Partida Rol por web

 Paris, ciudad del amor y el arte, a la que los enamorados van a reencontrarse, y los hombres de negocios a romper con la rutina. Paris no sólo esconde una panadería en cada esquina, sino un traidor en cada iglesia. El sabbat ha tomado posiciones, y será difícil de desarraigar, pero la recompensa es grande pues Paris esconde muchas cosas, algunas de gran valor. 

 Las cosas se están poniendo feas en Paris, a pesar de que tu papel allí es más de relaciones sociales que otras cosas, en los últimos días te has tenido que escapar de alguna escaramuza, y debido a tus contactos, sabes que el Sabbat está moviendo sus cartas para hacerse con la ciudad. 

 Tu sire está al tanto, Madrid, otro bastión de la camarilla ya perdió fuerza hace mucho tiempo, y ahora está doblegado bajo el poder de Monçada, es por eso, para que la historia no se repita, que van a enviar un contingente de la camarilla para contraatacar, y echar al Sabbat de la ciudad antes de que se haga fuerte. Necesitan bastante alojamiento, así como información de caza en la ciudad y todo lo que puedas averiguar sobre el ejercito Sabbat que está escondido. Por lo que ha llegado a tus oidos, tenéis cartas suficientes para ganar, pero sólo si las jugáis bien. 

 Giacomo andaba lentamente entre la gente, intentaba encontrar información que necesitaba. Estaba atento a todo lo que había a su alrededor, no veía a nadie que le interesara. Tendré que ir a otro lado, aquí no hay nadie. Piensa mientras seguía andando. Iré a alguna discoteca, seguro que allí puedo encontrar algo de información. Miraba todas las discotecas por las que pasaba, para encontrar la que buscaba.

 Tendremos que buscar algo de información- comento. Habían llegado a Paris y tenían buena parte de la noche a su disposición para conseguir información acerca del Sabbat- una discoteca o un bar sería un buen comienzo

 -Bien, en ese caso propongo movernos lo más discretamente posible... no suele ser recomendable llamar la atención.

Tras decir esto, espero a que mis acompañantes decidan algo.

 -Si seria lo mejor. ¿Por que no entramos en esa discoteca?- Señala a una discoteca bastante iluminada con luces de neón.- Seguro que hay encontramos información.- Dice mientras espera respuestas de sus compañeros.

 Tras ser introducido como el chiquillo de Felicia y su contacto con la corte cainita en Paris, Giacomo los conduce a la zona del centro, donde se encuentran las discotecas más populares de la ciudad. Giacomo es el gerente de una de ellas y como tal tiene bastantes contactos en la mayoría de ellas, lo que hace que vuestra visita sea tan agradable como pueda ser. 

 De momento lo único que os puede decir es que ha visto muchas caras desconocidas de vástagos entre la multitud, siempre aislados, pero protegidos por la muchedumbre en discotecas, calles céntricas y demás, y que a pesar de haberlos intentado seguir varias veces sus intentos, como los de los nosferatu de la ciudad, han sido infructuosos. Pero sí, han podido contar unas 30 caras nuevas.

 Si hay nuevas caras, solo tenemos que lograr coger a una e interrogarla. Quizás pueda decirnos algo útil- comento a mis compañeros- es nuestra única posible pista, ¿no creéis? ¿o tenéis alguna otra idea?

- Si sería lo mejor, pero tenemos que buscar la adecuada.- Digo a mis compañeros. Después miro a la multitud buscando a la persona adecuada a la que preguntar.

-Bien, me alegra que todos pensemos igual... el problema es... ¿Cual escogemos? 

Hizo una pausa, bajó un poco el tono y dijo:

-Deberíamos coger alguna que esté sola e interrogarla con sutileza, ¿Os parece? Los miembros del Sabbat suelen ser muy... viscerales, esa puede ser una ventaja si sabemos aprovecharla, ¿No creéis? De todos modos, debemos andar con cuidado.  

 Por mi bien- digo- aunque si es necesario podemos usar la fuerza. Ahora, prestemos atención al ambiente. En cuanto veamos a alguno de ellos que se queda solo, me acerco hacia él. 

 -Cuidado, aunque se quede solo no sabes quien lo vigila... No te precipites. El cazador paciente es el que mejores presas consigue.

- Bueno vamos a ponernos manos a la obra, que tenemos tiempo pero no podemos desaprovecharlo. Lo mejor sera entrar a alguna discoteca. ¿Que decís?-

 -Por mi parte bien, un poco de jaleo nos dará anonimato. ¿Qué sugieres?

 - Entremos a una de las mejores discotecas que hay por esta zona, esta cerca de aquí. Seguirme.- Digo mientras doy unos pasos hacia delante y miro a mis compañeros.

 Tras comparar como está la acción en los alrededores os decidís por entrar en "Le folie's pigalle", es un buen local al que acude mucha gente y en el que es fácil pasar desapercibido, por lo que es un buen objetivo. 

 Al entrar el ambiente es el acostumbrado, música electronica, algún Dj conocido, podéis percibir el influjo de algunas drogas alrededor, no demasiadas, y por lo demás un lugar donde la gente más rara de París va a ligar como todo hijo de vecino. 

 No tenéis que esperar mucho hasta que Giacomo, acostumbrado a las caras de la ciudad y con sus desarrollados sentidos detecta alguien entre la multitud a la que no le late el corazón. No se puede decir que se esté escondiendo demasiado, parado en mitad de una sala que salta al compás de la música, se diría que está intentando llamar la atención. 

 Ese nos vale- les digo- aunque no me gusta su postura. Es como si quisiese que le viésemos- a pesar de que podía ser una trampa, no tenían mayores opciones- tendremos que acercarnos, pero habrá que ir con cuidado. Si hay problemas desapareced, y sino os queda otra... acabad con el que tengáis enfrente, ¿entendido?

 - Me parece buena idea, lo mejor sería que nos acercáramos los tres a la vez. Lo mas seguro es que diga lo que le preguntemos.- Digo mientras miro todo el entorno.- Bueno vamos, hay que hacerlo rápido y sin llamar al atención.-

 Sin perderlo de vista, os acercáis al individuo, por diferentes direcciones, para evitar que huya en el último momento, Felicia tiene contacto visual con él durante un instante, suficiente para darse cuenta de que sabe que vais a por él. Cuando estáis apenas a 5 metros salta a correr a la vista de todos tirandose al suelo.