Partida Rol por web

- No, no lo haré. - En sus manos los dedos jugaban nerviosos, como esperando a ver qué pasaba.

-Vete, maldita ingrata ¡vete!- Ragalth perdió la compostura lanzando improperdios y golpes en la barra - así me pagas lo que he hecho por ti- bajando el tono entrecerró los ojos midiendo muy bien como lo decía -ya veremos como explicas a tus padres que su hija ha despreciado la ayuda que tan amablemente he ofrecido y como se lo toman sus deudores-

-Madrecita.-Susurro para mi.-¿Sabes? Casi mejor me marcho. Gracias por tu hospitalidad.

Salgo por la puerta dejando tras de mí el pago de mi ron en la barra y me dirijo a la calle.

El esclavista te mira con desdén -¿luchador? ¡Ja! si supieras luchar estarías en la arena- conforme subes a la palestra te das cuenta de que no andabas tan equivocado, desde la altura se veía una arena , una veintena de pies teñidos de rojo donde varios luchadores animaban apuestas varias, en una grada lateral un enorme orco disfrutaba del espectáculo, debía ser el líder, otro orco le dijo algo y se giro para verte.

Brazos fuertes, dócil y obediente, cargara sacos en su fuerte espalda- acompaño con un sonoro golpe a tu espalda sus palabras -más que un humano, un poco de sangre fuerte corre por sus venas, la suficiente para darle fuerza- el vendedor se paseaba por la tarima mientras hablaba - precio de salida 1mo vamos señores, es una ganga

No reconoces la canción pese a que es agradable, la mujer se encuentra limpiando la casa, es amplia y acojedora, un fuego arde en el hogar con un pequeño caldero encima suyo.

Un chirrido de la puerta delata tu presencia, la mujer, una agradable anciana se gira ante el ruido -vaya, ya te has despertado, veo que has encontrado tus cosas, dudaba que te recuperaras llegaste en muy mal estado- con premura sirvió un par de tazones del contenido del caldero ofreciendote uno -bueno muchacho, cuentame de ti- dijo la anciana tomando un pequeño sorbo de su tazón  para disfrutar a continuación de su olor, el olor a hierbas y otros elementos que no reconoces sale del tazón -¿como llegaste a la playa de esta pequeña isla ¡y en ese estado!- la mujer dejo el tazón en la mesa, se sentó y te invito con un gesto a sentarte

 Me acerco lo más sigilosamente posible dentro de mi actual estado hacia el muelle y me escondo entre las cajas en caso de no encontrar nada mejor. Allí me tomo un pequeño y merecido descanso al tiempo que me aseguro de que no haya nadie cerca. Tras un pequeño respiro busco algo que llevarme a la boca, aunque sea dentro de las cajas.

Aquello pudo haber salido peor. Pero aun no sabía qué acciones tomaría Ralgath en un futuro. Se marchó a recoger sus cosas. Tenía algunos objetos de un equipo básico que había estado organizando, unas monedas que le había regalado la abuela y ahora sumaba 3mo de la propina del caballero.

¡Menuda fortuna! Pensó con una mueca irónica. Quizás con aquello y el pequeño porciento de la deuda que había logrado pagar en su casa podrían hacer algo.

Salió con sus cosas por la entrada, a la vista de todos. Mientras salía se despidió con la mano de Berald.

¿Y ahora qué vas a hacer en la calle? Leira, te metes en cada rollo.

Al querer venderme el maldito comerciante de esclavos como mano de obra esclava me lancé a su cuello mientras estaba dándome la espalda intentando venderme, el haberme dado la espalda le iba a costar caro o eso intenté cerrándolo con las cadenas para intentar asfixiarlo,- ya te avisé maldito- dije mientras el comerciante se intentaba zafar del nudo que se iba cerrando en su garganta ...

Te tiras sobre el comerciante y consigues inmovilizarlo, este empieza a ponerse rojo y tu con gran fuerza no cedes.
-Ggggh!! parece decir el traficante mirando a un negro de casi dos metros que estaba al lado, quien va hacia a ti y te arrea una patada. No puedes esquivarla porque estás en el suelo revolcándote con el comerciante.
El negro te dice Suéltalo! con una sonrisa mientras saca su látigo. EH! Venid hay un rebelde dice a un par de mercenarios que gustosos vienen a darte tu merecido ante tan noble acción.

