Partida Rol por web

Hogwarts: Alianzas 2.0

En la Casa Blanca

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27/01/2017, 10:22
Narradora

Música

Evento: Fiesta de cumpleaños del presidente de USA.

Hora: 23.00.

Ubicación: Casa Blanca.

Objetivo: Theodore Peace.

 

Sean Pullap: - Comienza el juego.

 

La infiltración había sido un éxito. Emily había logrado contactar con su padre, ministro de magia inglés, para ponerle al día de todas las impactantes noticias. El señor Van Dyck no había dudado de la palabra de su hija y no dudó en colaborar. Ahora mismo paseaba por el gran salón abarrotado de personajes conocidos e influyentes junto a Emily, que iba como acompañante. El ministro había aceptado que sus dos guardaespaldas fueran Pullap y Grint. Ambos seguían de cerca a padre e hija.

Bienvenida a Washington...- le dijo a su hija en un susurro mientras observaba al resto del personal intentando aparentar tranquilidad.

Kegan había logrado los planos con la ayuda de Jennifer y de Jane Porcher. Aunque al principio hubo un poco de asperezas finalmente lograron confiar la una en la otra. Quizás también ayudó que Jennifer se veía bastante atraída por el famoso jugador de quidditch. Era atractivo, valiente, agradable e inteligente. Lograron conectar bastante a decir verdad. Una vez con los planos listos informaron al resto. Aquella noche era el cumpleaños del presidente y la casa blanca estaría bastante llena de gente. "La infiltración será más sencilla". Y así fue. La idea había logrado que entraran, dejaran KO a un par de camareros y tomaran poción multijugos preparada tanto por Eileen Morgan con un excelente resultado como por los padres de Max Scofield.

Jennifer:- Se supone que estoy en el servicio de guardaespaldas de la fiesta. Nos vemos en el salón.- le dijo a Kegan una vez que él y Eileen se hubieron transformado antes de irse.

Eileen: 

Kegan:

En el pequeño altar redondo que hacía las veces de escenario, Vilma Williams entonaba una elegante y tranquila canción. No era el estilo que acostumbraba con su grupo, pero entonaba tan bien que parecía hipnotizar al personal bajando su guardia. Los invitados charlaban con sus copas en la mano, en pequeños corros, recogiendo de vez en cuando un canapé que los camareros ofrecían. Y mientras ella, la cantante invitada, les deleitaba con su melodiosa voz. 

Justo en ese momento entraban en escena, tan elegantes como el resto de invitados a la fiesta y sin desentonar, Max y Zoey; ésta última realmente impresionante, cogida del brazo del chico. Gracias a los contactos de Zoey y Max, ambos habían logrado una invitación a la fiesta. Y es que la fama de Zoey se expandía hasta territorio americano. Ser una afamada abogada con contactos tenía su ventaja. ¡Si hasta les habían hecho fotos antes de entrar en la casa blanca!

Todos estaban infiltrados, todos se reconocían y todos disimulaban. Habían logrado entrar en la Casa Blanca como si de un golpe de ladrones se tratara. Peace aún no había hecho acto de presencia. Por todo el edificio había agentes del servicio secreto. Aquella misión solo acababa de empezar. Habría que actuar con inteligencia si no querían acabar todos muertos.

Notas de juego

Katherine e Isaac están en las mediaciones de la casa blanca.

 

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27/01/2017, 18:32
Vilma Williams

No entendía muy bien el plan, lo único que sabía era que tenía que cantar y eso me encantaba así que no rechisté y puse mi mejor sonrisa. Además, me habían contratado a mi, como vocalista ¡A mi! Eso significa que me conocían hasta los grandes de los grandes... A pesar de que el más grande fuera el malo. 

