Partida Rol por web

Anwen salió del aula de DCAO y apenas llevaba unos metros recorridos cuando se encontró con que la mayoría de los compañeros de séptimo estaban ahí, congregados. 

Algunos de su casa reían divertidos ante una escena que ella aún no alcanzaba a ver. Hasta que se pudo abrir paso y vio a Max Scofield suspendido en el aire y boca abajo a causa de un levicorpus. ¿La causante? Anna Jefferson a unos metros. Al parecer estaban teniendo una disputa.

Anna era por lo general presumida, banal, vanidosa, idiota y bastante plana. Sin embargo, no era tonta (del todo) y a veces brillaba de algun modo sorprendiendo a todos. En este caso, dejando a Max fuera de combate antes de que el chico apenas hubiese conjurado una defensa, y eso que Max no era un mal combatiente.

Por mucho que Max se quejase y patalease, Anna había ganado con todas las letras. Un duelo es un duelo, dónde todo vale, y sobretodo en uno así. 

Si mirabas el contexto, no parecía justo que Max perdiese por defender a Vilma, pero claro: héroes que superan siempre  los obstáculos existen sólo en las novelas. En la vida real los "malos" ganaban. A menudo.

En cuánto vi a Anwen salir de la case me acerqué a ella. Parecía estar bien.

- Cómo te encuentras? - no iba a disculparme opr ganar un duelo con el mismo hechizo que ella había pretendido conmigo, para nada, y sobretodo siendo un ejercicio. Pero seguía siendo educada y preguntar por su estado era lo normal.

Anwen no estaba de un especial buen humor y cuando salió y vio a la multitud allí reunida frunció levemente el ceño. Se abrió paso entre el barullo. No le costó mucho, no era conocida por su especial simpatía y era prefecta, por lo que al darse cuenta que era ella algunos se apartaban. De camino se encontró con Emily. Obviamente no le había hecho gracia que la derrotaran, pero había que tener dignidad en la derrota y además apreciaba a Emily.

-Bien, gracias por preguntar. No te lo pienso poner tan fácil la próxima vez. Pero ¿qué es lo que pa...

Fue entonces cuando llegó a contemplar lo que ocurría y no pudo evitar sonreír ligeramente, divertida. Era cuestión de tiempo de que aquellos dos cometieran una estupidez, pero habían tardado realmente poco. De todas formas, era prefecta y por mucho que la escena le hiciera gracia no se debían mantener esa clase de comportamientos en Hogwarts.

-Jefferson.- Dijo imperiosamente.- ¿Se puede saber que haces? Baja a Scofield.

- Uy, no. Me encuentro mal, sí, sí... Tengo fiebre. Yo de ti no me acercaría mucho por si te pego algo. -Digo atropelladamente, aún sin mirar a Williams, el cual se había acercado una pasada a mi.- La enfermera seguro que llega pronto... -Añado, súper incómoda y nerviosa ¿por qué se tenía que acercar a mi sin camiseta? Como Cossette se enterara me mataría. Pero por las barbas de Merlin, era normal que la Ravenclaw le fuera detrás, el chico estaba de re-chupete. 

Me pongo todavía más roja al pensar en ello y entonces intento calmarme al pensar en Max. 

"Sí, eso... Max. Él es a quien quieres, Vilma". 

- ¿Sabes por qué estoy aquí? -Pregunto entonces, intentando menguar lo incómodo de la situación. 

Eileen se había hecho a un lado junto a Stana, que hablaba con aquella voz apenas audible que la caracterizaba, pero a pesar de todo su mirada volaba de forma constante al duelo que tenía lugar entre los dos gryffindor, esperando con impaciencia por un resultado que no tardó en llegar.

Ver a Max en el aire le produjo una inevitable carcajada, aunque hubiera hecho lo posible por no alimentar el ego de Jefferson con ella. A pesar de que hubiera disfrutado mucho más si la posición se hubiera invertido, no pudo evitar negar con la cabeza ante las palabras del chico, que peleaba por recuperar una posición normal. Al fin y al cabo, el hechizo que había hecho la rubia era bien lícito en un duelo y si aquello le parecía de poca honra, ¿no era mucho peor el desmaius que le había hecho ni más ni menos que a Vilma?

Fue entonces cuando apareció Anwen, momento en que perdió definitivamente el interés puesto que imaginaba el resultado: pérdidas de puntos y castigos. Gryffindor no empezaba bien.

Sin más, devolvió su atención a la slytherin.

