Partida Rol por web

Yidorac escucha con atención las palabras de Alandra, aún tomando pequeños sorbos de su infusión - Parece que los viajes de esta espía la han hecho Sabia. Al fin alguien de la casa Arien se gana mi respeto. - Los conceptos básicos del esoteismo me son conocidos, pero desde que las casas se separaron sus formas para guardar la magia e incluso los canales descubiertos... hay mucho que desconocemos.

Sobre la transmutación solo puedo decir lo que se nombre en el libro del Kibalion: «La mente, así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.»

Habló casi de memoria, sin dar importancia a lo que decía. - Alquimistas, herméticos... todos ellos limitados a sus ciencias falsas y desconectados de la auténtica magia de la que somos hoy portadoras. Sus palabras no deberían ser tenidas en cuenta. Cometieron muchos errores y este podría ser uno más de ellos. Como decía mi maestra Cerravieja: La magia de hombres es para los hombres y las Brujas nos dedicamos a cosas de Brujas..

No lo decía con esas palabras, pero habían muchas cosas que decía su vieja maestra.

En cualquier caso, si es esta la interpretación que esos ilusos con telescopios lograron acertar de casualidad, podríamos entender que se han alimentado de la vida de Gala. - Pero eso se lo guardó en sus pensamientos

Y por cierto Arë - Sonriendo con ojos gélidos - No deberías privar del honor de tu acusación a Reis, Gunhilda y Eowin... ¿o acaso ellas te caen más simpáticas?

Al oír su nombre Gunhilda atiende las palabras de Yidorac para después poder responderla

No se si le caigo mejor o peor, solo se que si ha acusado a alguien lo ha hecho por que sospechaba de ellos o por que simplemente hablaban demasiado y llamaron su atención, yo por mi parte no tengo nada que ocultar. No he acusado a nadie por que sinceramente no se quienes pueden ser las asesinas.

Tras unos segundos continua hablando con una sonrisa

Tu en cambio Yidorac insinúas que nosotras 4 estamos colaborando por qué simplemente Arë no nos ha acusado aún????. Jajajajaja, no crees que si fuéramos colaboradoras en esto disimularíamos más????. Dale tiempo, ya me acusará a mi a y a todas las demás, igual que haremos todas dentro de poco cuando nadie confíe en nadie.

Yo por mi parte tengo la conciencia tranquila y tal vez por eso al contrario que algunas no acuso a nadie, las que acusáis primero o insinuáis cobardemente que otros son los causantes sois las que me hacéis dudar de vuestra inocencia, pues creo que lo único que queréis es desviar las miradas de vosotras.

Claro, claro, Gunhilda... - Ignorando sus palabras con un gesto de la mano - Y mientras te pones a la defensiva, que te parece si aportas la sabiduría de la casa Eglantine para resolver los signos,... o haces algo útil.

El tono de Yidorac no varió en absoluto. - Como si fuese a afectarme que hablen mal de mi, bonitas están - Conteniendo una breve sonrisa sarcástica ante su broma personal, invitó a la sacerdotiza del fuego a unirse a las deliberaciones con un ademán.

A la defensiva te pones tu Yidorac, no yo, tu eres la que saca un tema y cuando le incomoda lo cambia.

Escuché con atención lo que las brujas decían sobre la muerte de Gala. Tal como Alandra decía podía ser un "libro abierto" si conocías el tema. Yo en mi ignorancia preferí callar y me maldije a mí misma por no poder hacer nada para ayudar. Con cada acto, con cada palabra del resto me sentía más y más inútil y eso me entristecía. En un afán de aprender y de no interponerme en la sabiduría que se nos estaba ofreciendo guardé silencio para escuchar atentamente.

El tema de la transmutación creo que es suficientemente arcano para la mayoría de nosotras, como para saber si realmente es una pista, o una prueba falsa para sembrar la confusión y la discordia - dijo Sëren.

Luego se giró hacia Yidorac.

No voy a defender a Gunhilda por ser de la misma casa que yo, porque ahora mismo cualquier casa y cualquier hermana puede ser culpable, pero tengo que darle la razón. Aquí la que se ha puesto a la defensiva escupiendo nombres ha sido tu, así que muestra algo de respeto o muestra tu las pruebas de tus acusaciones.

Tras las palabras acusadoras de Yidorac digo:

- Primero, no te he acusado, es más te he echado una mano, he dicho que pueden ser pistas falsas y quieran culpabilizaros a vosotras, las sacerdotisas, del tal crimen y por último..creo que no os he mencionado directamente he dicho "sacerdotisas" en general, antes de juzgar y ponerte a la defensiva deberías escuchar con más atención querida- dije mirando desfiante a Yidorac-

¿Acusación? - Enarca una ceja - Lo único que he hecho es señalar una Omisión, no acusar a nadie. Me trae sin cuidado como interpretara ella mis palabras. Esperaba más de ti, Seren, pero si necesitas una explicación al nivel de aprendiza, puedo dártela. En caso contrario considero que hay formas más productivas de emplear este precioso tiempo, pero ya que lo preguntas he de decir que hay otras muchas brujas a las que veo con más desconfianza que a Gunhilda, incluso en mi propia casa - Lanza una corta mirada significativa a Lissandra. Nunca ha sido muy comunicativa, pero no es el momento ni el lugar para guardar ese silencio... ¿debería hablar en contra de la protectora de la casa Shaiya? Eso sería una falta de respeto...