Aún no entendía muy bien qué veníamos a hacer y qué era lo que queríamos conseguir, además de información. Yo solo tenía algo claro; Reproducir un sonido si es que mis compañeros lo conseguían. Quizás esto era debido a que me había pasado tres cuartos de misión inconsciente y antes de ello agresiva. Tardé lo mío en poder preguntar por Aen, pero cuando lo hice me sentí la mar de decepcionada. A saber dónde habría ido a parar o si, por cobarde, había ido al malo maloso a darle pistas de nuestras intenciones. En todo caso, no dije nada; no quería causarle más problemas a mi amigo a pesar de que él ya nos había causado suficientes. 

Con un vestido la mar de elegante, negro y con detalles plateados, me subí al escenario divinamente y comencé a entonar canciones conocidas y tranquilas, para el cumpleaños. A la gente parecía gustarle y eso me hizo calmarme un poco. La cara me seguía doliendo, pero la tenía mejor. No entendía por qué Max había optado por atacarme, pudiendo dormirme o desmayarme en vez de causarme ese estropicio, pero no había hablado con él del tema ni tenía ganas de hacerlo. Así era como me agradecía que gracias a mi hubiéramos podido rescatar a su madre sin ninguna distracción mental suya. Si llegaba a estar pensando en ¿Cómo se llamaba esa tía? Bueno, como se llamara, no hubiera salido bien. Aunque tampoco me esperaba más de él; había estado rehuyendo de mí desde entonces y ni siquiera vino a la boda de Katherin e Isaac. Ahora me daba miedo estar cerca de él, por lo que me pudiera pasar. Por lo visto su dragón interior le impedía ser persona del todo. Desde que había recobrado el conocimiento, cada vez que Max estaba cerca mío gritaba y me intentaba alejar lo máximo de él; le había cogido pánico.  

Estar en un escenario me desviaba un poco del tema principal, pese a que estaba alerta de cualquier contratiempo aunque no me había enterado muy bien de nada. Aún así, ahí estaría yo para ayudar en lo que pudiera, y de momento distraer al público ya estaba bien. Pero no lo podía evitar; recordaba a ese chico con el que nos habíamos reencontrado en la boda de Kat, no podía evitar pensar que la última vez que estuve actuando estaba él. Y.. Ahora era muy posible que estuviera por aquí ya que él era uno de los camareros implicados, o eso parecía. 

Le había enviado una carta a Killian para advertirle de lo ocurrido con Aengus y cederle nuestra casa de nuevo hasta que pudiera ir a hablar con él en persona. Le echaba muchísimo de menos y tenía ganas de que todo esto acabara, y acabara bien. 

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28/01/2017, 16:06
Emily Van Dyck

No fue fácil, pero al final habíamos conseguido entre todos idear un plan y contemplar todas las posibilidades que se nos habían ocurrido ante la pregunta "¿Y si eso sale mal?". La parte positiva del variopinto grupo era que todos tenían algo que ofrecer al plan que el otro no. Habilidades, contactos, recursos... Lo malo seguía siendo que seguía sin querer poner en peligro a toda aquella gente que no había escogido aquella vida. Kegan había escogido el Quidditch. Vilma la música. Eileen la investigación de pociones. Max...¿Qué había escogido Max? La verdad era que el chico era todo un misterio, pero habíamos estado tan concentrados en preparar esto que la verdad no había tenido el tiempo de preguntar por su vida.
Mi padre no quería creer lo que oía cuando se había presentado sin avisar y le había soltado tanta información de repente, pero era indudable que tenía pruebas además de mi palabra (y mi padre sabía que nunca le mentiría...No con algo así. Tal vez que hubiese estado acostándome con un profesor sí que se lo había escondido...).

Teniendo en cuenta la situación, había sido fácil convencerle de que me llevase a mí y no a mamá, quien podía quedarse segura en casa aunque le fastidiase perderse una fiesta como aquella. No necesitamos darle detalles, ni quería oírlos: confiaba en el trabajo que hacíamos, y en que nos cuidaríamos las espaldas.

Cuando entramos en la casa blanca iba agarrada al brazo de mi padre con Sean y Clark tras nosotros. Por supuesto lo primero que hice fue buscar a nuestro objetivo pero no estaba por ningún sitio. Era su cumpleaños, era rico y poderoso, lo que se traducía en que nos iba a dejar un rato esperando.

