Partida Rol por web

Quizá podrías echarle un vistazo a los huevos antes de ser encantados, mientras haces eso yo voy a ir con Gabriel a ver a Hagrid para intentar sacarle algo de información.

Procura no ser vista ni oída, lo más probable es que debas seguir al profesor Hagrid todo el día.

Nos vemos en el huerto de calabazas en una hora.

Gabriel, creo que deberíamos reunirnos con el profesor Hagrid, con algo de suerte, quizá nos de una pista por la cual empezar.

Tras un par de semanas dedicadas a descansar y a retomar los estudios, se hallaba con energías renovadas y dispuesta a mejorar su trayectoria en el torneo durante la segunda prueba.

Cuando llegaron al punto de encuentro, la directora les pidió que la siguieran a los terrenos del castillo. Aline contemplaba ensimismada los paisajes que les ofrecía la escuela: las inmensas torres que se cernían a su paso y la enorme cantidad de árboles que la rodeaban. Se sentía muy afortunada de poder estar viviendo esta experiencia, aunque estaba algo decepcionada con su actuación en las anteriores pruebas.  «Haré todo lo que esté en mi mano», pensó. Cerró los ojos durante un breve lapso de tiempo, y respiró hondo. No quería agobiarse sin saber aún en qué consistiría la misión que debían llevar a cabo. Supo que habían llegado a su destino al ver una grada con una veintena de personas y tres pedestales cubiertos con unas mantas.

La directora les explicó en qué consistía la prueba, y le entregó a cada uno de los estudiantes los huevos que les correspondían. A Elphie le habían asignado el huevo azul, mientras que el de Clarisse era violeta. Aline había recibido uno de colores cálidos. Automáticamente, lo asoció con fuego, y la primera criatura que se le ocurrió que podría corresponder con el ser que habitaba en el huevo fue un dragón.  No estaba segura, así que decidió ver quiénes habían recibido ese mismo huevo. Vio un reflejo anaranjado que destelleaba en las manos del amigo de Artemis, por lo que dedujo que él también había recibido ese mismo huevo. El otro participante que compartía ese mismo huevo era uno de los estudiantes de Durmstrang. Aline se dirigió a hablar con ellos, pero vio cómo el chico de Hogwarts se dirigía hacia Artemis y su amiga, por lo que decidió no molestarlos. Se giró al instante para ir a hablar con el estudiante de la escuela búlgara y, justo en ese momento, el chico comenzó a caminar hacia el bosque. Definitivamente, no quería ser un estorbo, por lo que pensaría por su cuenta a qué tipo de criatura pertenecía ese huevo. 

Vio a varios alumnos, entre ellos a Clarisse, dirigirse hacia la escuela. A Aline el único plan que se le ocurría era acudir a la biblioteca y buscar si existía algún libro con ilustraciones de huevos y descripciones de los mismos, y comprobar si el huevo que le habían entregado aparecía en esa recopilación. En momentos como ese echaba de menos el mundo “muggle”, ya que solía buscar los libros disponibles en la biblioteca municipal en el catálogo virtual que ofrecía en su página web. En lugar de iniciar una búsqueda que podría resultar infructuosa, decidió que debería hablar antes con la bibliotecaria, y ver si podría aclarar sus dudas. Le comentó a Elphie que iba a ir a la biblioteca, por si quería acompañarla. La muchacha aún no sabía muy bien qué hacer, por lo que Aline le dijo que, si necesitaba algo, que la buscase.

Avanzó con pasos firmes hacia la biblioteca. Cuando llegó, vio a unos cuantos alumnos estudiando, y a la bibliotecaria colocando libros en una de las múltiples estanterías que disponía la biblioteca. Aline se dirigió tímidamente hacia ella, y le preguntó: «Disculpe, ¿podría decirme si hay algún libro que trate sobre huevos de criaturas mágicas? Si dispusiese de ilustraciones, sería perfecto».

Me dirijo a la cabaña del profesor Hagrid y decido tomar el toro por los cuernos, si alguien podía ayudarme, sería él.

Llamo a la puerta.

Profesor, disculpé, deseo hacrle unas preguntas, le prometo que no tomara mucho tiempo.

Quisieramos saber ¿Qué clase de criaturas podrían poner unos huevos como estos?

Al menos la familia a la que pertenecen.

