Partida Rol por web

- No se quien es, pero conozco a su hijo Peter, hablo con el muchas veces-

Cuando entrais es como si el mundo se hubiera transofmrado, una casa lujosa, con paredes impecables, con cosas elegantes, ni un solo centimetro del interior se parecia en nada al esterior.

estais en un salon, donde no parece haber nade mas, dentro teneis asientos  sillones que parecen muy comodos, una mesa con bebidas, algunos aperitivos, algo que parece una fiesta prepara de ante mano.

- Creo que tengo que daros un explicación- cierro la puerta cuando todos entran- Yo soy el autor de vuestros sueños, tenia que conseguir traeros aqui, como vereis todos somos gente muy especial-

Supongo que eso implica que es buena persona, de modo que decido arriesgarme.

Con la mano constantemente en el hombro de Andy entramos en el edificio.

Cuando entramos en el salón me quedo mirando la mesa.

-No hemos venido aquí a celebrar una fiesta, no se ande con rodeos.

Sirhan se sentó en uno de los sillones, buscando el que estuviera más apartado de los demás, todo era tan condenadamente extraño que incluso podía ser un sueño más. Pero si quería respuestas tenia que quedarse en donde estaba, escuchar y prestar atención. Entender el ingles era más fácil que hablarlo, pero para eso tenia que estar atento.
La comida frente a si era toda una tentación, su estomago parecía incitarle a saborear cada uno de esos manjares. No recordaba la ultima vez que había comido bien, de hecho jamás había comido del todo bien, sobre todo después de… mientras escucha agarra un poco de comida, ya que están allí será mejor aprovechar. Ni se sorprendio cuando su anfitrion confeso ser el culpable de sus sueños, despues de todo, estaban alli por eso, eran especiales.

-Dios nos hizo asi- penso para si mismo, aunque siempre habia visto su habilidad como una maldicion.

Me siento con tranquilidad, preparada para ponerme cómoda, y miro expectante a nuestro anfitrión. Observo la comida, aunque la verdad no tengo mucha hambre, solo una gran curiosidad por saber de qué va todo esto. No me sorprende ver qué se ha introducido en nuestros sueños, pero me apasiona la idea de haber encontrado otra persona con habilidades dignas de una divinidad. 

- Bueno... ¿Y por qué nos ha convocado? - Digo con tranquilidad maneteniendo su mirada. 

- Por que quiero ayudaros, yo mismo e pasadopor no saber que era mi poder ni como usarlo, ademas se muy bien que no todos los poderes son buenos nio hacen felices a la gente- Miro directamente a Sirhan, aunque el aun no se a presentado - Se que os resultara extraño que un desconocido hos llame para tenderos la mano y daros toda la ayuda posible, pero para eso estoy-

-¿Altruismo puro y duro? Permítame dudarlo, nadie actúa de forma totalmente altruista, siempre se hace porque le beneficia a uno mismo de un modo u otro.

La mirada de Arthur pareció atravesarlo de lado a lado, se pregunto si seria capaz de hacer algo más que solo entrar en los sueños. Por su parte jamás se sintió feliz, quizás un poco de alivio al poder controlarlo, pero jamás feliz. ¿Seria capaz de sentir así alguna vez? Lo dudaba.
-¿Por que ahora?- preguntó con un nudo en la garganta- ¿Por que no aparecer antes? Cuando en verdad necesitaba entender…
Su mirada era dura, pero también cansada, como si la respuesta que pudiera darle no importara realmente. Ya nada le importaba. Antes de que algún arrebato emocional causara una catástrofe, se concentro en mantener la “puerta” cerrada…

Le miré extrañada... ¿Para ayudarnos a controlar nuestros poderes? La verdad es que no me trasmitía mucha confianza...

- Y... ¿Cómo nos ha encontrado? Entiendo que a los demás les preocupen mas sus intenciones o por qué vino antes o después... Pero a mí me llama la atención, ¿Cómo me ha encontrado? ¿Cómo me ha conocido? ¿Qué sabe usted de mí?

- Es facil responder a eso- digo refiriendome a la chica- Mi poder no es solo mostraros esos sueños, tengo muchas mas capacidades, incluso puedo quitaros los poderes si asi lo deseais, llevo tiempo buscando gente como vosotros, gente que se encuentra perdida que no sabe lo que hacer, podriamos decir que ago las funciones de Andrew, pero en la vida real- seguramente eso no sentaria bien a Isaac, pero mi plan habia comenzado- Teneis que entender que yo no pretendo haceros daño, solo ayudar en lo que pueda, aunque el señor Isaac esta en lo cierto no lo ago por nada, sencillamente mi interes es mas comun de lo que el pueda cree- aunque era mas peligroso de lo que el entenderia- Solo quiero su amistad, la gente como nosotros escasea y no es el momento de pelearnos si no de unirnos-

Andrew.