- Eso habrá que verlo... - le susurré de vuelta a mi padre. Me dirigí entonces desde el pinganillo al grupo. - No bajemos la guardia, mantened la calma y seguid el plan. - y antes de que tal vez ocurriese una tragedia, me aseguré de aclarar algo. - Y tú Vilma recuerda, no hablar por el pinganillo con nosotros. Sólo asiente. - No podía dejar de pensar en que si a Vilma e daba por comentar algo toda la sala lo oiría y se iría al traste la preparación.

Miré hacia atrás, entre mi hombro y el de mi padre, sintiéndome más tranquila viendo a Sean y Clark vigilándonos las espaldas. La verdad era que estaba preocupada por mi padre. No podía evitar pensar que todo aquel proyecto entre Gran Bretaña, Estados Unidos y Alemania tenía un papel extra en el juego de Mr. Cabrón que aún no había descifrado y mi padre estaba en una posición peligrosa.

 

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28/01/2017, 21:35
Max Scofield

Por fin había llegado el momento de la verdad. Iba a conseguir aquel maldito ingrediente para así salvarla... y de paso salvar al mundo mágico de lo que parecía un tío super chungo y malvado. En realidad tampoco sabía mucho sobre aquel tipo ni sobre lo que había hecho pero: a) tenía lo que necesitaba y b) había hecho daño a mi familia y amigos. Razones más que suficientes para inflarlo a hostias nada más verlo o quemar su bonita casa blanca. 

Pero teníamos que ser sutiles. Infiltrarnos no fue una tarea difícil o al menos para mi pues por suerte o por desgracia seguía apallidándome Scofield por lo que muchas puerta se abrían si yo llamaba. Previamente pasé por casa para que mi madre comprobara que estaba medianamente bien y no se preocupara. De paso le informé de mi idea de asistir a la maldita fiesta de cumpleaños de Peace. Y como era necesario fui a nuestro almacén personal de pociones para surtir a los que se iban a infiltrar... y para coger un par de cositas por si acaso.

Me arreglé para la ocasión para evitar que mi madre me desheredara. Una cosa era no hacer "nada util con tu vida Max, deberías ponerte a trabajar y dejar de vivir la vida sin más" que era lo que decían siempre y otra muy distinta ir en representación de mi familia y dar la nota. 

Con mi mejor traje italiano me dirigí hacia la fiesta acompañado de Zoey, la cual estaba realmente elegante. -Estás preciosa Zoey, desde luego lo tuyo es tener estilo. -halagué con una sonrisa picarona. Estaba nervioso pero decidido a lograr mi objetivo. Además, tener de vuelta a Kath y a Kegan era todo un puntazo que me llenaba de optimismo. ¡Ibamos a lograrlo!

Sino siempre queda transformarme en dragón, cogerlo y llevármelo lejos para sacarle el anillo a hostias. 

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29/01/2017, 10:49
Kegan Porcher

Antes de llegar a la casa blanca, Kegan se tomaba la poción multijugos, guardándose la sobrante para ir tomándose a medida de que avanzara la noche, no quería volverse él de nuevo en medio de la fiesta. Tras transformarse se miró en el espejo mientras pensaba - yo soy más guapo - Tras aquello, se dirigió a la casa blanca.

Haber obtenido planos e información con la ayuda de Jennifer y su madre había sido útil, aunque probablemente lo más difícil había sido el hecho de que su madre trabajase junto a… otra persona. Jane Porcher era de las mejores y sobre todo en ese tipo de misiones, por lo que pedirle ayuda era igual que saber de antemano que saldría bien, pero quizá estaba demasiado acostumbrada a trabajar sola.

Ya en la casa blanca y llegando antes de que comenzase la fiesta, los camareros se organizaban y se repartían el trabajo. Todo aquello parecía haber sido bien estudiado para que siembre hubiese alguien con una copa o con un canapé cerca de las personas, sobretodo de las personas más importantes de la fiesta y tras las explicaciones, Kegan comenzó a realizar su parte del trabajo y eso haría… hasta que apareciese el objetivo.

