Partida Rol por web

- Talleres, laboratorios, almacenes de materiales peligrosos y una serie de túneles y tuberías por las que la planta recibe combustible y energía del exterior- repitió Rosalia en voz alta, agriada y con cierto deje de indiferencia, como si le importase muy poco que todo aquello saltase por los aires y acabase bajo tierra con una lápida sin cuerpo-. A mis superiores se les pondrían las gónadas de corbata al oírlo- añadió, esbozando una sonrisa macabra, propia de una mujer que sólo hallaba consuelo para su infelicidad y vida agriada en aquel trabajo autodestructivo y peligroso- ¿Qué implica el sellado de los túneles de mantenimiento y el nivel del sótano?- preguntó sin demasiado interés, pues no tenía ninguna intención de hacerlo, pero más le valía preguntar, aunque fuese por reforzar la fachada. Cuanto más espacio para moverse, mejor, pues no había ninguna bomba de verdad, pero le parecía interesante saber las prestaciones del complejo.

Lo que a Rosalia en verdad le importaba era el número de personas ahí dentro, más concretamente, personal de seguridad. Eso, y las alarmas, con todas sus consecuencias, pero no tenía mucho ánimo de preguntarlo, al menos por el momento. Necesitaría una excusa mejor para sacar un tema así. Pero, fuese o no ducha con las palabras, era obvio que se le daba bastante bien fingir. De un justiciero a una mujer inocente había un gran paso, pero de aquellos dos a una jefa insolente, también había sus mundos a medio camino.

- El sellado de las plantas inferiores supone el corte del suministro eléctrico y de combustible de la planta, que pasaría a funcionar con el generador auxiliar, así como de los conductos de desagüe y eliminación de deshechos. También activa el protocolo contra incendios y cierra herméticamente todos los accesos, tanto las salidas de emergencia hacia el exterior como las escaleras, los ascensores y el montacargas interiores, de forma que es imposible entrar o salir sin las llaves adecuadas – Toma de su cinturón el manojo de tarjetas numeradas y se las muestra a Tennant, escogiendo una de color rojo con un número tres grabado en ella. – Como esta.

Sonrió. Una sonrisa gélida que podría haber sido la de un maniquí.
- Por la integridad estructural de la base no debe preocuparse, agente Jones, fue lo primero que reformó la nueva directiva y podría asegurar que es a prueba de voladuras. Que hayan podido colar un explosivo de poco tamaño es factible, pero dudo que hayan podido colocar la carga necesaria para volar los sótanos. Provocar un incendio grave si. Colapsar la planta sobre sí misma no. - Y no dejaba lugar a dudas de que lo que decía era cierto – Haría falta un buen terremoto para ello.

En el momento en que Steelblade abandona la sala, se cruza en la puerta con tres hombres mucho mejor armados de lo que cabría esperar, con uniformes reforzados por placas al estilo de la policía y cascos al codo. Los tres llevan la insignia de la seguridad de North Central y estan armados con subfusiles. Miran por un segundo al héroe camuflado, valorando sus posibilidades de forma automática, por deformación profesional. El que va en cabeza se encoje de hombros y acaban entrando.
- Hemos dejado el puesto inferior en automático, señor.- Informa acercándose a uno de los armarios de la sala y abriéndolo con una llave magnética de color rojo numerada con un 5. Se descuelga el subfusil y lo deja en el armero, dejando espacio para que sus dos compañeros hicieran lo mismo. Una vez las tres armas estaban a buen recaudo, volvió a cerrar el armario. En ese momento había seis miembros de la seguridad de planta y cuatro agentes dentro de una garita de cinco por cinco. El espacio empezaba a ser escaso para seguir resultando cómodo.

No le preocupaban excesivamente las armas, pues ella llevaba la suya propia bajo el abrigo, y ya había tenido que enfrentase a las balas anteriormente. Pero ella no podría abrir la caja fuerte sola, ni por asomo, y probablemente necesite a la mole de roca y sus músculos para reventarla, si es que Steel no tenía algún juguete, Vapor no podía colarse dentro o Jones no tenía alguna aberración más preparada.

