Partida Rol por web

Miro a Elthedrea y a Salem -Estoy un poco cansada de vuestras continuas peleas, parecéis dos niñas peleándoos por un mismo caramelo, ¡¡Vosotras seguid, seguid peleando mientras todas morimos, mientras traidoras y no traidoras resucitan, seguid!!- Se cruzo de brazos mirándolas duramente.

Dicho esto se puso cerca de la "nueva" Nocturna, seguía confiando en ella, seguía siendo su hermana de sangre, su hermana real allí.

Mantengo mi mirada, firme, sobre T&B. Shaiya goza de mi máxima confianza en este cónclave al igual que Noctur... Cénit e incluso vosotras dos. No hagáis que me arrepienta de depositar mi confianza en vosotras, no me tomo muy bien las decepciones...

En cuanto a ti Elthedrea, he de confesar que sigues sin parecer trigo limpio, al igual que Salem, lo siento, pero sigo sin fiarme de ninguna de vosotras al 100%.

Y lo siento mas aún por ti Gió, pues a no ser que se demuestre que eres inocente, volverás a caer. Si fuera tu empezaría a indagar y no perdería el tiempo llorando, no te queda mucho tiempo.

No había soltado la mano de Shaiya en ningún momento. Pues ella era lo único que me mantenía lucida, lo único real en aquel maldito lugar. Eso y la muerte. 

Eres la unica que habla con sabiduria Leporidae, yo en tu misma situacion tampoco confiaria...

-Como saber quien me devolvió a la vida, ¿Acaso Elthedrea lo sabe? o cualquiera de las que ha regresado por otros medios que no fueran los suyos propios? NO, no lo se. PEro empiezo a pensar la razón y es que disfrutáis causando dolor-Hablaba con la manos en la cara.

-¿Indagar Leporidae? Acabo de llegar de la muerte, y no se nada mas que de cuando estaba viva y lo he compartido con vosotras, del resto no se nada y me acusáis de traidora, no se como puedo indagar nada si ni siquiera confiáis en mi, como si fuerais a escuchar mis palabras entonces. Que mas puedo indagar si las únicas palabras que escucho son acusaciones entre dos de vosotras y el resto desconfianza hacia mi.-Esbozo mientras el viento giraba a su alrededor.

Si te das por vencida, entonces, ya estas muerta. Creo que tendrías que empezar a maldecir a aquella que te trajo de la muerte para verte morir de nuevo y no a aquellas a las que, hasta el momento de tu muerte, prendías matar.

- Entonces, Desolación, si deseas que mire en ti así haré. No usaré mi poder para mirar en vuestro interior, Titania y Brianne, porque dudo que la muerte haya podido volveros asesinas. Además, en el caso de que no viera maldad alguna en vosotras seguiría siendo mi palabra contra la de Salem, y eso sólo nos llevaría a una discusión sin fin. Yo confío en vosotras porque en vida supe quienes eran todas las asesinas, y ahora mismo si hay más asesinas lo más lógico sería, como habéis dicho, mirar en las que han sobrevivido a los ataques. Desolación se ha ofrecido, así que será la primera.

Miré a la aludida.

- No me guardes rencor por esto, por favor, porque yo no te lo guardo a ti.

Tranquila, no te lo guardo... Estoy preparada para lo que puedas ver...

Pero vosotras... digo a las amantes... Día a día aumentais mis sospechas, debeís recompensar mis dudas, si algún día quereis recobrar mi confianza.

Miro a la Nueva Cenit y a Elthedrea y digo: Espero que vuestra vuelta nos ayude a todas, y que vuestros poderes no se ensombrezcan por el poder del amor.

Los úlitmos movimientos de Titania y Brianne eran sospechosos, pero no tanto como para empezar a desconfiar, pues un error lo tiene cualquiera...

Me acerco a cenit

¿y de mi no te acuerdas, ni de mis mariposas? cojo una mariposilla y se la coloco en la mano. Yo me acuerdo mucho de Alba...