- A trabajar… - anunció por el pinganillo como si estuviese hablando solo, para informar al resto de que ya estaba en su posición.

No tardaron mucho en comenzar a llegar los invitados, comenzar el concierto de Vilma y en llegar el resto de compañeros. Ya solo faltaba el objetivo.

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29/01/2017, 19:48
Eileen Morgan

Y ahí vamos.

Infiltrados en la Casa Blanca, inmersos en una terrible dualidad. Si ganaban, si vencían, si se salían con la suya, el mundo mágico estaría salvado de aquella intrincada trama de maldad. Si perdían, si cometían un fallo delator que echara todo el plan por el suelo, el mundo mágico Británico caería bajo el yugo americano y se establecería lo que a todas luces sería una dictadura que se expandiría por todo el mundo por medio de los supersoldados que habían estado creando. Si perdían...ellos no estarían en la resistencia, en el bando oprimido o en el bando opresor. Muertos y fracasados, posiblemente vagarían por la cuna de su caída sin poder descansar en paz.

Tal vez, y sólo tal vez, vestida de camarera y con un aspecto que no era el suyo, no debería estar sumida en tales pensamientos lúgubres pero no podía evitarlo, tratando de concentrarse. Por lo menos podía agradecer que en el mundo mágico tuvieran una excusa para servir las bebidas con rápidas movimientos de varita, sin necesidad de hacer equilibrios que con toda seguridad acabarían en desastre.

Miró de reojo a Zoey y a Max, que entraban por la puerta en aquel momento, pero decidió que no quería seguir mirando. Eso sólo la distraería y no era el mejor momento para ello. Tenía que concentrarse. Y, como Kegan había dicho, era hora de trabajar.

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29/01/2017, 20:02
Narradora

Zoey sostuvo entre sus manos una copa de champagne que le ofrecieron mientras con la otra continuaba sujeta del brazo de Max a quien miró con una sonrisa amable:

Zoey:- Gracias. No tengo mal acompañante. Si no fuera lesbiana y estuviera casada hasta te haría emborracharte.- bromeó ligeramente mirando ahora al resto de presentes en la sala. Disimular y hacer que se lo estaban pasando bien y que no tramaban nada también entraba dentro de aquel plan. Y Zoey era muy buena actriz cuando se lo proponía. Un abogado debía hacer las veces de actor y policía al mismo tiempo.- Mañana saldremos en todos los periódicos.

La fiesta continuaba entre charla y charla. Entre presentación y presentación. En un ambiente de lo más distendido para los invitados y quizás algo tenso para el personal. Aquellas fiestas siempre eran arriesgadas y los guardaespaldas debían permanecer más atentos que nunca.

Y entonces, cuando se acabó una de las canciones de Vilma, el vicepresidente subió al pequeño escenario y tomó la palabra:

- Estimados invitados, tengo el honor de anunciarles la llegada de nuestro anfitrión. El presidente de los Estados Unidos de América: Theodore Peace.

Señaló a las puertas de la entrada y por ahí apareció, solo y sin compañía de la primera dama, el objetivo. Vestía de blanco impoluto, tal y como acostumbraba. Mantenía un semblante tranquilo y seguro de sí mismo mientras se adentraba en la sala entre los aplausos de los invitados a la fiesta.

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29/01/2017, 23:04
Emily Van Dyck

Y allí aparecía, con presentación desde el micrófono y con aquel traje impoluto. Era como si nos estuviese diciendo a todos que él era mejor, superior, más importante que cualquiera de los presentes. El destacaba y se haría notar.

- Recordad, paciencia hasta el momento adecuado.