- Bien- dijo sin mucho entusiasmo- tú y tú- añadió señalando a Jones y Steel sin pensarse mucho el hecho de que estaba encasquetándole el marrón a otro, pues, como si de un machista cliché o designio de la genética se tratase, Rosalia y los mapas no se entendían demasiado bien-. Posibles zonas donde estén las cargas- explosivas por supuesto-. Que no se diga que este- añadió señalando a Eartho- ha venido en balde.

Lo cierto es que casi le daban ganas de dar saltitos en el sitio mientras aplaudía. Aquello le permitía hacer el trabajo más simple y horrible del mundo. El de jefa cabreada con mando pero no autoridad. El grupo acabaría insultando a sus ancestros por ello, sí, pero no podía permitirse el lujo de que perdiesen mucho más tiempo. No en balde.

Jones seguía mirando los mapas sin hacer exccesivo caso, aparentemente, ni a Rosalia y su tono de Hola, soy una mujer amargada y encima me ha venido la regla ni a los hombres armados que habían empezado a rodearles.

Su dedo seguía pasando de una pantalla a otra y de un plano a otro.

Si la estructura es lo suficientemente sólida... - murmuró mientras seguía buscando una zona ciega en el mapa que pudiera albergar la cámara acorazada - solo apuntarán a la zona visible para un buen espectáculo o la zona más vulnerable de la empresa.

Wilkins - dijo al jefe de seguridad sin ni siquiera girarse hacia él - ¿Tienen alguna zona de prototipos o de backup? Si son ecoterrorista - su voz denotaba un claro desprecio al decir la palabra - puede que traten de acabar con la fábrica a un nivel no físico. Además, necesitaría saber si tiene alguna zona reforzada por si no es imposible sacar el mecanismo y tenemos que controlar la explosión...

Eartho seguía dando vueltas como un pollo sin cabeza, toda esta sutileza le venía un poco grande, pocas veces había tenido que mantener tanto tiempo la compostura. Estaba acostumbrado a asolar lo que fuera y recoger lo poco que necesitaba, todo esto le estaba poniendo de los nervios. Si la acción no empezaba pronto, acabaría por provocarla él mismo y mandaría al trasto la obra de teatro que tanto le estaba costando mantener. Una vez que el telón cayera, todo sería un caos y primaría la ley del más fuerte.

Todo el mundo seguía intentando extraer el máximo de información posible de los agentes de seguridad de la fábrica, eso él no lo veía mal, pero el tiempo apremiaba y su paciencia iba menguando por momentos. Se sentía extraño, sin saber exactamente qué hacer para no levantar sospechas sobre su papel, quería vagar por la instalaciones y provocar pequeños colapsos aquí y allá para que empezaran a alterarse y tomarse las cosas un poco más en serio.

Entre todo lo que se estuvo diciendo entre los guardias y sus compañeros de grupo, no pudo evitar sonreír levemente al escuchar las palabras del jefe de seguridad: "Haría falta un buen terremoto para ello.", resonaba en su cabeza, una y otra vez. Quizás no necesitara llegar hasta ese extremo, pero algo dentro de él quería ponerse a prueba, ver de qué era capaz frente a la fábrica y su tecnología.

Buscó la mirada de todos sus compañeros, uno por uno, principalmente de Jones y de la mujer que antes habría sido R, que eran los que estaban jugando a ser los líderes del grupo. Quería dar a entender que estaba preparado, y dispuesto, para darlo todo si fuera necesario. Una confirmación por su parte y empezaría la fiesta.

Wilkins asintió y amplió el mapa del nivel S1.
- Este es el taller de prototipos. Es dónde se fabrican las nuevas máquinas, se testan algunos materiales y demás – Frunció el ceño mientras señalaba una sala amplia del sótano – Es todo cuanto puedo decirle. Entenderá que no estamos al tanto de los proyectos de la empresa. - Y eso parecía provocarle cierta frustración.