Tras que Artemis se marchase para hablar a solas con Eileen después del fracaso que hubo con el encantamiento finalizador de encantamientos que realizó el Gryffindor volvió para hablar con él y para que tratasen de estirarle de la lengua a Hagrid, el profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas era un gran entendido y seguramente formaría parte del elenco que preparó la prueba, así que sería difícil que de algo que él mismo soltase prenda, pero por probar no perdía nada, era amigo suyo de su padre Dampier, así que hablar con él no sería difícil y teniendo en cuenta que le conocíamos desde hace años, no sería difícil pincharle donde más le iba a escocer.

Así pues se fue camino a la cabaña del profesor, pese haber adquirido el rango de profesor que le costó durante varios cursos, tras la Gran Guerra no habían muchos profesores dispuestos para ir a Hogwarts y él siempre le sería fiel, seguía viviendo en su cabaña.

Durante el camino pensó que quizá Artemis no dominaba del todo los encantamientos finalizadores y por probar no perdía nada, así que realizó un ademán apuntando a a su huevo encantado y pronunció el con juro - ¡Finite Incantatem! 

Después de varios minutos llegó a la cabaña y picó a la puerta para ver si Rubeus estaba en su cabaña.

—Estoy bien —gruño, mientras sopeso rápidamente los pros y los contras del ofrecimiento.

Para empezar, me consta que los Hogwarts están cooperando para tratar de destronarme; primer punto a favor de Morena. Para continuar, aunque sea una Beauxbatons, no es Elphie, lo que significa que no veo en ella a una rival directa y, en consecuencia, tampoco encuentro motivos para no beneficiarme de una colaboración que pueda resultar provechosa para ambos.

—Supongo que no es la idea más estúpida que he oído —concedo finalmente—. Estoy abierto a escuchar sugerencias después de que mi idea inicial haya acabado saltándome a la cara. Literal y literariamente.

Miro por encima del hombro de mi interlocutora y descubro a Rubia encaminándose hacia aquí.

—Pero sea lo que sea que tienes en mente, cuéntamelo en otra parte. Tres son multitud —la apremio. Una cosa es compartir con ella mi triunfo y otra muy distinta incluir en nuestra investigación a cada uno de los participantes del torneo.

Vitaly se encaminó de vuelta al barco al darse cuenta de lo tarde que se le había hecho. De pronto escuchó el ruido de una gran rama partiéndose bajo un gran peso y se quedó inmóvil como un cervatillo asustado, con el corazón latiéndole a mil por hora. Intentó correr, pero su pie se enganchó en una raíz que sobresalía del suelo y cayó de bruces contra el duro terreno, anteponiendo la seguridad del huevo a la suya propia, por lo que se llevó una pequeña herida justo debajo de la barbilla. Aún con miedo, pero también algo avergonzado, consiguió salir del bosque mientras la barbilla le goteaba sangre lentamente.

Mientras tanto, Aline se había encaminado hacia la Biblioteca, donde después de echar un vistazo a la cantidad inmanejable de libros que allí había guardados, decidió consultar a la seca y firme bibliotecaria. Y al parecer fue una decisión de lo más sabia, pues la señora Pince no sólo se mostró amable con Aline, sino que le pudo facilitar un par volúmenes sobre su consulta. Por desgracia, los libros eran de un grosor considerable y a Aline le llevaría mucho tiempo consultarlos al completo sin ayuda, y más aún sabiendo que el aspecto del huevo que sostenía entre las manos había sido hechizado.

Gabriel y Artemis se dirigieron dando un corto paseo hasta la cabaña del semigigante, que les recibió con una taza de té del tamaño de grandes cuencos de sopa. Cuando le hablaron de los huevos, Hagrid no pudo contener una sonrisa y los dos estudiantes vieron cómo le brillaban los ojos, pero se negó a decir nada sobre la prueba. Gabriel volvió a intentar un encantamiento y esta vez no se chamuscó los dedos, pero el huevo permaneció intacto. Entonces el semigigante les hizo una seña para que acercasen sus cabezas y les susurró: “bueno, supongo que esto no es realmente una pista… quiero decir, si sois un poco listos, sabréis que esa clase de conjuros no tendrá ningún efecto. ¿Unos caramelos de tofe?”.