Susurré por el pinganillo mientras esbozaba una sonrisa y me unía a los aplausos, lo que se esperaba de los invitados. Ahora venían los saludos, las felicitaciones, las palabras de cortesía y de lameculos a Mr.Cabrón . Tardaría un rato en estar lo suficientemente libre como para poder pasar con él más de dos minutos a solas. Si iba ahora, alguien nos interrumpiría antes de empezar si quiera. No, ahora no. Cuando llegase la hora el plan se pondría en marcha y las copas especiales serían servidas. Ahora lo que teníamos que hacer era observarle y mezclarnos con la fiesta, pero también vigilar cada uno de sus pasos y sus gestos. Algo me picaba en la nuca, y normalmente eso era un mal presentimiento. Era como si me dijese que nos habíamos dejado algo, o peor aún: que había algo aún más grande preparado de lo que no deberíamos formar parte. Miré a Sean sabiendo que leería en mi expresión la sensación que me inundaba antes de volver a centrar mi atención en el presidente. Lo veía paseándose como si fuese el dueño de todo lo que le rodeaba, la gente, el aire, todo. Aquel tipo de seguridad y carisma que sólo dos tipos de personas irradiaban: las idiotas, y los que eran peligrosos. Y estaba bastante segura de que Mr. Cabrón no tenía dos canas de idiota. Me quedé al lado de mi padre, sabiendo que durante su paseo de saludos pasaría por aquí. Al fin y al cabo, mi padre era el ministro Británico y seguramente uno de sus invitados más importantes. Aún así, deseaba que el tiempo acelerase y toda aquella gente que atrasaba nuestro objetivo se fuese a freír espárragos.

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30/01/2017, 19:09
Vilma Williams

Aplaudí cuando el presidente entró por la puerta con la mejor sonrisa que pude poner, aunque analizando bien a aquel tipo. La verdad es que tenía cara de buena persona... Pero bueno, eso no quería decir nada; Killian tenía cara de loco y era un sol de chico. Había visto muchas fotografías de él y jamás hubiera pensado lo que escondía esa cara de bueno. Y en persona no era menos, es más, me parecía incluso entrañable. Pero... Ese hombre debía ser eliminado del mapa. 

Sonreí al vicepresidente y alargué el brazo para ver si me devolvía el micro y podía proseguir cantando y eso me hizo plantearme una duda ¿el vicepresidente también sería de los malos o no sabía nada? Seguro que era de los malos. Miré a Emily al escuchar su voz y la descubrí al lado de su padre. No le hice ningún gesto ni nada por el estilo, yo era Vilma Williams, la cantante. No me juntaba con aurores por mucho que hubiéramos compartido estudios porque su profesión no era lo mío. Recordé como Emily me había elogiado en la última misión que hice con ella, haciendo que me replanteara si ser auror o no. Y ahora, allí estaba, siendo cantante y ayudando en una causa muy importante. Y no solo ayudando, mi nombre estaba escrito en la profecía. 

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30/01/2017, 19:28
Eileen Morgan

Había visto al presidente de Estados Unidos en la foto que le habían mostrado para conocer a su objetivo por primera vez. Podía parecer raro pero usualmente no tenía ni tiempo ni ganas para estar al corriente de lo que acontecía en el resto del mundo pues bien justo le venía saber lo que sucedía en Inglaterra. Una persona más objetiva que Eileen habría dicho que su rostro parecía el de una buena persona pero para ella era la cara de un mentiroso, de una persona falsa que se escondía tras su sonrisa. Una mala persona que podía condenar a los demás con un solo gesto...condenar a muerte. Que alguien tuviera tanto poder en sus manos era terrible.

Seguir con aquel papel...hacer como si nada, era extremadamente difícil. Deseaba quitarle esa máscara de hipocresía que tenía delante de todos, que seguían idolatrándolo como si fuera, en realidad, el héroe del momento. Y, aún así, no podía hacer nada. Estaba atada de pies y manos por sus propios miedos y temores y por aquel papel insignificante que había aceptado por su propio bien.

Se mordió el labio, inspirando con fuerza. Tenía que centrarse. Había empezado a respirar con velocidad, dejándose llevar por la rabia, pero no le convenía. Ya sabía lo que sucedía cuando se dejaba llevar por sus impulsos. Tenía que pensar y actuar en consecuencia de modo que hizo que sus pasos, con la bandeja en las manos ofreciendo canapés, la acercaran poco a poco hacia la estrella del momento, decidida a mantenerse por la zona.