Regresando a lo que estaba hace un esfuerzo en recordar, observando la escena del cadáver y finalmente se dirige a Morgana - Si la mitad de las cosas que dicen de ti, Sacerdotiza de la Muerte, son ciertas, coincido con Alandra en que tu deberías saber mucho más que yo sobre este tipo de magia. Si toda evolución es un cambio, y por lo tanto una transmutación... - Hace una pausa - ¿qué puedes decirnos de todo esto?

Quizás lo desprecias porque tus capacidades no llegan a entenderlo, o quizás lo hayas sobrepasado y no necesitas de ellos para tus transformaciones, sea como sea creo que nos gustaría escuchar lo que tengas que decir al respecto.

La sutileza nunca ha sido lo mío Yidorac. Por algo llevo un tridente de fuego, una arma completamente a la vista y sin funda alguna. - es lo único que le responde Sëren.

Todo sucede muy rápido, de modo que Naivé permanece en silencio mientras se bebe el té a sorbos cortos. Para cuando las últimas palabras están dichas, ella ha terminado con el té e inclina el cuerpo en señal de agradecimiento, como siempre, dejando una única gota de té y virtiéndola en el suelo

Pone sus manos en el suelo y se estira de un modo similar al que lo haría un felino para acercarse después a Alandra.

-¡¡Muy mal!! Ahora estás en peligro... Aunque yo hay cosas que no entiendo... La transmutación nunca se me dió bien...

Sonríe dulce e inocente.

-Mis conocimientos están algo más relacionados con la vida, pero...

Mira entonces a Yidorac y luego a las demás, con el gesto pensativo.

-Al parecer hay más de una de nosotras que controla sus secretos... ¿Por qué crees que es Morgana la que mejor controla esos secretos?

Se lleva un dedo a la boca de un modo inocente, intentando pensar en ello y termina sonriendo de oreja a oreja y ladeando la cabeza.

-¡Yo sí confío en vosotras! Creo que esta escisión es lo que podría ponerse en nuestra contra.

Tras su brillante deducción, según ella, vuelve a mirar a Alandra, desde su lado.

-A mí Eowin sí me cae bien... Oye... ¿Y por qué no le preguntamos a Medianoche?

La pregunta es lanzada más como curiosidad que otra cosa, mirando a Ángel en ese preciso instante.

Desde la muerte de una de sus hermanas, una de las mas poderosas e importantes en su casa, miraba al resto con recelo. La primera caída era la mas fuerte de todas ellas. Aquellas ladronas habían pasado a ser meras asesinas. Vikonia estaba furiosa, no era de las habladoras como muchas otras, pero si leal a las suyas y eso le enfurecía tanto como le fuera posible. No podía hablar, no tenia nada que compartir con el resto y un amargo nudo en su garganta no le dejaba, pero observaba y pronto estaba segura que tendría algo que aportar a aquel akelarre teñido de sangre.

No me gusta tu tono, Yidorac - dijo la bruja con dureza - y muestra mas respeto cuando te dirijas a la Casa de Arien - afirmó, recalcando sus palabras para que se entendiesen bien, señalando a Arë. Shaira apoyaba con fiereza a su casa, eran su familia - Has malinterpretado todo lo que Arë ha dicho y acusas sin motivos. Eso si, al menos te esfuerzas en intentar resolver todo esto y eso te honra, pero no perdamos las formas, compañera, o las cosas podrían torcerse y eso es lo que esas asesinas quieren...

Discusiones y mas discusiones, jijiji. Espetó Kaleshie. -Mientras tanto las ladronas y asesinas actuaran libremente sabiendo que estamos discutiendo entre nosotras y les ahorraremos parte del trabajo. Se sienta en el suelo. -Pues entonces yo las esperaré aqui sentada, mientras observo como nos matamos las unas a las otras sin descubrir quienes han cometido tal sacrilegio. Una dulce sonrisa sale de sus labios.

- De todas formas, hermanas... Nebaleth miró con seriedad a todas las presentes, intentado rehuir los encontronazos de algunas de las presentes. Me parece sorprendente que ninguna de nosotras haya escuchado un solo ruido o visto alguna sombra durante la noche. Su voz se detuvo unos momentos, consciente del tremendo esfuerzo y valor que estaba pidiendo. Entiendo que la idea de ser asaltada por alguna de las culpables sea desagradable, pero estoy segura de que podemos proteger a cualquier testigo...es más, creo que cualquiera de nosotras tiene suficientes trucos en la manga como para poder dar esa información sin revelar su identidad.