Después de hablar con Artemis subí a la sala común de Gryffindor, tenía que pensar qué iba a hacer. Piensa Eileen, piensa....La idea de usar el giratiempos para investigar era buena pero no sabía si en realidad estaría haciendo trampa al tratar de ver los huevos antes de que los encantaran. Intentaré descubrirlo por mí misma. Estoy segura de que ningún conjuro revelará el estado real del huevo, me da la impresión de que debo pensar más como una muggle que como una maga. De repente me acordé de cómo Harry resolvió el acertijo del huevo en el torneo de los tres magos,Tal vez Myrtle La Llorona me pueda ayudar.

Sin pensarlo más me dirigí rapidamente a los baños de prefectos.

La chica sonrió al ver que el muchacho se lo pensaba, parecía estar valorando si le merecía o no la pena. Finalmente, cuando acepta su propuesta ella hace un gesto de victoria y emite una leve carcajada de triunfo. — Genial. — Murmuró la chica. Y al ver que llegaba su compañera Beaux, se dio cuenta de que a su compañero de "equipo" no le hacía demasiada gracia que se uniera alguien más. Así que asintió sin más, y tras echarle una mirada a Aline a modo de despedida, salió de la biblioteca con el chico Durmstrang. Caminando por el pasillo, realmente sin saber a donde podrían ir, se encogió de hombros mirando al suelo. — Lo cierto es que mi idea era ir a mirar a la biblioteca algún libro sobre Ciudado de Criaturas Mágicas. Pero a ti no se que te ha ocurrido ahí dentro que has salido bastante perjudicado... — 

Según caminaba, iba pensando donde ir a la par que el que hacer con aquellos huevos. — La gente está probando hechizos al azar, pero no sé si eso dañaría el huevo... Así que... Realmente no sé... — Se mordió el labio y alzó la vista mirándolo. — ¿Y si hubiera que sumergerlo en algo? — Se encogió de hombros después como excusandose si era una burrada.

Para cualquier acción de tipo incierto, como por ejemplo "buscar algo/alguien", es necesario hacer una tirada de dados. Haz una tirada de 1 d10 con tirada oculta.

Muchas gracias profesor Hagrid, creálo o no ha sido de mucha ayuda, pues ha traido bastante luz sobre mis interrogantes, sólo me preocupa el huevo morado, aún no se me ocurre como romper su encantamiento, para los demás tengo una idea clara.

Por cierto, el té estuvo muy bueno.

¿Habría algún libro que pueda recomendarnos para identificar los huevos una vez desencantados? 

—Lo lamento hijo, yo... no sé mucho de libros... esto... sí, tendrás que preguntarle a otra persona. Que tengáis suerte, chicos.

Dijo Hagrid, que terriblemente avergonzado por su analfabetismo, se dio la vuelta para ocultar el rojo de su rostro y se concentró en el caldero que humeaba sobre el fuego.

Gracias de todas formas. ¡Vamos Gabriel! Tengo una idea o tal vez dos.

Entro apresuradamente al baño de prefectos,Myrtle...susurro a media voz

Vitaly caminaba aceleradamente en medio del bosque; entre unos ligeros tropiezos y algunas que otras escaladas, el muchacho miraba en cada arbol con los ojos extremadamente abiertos, atentos ante cualquier señal de peligro. Entonces sintió una rama insignificante rompiéndose cerca de donde estaba, un sonido seco que heló sus huesos por unos segundos. Por unos momentos tuvo la tentación de dejar el huevo a un lado, suponiendo que era su madre la cual estaba tratando de quitárselo, y entonces, conteniendo la respiración, empezó a caminar disimuladamente hacia afuera.

Pero al final los nervios vencieron a Vitaly, y él empezó a correr.

Corrió lo que serían varias decenas de metros, con el huevo en ambos brazos y mirando hacia atrás si le seguía algo, mas no había visto en su desesperación un pedazo de raíz que salió del suelo. Pasándolo llevar, pronto perdió el equilibrio y mientras estaba en el aire sólo resguardó el huevo entre su pecho, cayendo pesadamente al costado. Al levantarse sintió un ardor molestoso en su barbilla, y al tocarse vió una mancha de sangre entre sus dedos. Suspiró al ver que ya estaba cerca del lago, cerca del barco, y suspirando, Vitaly caminó hacia allá.

