, tardo una fracción de segundo en reaccionar.

—¡Partis Temporus!

A pesar de que mi hechizo no es muy consistente, consigue frenar el suyo y así, si las cuentas no me fallan, consigo alzarme con la victoria. Una pequeña victoria para Beauxbatons. ¿Quién dijo que éramos princesitas endebles?

Por muy poco Elphie logra frenar mi hechizo y se alza con la victoria en este duelo.

Me acerco a ella y tiendo mi mano a la vez que sonrío: -Genial dominio de la varita Elphie. Enhorabuena por la victoria. Has sido una rival estupenda.

De nuevo, como en la anterior ocasión, la pizarra se ilumina y la línea que conecta con el nombre de Elphie chisporrotea como una mecha mientras avanza.

—Enhorabuena a las dos combatientes, ha sido un duelo realmente reñido y, sobre todo, deportivo —dice Shacklebolt poniendo énfasis en sus palabras—. Ahora es el turno de Vitaly Baburin Bobrinsky y Clarisse Delacroix. Por favor, subid a la tarima. Suerte a ambos. ¡Que comience el duelo!

De nuevo, como en la anterior ocasión, un murmullo llena la estancia. Los espectadores vuelven a susurrar a sus frenéticas vuelaplumas y algún que otro flash vuelve a saltar. Al menos han tenido la decencia de comportarse mientras el duelo estaba en curso. 

Para cuando Vitaly y Clarisse suben a la tarima, McGonagall y los profesores que habían acudido a socorrer a Gabriel vuelven y se sientan apresuradamente para no perderse más combates. Algunos de vosotros podéis entender por los gestos de la Directora que el chico está bien pero que probablemente no le veáis por los pasillos en unos cuantos días. 

El duelo está a punto de comenzar.

El duelo está a punto de comenzar.

Y justo antes de que los dos contrincantes se saluden oficiosamente, Kolia siente cómo alguien posa su mano sobre su hombro. Al girar la cabeza, se encuentra de frente con un hombre de mediana edad y pelo oscuro pincelado con unas cuantas canas aquí y allá. Va vestido con una gabardina gris larga y jurarías haberle visto con anterioridad en las otras pruebas. 

—Cuando finalice la prueba, búscame. Tengo algo que ofrecerte.

El hombre vuelve a recostarse sobre su asiento y te hace un gesto desganado con la mano para que vuelvas a prestar atención al duelo que está teniendo lugar. Las dudas con la que te deja tendrán que ser respondidas más tarde.

Los dos alumnos de Hogwarts, eliminados. Eso me produce una enorme satisfacción, en primer lugar porque no simpatizo con ninguno de ellos, en segundo porque Eileen es mi rival directa en este torneo y en tercer lugar porque Elphie no ha ganado nada desde que me arrebató el Oro en la segunda prueba de Runas Antiguas y no constituye para mi liderazgo ninguna amenaza.

Le robo a Clarisse un apasionado beso de buena suerte y, antes de que los dos nuevos contendientes tengan ocasión de ponerse uno frente al otro me acerco a Bobrinsky con una sonrisa lobuna.

―Vity, Vity, Vity… ―digo, mientras le paso mi brazo derecho por encima de los hombros y aprieto con algo más de fuerza de la que estrictamente se consideraría como camaradería―. Estoy seguro de que puedes desempeñar tu papel en este duelo con dignidad y sin necesidad de hacerle daño a mi chica, ¿verdad que sí, campeón? Estamos aquí para ganar el torneo pero después de lo de Aaron sería una pena que nos acusasen de violentos a los de Durmstrang.

La sonrisa se borra de mis labios cuando añado con elocuencia.

―Si mi Clarie sufre un "accidente" durante la prueba, imagínate lo que podría llegar a ocurrir al término de la misma… Pero ni tú ni yo queremos que las cosas se descontrolen, ¿a que no? 

Vitaly parpadeó al ver el duelo terminado.

Aún con el esfuerzo y la pasión de la alumna de Hogwarts en el combate, la alumna de Beauxbatons al final salió victoriosa. Sin embargo, este resultado fue en parte por la frivolidad táctica del combate, siendo algo aburrido de ver a ojos de un espectador ya familiar con este tipo de enfrentamientos. Sin embarg-

Vitaly miró a Nikolay, quien se acercó a él para brindarles unas palabras de apoyo. Al escucharlas, Vitaly no evitó sonreír, mas su sonrisa no era una auténtica, o más bien, era demasiada exagerada y mecánica para ser considerada una como tal... como si no supiese reír realmente. Tras unos segundos de silencio, ante la advertencia de Nikolay y la insistencia del ministro, Vitaly dejó de sonreír y dijo estas palabras: "Nikolay, sabemos que los duelos de magia no son una recreación, sino un desafío. No se trata de dignidad, sino de supervivencia, y si alguien sale herido, sea ella o yo, será sólo un efecto colateral del mismo; sin embargo, debo reconocer que será un duelo difícil, que será una formidable contrincante y por ende tu preocupación es simplemente un presentimiento producto de tu amor hacia ella."