Vas por la calle caminando cuando notas unas pisadas que te siguen. Una sombra comienza a crecer. Al darte la vuelta no puedes evitar dar un mini grito y llevarte la mano en señal de susto. Hechándote para atrás unos pasos. Al calmarte reconoces a Berald. Que con una mueca ríe tu lamentable susto. Te coge y te saca del camino, te lleva por una callejuela lejos del bar.
-JA! Y yo que creía que eras una mujer con carácter... dice a tono de burla ¿Acaso creías que dejaría que te fueras así de la taberna? Con un saludo
Las cosas parecen pintar mal. Esa sonrisa y esas palabras pueden malinterpretarse...

Nox sales del bar al poco tiempo que Leira con al sorpresa de que no hay nadie en la calle. Vuelves a entrar para asegurar este caso y ves que Berald tampoco está. La calle parece solitaria y sin un ruido.

La vieja te mira con cara de preocupación ante la historia que cuentas. Se lleva la mano a la boca un par de veces. La verdad es que no me lo imaginaba... Aunque claro, me dijo mi marido que había visto un barco destrozado en una de las costas de esta isleta, ¿sabe? dice con un tono de voz muy suave. Se aproxima un poco a ti y te dice Imagino tendrás hambre, ¿no joven? Claro que si! Que preguntas... dice mientras se levanta a prepararte un tazón de sopa.

Encuentras varias manzanas y fruta en perfecto estado. Intuyes que la están transportando para introducirlas dentro de poco en el barco. Te sientes muy frágil y debilitado por tu gran intento de nadar hasta el barco. Ves unos cuantos guardas que pasan por ahí y no te ven. Uno de ellos manda a otros a hacer cosas. Lo que más parece que hacen es bajar y subir cosas al barco. Cosas que a ti te parecen rutinarias. El barco parece bastante grande (¿a vista de un mediano que no lo es?)

Me caí junto al gordinflón mientras le seguía apretando esa babosa garganta , al ver como uno de los soldados me incitó a soltarlo puse al gordo encima mía para que así fuese difícil golpearme sin recibir el gordinflón parte del daño. Mientras apretaba notaba como la cadena iba profundizando en su garganta la falta de aire iba provocando un sonido bastante lastimero, como si estuviese atragantándose mientras le susurraba en el oído, ves maldito tenías que haberme hecho caso...

Extrañado por no encontrar a nadie, salgo a la calle y me dirijo hacia el lugar indicado calculando llegar justamente cuando se me ha indicado. 

Si dispongo de algo de tiempo, me paseo por la zona para irla conociendo.

efectivamente el barco no esta en la cueva, fallo de comunicación debido al lio que ambos tenemos  tenemos de golpe, yo con las funciones del evento y kormack con su trabajo, este finde a mi se me normaliza la cosa y lo hablamos los masteres

El mercader agarra con las dos manos la cadena cogiendo aire. Como un cochino al que sabe que llega su hora y saca fuerzas de donde no las hay consigue tirar con la suficiente fuerza para escabullirse de tu ataque. AAAAh!!! grita al salir de tu presa. El negro que tiene dos amigos a su lado sonríe. Ambos armados con palos se abalanzan a por ti para sacudirte. Ahora que el mercader rueda y se aleja. Uno de los matones te golpea fuertemente en la cabeza, un chichón que te duele bastante. El otro ataque con el bastón consigues esquivarlo fácilmente. El negro por detrás ríe Ríndete o te daremos una paliza!

Ey vamos sólo estaba jugando con estos grilletes ningún daño grave podía hacer a este noble señor, claro que me rindo antes que me habrás la cabeza . Asentí mientras me incorporaba tocándome con la mano la herida que ese bestia me había hecho. 

Quizás todo el mundo tuviese razón , hasta un simple gordinflón se zafaba de mis presas, no estaba hecho para el combate debía de admitirlo tantos fallos lo afirmaban. Así que sometido a mi condición de esclavo , y a que me tratasen como un burro de carga me quedé quieto mientras. "Chupeteaba mis manos manchadas de mi misma sangre pues el sabor de ella era uno de los placeres que nadie debía de dejar de paladear antes de morir, mientras dirigía una sonrisa siniestra a ese que me mandaba rendirme".