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Harry Potter y el Elixir de la Resurrección

Cuarta Prueba - Duelo

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20/03/2017, 16:09
Aline Dunne

Clarisse demostró de nuevo las capacidades que poseía como bruja en el duelo con Elphie. Ambas habían realizado una actuación espléndida, y Aline vivió el combate con intensidad, sin preocupaciones, ya que ambas eran amigas suyas y el resultado final no le importaba. Durante el desarrolllo del mismo, Vitaly le escribió una nota disculpándose por lo que le había comentado. Aline lo miró, arqueando las cejas, incrédula ante la reacción de su compañero. ¿Le pedía perdón por ese mensaje, pero no por haberla atacado semanas antes? Ella le comentó lacónicamente que no pasaba nada, y se concentró de nuevo en el duelo en el que participaban sus compañeras de escuela.

Los aplausos resonaban en el salón para celebrar la victoria de Clarisse, y Aline se unió a la ovación, vitoreando con todas sus fuerzas, concentrada en felicitar a sus compañeras. Cuando escuchó la voz del Ministro mencionando su nombre, volvió a la realidad. El corazón le empezó a latir desbocado. Temía que Aaron se ensañase como lo había hecho con el estudiante de Hogwarts, o que aconteciese la situación que se había dado en el duelo con Nikolay. Respiró profundamente, retiró la varita de la mochila, y la asió con fuerza. Aaron ya se hallaba en su puesto, así que debía partir hacia el suyo y en ese instante notó una mano aferrándole el hombro. Giró sobre sí misma, y vio a Vitaly, que la miraba con pesar (o eso le parecía a ella) y le dijo que se cuidara. Ella se lo agradeció, y le acarició durante un segundo el brazo para indicarle que lo retirase. No entendía las reacciones de Vitaly, y no iba a intentar desentrañarlas en un momento como ese. 

Mientras caminaba hacia la tarima, recordó todos los insultos que había recibido durante los primeros años de escuela, y cómo había logrado ignorarlos gracias a la gente que la rodeaba. Su esfuerzo se había visto recompensado al haber sido elegida para participar en el Torneo, e iba a hacerlo lo mejor que podía.  En cuanto vio cómo Aaron trató a Gabriel, supo que era uno de ellos. Debía ganar para que aprendiese una valiosa lección, y ese pensamiento le infundía valor, aunque no disipaba el temor que sentía. 

Miró fríamente a su contrincante. Con un tono de voz serio, y pronunciando con lentitud cada una de las palabras, le dijo:

—Empieza tú.

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20/03/2017, 20:03
Nikolay Mijaílovich Poliakov (Kolia)

Presencio el duelo entre Clarisse y su amiga pelirroja con mi atención dividida entre el combate y el público asistente. Reconozco a algunos de los presentes, entre ellos a la reportera de El Profeta. No puedo evitar preguntarme si ella será una de las representadas por el señor Crawford y si los intereses de su periódico estarán alineados con los míos o con los de algún otro de mis rivales en el torneo. Presiento que muy pronto lo averiguaremos, con la siguiente publicación.

Por lo que respecta al desarrollo del duelo, éste transcurre sin incidentes aunque no me atrevo a atribuir semejante hecho a mi supervisión de la concurrencia. Una vez más, Clarisse demuestra ser una fuera de serie en estas lides, manteniendo la templanza en los momentos difíciles y haciendo gala de una destreza muy por encima de su esforzada oponente.

La victoria de mi Clarie resulta tan aplastante como merecida y me sorprende que, una vez finalizado el duelo, acuda a compartir conmigo la felicidad del momento. Entrelazo mis dedos con los suyos en silencio, sin atreverme a mirarla, mientras mis ojos se mueven inquietos tratando de identificar a aquellos que se nos quedan mirando. No puedo evitar sentirme aliviado cuando ella no rehuye mi contacto.

No quiero hablar, no ahora. Tenemos mucho que decirnos pero la prueba todavía no ha terminado para Clarisse y este es su momento de gloria. Ya tiene la Plata asegurada, ahora tiene que mantenerse concentrada para conseguir el Oro, se lo merece más que ninguno y yo deseo ardientemente que en esta prueba se haga justicia con ella.

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21/03/2017, 03:36
Vitaly Baburin Bobrinsky

Fue sólo un pequeño momento.