- Me gustaría decirle que si, que tenemos una cámara acorazada a la que se podría mover el posible – Remarcó aquella palabra como si aún no estuviera del todo convencido de la existencia de aquella bomba – artefacto explosivo en caso de que fuera imposible desactivarlo, pero no es el caso. Los sótanos se sellan al completo, no tenemos ninguna sala especialmente preparada para detonaciones. Si tuvieran que moverlo, la mejor localización posible sería esta habitación – Indica un pequeño habitáculo situado en unas de las esquinas del nivel S1 – Es un cuarto de mantenimiento, lejos de los laboratorios y los talleres. Por debajo solo pasan tuberías de agua y dos de sus paredes dan a la roca sólida de los cimientos. Las salas contiguas son almacenes de materiales.

Y por mas que Jones se esforzaba, no daba con esa sala en la que debían estar los documentos que les habían enviado a “recuperar”, aunque había varias cajas fuertes repartidas por todo el sótano, en laboratorios, almacenes y talleres – estando la más grande en la habitación que hacía las veces de archivo - y en algunos de los despachos de la primera planta.

Estaba por salir de la habitación cuando el jefe de seguridad decide hacer algo práctico e ilumina el sitio en el que estábamos, pasando de un ambiente terriblemente oscuro y siniestro a uno solo terriblemente siniestro y lleno de cacharros. Así que empiezo a echar mentalidad justo cuando el Sr. Jones habla y tengo que volver a entrar un momento, con el asunto de que ya no tenemos un único mapa, sino que tengo que meterme encima cuatro más. Así que me quedo un poco embotado cuando varios soldados de asalto pesado, bastante mejor equipados que lo que uno podía esperar de guardias normales, pasan a mi lado y empiezan a quitarse equipamiento como si eso no fuese por ellos. Definitivamente, no hubiese sido buena idea meterse aquí de cabeza. Y en todo eso sigo mientras mis compañeros siguen dándole a la lengua y, lo que es mejor, contradiciéndose uno las órdenes del otro. Asco de creerse superiores, que ni bien cooperan. Y encima a cada momento el Sr. Jones se dedica a cambiar de aspecto esa bomba imaginaria, que en primera instancia iba a crear otro 11-S y ahora quiere borrar información. Ningún sentido. -Jefa, si el jefe de seguridad tiene razón, y no hay manera de meter una bomba de gran calibre aquí, yo apuntaría por un ataque escalonado de dos de calibre más pequeño, aunque potente. Y entonces es bastante probable que el generador fuese el primer objetivo, para romper con varios protocolos y que el segundo explosivo hiciese más efecto después. Así que antes de que corra el tiempo, voy a ver si encuentro algo. Habiendo tanto piso, no sé si podré abarcarlos todos, pero se hará lo que se pueda. -Y dicho eso, salgo de una vez y me pongo en marcha.

Me pongo en marcha... solo unos pocos pasos, hasta que considerando la varias cámaras me quedo en un punto ciego, parado. Ni con una memoria fantástica, excepto fotográfica, habría podido memorizar los cinco mapas de piso de una sentada, y por desgracia no tengo una de esas, aunque quisiera. Así que he puesto en práctica el método que me permitió aprenderme toda mi ciudad al dedillo sin tener que llevar un mapa encima, que es plasmarlo todo en forma de mapa metálico en el pecho, con un relieve ínfimo pero suficiente como para que, si bien yo no podría orientarme ni en braile, mi colega sí que sea capaz de leerlo sin problema. Sin embargo, orientarme no es lo único que quiero, y teniendo los mapas de los cinco pisos, mi objetivo es ahora superponerlos uno sobre otro para buscar algún punto hueco, un lugar que llame la atención por no aparecer en alguno de los mapas o tener dimensiones curiosas, o en general cualquier cosa que pueda llamar la atención de ese estilo en el mapa. El proceso no es excesivamente lento, pero tampoco excesivamente rápido, y lo que me preocupa de entrada no es el montaje en sí, que puedo ir haciéndolo mientras camino, sino dejar bien las dimensiones antes de empezar y que todo case. Así que cuando ya he conseguido empezar el proceso, saco la dirección del mapa de la planta principal y me encamino a donde el jefe de seguridad ha dicho que estaba el generador. Y por supuesto, ahora que vuelvo a entrar en cámaras, vuelvo a fingir que mis guantes pesan y me ralentizan.