Nebaleth agachó el rostro, algo apagada. Sus palabras serían malinterpretadas y caerían en saco roto sin duda alguna, pero era todo lo que podía hacer en ese momento.

- Pero centrandonos en la investigación...Hijas de Gio ¿hay alguien que tuviese tenía algo contra Gala? Las ladronas pueden siguen siendo humanas y es probable que hayan tomado esta sangrienta decisión basandose en criterios personales...

-Sí que hay alguien que lo ha hecho...

Espeta la pequeña Naivé en voz baja. Rápidamente alza su rostro y, al escuchar el silencio de Ángel se acerca corriendo a Kaleshie y se sienta a su lado con un gesto contento, estirando las piernas y los pies y cada uno de los dedos.

-Shaira... La Yaya Yido es un poco tosca a veces, pero es muy buena... Te pido disculpas en su nombre, pues también es un poquitito orgullosa...

Sonríe desde su posición, una extraña sensación de felicidad vuelve a embargarla, quizá sin querer ella misma, mientras se fija en cada una de ellas.

-La trans...

Pero no llega a terminar su frase, tan decidida como se había sentado, se levanta de un sólo salto hacia el cuerpo de Gala encerrado en la semi esfera mientras continúa hablando, aunque de un tema bastante distinto.

-Como Espía de la casa de Shaiya, pido que se escuche a la Espía de la casa de Arien, he estado vigilándola y por ahora creo que sus movimientos se acercan a la realidad, aunque... Como bien ha matizado Yidorac, hay alguna más de nosotras expertas en transmutaciones... Así que quizás deban de pronunciarse las expertas...

Dicho esto con sus ojos busca a Lady Lethalia.

-¿Me dejas entrar en la zona, por favor?

Pregunta, mientras le mira con los ojos algo serios y con la sonrisa inocente aún en su rostro.

Las palabras de Kaleshie la irritaron profundamente.

¿Y que quieres que hagamos? ¿Nada, como haces tu? Puedo estar mas o menos de acuerdo con Yidorac pero al menos ella ha intentado aportar algo ¿O es que acaso te divierte todo esto? Te pido por favor que para la próxima vez te mantengas callada antes de hablar sin sentido - dijo con furia. Actitudes como la de Kaleshie no aportaban nada, ¿como pretendía encontrar a las asesinas ella? ¿O acaso ella era una de ellas...?

-Kaleshie, ¿Verdad? No tiene porque ser asi, de echo lo mas seguro es que las asesinas, esten entre las que mas discuten, despues de todo la discusion es discordia y esa discordia se puede usar a su favor, si empiezan ellas a mover los hilos.-Con los brazos cruzados bajo el pecho respondia por primera vez desde la muerte de su hermana.

-Como todas nosotras, estoy segura que Gala tenia enemigos, pero desconosco si las aqui presentes son alguna de ellas. Pensar en un acusado fuera de las aqui reunidas es ridiculo. Por lo que mi respus es no. No se de nadie que la quisiera muerta de las que aqui estamos. De echo aunque hbiera aqui alguna de sus enemigas, dudo que se hubieran arriesgado, seria las principales culpables.-Respondio a Nebaleth

Evanthë miraba a unas y a otras, discutiendo sin cesar, aunque su cabeza estaba lejos de allí, con su hermana muerta. Puede que no compartiesen Casa, pero no dejaban de ser hermanas.
Con tristeza en la mirada, se mantuvo alerta y atenta a todas las palabras vertidas por sus hermanas y compañeras, a la espera de una pista que aclarase el camino.

¿Es que no os dais cuenta de lo que está pasando? Las intrusas ya han sembrado la semilla de la discordia entre nosotras... Y lo único que hacemos es discutir sobre que o como hacer algo, mientras ellas nos llevan un paso por delante.

Miro a Yidorac encogiéndome de hombros. La verdad es que me da igual si pensáis o no, que seamos las sacerdotisas las malhechoras. Y ahora hablo por mi, pero si he hablado demasiado o he llamado la atención, os pido disculpa por intentar ayudar en algo que nos concierne a todas.

Me pongo a jugar a mover pequeñas piedritas sobre mi cabeza.

Apretando los labios en una fina línea, Evanthë miró al suelo, como pudiendo ver a través de él, mientras asentía y murmuraba unas palabras inaudibles antes de decir - Tienes razón, mi querida hermana, debemos permanecer atentas, unidas, y no dejar que nos distraigan o nos separen. Encontraremos los relicarios, cueste lo que cueste... no creo que ninguna de vosotras, Sacerdotisas, seáis las culpables, demasiado... fácil. -, y mientras ladeaba la cabeza, como escuchando a una presencia invisible, cerró los ojos un segundo, antes de volver a mirarlas a todas.