Producto que su uniforme cubría prácticamente todo el cuerpo, sólo dejando sus muñecas y cabeza desnuda, sólo pudo sentir la mano de Aline rozar su brazo. Sin embargo, sólo ese geste, aunque entendió que era disuasivo, hizo que el muchacho sintiese calor dentro de su pecho, dentro de su abdómen,dentro de sus pómulos. El nudo en la garganta apenas le dejaba respirar, enmudecido y, sin embargo, sentía una sensación extraña... una opresión que transmitía, entre el caos de su mente, dos sensaciones primordiales.

Dolor y placer.

La mano de Vitaly pasó torpemente por el brazo de Aline, quien ya se había dado vuelta para enfrentar su duelo inminente. Cada momento en el que los dedos del muchacho rozaron el brazo cubierto de la muchacha de cabellos dorados fue registrado en sus dedos como el fuego deja su marca en la madera; en su nariz apestaba a rosas, mas no le parecía molestarse, pues mientras la veía subir a la tarima contemplaba sus cabellos dorados moverse ligeramente, con gracia, y su rostro fino y sereno inundarse de determinación ante dicho adversario. El muchacho, antes imperturbable y admirando el escenario con detalle, mantenía ahora sus ojos clavados en la muchacha que estaba viendo, mantenía sus ojos clavados en Aline con un rostro que mostraba una sonrisa leve pero que enunciaba un placer inequívoco... tanto estaba absorto el muchacho que, sin darse cuenta alrededor suyo empezaron a escucharse voces. Uno de sus compañeros empezó a correr la voz con un tono burlón : "Que alguien ayude a Vitaly, que está hechizado por la bruja de Beauxbatons"; "¡Primero Nikolay y ahora éste!, ¡No es sorpresa el por qué perdieron ambos!". Un cochilleo cada vez más incesante y agobiante empezó a propagarse en la tribuna, donde el humor se había concentrado en el gesto visto, y en el cómo Vitaly, quien era el más estóico de sus compañeros, estaba cediendo su imágen por la muchacha que estaba subiendo la tarima; Cuando Vitaly se dió cuenta de lo que había hecho, al verla ella quedarse quieta ante su adversario, parpadeó y escondió su cabeza en sus manos, éstas apoyando su frente, sus codos firmes en sus rodillas. Suspiró, sintiendo cómo el calor no se disipaba, y entonces apretó los dientes mientras esperaba que el duelo comenzase.

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22/03/2017, 22:24
Aaron Damyanov

Mi cuerpo se mueve con una potencia que no me resulta familiar. Soy consciente de todos y cada uno de mis movimientos y de los de mi rival, pero es como si fuese un espectador de la escena. La chica Beauxbatons decide que empiece yo el duelo. Es mi varita la que empuño, pero no son mis manos. ¿O sí? Es mi voz la escucho pronunciando el hechizo pero no soy yo quien lo conjuro. ¿Qué está pasando? 

—¡Confundus!

Un hilo vaporoso color naranja sale disparado con velocidad hacia la chica Beauxbatons. La sala se queda tan en silencio que se escucha el chisporroteo del hechizo atravesando el aire como a cámara lenta.

- Tiradas (1)
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24/03/2017, 11:58
Aline Dunne

Aaron lanzó un confundus a Aline y ella reaccionó velozmente, defendiéndose con un protego. El encantamiento se desvaneció gracias a la barrera mágica que había creado para evitar que la alcanzase. En el rostro de Aline surgió una mueca de satisfacción. No obstante, no quería confiarse demasiado, pues el duelo solo estaba empezando. Tomó aire, y, mirando fijamente a su contrincante, gritó: ¡Tragababoooosas!. Supo al instante que el maleficio no surtiría efecto, ya que había pronunciado el nombre incorrectamente. 

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25/03/2017, 21:20
Aaron Damyanov

Aaron ve cómo Aline es capaz de frenar su ataque y por un instante se queda pálido, pero de pronto empieza a convulsionar en una risa profunda y grave ante el hechizo ofensivo de su rival. Ni siquiera trata de defenderse. Sonríe una última vez, llenando el pecho de aire y con un movimiento calculado vuelve a apuntar con su varita.

—¡Everte etatum!

- Tiradas (1)
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26/03/2017, 13:15
Aline Dunne

Aline apretó los dientes y dio un pisotón al suelo con el pie derecho cuando vio la reacción de su rival ante su intento de ataque. Indignada, intentó defenderse del everte statum con un protego. De nuevo, el encantamiento que había conjurado resultó demasiado débil, y salió despedida por los aires, recorriendo una distancia de 20 metros aproximadamente. Afortunadamente, la caída había sido limpia y no se había lastimado en exceso. Mientras se levantaba, se avergonzó del lamentable espectáculo que estaba ofreciendo. Apretó los labios, y gritó: ¡Deprimo! Cuando el hechizo surgió de la varita de peral, supo que no era lo suficientemente potente como para alcanzar a su contrincante. 

