Partida Rol por web

- Vaya, no sabía que tuviera un nombre. Siempre lo vi desde afuera pero no solía participar. ¿Alguien más se querría unir? -.

Piensa la pregunta de Yormund y dice - Bueno, no creo que tengamos mucho que apostar, pero podría ser que Kaldreade nos proporcione los implementos y algo con qué apostar -.

-Sí, Norop. ¿O debería llamarte Poron? Tuve que cambiar de cuerpo para proteger mi identidad, para que los traidores no me eliminasen la primera noche. Aunque parece ser que no funcionó demasiado bien...

Bienvenido seas Ivhone, mi voz será tu contacto con el otro lado, soy el nexo que te sigue uniendo a la vida.

Espero que todo este a tu gusto... Yo soy Kaldreade. El Siervo que os dara cavida en esta zona antes de la muerte. Seré tu compañia y confesor, todo lo que quieras, pidemelo, aquí estoy...

Ivhone entró en aquel desolador paisaje... Allí donde otros podían ver un escenario hermoso y romántico, ella sólo veía muerte... 

La joven llevaba el cabello castaño suelto, el cual caía por su espalda en suaves ondas castañas. Sus ojos miraban toda aquella escena con dolor... El paso de la vida a la muerte había sido doloroso y traumático. Cuando creía que ya no podía aguantar más, un nuevo golpe arrancaba gritos de su desgarrada garganta. Pero finalmente todo había acabado y ahora... 

¿Dónde estoy...?

Caminó por aquella senda, entre los altos y secos árboles hasta hallar una enorme mesa. Un joven de mirada triste le dio la bienvenida... 

Ivhone todavía estaba asustada. Abrazaba su delgado cuerpo y temblaba, pero cuando su mirada se detuvo en la de Kaldreade, sus hombros se irguieron y apretando la mandíbula asintió con la cabeza.

Shia se mantenía escondida por dentro de su vestido, sin osar asomarse. La joven sabía por qué, pero no tenía nada que recriminarle... 

- Shia, no temas... Nos manipularon, no ha sido tu culpa... Sé que no querías atacarme... - La araña asomó por su escote y clavó sus ojos en la semidemonio. Sus patitas se deslizaron fuera del vestido, como si ella le hubiera quitado un peso de encima... Ivhone sonrió como hacía días que no lo hacía. La cogió con cuidado y la depositó sobre la mesa... Entonces miró a aquellos que ya conocía y enarcó ligeramente una ceja... - Volvemos a encontrarnos... -

Mientras Ivhone llegaba el alma de Yormund se escapaba con una suave brisa... otra más...

Megan pensaba que por fin tendría algo para hacer cuando Yormund se va con la llegada de la nueva invitada. Megan suspira algo decepcionada y dice - Bueno, al menos regresó - fija su atención en la reacción de Vanna y luego observa a Ivhone.

La joven parece asustada, aunque con las anteriores batallas, supone que su muerte no debió ser del todo agradable. Megan le sonríe con gentileza y le muestra aquel comedor donde se encuentran. Luego, le indica una silla a su lado donde puede sentarse - Bienvenida, Ivhone. Acompáñanos y sírvete lo que quieras - le señala el alimento y el vino. - Sé que no son las condiciones idóneas pero al menos aquí puedes estar tranquila y si deseas, hablarnos de lo que sucedió arriba. A mí me causa bastante curiosidad -.

-Tsk!.-La respuesta de Alice no era la que esperaba, relajo los hombros y dejo caer su cabeza desanimado.

-Si... Poron, es Poron.-Contesto con un tono un tanto desanimado. Y entonces llego otra mujer mientras neko-chan parecía coger su relevo. El payaso alzo de nuevo la cabeza y observo a al recién llegada. Camino hacia Ivhone decidido y la cogió de los hombros, desde la espalda.

-Bienvenida nueva llegada, vamos toma asiento y comparte con nosotros el fuego.-No quiso forzarla a caminar solo ayudarla a tomar iniciativa y llegar hasta la silla que le había ofrecido Megan para que se sentara en ella.

Mientras tanto los ojos castaños de Poron de Old se posaron nuevamente en el rostro de la chica de pelo de chicle, la vieja Baba.
-¿Y podéis contarme como es que has ocupado ese cuerpo? A mi y a todos. Creo que seria interesante saberlo, seguro que ayuda a que regrese y de paso nos entretenida.-Volvió a mostrar su sincera sonrisa y empezó a usar un tono de respeto con ella.

Alzo la mano izquierda y el dedo indice al cielo.-También podría contar un cuento.-Los pocos buenos recuerdos que tenia de niño.