Escucho el nombre de mi hijo y al momento me pongo a la defensiva.

-¡¿De qué conoce usted el nombre de mi hijo?! ¡¿Acaso es usted como ese tipo que roba poderes?!

Mi mirada recorre la sala buscando cualquier cosa que poder usar como arma.

Observo la reacción de aquel hombre, intenta proteger a su hijo... es Normal. 

- Al menos por mi parte, si lo que quiere es que nos unamos... quizá fuera útil mostrar primero alguna aclaración, o decir las cosas de manera más directa... Tanto misterio, genera desconfianza. No es normal que una persona aparezca en tu vida, conociendo la parecer todo de ti, y algunos de tus secretos, sin explicarse lo más mínimo... 

No es que la idea me pareciera mala, al contrario, es lo que yo estaba buscando, la unión de aquellos elegidos... Pero ese hombre daba tan pocas explicaciones, que me generaba desconfianza... ¿Cuáles eran exactamente sus poderes? ¿Qué es esa casa? Necesitaba más información. 

Vió como el tipo trataba de proteger a su hijo, a pesar de que el otro hombre no habia movido un dedo ni se mostraba amenazador. Pero eso era lo de menos, sabia muy bien que cualquira de ellos podia hacer algo sin siguiera moverse. Cuando lo acusó de ser el que robaba poderes una luz se encendio en su cerebro. Recordo esa mirada perfida y la media sonrisa del sujeto que irrumpio en su habitacion. Queria saber como hacia ese "truquillo", segun sus propias palabras, seguro que era a quien se referia el rubio.

-No es el que roba los poderes- dijo levantandose y levantando ambas manos para tratar de tranquilizar los animos-. Yo creo que lo vi. Pero escape- recordaba tan bien a esa persona que sintio como un escalosfrio recorria su espalda.

La mujer, Alisha dijo que se llamaba, parecia mas calmada, mas propensa a escuchar. Eso era bueno, pues cualquier cosa podia desatar una pelea.

La respuesta del negro no me tranquiliza, he visto ya una vez a ese hombre, pero no se si habrá más como él, y no voy a poner en peligro a Andrew por este hombre.

- Es muy justo os merecéis una explicación, veréis mi poder es algo distinto al vuestro, vuestro amigo no se equivoca al decir que puedo robar los poderes a los demas, literalmente podríamos decirlo asi, puedo quitarle los poderes a la gente y quedármelos yo, pero no penséis que soy un ladrón, solo soy una ayuda, mucha gente no quiere sus dones y sufre por ellos, algunos no sabe controlarlo hacen daño a gente sin querer, yo les ofrezco una salvación yo tomo sus poderes y sencillamente los libero de ellos, nunca robo los poderes a nadie que no me los ofrezca voluntariamente- al menos que vosotros sepáis- pero como imaginareis no estáis aqui por eso, si lo deseáis podría libraros de esos poderes pero mi idea es lo contrario que los conservéis, yo soy un hombre rico y estoy al cargo de una importante empresa, me gustaría reunir a todos los que pueda con poderes ayudarles a controlarlos, darles un trabajo y una vida, unirlos a todos para que seamos un a gran familia que se ayuda entre ellos-

Dinero... desde que quedé e baja en el trabajo los ahorros que tenía han menguado mucho... no vendría nada mal una ayuda extra... pero no puedo confiar así como así en nadie.

-¿Y por qué si tiene tantos recursos no detiene a... a los que roban poderes matando gente? - Inquiero.

Una vez mas sintió esa rabia mezclada con tristeza. Antes de que todo eso comenzara, antes de saber que tenia esa habilidad, hubiera dado lo que fuera por que no se desatara su poder. Pero cuando ya todo estaba perdido, cuando ya no necesitaba controlarlo, aparece este hombre y le ofrece la solución de su vida: deshacerse de su poder.
-Ya es tarde para mi- se dijo, cayó pesadamente en el sillón, sin ánimos de discutir, solo quería quedarse allí, sumido en sus recuerdos.
Tendría que pensar seriamente lo que le ofrecía ese sujeto, le parecía una patraña lo de “una gran familia”. Eso ya no existía para él, aun así, lo pensaría.
La pregunta del tipo rubio le pareció sumamente interesante. Si era tan poderoso y rico, podria detener a ese que robaba poderes.