Partida Rol por web

Yo he sido la última condenada. Todos creen que soy una de las traidoras porque parece ser que me vieron intentar matar a Shaiya. Pero se equivocaban. Han matado a una inocente y las verdaderas traidoras siguen impunes.

Parece que pueden manipular las mentes ya que la propia Shaiya asegura que no fui yo quién intentó matarla, pero como ya he dicho, varias hermanas dicen que me vieron. Además, las traidoras han conseguido dividir a todas las hadas en pequeños grupitos y parece que pagamos las que no debemos - Dije cabizbaja. - A pesar de todo, espero que se salven todas las hadas inocentes que quedan vivas - murmuré.

- Que falsa eres Vinya, tu mataste a Gió, y ahora vienes con ese arrepentimiento y la postura de ser inocente?...por favor...eres una oportunista....espero que te pudras en este lugar....- Asladriel estaba molesta, ella habia atacado a Gió...

Veo que aquí hay más traidoras de las que me esperaba. Decían de Draely, pero se ve que no es la única. - dije a modo de reflexión tras escuchar a Asladriel. - Dí lo que quieras, piensa lo que quieras, del mismo modo que el resto lo han hecho. Pero si realmente están aquí las traidoras, que así sea, que yo me pudra aquí mientras el resto salen vivas del concilio. Así mi muerte habrá servido para algo más que para que mi inocencia quede probada.

- Qué venenosa eres, Vinya. Tu veneno de Camaleón puebla tu lengua además de tu cruel asesinato. Mi amor por Draely nubló mi razón durante la vida, pero en muerte me ha proporcionado más información de la que otra miembro del Concilio podría poseer. Tú mataste a Gió con tu veneno, convirtiéndote en el acto en una traidora. El Concilio está a punto de salvarse porque la única traidora que queda en juego es Daphne, y Ellete ya la delató.

Me encanta que creais saber la verdad. Hay tantas cosas que se os escapan... No mentí cuando dije que buscaba a la que podía manipular la muerte. Es cierto que mi siguiente dardo iba hacia ella y que me quedaría con su poder. Elegí a Gió por su vergüenza a contar su poder, pero a diferencia de Draely y Gió yo podía sobrevivir sin deshaciendome de las traidoras, ellas no. Pero aún así hay cosas que se os escapan y que solo contaré si vuelvo a la vida.

Hasta prometo no dañar a Vallery, pero mientras tanto seguiré callada. Dejando que os creais las más listas de la clase.

Vinya, no hace falta que te regodees en tu supuesta superioridad. Sabemos los nombres de TODAS las traidoras. Y ya está. 

Pues desde aquí vereis como se nos unen más hermanas por no saber escuchar - dije dando la espalda al resto y buscando un sitio desde el que observar como su testarudez y su creer saber llevaba al resto a la muerte. Una vez que Dafne se nos uniera, las muertes no cesarían. En ese momento me creerían, pero, ¿cuántas hermanas más tenían que morir? Lo que si estaba claro es que pesaría sobre nuestras conciencias.

- Por supuesto, Vinya. Sólo falta Daphne y el Cónclave ya estará a salvo. Estuve enamorada de una asesina y conozco todos los nombres.

Al igual que yo me uní tras la muerte de Gió, otros nombres se unieron tras la muerte de tu amada. Pero no me creas si no quieres. Te acordarás de mis palabras cuando Daphne esté aquí y las hermanas sigan muriendo.

Tras esto guardé silencio. No volvería a hablar y las dejaría en su tremendo engaño. Si todas tenían que morir, que así fuera.

Asladriel escucha desde un lugar mas apartado, pero los suficiente para escuchar lo que decian las hadas....sabia de que se trataba, Vinya tenia razón, no solo con Daphne se acabarian las muertes, aun el conclave podia resultar destruido completamente....

El alma de Brisa descendío entre vosotras... Bienvenida Brisa, disfruta de este lugar...

Bueno, Vinya. Pues si tan benevolente eres dinos los nombres de las otras que se han unido para que no mueran más hermanas inocentes. ¿No quieres salvar al Cónclave? ¿A qué esperas entonces? Lo tuyo sólo son palabras vacías para dar tiempo. Si tan de nuestra parte estuvieses ya nos habrías contado tus sospechas.

Eres lista hermana, pero yo también y no hablaré hasta que vuelva a la vida. Es mi única salida de aquí. No tengo nada que demostrar. Ya no está en mis manos salvar al cónclave.