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26/03/2017, 18:43
Aaron Damyanov

Aaron de nuevo sonríe, esta vez de medio lado, ante la el ataque bien encajado y la infructuosa defensa de su rival. Verla volar por los aires casi como a Gabriel supone un nuevo murmullo entre el público, que parece un enjambre de avispas inquietas.

—Protego —murmura Aaron ante el débil ataque de su oponente. Sabía que si conseguía ganar el siguiente asalto, el duelo podría ser suyo. No dudó entonces en dar un paso al frente y apuntar con su varita.

—Desmaius —su voz era firme y segura, sus movimientos mecánicos y calculados. Como si llevara toda la vida haciéndolo.

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26/03/2017, 20:27
Aline Dunne

Como había previsto, a Aaron no le supuso ninguna dificultad bloquear el hechizo que había utilizado para atacarlo. Suspiró profundamente, y se concienció de que las posibilidades de que ganase esta ronda eran prácticamente inexistentes. Aaron dio un paso adelante, y la atacó con un desmaius. Aline gritó automáticamente: «¡Relashio!», pero fue en vano. Oficialmente, había perdido la batalla. «Al menos, no me hará demasiado daño...», pensó, segundos antes de perder el conocimiento. Suponía que las advertencias que le habían dado los profesores lo habían concienciado de que el comportamiento que había mostrado en el duelo con Gabriel había sido deleznable. 

- Tiradas (1)
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27/03/2017, 02:40
Vitaly Baburin Bobrinsky

Vitaly no pudo soltar su varita durante todo el enfrentamiento.

Su verguenza había desaparecido a la par del inicio del duelo, sus cabeza alzándose de golpe a la muchacha y a su contrincante; a Aline y a su compañero de instituto, Aarón. Los primeros intercambios hicieron que Vitaly se rascase el cuello: Aarón demostraba una seguridad y diciplina digna de Durmstrang, con movimientos ágiles y de una precisión milimétrica... demasiada milimétrica. Vitaly, acarrándose su pierna derecha, veía cómo su compañero sacaba ventaja rápidamente de Aline, quien estaba dubitativa, apenas pudiendo resistir los hechizos de Aarón. 

Entre el fulgor de la batalla, un detalle le hizo dar una extraña corazonada: Cuando Aline falló catastróficamente el hechizo de Tragababosas al decirlo mal, Aarón empezó a reírse en una tonalidad monótona, su cuerpo agitándose tiesamente; dicha acción causó una pequeña reflexión: Aarón jamás se había visto tan tranquilo y metódico en sus combates, pues padecía algo similar que con él mismo, pensó Vitaly... ambos se perdían en el calor de la batalla; pero mientras él mismo fue ayudado por su brebaje experimental, éste guardado celosamente en sus prendas para que nadie lo tome, Aarón no se veía con la misma ventaja, y dicho comportamiento era sin duda producto de algo más grande... ¿habrá creado algo similar o... acaso será que...?

Entonces Vitaly no pudo evitar soltar un pequeño suspiro de sorpresa.

El muchacho agarró rápidamente su varita, manteniéndolo escondido entre su chaqueta que lo mantenía cubierto. Durante la segunda mitad del combate, el decenso esperado de Aline por parte de su contrincante, sentía su corazón latir con fuerza en su pecho y cabeza, sentía su estómago tensionado, sus músculos tiritando, mas mantenía, con algo de esfuerzo esta vez, su semblante estóica mientras veía como Aline era impactada por los hechizos de Aaron. Al verla salir por los aires, sintió una punzada en su pecho que lo dejó sin aire por unos segundos: unos segundos en la que la vió elevarse en el aire, sus cabellos vacíos agitándose caóticamente en el vacío, su rostro deformado por el dolor, o más bien, expectantes ante la inminente caída... terminando en un golpe súbito y que resonó por la habitación. Al verla levantarse, Vitaly sintió que cierta presión en su estómago y pecho se liberaban, mas sabía que su caída era inminente... cuando la vió errar su tercer hechizo ofensivo.