Me giro y escucho la conversación entre Desolación y Elthedrea

Claro que si ,Ayra! Dijo Cénit sonriéndole mientras escuchaba la conversación que se estaba manteniendo Nocturna y Alba eran mis dos mitades,aunque yo no soy ninguna de ellas. Hiciste muy feliz a Alba y a mi también,te lo agradezco Tras eso la abrazó por unos segundos,se separo y,al lado de Ayra y Brisa,permaneció a poder intervenir

T - Estoy cansada de parecer la mala sólo por intentar dar ideas.
B - Tranquila cielo, es normal a estas alturas. - dice abrazandola.
T - ¿Alguien tiene una idea mejor? ¿Tú, Desolación? Si no eres culpable se sabrá y nadie te acusará, y aún así, por proponer que se compruebe que las hadas de cuyos poderes no sabemos nada sean investigadas, sobre todo habiendo sido atacadas, nos acusas de traidoras. - dice cada vez más nerviosa, subiendo algo la voz.
B - No tenemos nada que compensar, y nos da igual tu confianza. Y la de todas. Porque por cada idea que se dé, alguien se va a ofender. Siempre. Y ninguna de las presentes tiene forma de "compensar" nada. - dice en un tono normal, seria. Sólo en sus ojos se ve el enfado. No hacia Desolación. Hacia todas las que intentan confundir a las demás. A las que critican las ideas sin ofrecer otras a cambio.
T- ¿Acaso queréis que seamos más acusatorias? También podemos. ¿O preferís que nos mantengamos en silencio, sólo diciendo los poderes de las muertas? ¿Muy útil, verdad? ¡Excepto que ya están muertas! ¡Y no sabemos cuántas veces más podrán resucitar! - Se aleja de todas, incluso de Brianne, sentándose sobre una piedra en el rincón más alejado al resto. Aún así Brianne se sienta a su lado. Sin tocarla. Respetando su necesidad de estar sola, pero sin que se pueda sentir sola.  

Carraspeo ligeramente ante la situación cada vez más tensa. Aprieto ligeramente la mano de Leporidae y le dedico mi mejor sonrisa antes de mirar al resto y asentir con la cabeza.

Como ya dije, queridas, a mí también me podéis mirar. Aunque como dijo mi querida Leporidae... La opinión de dos personas que se acusan entre sí es un poco dudosa. No obstante, y como dije desde el primer día, confío en las hermanas de la noche, ergo si van a mirar a Desolación, pido que Salem mire en mi interior. ¿Quizás estéis así más tranquilas? Por que, al menos yo, no comprendo cómo alguien, por haber sido atacada, va a irse con las que le atacaron... Si es así, a tí también te atacaron... Tiene la misma lógica.

Niego con la cabeza.

En cuanto al tema de Gió... Mis sombras dijeron que, al amanecer, había una traidora menos... Pero también dije que podrían haber jugado con mi mente, como pudieron hacer cuando al despertar ví a Ellete atacándome y a dos hadas que son una... Y confío más en Cénit que en vosotras. Lo lamento.

Sonrío débilmente mientras extiendo mi mano.

Pese a todo, intentáis ayudar. Gracias, sólo esperemos que las ayudas sean eficaces...

Una leve risilla divertida surje de mis labios antes de besar apenas rozando los labios de Leporidae.

Y a tí... Gracias por confiar en mí.

Yo pediría que si tanto queréis que se vea el interior de las que queréis que sean Elthedrea y Salem las que miren. Así podremos saber quién de las dos esta mintiendo. Dijo con un tono de voz muy tranquila.

Ellete preciosa, ¿como vamos a saber si mienten? Digo en tono duditativo, preo cordial.

Creo que a Ellette eso le da igual, solo sera a mi parecer una excusa mas la que quiere tener, para, para eso, ya sabeis a que me refiero...
Ademas que eso ya lo hicimos al principio y no acabo del todo bien la cosa al parecer, amen de que no quedaste contenta cunado mencionava lo que habia visto.

Eglantine miraba a todas partes, viendo a sus hermanas discutir, y la alegría que la inundó al volver a tener a ¿Nocturna? entre ellas, así como a Elthedrea, fue diluyéndose a causa de las dudas y las acusaciones.
Triste, se quedó apartada de todas, viendo como se despezaban unas a otras, nada tenía sentido ya, sólo esperaba que, de una vez por todas, pudiesen librarse ya de las traidoras que estaban sembrando la desconfianza y el miedo entre ellas...

No tendrá ningún sentido pero si las dos en "teoría tenéis el mismo don" es la mejor manera de saber quién de las dos tiene realmente el don de decir la verdad. Pero a mi me da exactamente igual porque sé en quién debo de confiar y en quién no.

Pues eso es lo que habia dicho... tus intenciones estan claras Ellette.

Y las tuyas desde el primer momento Brujo. La miró desde lo alto del árbol y se sentó en la rama sin más.

Parece que las confianzas que tenías al principio se van disipando con el viento, Salem. Qué curioso que ahora te enfrentes a aquellas que no eran traidoras, decías, para acusarlas. Tu mentira está llegando a su límite.