Partida Rol por web

El necrofago se incorporó y se quitó la capucha.

Si había un nivel de fealdad entre ellos, este tio lo superaba con creces. Tendrían que hacer un nivel sólo para él.

Sus brazos parecían fuertes y las venas le sobresalían, mostrando su sangre verdosa recorriendo su cuerpo, al parecer, hinchado por las drogas.

- ¿Y por que no os váis vosotros de aquí, eh, mamones? - Respondió y sacó un bate de baseball de detrás de su cuerpo. - ¿O queréis mi opción? -

Siempre es mas divertido cuando se encaran y se creen que pueden ganar.

- Porque me pagar por volarte la puta cabeza, capullo - respondo apretando el gatillo del rifle formándose una leve sonrisa en mi rostro.

Cuanto más grandes y estúpidos son, mas dura suele ser la caída.

La cabeza del Necrófago estalla en una nube de líquido verdoso y lentamente, cae al suelo sin vida.

Todos en el Inframundo se han girado para ver que sucedía, sin embargo, pudistéis ver como después de ver lo que pasaba, sonrieron y siguieron a lo suyo.

Willow os miraba desde la puerta con las manos en la cintura asintiendo bastante contenta.

Gracias, Charon, si me hubiese golpeado...

Digo mientras vuelvo a limpiar mis gafas y mi rostro de las salpicaduras molestas y asquerosas.

Tú pones la habilidad, yo las herramientas, un regalo para tí.

Dicho esto, le ofrezco una bala idéntica a la que acaba de gastar.

- Veo que habéis hecho bien el trabajo. Muy bien, muy bien. - Dijo Willow mientras dos necrófagos sacaban el cuerpo del muerto a otra habitación. - Bien, bien, me ha gustado mucho vuestra actuación. ¿Os quedaréis esta noche a cenar? Creo que podemos poner un par de platos más en la mesa. -

Observo la bala que me da Arcade y muevo la cabeza un poco sorprendido.

- Gracias amigo y buen trabajo – comienzo a decir con sinceridad – Quédate con el bate de béisbol, no es aconsejable que estés sin armas, además yo soy mas de usar armas de fuego – termino acercándole el bate a mi compañero.

- En principio si, nunca es recomendable salir al Yermo por la noche, creo que una buena cena y un lugar donde descansar una horas y disfrutar de tu compañía me parece el broche final para este día – respondo a Willow antes de colgarme el rifle al hombro – Y ahora toca hablar del asunto desagradable, ¿Cuál es nuestra recompensa por libraros de ese capullo?

Cojo el bate que me ofrece del cadáver y asiento, agradecido por su gesto, mientras de reojo observo su conversación con Willow.

Yo sí iré a cenar, y en cuanto a la recompensa... Yo busco información, pero soy todo oídos.

Dicho esto miro al caído, intentando averiguar si tiene algún objeto mecánico o electrónico, aunque sea roto, es lo único que puede interesarme ahora mismo, total, él ya no va a utilizarlo, aunque desde mi posición escucho aún al compañero y a Willow, pero no añado nada, sólo observo con un gesto neutro.

Noche 1

Inframundo

Tras realizar el pequeño trabajito que les habían encomendado, los supervivientes regresaron junto con Willow a una especie de salón comedor. La mujer parecía bastante contenta y además, pudistéis ver que la mesa estaba preparada. Había comida para todos, y también agua para beber, por lo que hoy no ibáis a pasar nada de hambre e ibáis a llenar el estómago.

En su mano, tenía la recompensa que todos estabáis esperando. Un muñecote azul, con la cabeza muy grande, que al parecer, tenía alguna especie de valor.

Willow sonrió y tras dar la orden, todos comenzastéis a comer.

El mayor colocó el monigote en la mesa, y tras dar la orden, todos os pusistéis a comer. Al parecer, las reparaciones de la puerta han dado sus frutos, ya que esta noche, nadie ha entrado a atacaros.

Con la boca llena, la necrófaga miró a Arcade con una sonrisa.

- A ver, pielsuave, dime, ¿qué clase de información necesitas? -

Yermo Capital.

Digo comiendo con tranquilidad.