El destello rojizo impactó en el cuerpo de la muchacha sin piedad, y Vitaly observó ante sus ojos aquellos ojos verdes cerrándose, aquellos cabellos moviéndose por la gravedad hacia su rostro, aquella figura aparentemente frágil e inocente caer estrepitósamente en el suelo. Vitaly, por unos segundos, sintió un impulso, sintió el impulso de levantarse, de subir la tarima, de apuntar su varita a Aarón, de tomar a Aline en sus brazos, de llevarla a la enfermería él mismo... pero todo eso se convirtió en un terrible dolor, mientras la varita seguía en sus manos, escondida, como un revolver expectante a ser usado con cualquiera que intentase hacerle daño... hacerle daño a él y a ella. Dicha tensión llegó al punto de que su semblante estóico se convirtió en uno que demostraba nerviosismo, mirando atentamente a Aarón a sus ojos, viendo que éstos se mantenían fijos en Aline... como un animal mirando a su presa dispuesta ser devorada.

En este punto, la pierna de Vitaly tiritaba sin aparente motivo.

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28/03/2017, 00:22
Nikolay Mijaílovich Poliakov (Kolia)

El duelo entre Aaron y Aline comienza de manera espectacular. Ambos ejecutan sus hechizos con admirable maestría y, durante un instante, me asaltan dudas acerca de si la estudiante de Beauxbatons consiguió imponerse a mí por méritos propios y no por la desafortunada intervención de un tercero. Mi inquietud respecto a la habilidad de la Rubia se disipa cuando en los siguientes minutos mi joven compañero de escuela pone en evidencia las carencias de su adversaria y termina imponiéndose sobre ella más que por méritos propios por demérito ajeno.

Aunque hay fiereza en Aaron a la hora de seleccionar sus conjuros ofensivos, no se evidencia en él la destreza exhibida en su intervención anterior contra el malhadado Lady Petulante. Salvo por el confundus inicial y el desmaius final, su actuación podría ser calificada incluso de mediocre. La de Aline, en cambio, resulta tan patética como la mía propia al combatir contra ella.

Me cuesta trabajo concebir que mi compañero de Durmstrang sea tan abrumadoramente superior a Aline y, por extensión, a mí mismo. En mi interior comienza a crecer la sospecha de que tal vez mi duelo no haya sido el único amañado y que quizá el culpable no se esconde entre aquellos que apostaron a favor de la rubia Beauxbatons.

¿Alguien trata de favorecer a Aaron? Absurdo. No tiene ninguna posibilidad de ganar el torneo dado que hasta el momento es el que peor va de todos los participantes. Claro que, por otro lado, las apuestas a su favor también deben ser las más lucrativas de todas.

Aprieto la mano de Clarisse entre las mías. No quiero transmitirle mis temores y me esfuerzo por contagiarle una confianza de la que carezco.

—Mírale, está agotado. No tiene la menor oportunidad contra ti —le aseguro a mi compañera, susurrándole al oído—. Vas a subir ahí y a conseguir tu segundo Oro, nadie se lo merece más que tú.

Siento el impulso de besarla pero no me atrevo, me da miedo que me rechace o, peor aún, que se avergüence de que la vean conmigo en público. En estos momentos no estoy nada seguro de en qué estado se encuentra nuestra relación. Rota tal vez.

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28/03/2017, 20:58
Clarisse Delacroix

Clarisse había estado observando el duelo al igual que todos, con una tensión en su interior latente. Estuvo atenta a cada movimiento de Aaron, preparándose por si le tocara enfrentarse a él. El tipo de combate de su amiga, ya lo conocía y de hecho, prefería que Aaron ganara, así no tendría que enfrentarse a ella. Al final, por suerte o por desgracia, realmente no sabía como tomarse la victoria de Aaron, éste ganó. Lo que hacía que fuera su contrincante en la final. Realmente, tenía algo de miedo. El chico se veía que no tenía miramientos, como fue en el combate con el chico de Hogwarts. 

Sintió la mano de Nikolay y eso la trajo de vuelta al mundo real. Había estado absorta un buen rato en sus pensamientos. Lo miró casi de soslayo, en cierto modo, no quería mirarlo directamente, sentía que podría incomodarlo. Se sentía algo extraña con el chico a su lado, pero sabía que todo era una tontería. Y sabía que todo estaba en la cabeza del chico. Ya tendrían tiempo de aclarar las cosas. Le diría unas cuantas palabras.