- Bien, bien- respondió la supuesta jefa sin darle mayor importancia-. Ve y haz trabajo de campo, chico. Si averiguas algo útil ya sabes lo que toca. Informa al equipo- mientras hablaba, con un tono más desinteresado que distendido, cual maestra de escuela ante una excusa y pocas ganas de discutir, movía la mano, dando largas con la misma mientras sus ojos reflejaban una cara de desgana ligeramente exagerada, para que se note que había cierto teatro en el gesto.

Conforme Steel salía, poco a poco la mujer se fue removiendo, inquieta. No le gustaba estar quieta, y en el fondo también quería ver con sus propios ojos la realidad, pero le era imposible atascada en aquel papel y su guión.

El trabajo era sencillo, pero iba a llevarles tiempo. Si necesitaban encontrar una cámara acorazada en aquellos niveles subterráneos les haría falta algún método de cribaje más rápido, o tiempo suficiente. Dudaba que ella fuese a ver algo que Jones no, pues si bien sus ojos eran perfectos, no tanto su visión espacial. No le quedó más remedio que ponerse a echar un ojo ahí, buscando alguna cámara de aspecto más protegido. Dudaba que aquella zona no tuviese de algún tipo de protección añadido, pero no podía preguntar sin más por unos documentos. Documentos habría muchos, ¿no?

Charles también empezaba a desesperarse ante la situación, él no se consideraba una persona agresiva, pero sin lugar a dudas, su estrategia no era la de la diplomacia y el subterfugio, simplemente era más de "entrar y actuar" pero no se estaba dando el caso. Además de que parecía que lo único que pintaba en aquel lugar era el de fingir ser el conductor de la furgoneta, por lo que parecía que su estancia allí empezaba a ser irrelevante.

Cuando vio como su compañero abandonaba la sala, Standford se cuadró como si estuviera en el ejército e interrumpió la conversación.

- Permiso para acompañar a nuestro compañero. Es mejor que ninguno de nosotros vaya solo, no vaya a ser que le suceda algo y nadie pueda ayudarle. Me presento voluntario para ayudarle en el trabajo de campo.

- Adelante, querido- respondió R como si fuese Charles fuese alguna clase de sobrino que, pese a tener un oficio mal reputado, se merecía cierta compasión. Menuda arpía se volvía cuando interpretaba-. Le vendrá bastante bien que le cubras la espalda- añadió con cierta sinceridad, pues confiaba en la percepción de que Steel era demasiado impulsivo como para no mejorar con una voz de la razón al lado, y Charles había demostrado serlo. Era un hombre que no le gustaba hacerse notar, al parecer, pero parecía eficaz.

Dedicó un breve amago de sonrisa mientras se recolocaba un mechón de cabello tras la oreja, pero siguió mirando el plano del edificio buscando por su cuenta algo de utilidad.

Charles relajó su tensa posición, asintió con la cabeza y se marchó detrás de su compañero para cubrirle la espalda tal y como su "jefa" le había dicho.

Quieto, concentrado, no hago caso a mi compañero hasta que me alcanza, y aun así tardo un par de segundos más en ponerme en marcha, resolviendo el asunto en que estaba. Camino a paso relativamente rápido considerando que se supone que llevo dos pesados guantes que me obligan a llevar las manos bajas, aunque por suerte el cable que los une no molesta demasiado y es lo suficientemente larga como para que lleve uno a cada costado. Viendo que no voy a tener la libertad de ir solo, trato de modular el tono como si fuese una situación de lo más normal, el ir por ahí juntos. Y ya es la segunda vez que me quedo solo con un miembro del grupo. -Manten los ojos abiertos, por si acaso. Este sitio es tan grande que empiezo a dudar de la velocidad con que vamos a poder hacer nuestro trabajo... y el tiempo es importante. -Por fortuna, con el mapa literalmente en la cabeza, porque en mi lado del casco me he puesto la ruta, perdernos es lo que menos me preocupa, así que continúo con mi paso en dirección a la zona donde el segurata ha dicho que estaba el generador.

