Partida Rol por web

La habitación está más que acorde a mis necesidades. De hecho la chimenea y el escritorio prometen ser suficientes si no encuentro un lugar adecuado para trabajar en caso de que me llegue la inspiración de noche. El tocador no iba a necesitarlo, pero los sofás también eran agradables si una noche las reuniones se prolongaban más allá de lo correcto en áreas comunes.

Pero lo mejor de todo, era su ubicación junto a la biblioteca.

Al llegar a la habitación, me despido de Owen y me apresuro a asearme y vestirme más acorde para la velada nocturna.

Despues de asearme, guardo el traje de viaje de tela príncipe de Gales, el abrigo, el sombrero y el paraguas, y me vistió con un esmoquin negro (el del avatar), más acorde para una cena en sociedad, y me dirijo a la biblioteca para curiosear acerca de los gustos literarios de los anfitriones. Quizás así recordara al fin de qué conocía él a esa mujer y terminara de ponerle cara.

En la biblioteca, una estancia magnífica, subí a la galería circular elevada y empecé a curiosear títulos y autores.

Así permanecería hasta la hora de la cena (o hasta que alguien más entrara en la biblioteca).

Además, compruebas que dispones de una segunda puerta en tu habitación que da acceso directo a la biblioteca misma.

Tras el día agotador, lleno de emociones y misterios, cuando llegas a la habitación y cierras la puerta a tu espalda, una imagen ronda tu mente, la de el mayordomo, Alfred Dyle, y la señora Jacqueline Dupont cuchicheando tras hacerse los encontradizos, contra toda norma de etiqueta y moral.

Pudiste escuchar claramente que la señora Dupont le dijo una sola palabra al mayordomo: - Biblioteca.

Sir Gustave se encerró en su habitación. Busco un cierre para bloquear las puertas.

Había sido un día maravilloso, pero con un final horrible. Sus peores pesadillas se habían hecho realidad. Había intentado defender su honor,pero lo cierto es que él conocía la verdad: puede que el asesinato fuese en defensa propia... aunque lo cierto es que la pistola habia explotado en la mano de su agresor... ¿Qué necesidad había entonces de asesinarlo? ¿podía él haberle matado de algún modo?... muchas veces había pensado en eso y al final había llegado a la conclusión de que no había sido en defensa propia. En esa ocasión su mente le engañó... pensó que estaba en peligro y actuó sin razonar, pero el peligro ya había desaparecido. Fue sencillamente un asesinato.

Además, no solo había robado el botín para deshacerse de las pruebas, sino que se había lucrado de este asesinato escribiendo sobre él. Toda su fama, fortuna y posición la había conseguido de manera fraudulenta y manchada de sangre... Se merecía hasta la última acusación.

Penso en su cita de esta noche con ¿Gabriel Kerrigan? Lo cierto es que había pensado que era el señor Owen. Al final ociocultaba algo distinto...

Llegada la hora, Gustave aun vestido con su esmoquin y después de haber plasmado por escrito todo lo sucedido, fue al salón del piano dispuesto a encontrarse con su cita

¿vendría él? ¿vendría ella también? Solo había una forma de comprobarlo.

Pensó mientras abandonaba la falsa seguridad de su habitación

Tras recuperar la comodidad y soledad de tu habitación, consigues conciliar el sueño. A pesar de ello, en una ocasión te despierta el ruido de alguien entrando o saliendo de la Biblioteca. Los ruidos te desvelan lo suficiente como para recordar al despertar el dato.

Aprovechando la pausa antes de la comida escribo en un papel

"Esta noche en el embarcadero"

Con intención de organizar una cita.*

No eres el primero que trata de hacer un sotto-vocce con notitas, pero va a ser que no. O gestos o palabras.

^__^

Te abro una escena sotto-vocce con Penny.

Subo a mi habitación después de lo sucedido aun confuso.

Hemos votado a Alfred para encerrarle pero él ha muerto repentinamente, no puede ser una broma de mal gusto del destino. Eso tiene que significar que el asesino nos está siguiendo el juego y matando a aquél del que más desconfiemos... ¡que macabro!

No me entretengo mucho más. Cuando la casa se queda en silencio, saco del armario un abrigo que sujeto doblado en un brazo, me hago también con el paraguas por si llueve y salgo en dirección al embarcadero donde me he citado con Penny. Debo darme prisa si luego quiero asistir a la cita del salón con todos los señores Sean y Owen.*

Por la mañana al despertar, algo te llama la atención. Algo que antes no estaba ahí. Sobre una repisa, un cuadro de medio metro de lado descansa con intención de ser bien visible. El cuadro no contiene ningún dibujo o paisaje, contiene el texto de una canción infantil popular.

Agotado por las tensiones del día, te dejas caer en la amplia cama. Entonces, una imagen ronda tu mente, la de los "hermanos", haciéndose gestos mutuamente, mientras el doctor y las enfermeras reconocían el cadáver de Frederick en la playa, contra toda norma de etiqueta y moral.

Me siento bastante mal por la horrible muerte del doctor, pero debo recomponerme.

Bajo a mi cita grupal y a la particular con Penny.

Ojalá a pesar de reunirme con Penny fuera, llegur a tiempo a la cita grupal y aún no haya demasiada gente.