Partida Rol por web

Al regresar a la pirámide recorréis prácticamente con piloto automático los pasillos hasta llegar al extraño túnel bajo la falsa tumba.

Podéis observar una estaca clavada en el suelo con una cuerda que desciende por el túnel.

Al final de túnel una luz os muestra a Nancy, quién al parecer había madrugado más que vosotros y había dispuesto la cuerda.

Mira hacía arriba por lo que la saludáis, pero pronto os dais cuenta que no vais a obtener respuesta pues de su estomago sobresalen cinco pinchos.

Quizás había quedado atrás cuando dejasteis la pirámide...     

Mi cuerpo ya casi no puede soportar tanto cadaver y caigo de rodillas al suelo. Me tapo la cara con las manos y me siento practicamente ahogado.

Yo solía ver muertos, pero eran momias, no compañeros de expedición.

Intento volver a ponerme en pie, pero las fuerzas me fallan y me quedo sentado con la mirada perdida en el suelo.

- ¿Soy yo o ese color le sienta bien? ¿¡Nanci, nos oyes!?

El hecho de que nos hubiésemos encontrado un par de cadáveres en el campamento no había influído para nada en mi decisión de venir a la pirámide, aunque después de verlos, agradecí mi elección el doble. Lo que no me esperaba era encontrarme otro más aquí dentro. Lo que no entendía era cómo podía haberse quedado encerrada en la pirámide... Era de ser muy incauto.

Le di una palmadita en el hombro a uno de los arqueólogos (Armin), que parecía al borde del desmayo.

Había ido a la pirámide con la resolución y el temor de encontrar motivos por los que alguien de nuestra expedición (o no) hubiera matado a un periodista y a una "secretaria". Carecía de sentido a primera vista, pero lo cierto es que el grupo había sido de lo más extraño y variopinto desde el primer día.
Cuando hallamos un tercer cuerpo descubrí que en la pirámide tampoco estábamos a salvo ni mucho menos. Empalidecí más aún y ya no podía disimular el sudor frío en los pómulos y la frente. Saqué un pañuelo y me sequé la cara tras darme la vuelta para no mirarlo más.

Lo mío son las palabras, las ilustraciones, los textos, los hechos del pasado... Creo que no puedo con esto.

Me sorprendo mucho por no haberme percatado de que Nancy no volvió al campamento..... señor Steirn debería volver al campamento, el que quiera volver al campamento este es el momento antes de adentrarnos mas y encontrarnos con mas trampas.

Al oir el nombre de la nueva muerta, Gordon siente como se le hiela la sangre y le da un vuelco el corazón.

- ¿Nancy? ¡NO! -inicia una carrera desesperada que termina arrodillado frente al foso, temiéndose lo peor. Al ver a la tía buenorra atravesada por las estacas, respira tranquilo.

- Por un momento pensé que era mi Nancy... pero esas curvas no son las suyas. -se cerciora de que es así, y se levanta.

El turista norteamericano no está tranquilo. Demasiados muertos para su gusto, aunque el viaje estuviese de oferta en la agencia.

- Espero que esos pobres tuviesen contratado un buen seguro de viajes. En cuanto volvamos, pienso poner una reclamación y hacer una denuncia. Un agujero como éste debería estar conveniente vallado y señalizado para evitar accidentes.

Tened cuidado -les aconseja desde su gran experiencia, mientras destrepa por la cuerda.

- A ver, no es por armar barullo, pero creo que deberíamos dejar claro que los accidentes que tengan lugar de ahora en adelante son responsabilidad total y absoluta del director de la expedición. En cualquier caso, si me pasara algo, exijo que se me reemplazado como es debido y se mande un técnico artificiero para terminar todos los trabajos para los que ya fui contratado. De lo contrario Alá me negará las virgenes prometidas y jamás se ganará la guerra santa...

¿Se olvido el sombrero? No saco otro de su bolsillo interior y oculto su calva de anciano.

-Bueno... digamne ¿Han encontrado algo interesante en mi ausencia?-Saco una foto sin ton ni son a los presentes. "El BAWN de la inocencia" lo llamaba él.