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30/01/2017, 20:35
Max Scofield

El comentario de Zoey me hizo reirme como hacía mucho que no lo hacía. Teníamos que aparentar ser una pareja de chicos miembros de la alta sociedad mágica británica que se lo pasaban bien y lo estábamos bordando, sobre todo sin tener que fingir nada, al menos en mi caso. -Lo siento, soy un animal fiel. -dije sonriendo, dejando a un lado mi pena por Meredith. Ahora no iba a echarlo todo por tierra. Estaba cerca... muy cerca. -Pero si todo sale bien la primera botella de Whiskey de fuego la pongo yo. 

La introducción del vicepresidente dejó claro que nuestro objetivo acaba de entrar a escena. Era el momento de llevar a cabo nuestro plan. Aplaudí como todos mientras sonreía junto a Zoey.

Disfruta el tiempo que te queda de libertar desgraciado. Que vamos a por ti. 

En cuanto todo se normalizó cogí una copa y otra para Zoey de la bandeja de Kegan guiñándole un ojo y se la ofrecí a mi acompañante. -Pues nada... por una noche... productiva. -le dije con un doble sentido que sólo nuestro grupo podría entender mientras alzaba mi copa contra la suya. 

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30/01/2017, 22:02
Kegan Porcher

Kegan se había dejado llevar, la mejor forma que se le ocurría de no llamar la atención era concentrarse en trabajar de camarero como si ese fuese su objetivo. Y eso hacía, ocupándose rápidamente de todo lo que iba surgiendo y estando siempre cerca de alguien que quería beber con una bandeja con copas o si quería comer, con una bandeja de canapés, a fin de cuenta la velocidad de reacción y la capacidad de asimilar rápidamente todo lo que pasa a su alrededor son cualidades típicas de un buscador y para él, era algo que hacía casi de forma instintiva.

Entonces entró el objetivo. Se paró para prestar atención ante la presentación pero no aplaudió, pues tenía una bandeja en la mano. Escuchó entonces la voz de Emily, pidiéndoles que tuviesen paciencia hasta el momento adecuado y ante esas palabras simplemente volvió a su trabajo, pero ahora se centraría más en las zonas alejadas de Emily, a medida de que Theodore Peace se fuese acercando a la posición de esta, él haría lo mismo sin acercarse mucho a aquel hombre, no quería despertar ninguna sospecha.

Durante todo este trayecto, Max cogió una copa de la bandeja de Kegan, pero Kegan apenas le miró, estaba trazando el recorrido que haría por la sala en función de la velocidad de su objetivo para que no coincidir con otros camareros allí… casi parecía estar jugando un partido.

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30/01/2017, 22:52
Narradora

Tal y como esperaban los invitados, el presidente Peace fue saludando uno a uno a cada invitado con el que se cruzaba. Siempre con una tranquila sonrisa, dicharachero y feliz. Conocía a la mayoría de los peces gordos del lugar.

Mientras, Zoey recogía la copa y reía las gracias de Max con elegancia, ahora parados muy cerca de Emily y su padre. 

Zoey:- Era una broma.- le contestó mientras chocaba su copa, sonriendo como buena actriz.- Creo que aunque fuera hetero acabaría enamorada de nuevo de mi mujer. Irremediablemente. Brindo por eso.

Las copas hicieron "chin" justo cuando Peace llegó hasta el ministro Van Dyck y su bellísima hija. Se estrecharon las manos y después vinieron las presentaciones de Emily.

Van Dyck:- Es mi hija, Emily. 

Peace:- Señorita Van Dyck. Un placer. Espero que disfrute de la velada esta noche.

Clark y Sean se movieron ligeramente para tener mejor perspectiva. Jennifer deambulaba también, pendiente de todo lo que se pudiera oír por el pinganillo.

 

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31/01/2017, 21:56
Vilma Williams

Miré como el presidente Peace iba avanzando y se detenía frente al padre de Emily, el cual le presentó a su hija. Presté atención al pinganillo, para ver qué le decía el presidente a Emily y Emily al presidente mientras seguía cantando una lenta canción. 