Al decir esas palabras, el muchacho apoyó ambas manos en la banca, se levantó y se dirigió a la tarima mirando al frente en todo momento; subió las escaleras y ya dentro de la arena de combate se sacó su abrigo, lo dobló ordenadamente y lo dejó con proligidad en un costado. Sacando su varita de Alerce, simplemente miró al frente, en una expresión estóica que reflejaba tanto una frivolidad penetrante como una tranquilidad perturbadora.

 

Bajo de la tarima y me hago a un lado para ver el duelo entre Vitaly y Clarisse,

Aun me duelen algunas partes del cuerpo, pero no quiero perder de vista el resultado final.

 Aline se hallaba enfrascada en el desarrollo del duelo, ajena a todas las personas que la rodeaban. Tanto Eileen como Elphie estaban realizando una actuación ejemplar, y Aline aplaudía y animaba a ambas con intensidad. Cuando la contienda estaba a punto de llegar a su fin, vio cómo Clarisse le hacía señas para que se sentase con ella y Nikolay. Sonrió y asintió, y se dirigió hacia ellos. Seguía algo indignada por lo que había pasado minutos atrás, pero estaba más tranquila y distraída.

—Madre mía, ¡qué emocionante está siendo! ¡A ver quién gana!— comentó a Clarisse, con cierto nerviosismo, mientras tomaba asiento. 

Finalmente, Elphie se alzó con la victoria. Aline vitoreó a ambas contrincantes, y cuando Elphie bajó de la tarima, se acercó a ella y la felicitó, abrazándola brevemente. Se giró para dirigirse a junto de Eileen, pero miró a su alrededor y no la encontró. «Bueno, a ver si la veo después», pensó, mientras se acariciaba la parte trasera del cuello. Se dirigió de nuevo a su sitio, mientras el Ministro recalcaba que el duelo había sido limpio. Aline asintió con la cabeza lentamente, con la esperanza de que algunos estudiantes se diesen por aludidos. Poco después, McGonnagall y los profesores que habían socorrido a Gabriel entraron en el salón, y la directora les comunicó mediante gestos que se encontraba en buen estado, pero que no había resultado ileso. Aline negó con la cabeza y puso los ojos en blanco. Dio un suspiro profundo. Esperaba que los profesores vigilasen con atención los siguientes duelos. Al instante, Shackelbot convocó a los siguientes estudiantes que deberían enfrentarse: Vitaly y Clarisse. Aline buscó con la mirada al estudiante de Durmstrang, y vio cómo se dirigía a la tarima sin inmutarse. Se giró a al derecha, y vio cómo Nikolay besaba a Clarisse para animarla. Esperó a que hubiesen terminado para acercarse a su compañera.

—¡Ánimo! Lo vas a hacer genial, lo sé.— y la abrazó con fuerza, para transmitirle que su apoyo.—Estamos todos contigo.

Esperaba que las palabras del ministro resonasen en la conciencia de Vitaly, y que no repitiese la actuación que había llevado a cabo tiempo atrás. Suponía que estaría en el punto de mira de Nikolay, y eso la tranquilizaba.  

Posó una mano atrás en su espalda, la otra apuntando en su oponente. Un pie adelante, el otro atrás apoyandolo. La posición era rectilínea, bastante bien ejecutada, como si hubiese sido practicado anteriormente o sacado al pie de la letra de algún manual. El muchacho, quien mantenía la vara apuntando a Clarisse, esperaba ante la orden de Shacklebolt para empezar el duelo. Cuando éste dió la orden para empezar, Vitaly agitó la vara con un movimiento preciso, sin mover mucho de su cuerpo mientras éste se movía con una gracia mecánica, mientras su voz expelía con una voz suave pero monótona: "Everte Statum."

De su varita salió una corriente comprimida visible al ojo humano, acercándose peligrosamente rápido hacia Clarisse, su contrincante.

Clarisse tras las palabras y los gestos de ánimo tanto de Nikolay como de Aline se encaminó hacia la tarima. No iba a negar que estaba algo nerviosa, no por el hecho de ganar o perder el duelo, sino más bien por salir ilesa o no de allí. El chico Dumstrang le daba algo de miedito, parecía que estuviera un poco tocado de la cabeza. Pero igualmente, mantuvo la compostura y esperó a que el chico lanzara el hechizo en posición defensiva. Apuntaba hacia él con su varita esperando el mínimo movimiento para defenderse. En cuanto el chico lanzó su hechizo, ella procuró defenderse porque tenía pinta de que venía con fuerza. 