Pero ahora, era su turno. La final había llegado y ella tenía la oportunidad del alzarse con el oro. Pero algo le decía que no lo conseguiría. No es que dudara de si misma, sino de la veracidad de aquella prueba. Todo acontecía de manera muy extraña y en el ambiente eso se notaba. Y que decir de Nikolay. En él era en quien más notaba algo extraño. Cogió aire y lo miró sonriendo. No sabía si para armarse ella de valor o convencerle a él de que todo iría bien. 

Te quiero. — Le murmuró al chico justo antes de separarse y de soltar por ende sus manos. No sabía que podía decirle y eso fue lo primero que le salió. Y creyó que era el mejor momento para decírselo y que se relajara. Sabía que sus demonios andarían torturándole y haciéndole creer cosas que no eran. 

Se dirigió hacia la tarima donde debería dar comienzo el último duelo. Sin más, observó a Aaron, paciente. Esperaba que él comenzara, prefería observar el panorama antes de empezar ella. Volvió a respirar profundamente con la cabeza gacha, observando su varita, en su mano derecha. Esperaba escuchar al ministro y después dar la señal de que debían comenzar. 

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28/03/2017, 22:33
Kingsley Shacklebolt

El duelo termina precipitadamente con la victoria de Aaron. La sala estalla en vítores y murmullos de asombro por partes iguales y notáis un gran revuelo entre los espectadores.

Sin embargo, Aaron no se mueve de la tarima. Parece que no sólo se siente orgulloso de su victoria, sino que quiere proseguir con la competición sin lugar a descanso. Viendo cómo el público comienza a revolucionarse ante la espera, el Misnistro y los Directores finalmente deciden que la prueba continúe. 

—Es hora de la gran final. El ganador del siguiente duelo será galardonado con la medalla de oro, así como la plata para quien no resulte vencedor. El bronce se asignará en función del número de victorias y puntos conseguidos en el torne de duelo.

Clarisse sube a la tarima y Shacklebolt asiente, dando la señal de comienzo del duelo.

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30/03/2017, 17:16
Clarisse Delacroix

Clarisse no tenía del todo claro si el gesto del Ministro quería decir que podían comenzar, de forma general. O que comenzara ella en concreto. Y viendo que Aaron no parecía hacer ademán de ir a comenzar, se dispuso a hacerlo ella. ¿Qué más da quien empiece al fin y al cabo? Cuanto antes se quitara del medio aquel duelo, mejor. Tenía ganas de terminar con aquella prueba. 

Agitó la varita, ligeramente nerviosa en ese momento de tensión en el que notaba todas las miradas clavadas en ella. No podía fallar. 

¡Desmaius! — Exclamó con fuerza intentando jugar a devolverle su misma moneda. Él jugaba así, ¿no?

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01/04/2017, 02:13
Aaron Damyanov

Aaron se muestra muy seguro de sí mismo hasta que ve a Clarisse subir a la tarima donde se disputará el duelo. Está claro que no se siente cómodo teniendo que enfrentarse a la chica de Beauxbatons que ha derrotado a Vity y de la que se rumorea que mantiene una relación muy poco apropiada con Kolia.

Se dispone a lanzar su conjuro ofensivo sobre su contrincante y se encuentra con que ésta toma la iniciativa con un inusitada ferocidad. Se ve obligado a retroceder involuntariamente un paso y a recitar apresuradamente un conjuro protector sencillo pero eficaz.

—¡Protego! —exclama casi sorprendido pero ejecutando con maestría el sortilegio y bloqueando el de su rival. Sin esperar a que ésta tenga ocasión de recomponerse de su infructuoso hechizo, Aaron exclama—: ¡Desmaius!

Su propósito es demostrar a todos cómo combate un auténtico duelista, pero ciertamente no consigue un resultado tan espectacular como el de Clarisse al emular el mismo conjuro que ella acaba de lanzarle.

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01/04/2017, 07:37
Nikolay Mijaílovich Poliakov (Kolia)

Me quiere.

Me quedo paralizado pero mi mirada no puede evitar bajar por su espalda mientras se aleja de mí con ese cadencioso e hipnótico vaivén de caderas.

Me quiere.

La observo subir al entarimado y también veo a Aaron ahí arriba. Todo me parece tan irreal… Aaron y yo hemos sido amigos desde niños; bueno, quiero decir, tan amigos como podrían llegar a serlo dos estudiantes en Durmstrang. Creo que siempre ha sentido una gran admiración por mí aunque se niega a reconocerlo y desde que se quedó huérfano supongo que yo me he preocupado un poco más de velar por sus intereses. Alguien tenía que hacerlo.

