Red y yo podriamos jugar a los espadachines y tu de cubilete guarda lapices, te hace la idea? Si soy un poco directo,pero soy guapo,joven y prieto, va Lila, la eternidad es muy larg....
Lila se estaba enojando cada vez más y le dijo con rostro enojado - ¿Por qué no guardas silencio? Si tanto quieres aprovechar la eternidad, búscalo a él - señala a Red - o a Wyatt, por quien traicionaste a Giesie. No sé qué opinara tu dios y no me interesa, pero juega con espadas con otra persona -.
Perdona? Yo voté a Giesie por dos motivos, el Sheriff le dijo a todo el pueblo que lo votara y dos Red me dijo que os sopló todo,bueno el a ti y tu a tu nutrido grupo,antes de acusar asegurate
El paseo de Maybelle la llevó de nuevo cerca de donde estaban los demás, pero no llegó a juntarse con ellos. La mujer se llevó una mano a la cabeza y se frotó la sien mientras se tambaleaba como si hubiera sufrido un vahído. Después parpadeó y miró a su alrededor con el ceño fruncido. Sus ojos verdes se posaron en todos los demás presentes, deslizándose de uno a otro, hasta terminar en el borracho y de él pasaron a la petaca que le había prestado. La petaca que estaba llena y no tenía que estarlo.
Finalmente parpadeó de nuevo y susurró algo para sí misma. - No estoy muerta. - Miró una vez más al resto y lo repitió con extrañeza en la voz, como si esperase que alguno de ellos pudiera explicarle qué hacía en ese lugar. - Yo no estoy muerta.
- Deja en paz a Lili, Francis. - Le dije en un tono sosegado. Que andara detrás de la india me ponía algo celoso, pero no demasiado. Lo justo para incomodarme, aunque era un hombre acostumbrado a las incomodidades. Luego se sumó el hecho que Lila no disfrutaba de las delicadezas que Francis le dedicaba, y tenía aprecio a Lila. Por todo ello me decidí a intervenir antes que la cosa fuera a mayores. - A mí me interesaría más saber qué tiene que decir Riley a todo esto. Y quizá Spades. Después de meditarlo bien, he recordado mejor lo que sucedió cuando me mataron. No sé quien fue, lo admito, pero sé que mi disparo dio en Ryley, así que entiendo que Spades amaba a Ryley, para seguirlo hasta aquí.
Me interrumpió los desvaríos melancólicos de la caza-recompensas. - ¡Je! - No pude contener una carcajada. - ¿A no? Entonces, ¿nosotros tampoco? - La miré con dureza, ya no me reía. - ¡Explícate!
Me has pisado Maybelle :P
La mujer miró al vaquero y frunció el ceño antes de responder. - Yo no estoy aquí. Estoy en el desierto. La detective me ha secuestrado y drogado... No estoy segura.
Su mirada de nuevo miró a su alrededor antes de volver hacia Red. - No sé por qué os veo o si esto es una alucinación. - Hizo una pequeña pausa antes de añadir algo más con la voz más firme. - Pero no estoy muerta.
Perdón XD. Al menos lo pudiste añadir bien ^^.
Me río cuando la chica dice que no esta muerta... -Lo siento... pero te aseguro que estas muerta como todos... vi tu cuerpo que yacía colgando en el escenario del saloon... señale a Red y al borracho Finnigan. - A ellos dos les habían matado con un tiro en la cabeza... Miro a Francis y sonrío divertido por la comisura de la boca. -A el le mato el tullido en un duelo... Niego levemente con la cabeza... -Sinceramente... aun no entiendo como te consiguió ganar... Y ya como ultima defunción estoy yo... al cual el propio sheriff ejecuto poniendo una sola bala en el revolver y disparando a varias personas del saloon... Me encojo un poco de hombros y me quito el sombrero, pongo mi mano en la sien simulando una pistola y hago como que disparo. -¡Bang!... Lo ultimo que sentí fue la bala atravesando mi cabeza... chasqueo la lengua mientras lanzo mi sombrero al aire y lo vuelvo a coger... -La vida es una perra... dos años manteniéndome sobrio con la esperanza de poder volver a estar con mi mujer y mis hijos... todo para que me pase esto... Por lo menos ya no tendré que aguantar a su madre...