Estando a solas con SteelBlade, Charles se dio cuenta de que aún no había interactuado en lo más mínimo con aquel metahumano. No tenía ni idea de como reaccionaría ante la idea de ir con él, y ya que tan solo era un simple conductor en aquella misión decidió cumplir las órdenes que le indicara su compañero y tratando de molestar lo menos posible. Así que, Standford se limitó a seguirle como si fuera un novato haciendo el examen para bombero.  Tan solo cumpliría las órdenes que su "superior" le diera. No quería meter la pata ahora, y era harto probable que alguien le estuviese viendo por alguna cámara.

La pareja de aspirantes avanza a buen paso a través de las tripas de la fábrica, atentos a todo cuanto tenían a su alrededor. Gracias a la iluminación que les había proporcionado el responsable de la seguridad de la instalación y al mapa que habían visto y que Steel había logrado reproducir fielmente, no había posibilidad de que se perdieran. Ahora que estaban en materia eran conscientes de que haber entrado a ciegas allí hubiera supuesto correr un riesgo muy real de acabar dando vueltas sin rumbo.

Cadena de montaje tras cadena de montaje, zona de piezas tras zona de piezas, área de paso tras área de paso caminaban entre robots que se alzaban muy por encima suya como centinelas de un solo brazo y carcasa blanca y pulida. Algo se removía en el interior de Steel según se iban adentrando en la fábrica para llegar al otro lado. Estaba inquieto, ansioso quizá, rodeado de tanta tecnología de la que tan poco sabía.

Cinco minutos mas tarde llegaban al otro lado de la factoría, dónde se encontraban todos los accesos a las plantas superiores, inferiores y el paso al edificio anexo que contenía el generador principal.

Wilkins se volvió hacia Jones con una mirada de suspicacia cuando los dos compañeros abandonaron la garita.

- ¿Necesitan algo mas, agentes? El tiempo corre - Informó con tono seco, recordandoles a los aspirantes que en el momento en que abandonaron en círculo de seguridad de la entrada, Carbono, el instructor, puso en marcha un cronómetro para medir su eficiencia.

Los demás agentes habían se habían distribuido por la sala, unos sentados, otros apoyados en las paredes de brazos cruzados, todos observando fijamente a los dos agentes y el artificiero. La presión de sus miradas se iba haciendo cada vez mas patente mientras corrían las manecillas del reloj.

- Diría que no, a no ser que alguno de mis chicos tenga algo más que añadir- dijo la mujer en voz alta como réplica, a sabiendas de que llevaba ya demasiado tiempo perdido, pues no pensaba en otra cosa-. Sino empezamos a peinar las zonas de riesgo antes de que tengamos un disgusto.

Y con esas dirigió una mirada a sus compañeros. No tenían mucho, pero era algo, y desde luego, R ya estaba hasta la gabardina de aquello. Quizá fuese el hábitat natural para Rosalia, pero había venido como Rorschach, y cada minuto que gastaba su tiempo con una empresa fantasma se le antojaba más agobiante.

Bien. - reconoció Jones aunque hizo un último gesto de fastidio observando la pantalla mientras se pasaba la mano por el rostro, como si estuviese tratando de terminar el crucigrama dominical del Times y le faltase una palabra de nueve letras que contenía una w, una q, una x y una h.

Miró a Rosalia y le informó. Lo mejor es que empiece de abajo arriba.  - impregno el tono de su voz con toques de temor, dando veracidad a la posibilidad de una bomba.

Alguien tiene que hacerlo. -añadió en un murmullo.

Miró a Rosalia. ¿Dónde consideras mejor a Eddie, bajando conmigo o a la espera aquí?

Después añadió para Wilkins. ¿Algún protocolo de activación de los ascensores para descender a los niveles inferiores?