Ahora, viéndolos a los dos una frente a otro pienso que me gustaría no tener que elegir entre uno de los dos. Por suerte, no hay necesidad de hacerlo, mi corazón ha hecho esa elección por mí  y yo ni siquiera me había dado cuenta hasta este momento.

La quiero.

Todo parece detenerse por un instante, las conversaciones a mi alrededor, las plumas escribiendo por sí mismas, los vítores del público, el tiempo mismo… Todo. Joder, la quiero. La verdad es que parece una revelación de mierda, como si lo hubiera sabido todo este tiempo pero no me hubiera dado cuenta hasta ahora.

El ensueño se desvanece en el instante en el que Clarisse lanza su primer conjuro. Hace una apuesta descarada y sus movimientos tienen una precisión milimétrica, son perfectos. Resulta imposible no sentir admiración por ella.

Aaron responde con una elección más conservadora y le sale bien. No parece justo premiar a la elección menos valiente pero así son las reglas del torneo; así es la vida, y mi compañero logra hacerse con el primer punto.

«Puedes conseguir todos los malditos puntos, Aaron ―me sorprendo a mí mismo con este pensamiento―, pero si le haces daño a mi Clarie te prometo que te romperé las piernas.»

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01/04/2017, 11:01
Clarisse Delacroix

Como parecía que era la intención de Aaron, se prepara para recibir su ataque con poco tiempo. Sin duda, quería que ni siquiera tuviera tiempo de reponerse.

Aun así, es avispada. El chico ha optado por un hechizo sencillo y ella que no ha tenido tiempo de pensar otro mejor, opta por copiarlo, al igual que parece estar haciendo él. — ¡Protego! — Consigue articular a tiempo. Llevándose la victoria en ese punto. 

Seguidamente, apropiándose de la técnica de no dejar ni siquiera reponerse, lanza su siguiente hechizo.

¡Everte Statum! — Exclama concentrándose en conseguir superar al chico.

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01/04/2017, 11:14
Aaron Damyanov

Aaron frunce el ceño al ver que su hechizo ofensivo se desvanece y se prepara para las represalias de Clarisse. Empuñando su varita, el joven estudiante de Durmstrang recita con seguridad y firmeza:

—¡Liberacorpus!

A pesar de ser una elección muy poco ortodoxa para repeler el conjuro atacante, es tal la pericia con que lo ejecuta que desvanece el hábil sortilegio de Clarisse.

Una sonrisa torcida asoma en los labios de Aaron antes de que replique:

—¡Diffindo!

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01/04/2017, 18:45
Clarisse Delacroix

Clarisse estaba realmente satisfecha del resultado de su hechizo, en cambio, no se esperaba que el hechizo de Aaron fuera aun mejor que el suyo. Parpadeó incrédula. No podía ser. Era imposible que fuera capaz de pararlo. Apenas tuvo tiempo de agitar la varita para defenderse aún perpleja. 

¡Expelliarmus! — Exclamó con brio. Pero de nada sirvió, sintió como el conjuro chocaba contra ella, haciéndole algún que otro corte en el rostro y antebrazos, los cuales estaban al descubierto. 

Tenía ganas de gritar, de rabia e impotencia. Eso no podía estar ocurriendo. Lanzó su siguiente hechizo, quizá presa de la ira. 

¡Expulso! — Su enfado iba en aumento.

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01/04/2017, 20:25
Aaron Damyanov

Aunque Aaron parece satisfecho con el modo en que está transcurriendo el duelo, también se aprecia en él la fatiga de encadenar su tercer duelo diario y de no haber tenido ocasión de descansar entre este y el anterior. La respiración entrecortada al pronunciar su siguiente encantamiento delata este cansancio.

—Fianto Duri —declama casi con dejadez, pero el hechizo de Clarisse destroza su débil barrera y lo lanza hacia atrás varios metros. Un instante después, Aaron se encuentra tendido en el suelo bocarriba, con la cabeza colgando fuera del entarimado.

Con el ceño fruncido, el estudiante de Durmstrang se reincorpora, sacudiendo sus ropas y haciendo crujir sus articulaciones. Está claro que este combate no es como los anteriores y que tendrá que dar lo mejor de sí mismo si quiere imponerse a la tozuda Beauxbatons; sin embargo, parece que se le están acabando las ideas tan deprisa como las fuerzas.

—¡Incarcerous!

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