"Anda que llamarse Peace, que ironía." Pensé mientras sonreía a una chica que me estaba mirando, pese a que el centro de miradas era el presidente. 

Estaba en tensión, y no me gustaba sentirme así mientras cantaba en publico. 

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31/01/2017, 22:21
Emily Van Dyck

Tal y como pensaba, la paciencia daba sus frutos y daba igual si en Inglaterra o en EEUU: los protocolos eran los protocolos. Aguardé junto a mi padre como la señorita que pretendía ser (¿tal vez una viva imagen de mi madre en su juventud?). Saludaba con una sonrisa, no hablaba si no me dirigían la palabra, y cuando hablaba, era para cumplimentar algún vestido que me parecía horrible o un collar que en mi opinión quedaría mejor colgado del tobillo de algún fantasma de Howgarts. Pero era todo fachada, y por el rabillo del ojo seguía a Mr. Cabrón, quién cada vez estaba más cerca.

"Y bingo."

Mi padre, con su elegante e imponente porte de siempre, si estaba pensando en algo de lo que le había contado lo disimulaba a la perfección. Cuándo me presentó, estiré la mano y sonreí con lo que al menos creía era ingenuidad. La sonrisa de una encantadora mujercita encantada con la oportunidad. Esperaba que la estrechase, a decir verdad, pero no sería la primera vez que algún richachón me babeba los dedos en lo que consideraba un gesto cortés y caballeroso. La verdad era que a mi me daba bastante asco, y mis nudillos preferían el tacto de los sacos de boxeo de la sala de entrenamiento de Aurores al de unos labios extraños.

- Señor - Cabrón - Presidente. Es todo un honor estar aquí hoy - y la verdad era que eso no era del todo mentira: no todos los días uno entraba en la Casa Blanca, y salía de ella o bien muerto o bien arrestando al hombre más poderoso del mundo en su propia residencia - Oh, y por supuesto, muchas felicidades. Mi padre me tiene prohibido hablar de política en esta fiesta, pero tenía que decirle que encuentro algunas de sus propuestas de legislaturas realmente interesantes. - Una cosa era parecer inocente, y la otra, idiota. Si quería la atención del presidente en algun momento de la noche tenía que demostrarle que tenía algo de lo que conversar. O tal vez, que él tenía algo de lo que convencerme. Miré a mi padre. - Lo sé, lo sé. Estamos celebrando, no trabajando, No diré nada más. - miré entonces de reojo al presidente. - De momento. - concluí con una pequeña sonrisa y un pequeño trago de mi copa. Esperaba haber escogido el papel adecuado con aquél hombre. Si me había equivocado, estaría mandando el plan al garete.

"Oh, si fuese legeremante sería todo más fácil."

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31/01/2017, 23:01
Kegan Porcher

Atento, haciendo su trabajo y moviéndose por toda la sala. Lo hacía mecánicamente mientras casi toda su atención se encontraba en Emily y en el objetivo, aunque sin mirar directamente en ningún momento claro. Finalmente ambos puntos se unieron y como había calculado, ahora se encontraba cerca de ellos mientras atendía tanto al pinganillo como a lo que sucedía.

Y procuró mantenerse por allí si no sirviendo, recogiendo un poco y atento a cualquier señal de peligro.

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01/02/2017, 01:07
Max Scofield

PodrMe reía con Zoey, asintiendo a sus palabras. -Te entiendo perfectamente, a mi me pasa lo mismo. - podría conocer a muchas mujeres pero ninguna podría darme lo que me daba Meredith. Por eso era tan importante recuperar el maldito anillo del presidente. Lo miré de reojo, buscando mi objetivo antes de continar hablando con Zoey,  llevandoo a cabo nuestro papel con el cuerpo en tensión, atento a cualquier indicio de que teníamos que pasar al plan B (de Bomabarda).