Después de sonreír como puedo para la foto, me agarro de la cuerda y bajo poco a poco hasta el cuerpo de Nancy. La toco con el dedo huesudo y mirando arriba suelto una risotada:

- Parece que ya la han "penetrado", no creo que le sea útil a Alá.

Después de eso me pongo a rebuscar, seguro que por aquí hay algo de valor que llevarse antes de que baje el resto de gente.

Tras la ayuda de la señorita, me rehago y me levanto tranquilamente.

Tranquilo señor Mathew, ya estoy bien, ademas, me contrato para esto así que tengo que cumplir.

Tras eso me dispongo a bajar por la cueva y ver que hay en ella.

-Perdón por el retraso. No me gusta venir temprano a la pirámide... ¿Ha ocurrido algo grave en mi asuencia? ¿Algún muerto en trampas, por ejemplo, por hacerse el valiente y adentrarse hasta donde no debía?

Ante la pregunta del egipcio, señalo hacia el cuerpo de Nancy, para luego comenzar a bajar por la cuerda a través del hueco con la esperanza de encontrar algo.

Esperaba no toparme con más cadáveres (no momificados), aunque ¿por qué debería? Es decir, el campamento... solo fue una cadena de infortunios, ¿verdad?

Tras la señorita Carnahan bajo por la cuerda hasta el suelo de la cámara oculta. Me da náuseas acercarme lo más mínimo al cuerpo frío y sangriento de la mujer, hasta que me doy cuenta de que es mejor mostrar el mayor respeto posible dadas las circunstancias: si yo hubiera muerto me hubiera gustado causar algo más aparte de asco.
-Señor Matthew, creo que debería ir pensando cómo va a explicarles a las familias de los fallecidos el giro de acontecimientos, por no hablar de que les enviará los restos debidamente, espero.

Es obvio que tiene que enviarlos en ataúdes. No va a abandonarlos a la naturaleza como si de un perro muerto se tratara.

Pongo los pies en el suelo lo más lejos posible del cuerpo sin salir de la zona iluminada por la linterna, ya que sigue siendo un lugar demasiado oscuro a pesar de la hora del día.
 

Me giro hacia Daniel con una sonrisa picara:

- Imagino que usted se ofrece voluntario para ayudar al señor Matthew a desempalar a la joven. ¿No? No querrá serle descortés a la preciosa Nancy...

Después me giro y sigo adentrándome en los pasillos de la pirámide:

"¡Maldita sea, por aquí tendría que haber algo!

El joven Shaggy no fue testigo de los muertso en el campamento, estaria haciendo sus necesidades o algo asi.

Siguio a los demas con bajo perfil hasta que encontraron el cadaver de la joven Nancy. Sus rodillas empezaron a temblar y de repente una gran luz ilumino la estancia: Shaggy tenia 5 potentes lamparas unidas entre si con cinta adhesiva e iluminaba a todos lados con nerviosismo. 

-"Deberiamos volver, ¿que tal si visitamos la Torre inclinada de Pizza?!"-. 

Un rayo de luz empieza a asomarse cerca de donde estáis. La oscuridad del agujero en el que os habñis adentrado toda forma de un pasillo especialmente corto.

Al final del rayo hay una sala llena de objetos dorados por los que se refleja el haz de luz dados una claridad de visión.

Entre tanto oro lo más destacable es un escarabajo policromado. A falta de bolsillos donde esconderlo lo metes bajo el turbante sin que nadie se de cuenta.

Por supuesto señor Kurtz, me encargaré de todos esos trámites en el momento adecuado. Después cuando bajamos a la gran sala que do fascinado, saco mi móvil y grabo la sala, señores y señoritas contemplar la grandeza del gran legado que nos han dejado los egipcios. Me adentro en la sala con cuidado observando e identificando junto a los expertos los numerosos tesoros que presenciamos, por cierto señorita Carnahan, ¿no le parece único el momento que descubres los tesoros?

Entre los tesoros puedes ver la imagen de una mujer vestida con cuernos de vaca. Corres a observar más de cerca la iconografía debe de ser una mujer vistiendo un gorro de la maca Hathor.

En la mano la mujer tiene una flor que se ve bastante erosionada y agrietada. Acercas tu mano y antes siquiera de tocar la piedra se descompone y observas un pequeño frasco que lleva el gravado de dos corazones enlazados.

Te lo guardas.