Por lo menos ya no tendré que aguantar a su madre...
- Con lo servicial que es el Sheriff, no tengas tan seguro que no vaya a buscarla y le meta otra bala para que te amargue la eternidad.
Bufffff.... la eternidad con tu suegra.... epic fail!
Maybelle enarcó una ceja mirando al señor Riley y cuando habló su voz era áspera. - Pues no tengo ni idea de lo que vio, porque no estaba en el pueblo cuando se despertó. Quizá me confundió con otra. Pero sí puedo decirle que yo no estoy muerta, estoy en medio del desierto con la detective de Pinkerton. - Hizo una pausa y miró al hombre con los ojos entrecerrados. - A saber a quién se cargaron usted y sus amigos cuando intentaron matarme por la noche.
*La mujer se sostuvo el puente de la nariz con el índice y el pulgar de su mano derecha y negó suavemente con la cabeza. Después levantó la mirada y se cruzó de brazos. - Y la señorita de Pinkerton quiere que os pregunte qué ha pasado con vuestros cuerpos.
Bufffff.... la eternidad con tu suegra.... epic fail!
Horror!!! D:
*Edit para añadir el último párrafo por no hacer dos seguidos ^^.
tal vez, maybelle, te volviste medium o algo así, .. aquí emitiendo desde el limbo....jajaja Dice Giesie sarcástico..
Por otra parte, prescott, se me ocurre un juego para ti y tu novio... Jueguen a las "espaditas" y pierde puntos el primero que dé la espalda al otro; y teniendo en cuenta que quizá gocen de toda la eternidad, podrán jugar con sus "espaditas" y usar sus intestinos como "fundas"... que opinas? ...
-Perfecto entonces supongo que no necesitas esta petaca.-Sonrió ampliamente el anciano, agitando la misma, antes de dar otro trago.-Por cierto si estas fuera y tienes contacto con el resto de la gente, Diles lo que vi en mi sueño. El Coronel es mejor que este aquí, con nosotros los muertos.-Dicho esto rumio la dentadura y repitió trago.
Estoy hablando a Maybelle, por no dejas dudas. Por cierto, ¿Como es que hay dos Joey Thorton? O_o...
Maybelle esbozó una media sonrisa al escuchar al anciano. - Sí, supongo que se la puede quedar. - Dijo, haciendo un pequeño gesto hacia la petaca.
Después contempló pensativa al hombre antes de añadir algo más. - En realidad no estoy en el pueblo. Estoy en el desierto con la señorita Emily. Pero si consigo regresar a Bala Dorada le diré a los demás lo que ha dicho.
Sus ojos verdes volvieron a repasar a todos despacio. - ¿Entonces... nadie sabe lo que ha pasado con su cuerpo? Parece que han robado todos los cadáveres, los del cementerio y los nuevos. Aunque la señorita Emily dice que están reapareciendo o algo así.
-Vaya, pues espero regresar con este buen licor. Tendrá que decirme donde lo consiguió querida. O mejor traer mas a este pobre y eterno anciano.-Le hizo gracia usar la palabra eterno. Después de todo ya no podía envejecer mas.
Giesie eres un desagradable hablando, dos... Red es mio y ni lo mires y tres, estais muerto Lila y tu ergo no puede haber preñancias, que coño haces aqui en vez de estar empujando como un toro en el pajar?
- ¡¿El Coronel?! - Exclamé en tono de pregunta, pero era más una exclamación que otra cosa. - Si hay que guiarse por los delirios de un borracho, ya están todos condenados, eso tenedlo por seguro. Conocía bien al Coronel, lo suficiente como para poder apostar que él es buena gente. - Luego pensé que teniendo en cuenta la situación actual: muertos que conversan entre ellos, una caza-recompensas que resulta que puede hablar con ellos y aun está viva, mientras la guía por el desierto una investigadora de la Pinkerton... Todo ello viniendo de un pueblo donde la gente parece haberse vuelto loca, que tan pronto se matan entre sí como se desata una orgía gay-lésbica en las que no le queda el ojete sano ni a la burra del cura... Vamos, que teniendo en cuenta todo eso, fiarse de los sueños de un borracho como si de un profeta se tratase, no parecía tan descabellado. - Además, si así fuera, ¿Qué garantías hay que la interpretación que haya podido hacer el irlandés de sus sueños sea la correcta? - Miré entonces al borracho, con gesto inquisitivo. - A ver, McFinn, si quieres que podamos entender algo de todo esto, explica qué has soñado y veremos si cuadra.