Algunos vieron al muchacho con la herida en su mentón y unos se acercaron a preguntarle qué había pasado, mas Vitaly sólo callaba, yendo a su litera y dejando el huevo cuidadosamente en el colchón; sacó del bolso de equipaje unas vendas de algodón y fue al baño común, donde empezó a mojarse la herida con agua hasta que dejó de salir sangre, y se limpió la herida con las vendas de algodón conjunto con un poco de alcohol. Suspiró viéndose en su reflejo la pequeña herida que había dejado, y fue nuevamente a su litera, donde tomó el huevo y guardó en su bolso personal unos cuantos libros escritos en búlgaro, los cuales venían con una tapa de cuero y pelaje, cuya procedencia era desconocida; posteriormente abrió su libreta el cual lo hizo estornudar producto del olor azufre y rosa y escribió algunas notas respecto a su anterior experimento.

Estando listo, fue caminando rápidamente a la biblioteca con su bolso personal, donde se encontró a varios estudiantes participantes con sus huevos al lado suyo, entre ellos la muchacha de pelos dorados. Él sintió un escozor al verla y se rascó el cuello mientras veía la envergadura de los tomos los cuales estaba ocupando; tras unos segundos inmóvil, suspiró y fue hacia ella, sentándose al lado suyo mientras abría sus libros para clarificar cual huevo podría reaccionar de dicha manera, y de dicha forma volátil; a diferencia de otras veces, paraba su investigación para mirar a la muchacha al lado suyo, viendo que, lamentablemente, el texto estaba en inglés, mas al parecer eso no era lo que importaba en su rápido avistar.

Esperame en la puerta del Castillo, ahora voy. - Dijo Gabriel con un guiño que Hagrid no pudiese ver.

Una vez a solas con el profesor, y amigo de la familia, el Hufflepuff se decidió a atacar con todo su arsenal de encanto. No te preocupes Rub. Sabes que los libros no marcan el ser un gran mago y tu definitivamente lo eres. - Le dijo al semigigante dándole unas palmaditas en el pecho. Hizo ademán de sacar algo de la túnica, era un paquete cilíndrico de unos treinta centímetros de altura y unos diez de diámetro. - Cortesía de Dampy, está muy agradadecido por el acercamiento al asentamiento de gigantes, estuvimos este verano y ha sido increible, por cierto Grawp manda saludos, le dió una buena zurra al tío Ethan por fumar en su presencia. Jajaja. - Comentaba alegremente mientras le acercaba la botella el regalo. - ¿Te costó mucho encontrar estos huevos? Entre la directora McGonagall y el profesor Flitwick me tienen negro con estos super encantamientos y transformaciones. Cualquiera los contrarrestra. Seguro que para un mago como tu es pan comido. - Dijo sonriendo y volviendo a meter el huevo en la túnica. 

Dejo sólo a Gabriel y me dirijo al huerto de calabazas a esperar a Eileen, quién ya no debe tardar en llegar.

—Lo que ha pasado es que no nos quieren aquí. A ninguno, ni a nosotros ni a vosotras y a mí menos que a nadie. Harán lo que sea preciso para zancadillearnos y evitar que ganemos el torneo pero tal vez se relajen un poco si nos ven juntos. ¿Quién se imaginaría que una Beauxbatons y un Durmstrang...?

»No averiguaremos qué hay dentro del huevo hasta que entendamos qué le han hecho a su exterior. Podría ser cualquier cosa, un encantamiento trasmutador, una ilusión que engañe nuestros sentidos, alguna clase de ingenio muggle... Sumergirlo parece una sugerencia tan decente como cualquiera, hasta que no lo probemos no podremos descartar su utilidad.

»Busquemos un recipiente lo suficientemente grande, llenémoslo de agua y veamos cómo reacciona el huevo cuando lo introduzcamos en él.

La chica asintió mientras escuchó todo lo que su interlocutor le dijo. Estaba de acuerdo en todo. Miró a la nada, meditando posibilidades cuando el chico estuvo barajando posibilidades en cuanto al huevo. Bueno, empezarían por intentar sumergirlos en agua. — Podemos ir a los baños. — Por un momento se paró a pensar en el chico entrando al baño de las chicas y abrió mucho los ojos como si le hubieran dado un susto. — Bueno, tú puedes ir al de chicos... Y yo al de chicas... Claro. Y al salir, nos contamos qué ha pasado. — Emitió una risita nerviosa mientras comenzaba a caminar hacia los baños esperando que el chico la siguiera.