— ¡Protego! — Gritó la chica ahora sí temblando. Sencillamente fue presa del miedo que sentía y terminó por no conseguir ni tan siquiera invocar el hechizo. Apenas salió un pequeño humo verdoso de su varita cuando se vio volando por los aires. Chocó contra algo y cayó al suelo.

Tras golpearse bastante fuerte en la espalda necesitó unos minutos para recuperarse. No hizo apenas un sonido de dolor o de queja, debía comportarse y mostrarse tan fuerte como siempre. Se llevó las manos a la cara y respiró hondo concentrándose en alejar el dolor que sentía. Unos minutos después, al fin algo más relajada pudo levantarse llevándose aun así una mano a la espalda. Volvió a la tarima varita en mano contra Vitaly y esbozó una sonrisa chulesca, no iba a rendirse tan facilmente a pesar de haber empezado con tan mal pie. 

Lo bueno es que todo el miedo que sentía ya se había esfumado con aquel golpe. Estaba lista para continuar.

— ¡Depulso! — Gritó intentando devolverle el empujón.

Vitaly vió cómo su hechizo hizo que la muchacha se elevase en el aire y cayese pesadamente en el suelo, notando en sus ojos, en una primera impresión, una extraña expresión de nerviosismo y temor, como si estuviese temiendo por su vida al batallar con él. Por un momento sintió que debía reírse, pero le parecía que sería demasiado rápido e inmaduro como para hacerlo tras el primer hechizo; dicha reflexión resultó estar en lo cierto al ver aquella sonrisa burlona de su contrincante al levantarse del suelo; al parecer la caída no había escatimado su espíritu de lucha, como él pensaba, y al verla agitar la varita y aparecer un rayo blanco que iba a su dirección, supo que dicha energía podía sobrepasarle. Vitaly, agitando su varita mecánicamente, manteniéndose en el mismo lugar, dijo de manera fuerte y monótona: "Protego"

Sin embargo, el rayo pasó de una manera tan abrupta que pareció no haberse percatado de dicha, empujándolo hacia atrás mientras se arrastraba por la arena y casi cayendo de ésta, la mitad de su pecho afuera. Sin emitir algún sonido, el muchacho se levantó de manera pausada y sistemática, como si fuese parte de un manual, y en pie, empezó a caminar hacia ella mientras agitaba su varita con gracia y salió de ella un hilo invisible en dirección hacia los tobillos de Clarisse mientras decía con una voz calmada y monótona: "Levicorpus".

La chica no pudo evitar esbozar una sonrisa triunfal en el rostro al ver que el chico caía tras su hechizo. Le había sido devuelto el empujón que él le había lanzado en un primer momento. Aún con la sonrisa en el rostro no flaqueó, seguía en guardia esperando la siguiente actuación de Vitaly. 

Preparada mirando hacia él agitó la varita tras escuchar el hechizo que éste lanzaba hacia ella. 

— ¡Impedimenta! — Dijo con ganas frunciendo el ceño debido a la concentración. 

Pero incluso antes de que pudiera maldecir por no haber lanzado bien su hechizo, se vio colgada de los tobillos. Ahora sí maldijo por lo bajo y se sujetó la falda con una mano. No es que tuviera especial interés en mostrarle las bragas a todo el colegio en esa postura tan ridícula. 

Una vez fue su turno de ataque, se atusó el pelo mirando a su alrededor por unos segundos ligeramente avergonzada. Apuntó con la varita a su oponente e intentó concentrarse esta vez lo máximo posible. 

— ¡Tarantallegra! — Gritó convencida.

Vitaly vio cómo, antes de que ella terminase de decir su hechizo defensivo, la red ligeramente visible se enredó en sus piernas y alzó a la muchacha, dándola vuelta y dejandola invertida, suspendida en el aire. Ante esa incómodo hechizo, viendo cómo ella colgaba de sus tobillos y esforzándose en tapar su regazo, mostrando parte de sus piernas suaves y definidas, el muchacho deshizo el hechizo para que el duelo siguiese, tomando un respiro profundo mientras la miraba fijamente a sus ojos, enmudecido, con un semblante serio y estóico como había demostrado en toda la batalla.

Entonces, al atacar ella, Vítaly agitó su varita en respuesta, saliendo un rayo rojizo mientras decía fuerte y monótonamente: "Expelliarmus". En un extraño espectáculo, tanto el hechizo de ella como el suyo se desvanecieron en el aire al chocar, y aunque sintió por un momento el efecto de su hechizo correr por su cuerpo, no llegó a concretarse dicha energía físicamente, sólo haciéndole retroceder unos pasos por la impresión. En ese momento se detuvo y miró al ministro Shacklebolt, esperando su veredicto. 

No perdía ni un detalle de la batalla, que cada vez se ponía mas interesante. Clarisse tenía un manejo de la varita espectacular, a mi parecer.