No le gustaba la actitud de ese hombre empezando por que le acuso a el de matarlo, cuando el mismo sabia que no era verdad, asi que se limito a beber y a decir una única frase.-Ya lo hice hijo, no es mi problema si solo escuchas lo que te interesa.
- Pues dilo otra vez, para que te escuchen todos, pues algunos de los que ahora están aquí, no estaban antes.
El sol se había puesto. Y frío nocturno oculto hasta entonces bajo la arena del desierto empezó a filtrase hacía el exterior formando una suave niebla.
El desierto de Bala Dorada había permanecido en calma, paciente, a la espera de una noche de luna rojiza, y finalmente había llegado.
De pronto abristeis los ojos, encontrándoos en oscuridad, no os planteasteis que había pasado, ni donde estabais, simplemente no pensabais, os movíais por inherencia, por el olfato, hambrientos. Excavasteis hasta la superficie y una vez en ella tomasteis rumbo a vuestro próximo buffet libre: Bala Dorada, cerebros blandos y nutritivos.
Sois zombies. Zombies típicos, descerebrados, hambrientos, a medio descomponer.
Esta noche atacaréis Bala Dorada, en base a la narración de vuestras actuaciones zombies puede que algún habitante se infecte, la infección puede hacer efecto el mismo día, a la noche o al día siguiente (según dado). Si conseguís infectar a todo el pueblo montáis una comunidad zombie y ganáis.
Entre vosotros se encuentra el Zombie 0, no sabéis quien es, él tampoco, pero hasta que no sea eliminado se repiten los ataques cada noche.
El juego original también sigue vigente, por lo que la partida podría acabar si se eliminan a todos los lobos o a todos los humanos.
Si casualmente solo quedase un humano/lobo y estuviese infectado pero aún no se hubiese manifestado su zombicidad, no ganáis (aunque moralmente sí).
Cuando entréis en Bala Dorada no podéis hablar, la única palabra en vuestro diccionario es "cerebros" con tantas "e" y "o" como queráis. También sirven gritos varios.
"Spades" se ajusta su bombín de medio lado. Si se es zombie, hay que serlo con estilo. También comprueba su chaleco y su camisa. Todo en orden.
Saca del bolsillo del chaleco su baraja de naipes y, viendo lo torpe de sus movimientos, decide no abrirla para juguetear con las cartas.
Su intención era clara y parecida a lo siguiente.
Estaba muerto, eso era algo indiscutible. pero había vuelto al desierto muy cerca de Bala Dorada, eso también era indiscutible. No sabía cuantas oportunidades más tendría, así que se despediría de la vida por la puerta grande: Organizando una última timba de póker, y si alguien se apuntaba y se apostaban unos cuantos cerebros, mejor que mejor...
Se giró a sus compañeros y con un significativo gesto con la mano de la baraja señalando a Bala Dorada les invitó a...
NNNGggnngeee... Tjum Tjum... ¿ZZZzzcccErrReeeeEEBbbbpROz?
Bien hecho, Joey, quizás deberías perfeccionar tu dicción, pero el mensaje ha quedado claro
De pronto un pequeño estimulo eléctrico te devolvió un recuerdo de la noche de tu muerte. La agente de Pikerton había bebido contigo, la noche entera. Su aguante no era como el tuyo y de hecho perdió su petaca en la última apuesta de beber.
Harto del licor del que tu eterno ser se había atiborrado, oraste a la casualidad y la fortuna para que esa petaca estuviera en tu bolsillo. Y lo estaba.
La petaca de Emily te permite ser escurridizo y te protege de una muerte. O bien, puedes optar por ser doblemente contagiante de modo que si se infecta alguien por tu acción, se infecta el mismo día.