La joven no había terminado de saludar, cuando el cuerpo de Yormund empezó a deshacerse en una neblina. El rostro de Ivhone reflejó la sorpresa que aquello le había causado y se volvió hacia Megan. Enarcó una ceja y durante unos segundos se quedó en silencio. Entonces sintió las manos de Poron en sus hombros y se volvió a mirarlo, aunque no hizo ningún gesto para apartarse. 

- ¿Por qué sois tan amables...? - Preguntó con la sorpresa reflejada en su voz. Estando viva no había sido muy popular que dijéramos. Además de no haber cruzado ni cuatro palabras con ellos. 

De todas formas, asintió con la cabeza y siguió su camino hasta la silla que Megan le había ofrecido. Sus ojos avellana recorrieron la mesa, deteniéndose en una botella alargada que contenía un líquido de tonos carmesíes. Alargó la mano y cogiendo el recipiente se sirvió en la copa que tenía delante. Se la llevó a la boca y mojándose los labios lo probó. Sintió el fuerte sabor del vino. Un vino que había estado embotellado durante mucho tiempo, de matices delicados como una tarde de verano; aunque Ivhone ya estaba regresando al arrullo del arroyo y este le traía el recuerdo de la llegada del otoño y con ello el caer de las hojas en el porche de su casa... Había cerrado los ojos, dejándose llevar por aquellas sensaciones. Al volver a abrirlos prendió su mirada en la de Megan y una sonrisa se perfiló en sus suaves labios. Se sentía como si le hubieran quitado un gran peso de encima. 

- Te lo puedes imaginar... Todos los días han sido iguales... Eko y Zyllah decidieron que yo era culpable porque defendí a Poron. Y aunque reconocí mi error y les dije que lo sentía, no me creyeron... Y bueno, ya sabes como van las cosas allí arriba. Estamos todos tan perdidos que a la que alguien alza la voz, los demás se suben al carro... - Sus palabras sonaron llenas de amargura, recordando las últimas horas que había pasado con vida. Borró la sonrisa de su rostro y su mirada se tornó ligeramente vidriosa. - Cualquier cosa que decía la tergiversaban y... Llegó un momento en el que deseé que todo terminara - . La joven suspiró y sacudió ligeramente la cabeza.  - No hay mucho más que contar... - Se llevó de nuevo la copa a los labios, y aunque esta vez no fue tan arrolladora la sensación, disfrutó igualmente del sabor ligeramente afrutado del vino. 

Recorrió nuevamente la mesa con la mirada y entonces se dio cuenta de que faltaba alguien... - ¿Dónde está Marceline...? - Preguntó extrañada...

-¿Tan amables?-Pregunto incrédulo.-Di mas bien que entre lo vivos hay demasiada tensión, por eso te extraña que la gente se amable ahora, que estamos aquí y lo hemos perdido todo.-Aun de pies escucho lo que tenia que decir Ivhoneo.-Uno no. El líder Eko. Todos le siguen sin querer admitirlo, pero el cónclave gira a su alrededor, es muy popular.-Una sonrisa triste se dibujo en su cara.

-Respecto a lo de Marceline... creo que deberías preguntárselo a su hermano.-Señalo con el pulgar a Kaldreade.

Megan mira a Kaldreade y con tono algo burlesco, dice - Todos hacemos la misma pregunta, ¿Verdad? -.

Luego escucha las palabras de Poron, a lo que Megan asiente a modo de aprobación. - Poron tiene razón, lo hemos perdido todo. ¿Qué es lo único que nos queda? Disfrutar el banquete que nos ha preparado nuestro anfitrión y ver cómo se resuelve este juego de ajedrez - se sirve una copa más de vino y se toma sólo un sorbo.

Ivhone tenía mucho que contar y la grovehn la escuchó atentamente y sonrió. Luego de escuchar toda la historia dijo - Bueno, ciertamente es difícil decir algo allí sin que Eko y Zyllah puedan cambiar tus palabras pero, ¿Cuál es la verdad? Todo son historias pero muy pocos son los hechos. Si no eres lo que dicen, ¿Qué eres? ¿Cuál bando escogiste? - dice en tono más serio.

Se gira hacia Vanna y dice - Vanna nos contó que el frío y la soledad del lugar la invadieron y que cuando menos pensaba, las niñas la habían reclamado. ¿A ti te sucedió lo mismo? Puedes hablar tranquila y si lo haces, puede que Marceline logre que te lleven de vuelta - sus palabras eran sinceras pero sí le interesaba saber la verdad. - La verdad, esperábamos a gente diferente por aquí -.

Kaldreade se centró primero en la recién llegada.