Por otra parte tenía en la chistera aparte de mis pociones extra el plan D: transformarme en dragón y huír del lugar con Peace para sacarle lo que quería. Pero para bien o para mal las cosas iban según lo planeado y Emily ya había establecido contacto con el objetivo. Ahora sólo tenía que pasarle en algún momento el veritaserum y esperar a que el pájarillo cantase. Desoués vendría la detención, el anillo y la gloria...

...o los bombardas.

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02/02/2017, 10:13
Theodore Peace

El presidente estrechó la mano del señor Van Dyck e hizo lo mismo con la mano de Emily. Al levantar la mano todos los que estaban pendientes pudieron percatarse del anillo que llevaba en su dedo meñique. 

Fue un apretón de manos bastante fuerte, lo que demostraba la gran seguridad que tanto Emily como Peace tenían de sí mismos. El presidente estuvo bastante impresionado pero no dejó que su expresión facial mostrara más emoción que simpatía:

- Un placer, señorita Van Dyck. Uno intenta hacer siempre lo mejor para su país. Me alegra comprobar que incluso ciudadanos de países tan importantes como Reino Unido puedan apreciarlo.- El señor Van Dyck permaneció callado, sonriendo como si no estuviera tensísimo por dentro. No entendía cómo Emily era capaz de enfrentarse al peligro día sí y día también. - Espero que disfrute de la velada.

Comentó en señal de despedida. Aún tenía que continuar recibiendo invitados. 

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02/02/2017, 21:57
Emily Van Dyck

A pesar de ser un cabrón, sabía dar un apretón de manos. Mantuve tanto la mirada como la seguridad en aquél apretón. Si no me equivocaba, había conseguido algo de interés del presidente. Era el primer paso. Si me hubiese considerado alguien aburrido, no conseguiría hablar con él "a solas".

- Muchas gracias. - le contesté en señal de despedida. Esperé unos segundos a que se alejase lo suficiente antes de volver a hablar. - Voy a coger unos canapés. ¿Te traigo alguno? - le dije a mi padre con soltura antes de acercarme a Kegan. - Lleva el anillo. - le dije tanto a él cómo al resto por el pinganillo, por si acaso entre el gentío no habían podido verlo bien. Esperaba que aquello ayudase a Max a mantener la calma, sabiendo que aquello que había buscado tanto tiempo estaba allí y lo conseguiríamos esta noche. Esperaba. - Démosle un rato para que salude a todos sus invitados. Procurad relajaros hasta entonces. - dije mientras miraba con interés los canapés, cómo si estuviese decidiendo cuál me apetecía más. Finalmente cogí dos y me alejé de allí volviendo al lado de mi padre. - Creo que es atún. Mamá seguro que sabría decirte que es con exactitud. - le dije a mi padre tendiéndole uno. Todos teníamos que pretender normalidad. Me metí el canapé en la boca y me llevé la servilleta a los labios. - Vilma. ¿Crees que dentro de un rato puedes animar a los invitados a que bailen? Algo lento. - le dije antes de deshacerme de la servilleta sucia dejándola en la bandeja de uno de los camareros que recogían copas vacías y demás.

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02/02/2017, 23:33
Max Scofield

Casi parto mi copa al ver brillar en la mano del presidente el anillo. Estaba tan cerca... tanto que podría acercarme y quitarselo a la fuerza. Tanto que con un triste accio podría quitárselo. Pero eso pondría en peligro a todos, a la misión y al mundo mágico. Que tampoco es que yo fuera un auror como Emily que tenía que vivir y, espero que nunca, morir por la sociedad mágica. Yo no era amante de las normas (ni mucho menos de hecho) pero no podría mirarme al espejo cada mañana si por mi culpa todo se iba a la mierda. Ni aunque curara a Meredith, ella no me lo perdonaría.

Respiré hondo y miré a Zoey. -Bueno, si suena algo bailable... ¿me concederás el honor de bailar conmigo? -dije haciendo una ligera reverencia, un poco lejos de los tiempos que corrían. Pero así podríamos estar moviéndonos por la sala, cerca de Emily y de Peace.