Necesito llegar allí, incluso aunque sólo sea un rumor de los Caravaneros. Por cierto, muy rico.

Entorno mis ojos con media sonrisa aún, indicando que espero una respuesta.

Comienzo a cenar y me relajo un poco, toca disfrutar de este breve momento de calma, nunca se sabe cuando vas a morir y toca paladear estos momentos. Sonrío abiertamente a Willow cuando sus ojos se posan en mí.

- ¿Yermo capital? ¿Y que se te ha perdido allí, Arcade? Si no es indiscreción, compañero– digo al hombre antes de darle un buen trago a mi vaso.
 

Es una vieja leyenda, pero creo que hay algo que busco, algo mecánico... O tecnología antigua... O no lo sé. Eso se me ha perdido. ¿Acaso sabes algo?

Le pregunto con una sonrisa y brillantes ojos.

- Yermo Capital es muy grande, pielsuave. Pero si lo que buscas son caravanas, hacia el oeste creo que hay una gran empresa que se dedica a ello. Tal vez ellos tengan más información que yo. Si puedes entrar en sus archivos, claro. Por la noche, todos están durmiendo, y las oficinas están vacías. Puedes darte una vuelta. Eso si, no es fácil el camino. - Dijo la necrófaga con una sonrisa. - Me alegro que le guste la comida, señor Arcade, la habéis matado vosotros. -

Por un único segundo pasa la repulsión por mi cabeza, aunque mi frío e inexpresivo rostro no deja muescas de ello. De estar en otro lugar, ahora mismo vomitaría. Pero... Comida és.

Hacia el oeste... Perfecto. Y bien... Pistolero ¿me acompañas? Después de disfrutar de la noche, claro.

No obstante, ceso de comer paulatinamente.

- Mis felicitaciones al cocinero - respondo a las palabras de Willow mientras miro de reojo a Arcade que lentamente va dejando de comer -Al menos sabes que carne estas comiendo, no como en otros sitios - comienzo a decirle y le golpeo el hombro de forma amistosa - Al oeste, dices... Suena interesante y peligroso - sonrío -  Ahora mismo no tengo una oferta de trabajo mejor y si me proporcionas munición suficiente, ya tienes un compañero para ese viaje

Mientras no malgastes la munición, puedo proporcionarte la que necesitemos. Pero ahorremos todas las balas que nos sean posibles, sólo me quedan cinco.

Tras su comentario, miro el plato y asiento, como un poco más, pero no demasiado.

¿Podemos llevarnos algo para el camino?

- No suelo malgastar las balas, mi máxima es, un tiro un muerto - digo con tranquilidad seguro de mi mismo - Sobre la comida y algo de agua para el camino, eso depende de nuestros anfitriones - añado mirando a Willow esperando un gesto de buena voluntad por parte de mis compañeros necrofagos.

- No podemos daros más, lo siento. Esta comida es para nosotros, tenemos muchas bocas que alimentar. Pero os diré una cosa, si regresáis, tendréis otra comida igual que esta. - Dijo Willow. - Ahora, si vais a partir, suerte en vuestra búsqueda. -

Bien... ¿nos llevamos el muñequito entonces? Y... ¿Os importa que revise la seguridad para mejorarla? Será cuestión de una o dos horas. Pero no me molesta.

El Inframundo es un asentamiento de necrófagos "civilizados" en Washington, DC. La mayoría de los humanos son tolerados, mientras no causen problemas. Sin embargo, la Hermandad del Acero no es bienvenida, ya que tienden a disparar a los necrófagos en cuanto los ven.

El Inframundo se encuentra dentro del Museo de Historia, y este a su vez se encuentra en pleno centro de DC, junto con las trincheras de los supermutantes y cerca del Monumento a Washington. La entrada es fácil de reconocer ya que en el exterior hay una necrófaga llamada Willow patrullando la zona la cual no cesa de vigilar para que todos los necrofagos que alli viven estén seguros.

Es muy fácil reconocerla ya que normalmente, le gusta ir maquillada y con ropas militares ajustadas. Bueno, que sea una necrofaga y que su piel se caiga a pedazos no tiene nada que ver con sentirse guapa. ¿O si?