Siento que mi hermana Marceline no lograse salvarte de las votaciones, siempre que estuviera en lo cierto contigo.  - Kaldreade le hizo un gesto para que se uniera a la cena, señalando las botellas en frío de cava y vino, y la comida, una bandeja con quesos y embutidos y un enorme bol con fruta fresca variada - Aunque a veces mis modos, como vuestro anfitrión, no sean todo lo buenos que deberían ser, aquí estáis todos bienvenidos a encontrar la paz que no había en vida.

Luego, al ver que Yormund desaparecía sonrió... pero no pudo contener la risa al ver que Yormund no había recibido el Último Legado. Ahora lo entendía todo. - Nekbeth... - dijo con una mirada nostálgica al pasado, y cuando volvió en si, habló para todos los presentes - Ya entiendo porque la pasada noche hubieron 3 muertes. Porque realmente, sólo hubo una muerte, la de Alexia. Yormund y Megan están con un sueño profundo que simula la muerte. Ya pasó la vez primera, ¿te acuerdas Elizabeth? Los padres de Eko y Zyllah cayeron tras el primer día, y aunque se suponía que terminarían despertando por si mismos, nadie se arriesgó a comprobarlo. Y dudo que Tetsuo lo haga, aunque para ello debería Marceline contarlo. Y dado que tanto Yormund como tú - ahora la mirada estaba en Megan - queríais ir a por Lennish, es lo lógico pensar que utilizó su poder contra vosotros para asegurar su supervivencia. Si estoy en lo cierto pues, una traidora menos, y explicaría porque había arriba tan pocas dudas sobre ella.

Megan escucha las palabras del anfitrión con curiosidad y le dice - Si yo no estoy muerta, ¿Entonces por qué no he despertado como Yormund? Ya lo podía haber hecho - dice algo indignada.

Era algo injusto que si ambos habían caído presas del mismo artificio, ¿Por qué sólo uno de ellos había vuelto?

- No sabía que tenía un hermano... - Ivhone miró hacia su anfitrión y asintió con un suave movimiento de cabeza. En ese momento, Megan le preguntó cuales eran sus verdaderas intenciones. Le confirmó que allí podía confiar en ellos... 

La joven la miró fijamente, para, tras unos segundos, deslizar sus pupilas hasta detenerlas en Vanna. Su ceño se había fruncido y sus labios se torcieron en una mueca. 

- Yo no escogí ningún bando. Reconozco que no vine con la intención de proteger el sello. Como ya expliqué, llevaba demasiado tiempo sola... Llegó un momento en el que olvidé lo que era mantener una conversación. Mi única compañía eran las arañas que se iban adueñando de la casa... - Cogió de nuevo la copa y la acercó a sus labios. Esta vez le dio un buen trago, dejando que el líquido calentara su estómago. - Había escuchado antiguas leyendas sobre Odland y sabía que aquí encontraría a gente como yo... Pero no pensé que mi soledad habría hecho de mi una persona insegura y temerosa... - Suspiró y volvió a mirar a Megan. - Mi única culpa es la de no conocer a la gente y no saber cómo actuar en presencia de desconocidos. Sus palabras y sus ataques me abrumaban... Mi orgullo y mi inconsciencia provocaron que quisiera participar en esas votaciones, que para mi parecer eran injustas y motivadas tan sólo por palabrería. Tras la muerte de Gabriel me di cuenta de que yo... No podía seguir con aquello. ¿Cuánta gente inocente iba a morir...? Tuve miedo y por eso me dediqué a participar de una forma pasiva. En ese momento decidí señalar a los que Eko no señalara. Me di cuenta de que él era el que movía a todo el mundo y no quise participar. Y justo por ello decidieron que yo era una traidora. Pero se equivocan... Yo nunca he traicionado lo que me importa... - 

Tras esas palabras, alargó una mano y cogió un racimo de uvas y un poco de queso. Se llevó un gajo a los labios y cerró los ojos. La fruta estaba deliciosa, la joven tuvo que contener un gemido de placer al sentir la explosión de sabor que llenó su boca...

Es algo que he dicho antes... dijo Syd luego de un largo rato en silencio, fumando su cigarillo. Pero mientras la voz de Eko no sea una corrupta no deberia importar. agrego tirando su cigarrillo que habia acabado.

Kaldreade, que piensa tu hermana? Sigue siendo confiable? pregunto en su tono que no dejaba de parecer demasiado tranquilo.

- Opino igual que Syd. Entre Eko y Zyllah manipulan mucho las decisiones pero siempre que estén del lado de proteger el sello, está bien. Creo en tus palabras y si decidiste permanecer a un lado, me parece bien. Es una decisión respetable y sabia. Lástima que te volvieras su blanco - dice con algo de tristeza en su voz.

