Partida Rol por web

Asiento con una sonrisa -¿Qué estás preparando? Es la primera vez que te veo cocinar...- Digo, ya que o pedíamos o cocinaba yo.

- Solo algunos bocadillos y cosas frias para comer, no soy muy buena cocinare- la verdad es que decir esoe ra quedarme corta se me daba terriblemente mal la cocina.

-Bueno, siempre puedes aprender- Digo con una sonrisa cariñosa -Si quieres la verdad-

- La verdad es que siempre e querido aprender, pero no se, supongo que tu podras enseñarme-

-Sabes que tan sólo con pedírmelo podría enseñarte mi amor- Contesto con una sonrisa.

- Pues entonces ya sabes, tendras que enseñarme a ser una gran cocinera, pero ahora es mejor que nos preparemos no podemos perder el avión-

-Yo ya estoy listo... ya he arreglado lo del coche- Contesto con una sonrisa -Cuando quieras.

- Pues entonces vamos ya, que seguro que luego nos toca hacer una cola larguisima en el aeropuerto-

-Pues vamos- Digo cogiendo las maletas y saliendo de casa para ir al aeropuerto y a Nueva York.

El avión aterriza con normalidad en la gran ciudad de Nueva York, curiosamente todo parece tan tramquilo y normal que nadie podria pensar que puede que haya una guerra proximamente, aun asi la gente parece seguir caminando por la calle con su monotonia, el aeropuerto esta saturado y todo parece estar perfectamente bien.

Después de recuperar el coche consigo salir del aeropuerto rumbo a la empresa... o lo que fuera de Petrelli.

-¿Estás bien Carla?- Pregunto mientras conduzco.

- Creo que estoy algo nerviosa- no sabia nada del lugar al que nos dirigiamos y la idea no es que me agradara demasiado, pero el parecia tan seguro de todo...

Espero que no pase nada... malo.

-No te preocupes ¿vale?- Digo para intentar relajarla, ya que parecía nerviosa y en el fondo sabía que, con razón.

Bajo del coche cerrando la puerta cuando Carla me emula.

-Vamos dentro Carla... tenemos que ver a alguien...- Digo cominando havia la entrada con intención de ver a Petrelli.

En la entrada te informan de que el señor Petrelli se encuentra en su despacho, y que te esta esperando.

Subes junto con Carla, pero cuando abres y entras no esta quien esperabas, hay un hombre al que conoces por ser el senador de Nueva York, es Nathan Petrelli, pero no es el petrelli al que tu esperabas.

Cojo a Carla de la mano para dirijirme deprisa al despacho de Petrelli -Carla, cuidado con lo que piensas, puede leer la mente ¿o ese era otro? Ya no me acuerdo pero cuidado.

- Supongo que tu debes ser el señor Harris, ultimamente se habla demasiado de ti en este lugar- digo nada mas ver al hombre en la puerta- Adelante pasar y sentaros-