Partida Rol por web

Entre todos, lográis matar la amenaza que había entrado en la Torre al caer la noche.

El Señor Burke os deja pasar dentro con una reverencia.

Ahora estáis en el salón principal, en la planta baja de la torre, junto con el Señor Burke, que se encuentra allí de pie, con las manos en los bolsillos.

Verónica, Thabita y Raul Tejada deciden retirarse del lugar.

Ahora sólo sois cinco.

Creo que es algo muy conveninente para el señor Burke, ya que todos lo podéis ver como sonríe.

Me acerco al señor Burke tras limpiar mi arma de la sangre del mutante -Bueno, parece que al final quedamos solo cinco aquí, tal y como habíamos hablado. Soy Cesar, líder de la Legión, también enemigos del Enclave, como vosotros ¿o me equivoco?

Cuando César nombra la Legión Aurelius hace el saludo militar.

-Yo soy Aurelius, miembro de la Legión... gracias por dejarnos pasar la noche aquí.

El yermo era un sitio frío y solitario. Vamos, lo que viene a ser la definición de yermo. Era una suerte que pudieran dormir en un lugar menos peligroso.

¡Pero qué grande es mi nuevo amo y su séquito! Parece como si a ellos no les importa demasiado qué hago o dejo de hacer, por lo que doy una caricia a la chapa metálica del cuerpo del robot, agradecida de que haya sido un buen escudo frente al Supermutante.

- Yo soy Clover.

Sonrío ante la intervención de dos de los presentes, uno de ellos mi hombre de confianza, la otra una mujer que me ha mostrado total obediencia.

Como ellos han dicho, él es Aurelius, uno de mis hombres mas leales. La otra es Clover, una chica que hace poco conozco y en la que he visto una posible candidata para ingresar en la Legión. Hasta que uno de mis hombres, aquí presente, me ha dado más información sobre ella. Por suerte tengo a un siervo especialmente bueno en la labor de encontrar información e informarme en secreto-añado mientras miro a los cinco hombres que me observan.

Clover es una asesina del Enclave, enemigos del señor Tempenny y míos. Como muestra de lealtad para mis hombres y para vosotros esta asesina será ajusticiada aquí y ahora -proclamo mirando a todos los presentes -su misión es matar a cuatro de nosotros y procurar que no quede ninguno vivo. No puedo permitirlo.

Levanto mi servopuño, amenazante, mirando a Clover -Hombres de la Legión, Fawkes, Señor Burke, acabemos con los hombres del Enclave antes de que aprovechen la noche para matarnos-concluyo lanzándome a por la mujer.

El superior al mando había dado una orden y RL-3 era muy eficiente cumpliendo órdenes. Así que enfiló sus armas hacia Clover y abrió fuego.

Me quedo helada al escuchar la acusación del César. Ni siquiera trato de defenderme de la acusación, ¡¿qué locura es esta?! ¿A quién voy a matar? ¿Y cómo? ¿A base de quitarme la ropa? Sin embargo, miro a todos, dispuestos a matarme por culpa de una falsa acusación.

- Supongo que si tu súbdito lo dice, es la verdad absoluta, ¿no?

Enseño mis manos. Desnudas. Ninguna arma. Cero. Nada.

- Que la muerte de una inocente y desarmada ex-esclava, falsamente inculpada, pese sobre vuestra consciencia el resto de vuestra triste vida.

Aquello le pilló por sorpresa. Según su superior Clover era una traidora. Él no era de los que pensaba, no sabía si era cierto o no, pero quiso pensar que sí.

-Así que eres una niña mala.

Se acercó a ella con intenciones no muy amistosas. Más valía prevenir que curar.

Me lanzo rugiendo intentando defender a Clover sobre Cesar. Mientras grito a Clover: Fawkes, cree en la mujer de pelo gris... La mujer debe luchar

Mi ataque no es demasiado efectivo pero por suerte mis hombres no dudan en seguir mis órdenes. Sin embargo el gigantesco mutante no piensa igual y se lanza contra mí tratando de golpearme.

Gracias a mi preparación militar soy capaz de pararme en seco, hacer una pirueta y esquivar el ataque. Antes de que tenga tiempo de volver a atacarme me vuelvo a lanzar sobre Clover con un salto mientras continúo dando órdenes -Hombres de la Legión, a mi. Fakwes, no te sacrifiques en vano, Clover es una asesina. Si no la matamos antes de que pase la noche ella me asesinará, estoy seguro de ello. No tengo ninguna prueba contra ti razón por la que no quiero hacerte daño.

Al oír a Fawkes, el supuesto supermutante sin cerebro (porque no tienen, ¿verdad?), el único que no se lanza contra mi como los demás mutarachas de la Legión, decido que no voy a dejar que me maten porque sí. Almenos, trataré de esquivarles mientras les hago entrar en razón.

- Parece que me conoces mejor que yo misma, Cesar. ¿Así actúa un líder de un grupo civilizado? Acusando y matando sin más pruebas que tus palabras o las de tu súbdito. Vosotros sois los asesinos.

Viendo que nadie se va a parar hasta que me maten, decido defenderme a base de puñetazos aunque sea. Aunque me vayan a asesinar, trataré de llevarme por delante almenos a uno de los matones: el robot.

Almenos, otros no sufrirán los actos de estos animales salvajes.

Cesar, Aurelius y el Sargento atacan a Clover. La muchacha logra esquivar el primer puñetazo de Cesar, pero no así el segundo. Aunque también hace lo propio con el golpe de Aurelius, no puede hacer nada por el disparo de laser del Sargento. La muchacha parece algo magullada pero aún así, ataca al robot, que grácilmente esquiva el golpe.

Al mismo tiempo, Fawkes ataca desprevenido a Cesar, pero este, debido a su experiencia, logra esquivar el terrible golpe del supermutante.

Pero la cosa no parece terminar aquí...

Ufff... uff... estoy muerta. Bueno, no. Pero sí. Joder, sí. Me van a matar. Me levanto del suelo y me quito la sangre de la boca, escupiendo al suelo sin ningún tipo de apuro. Trato de volver a atacar al robot antes de que vuelva a dispararme, pero fallo estrepitósamente. Anda, si no estaba a mi derecha, sino a mi izquierda.

Los miro, algo enfadada. Y luego río. Río bien alto.

- Está bien. Está bieeeen. Me habéis pillado. Soy una asesina del Enclave. Uy, qué mala soy, ¿eh? -Vuelvo a reír, como una loca. - Sólo espero que alguien acabe mi trabajo y acabe con vosotros, piojos.

Mi último gesto en esta vida, es un enorme y grosero gesto dedicado a mis asesinos.