Megan toma un trozo de queso más y lo acompaña con un poco de vino. Se voltea al anfitrión y le pregunta - ¿Cómo va todo allá arriba? -.

Kaldreade miró a Megan con pésame.

Porque a Yormund no le han devuelto a la vida, si no más bien que imagino que recibió el don de poder volver a la vida por si mismo, como hizo Zagam. Aunque no te preocupes, que si nadie le hace nada a Tetsuo esta noche, mañana estarás de vuelta. Ah, por cierto, ya tengo el resultado de Yormund con los dados.

Tras ello miró a Ivhone.

Allí arriba Marceline no ha comentado la relación que tiene conmigo. Tengo cierto asunto pendiente con Azhariel, aunque tras conocer aquí a Alexia... creo que se va a librar más allá de una bonita bronca. Al menos parece que se quedará a gusto, si hemos entendido bien a Gabriel, cuando acabe Andrew esta noche con Liam. Y si, yo sigo sin concebir como Annie se va a librar un día más y le darán la oportunidad que mate a alguien más. Pero así son las cosas con Eko al mando, Zyllah de secretaria y Gabriel de sargento de armas. 

Mi mirada se pierde, así como mi sonrisa, cuando Yormund se marcha de nuestro lado.

-Quiero volver.

Digo, mientras mis ojos miran a Kaldreade, pero en lugar de seguir hablando, escucho y observo.

-Cuando sea el momento... dímelo. Por ahora... aguardaré. En cuanto a lo de Zyllah...

Suspiro y asiento lentamente con la cabeza.

-Os lo dije. Su relación con Eko. Su dirección. Pero no importa... ya no. Por cierto, Ivhone, bienvenida... y lamento tu estancia aquí.

Asiento lentamente con la cabeza.

-Yo también quiero volver. Creo que aún puedo hacer bien allí arriba protegiendo de los asesinatos nocturnos... Si Tetsuo supiese de mi don, creo que me podría traer de vuelta...

Tras tragar aquel gajo de uva, Ivhone volvió a abrir los ojos y los clavó en los de Megan. La sombra de una sonrisa acentuó su marmóreo rostro. Asintió con un suave movimiento de cabeza, agradecida de encontrar a alguien que confiara en sus palabras.

Entonces escuchó las palabras de su anfitrión, palabras que la confundieron todavía más.

- ¿Dados...? ¿A qué te refieres...? - Sentía que estaba en una partida a la que no pertenecía... Suspiró y negó con la cabeza... - Quizás, si hubiera sabido que se estaba tan bien aquí, no hubiera tenido tanto miedo... - Murmuró mientras se llevaba un nuevo gajo a los labios. A ese gajo le siguió un trozo de queso y después un trago de aquel exquisito vino. Shia se acercó caminando por el mantel, tras haber recorrido toda la mesa y haberse detenido, durante unos segundos, delante de cada uno de los presentes...

Ivhone se volvió al escuchar a Vanna y enarcó ligeramente una ceja. - ¿Puedes volver cuando quieras...? - Le preguntó con curiosidad. - Has reconocido que te dejaste engañar por aquellos engendros... En cuanto vuelvas, lógicamente, irán a por ti... - Había inclinado ligeramente la cabeza, escrutando a la joven Meknhar, cuando escuchó hablar a Alice... Se volvió a mirarla y entrecerró los ojos. - ¿Se puede saber a qué te refieres? ¿Por qué Tetsuo estaría interesado en tu don...? - Tantas preguntas... la joven torció los labios en una mueca al darse cuenta de que todo eran dudas y más dudas... Pero quería saber, estaba cansada de que los demás utilizaran su ignorancia en su contra.

- Tiene 2 caras con un 3 - le pregunta a Kaldreade con respecto a los dados de Yormund y luego escucha las palabras de todos.

Alice era demasiado insistente con el tema y se volvía algo molesto - Todos queremos volver, pero es verdad que no te creerán Vanna. ¿Estás dispuesta a pasar por otra ejecución? - cuando mencionan a Tetsuo, la mirada de Megan se dirige instantáneamente al suelo y con voz taciturna dice - Tetsuo... - lo extrañaba y a pesar de estar cómoda allí, quería volver con él.

Era la primera vez que tenía un lugar donde querer volver. Siempre había sido una ermitaña, siempre sola y por su cuenta. Algo bueno que había logrado ese lugar era unirla a alguien. Con tristeza y la voz temblando, dice - ¿Cómo está Tetsuo? Es que... - la voz de Megan se apaga nuevamente y permanece mirando un punto en el suelo, alejado de la vista de los presentes.