Una más ha caído y aún no la que clamais traidora. Se ve que más sangre se derramará en este cónclave. Es una pena que nadie escuche ni a Vinya ni a Salem.

Sólo quieres volver para seguir matando, Vinya. La única manera de que se sumen nuevos nombres a las asesinas es que el Condenado sea asesinado por ellas, porque el Camaleón ya está aquí. Suponiendo que no haya sucedido sólo queda Daphne. Además, ¿hacer caso a Salem? Es el brujo y está con vosotras, las asesinas. No vas a volver, Vinya. Estás donde te corresponde.

Ah, y Brisa ha sido asesinada por las tuyas. Debería darte vergüenza siquiera mencionarla por el gran pecado que pesa sobre todas vosotras, traidoras.

No discutiré más. Piensa que en vez de ser una traidora, podría haberte matado a ti y que tú con tu testarudez has condenado al cónclave. Sé que Daphne no sobrevivirá, pero sí lo harán el resto.

En cuanto a Salem, nunca ha estado en el bando de las traidoras. Todo lo que escuché de su boca en el cónclave ha resultado ser cierto. Si yo fuera tu, le tendría más miedo a otras que a Daphne. Ella caerá, porque ya la habeis condenado, como el resto, pero las muertes no cesarán y caerá sobre tu conciencia. Luego reclamarás que hable, pero ya que mi alma está condenada a este lugar, el resto también.

Tras esto dí la espalda Elthedrea y comencé a canturrear. No iba a seguir escuchandola.

Me senté en un rincón, ese sería mi lugar, y desde ahí vería como todas las hadas una a una caerían. Ninguna me creía y todas me sacrificaron, pero el que ríe último, ríe mejor. En este cónclave no se iba salvar ninguna.

Por supuesto, caerá sobre mi conciencia haber condenado a las traidoras. Déjate de charlatanería barata, Vinya. Las asesinas eran Daphne, Gió y Draely. Tú mataste a Gió y te convertiste en asesina. Sus nombres ya han sido revelados. Fin del juego.

Y lo que pasa con Salem es que es muy inteligente y ha sabido defenderse. Pero, ¿qué más da? Ella no puede asesinar a nadie así que tampoco me preocupa. 

¿De verdad crees que nos harás creer lo contrario?

Además, Titania y Brianne ya se estarán encargando de demostrar la verdad en el Cónclave. Poco puedes hacer ya por salvarte.

Me reí de las palabras acabadas de pronunciar, pero guardé silencio. Era una pena, pero todas acabaríamos allí. Era como ver a todas las ovejas mirando en dirección a la cueva del lobo, sin percatarse de que otros lobos las observaban entre la maleza. Cuando se vieran desesperadas, acudirían a mi, y puede que a Dafne porque ya estaría muerta.

El alma de Brisa fue llamada en medio de aquella discursión a la vida...

Gió levanto la cabeza, ante la discusión que estaba presente en el cementerio.
-Pero... mi vergüenza a nombrar mi poder*, era porque era capaz de convencer a alguien para que votase a quien yo quisiera, no por cualquier otra cosa.-Sus palabras eran sinceras a la vez que ligeras.

Esa fue la razón - dije con franqueza mirando a Gió - Podría haber sido otra hermana o en aquel momento ninguna y serlo más adelante. Pero algunas cosas cambiaron con tu muerte, otras con las de Draely y estoy segura de que otras habrán cambiado con mi muerte. Si algo sé seguro, es que ninguna de las tres tiene toda la información de lo que sucede. Sólo tenemos pedazos.

Draely tiene sabe más pedazos de historia que tú. Yo se más que Draely y Daphne y quién la acompaña saben más que nosotras y así sucederá cuando Daphne esté aquí. Vendrá con ese cacho más de historia que conoce, pero siempre habrá una parte que no conocemos.

Si algo he aprendido, es que ninguna está en conocimiento de la verdad absoluta. Cada una sabe partes. Vosotras habeis contado la parte que conoceis y yo he puesto una condición para contar lo que yo sé. Y mientras esa condición no se dé. Mi verdad quedará conmigo en mi tumba a la espera de que Daphne se nos una y decida si contar o no lo que ella sabe.

Ahora en la muerte ya no tenía nada que temer. Ya estaba muerta así que ya podía hablar sin tapujos, pero guardaría ese As en la manga tanto tiempo como pudiera y dejaría en manos de Daphne el hablar o no. Me daba lo mismo. En el momento que Daphne llegara al cementerio, hablara o no, se demostraría que yo tenía razón. Todo era cuestión de dar tiempo al tiempo.