No es que no estuviera interesada en lo que le tuviera que decir la slytherin era simplemente que el duelo se le antojaba mejor. Ni siquiera pensó que las miradas constantes a la escena en cuestión equivalieran a una falta de respeto o educación, aunque a su favor tenía que decir que estaba escuchando a la chica.

- Qué exagerada, ¿cómo que te salvé la vida? Si es sólo un anillo - comentó, tratando de restarle importancia mientras sus ojos iban y venían de Stana al duelo. Fue entonces cuando Max se elevó por los aires y soltó de forma inevitable la carcajada, negando con la cabeza poco después. Aquella vez sí que tuvo que hacer un esfuerzo mayor para entender lo que le decía la chica y, cuando definitivamente posó sus ojos en ella, estaban llenos de curiosidad -. Si quieres... - se encogió de hombros. En realidad estaba acostumrbada a ayudar a Emily con pociones así que noc reía que fuera a tener mucha dificultad, sobre todo teniendo en cuenta que le aventajaba un curso. Aún así, el motivo real de que aceptara era la intriga -. ¿Pero por qué me lo pides a mí? ¿No puede ayudarte alguno de tus compañeros de curso o el dream team de Slytherin?

Lo cierto es que estaba tan centrada en sus propios pensamientos y en intentar no tartamudear, que ni se había planteado el hecho de que Eileen estuviera pendiente de otra cosa. Abrió los ojos mucho ante el comentario de que era solo "un anillo". No sabía si molestarse porque la Ravenclaw no entendiera que aquel objeto era su vida o simplemente avergonzarse por el mismo motivo:

- Para mí es muy importante.- se defendió.

Después notó muchísimo calor en las mejillas cuando Eileen aceptó. Realmente no pensaba que aceptaría. 

- Porque tú... e-e-e-eres buena en esto.

Me pones nerviosa.

- Apenas ha-ha-blo con...los demás.- puso cara de molestia pero más bien era por el hecho de estar quedando como una idiota delante de Eileen.- O-Olvídalo... mejor... n-n-no te mol-esto.

¡Soy estúpida! ¡Si yo siempre mantengo el control! Estoy quedando como una idiota auténtica.

La miró a los ojos y volvió a apartar la mirada. 

Ahora que tenía toda su atención realmente apreciaba más que la noche anterior lo nerviosa que estaba la chica de modo que no le extrañó para nada el comentario de que apenas hablaba con los demás. Normal. Con aquel modo de tartamudear debía estar acomplejada o algo y encima en Slytherin. Sintió un poco de pena por ella y quizás fue eso lo que hizo que su expresión se suavizara un poco y terminara por ponerle una mano sobre el hombro.

- Qué dices, ahora no te puedes echar atrás, ¡que ya he dicho que te ayudaría! Pero pensaba que eras una de las "amigas" - entrecomilló aquella palabra con los dedos, esbozando una sonrisa lobuna que mezclaba insinuación con asco a partes iguales - de Kenning.

"Deberías partile la cara y arrancarle ese pelo que seguro son extensiones." - dijo La Voz en mi cabeza en cuùanto Anwen abrió la boca.

"Creía que te ibas a callar..."

"Ha sido oir su perfecta voz y que me hirviese la sangre." - dijo con extra rentintín en lo de perfecta.

Y tenía razón. Por alguna razón u otra en cuánto había empezado a hablar la sangre había empezado a hervime. Me estaba irritando. Anwen. La perfecta Anwen. Su pelo perfecto. Su cara perfecta. Su cuerpo perfecto. Sus notas perfectas. Sí, yo también estaba pensando eso con rentintín. No entendía qué me pasaba. Anwen era mi amiga, nos llevábamos bien y nos reíamos de la mitad de invitados en las aburridas fiestas de alta sociedad. No lo entedía.

"Se llaman celos, so tonta. Y no me extraãna que los tengas. Sobretodo tras pasarse tan rato a solas con Sean..."

Celos. Extraño. Nunca había tenido celos. Auqnue claro, nunca había tenido antes una razón para sentir celos de ningun tipo... No me gustaba demasiado la sensación. Me hacía odiar al resto, pero también a mí misma. Me hacía dudar de Sea, de Anwen, de mí. Lo peor es que no podía controlarlo y notaba como si dejándome llevarpor la sugerencia de La Voz me fuese a sentir mejor.

Por suerte para todo, Anwen desvió su interés al ver a Max y se alejó de mí. Me di cuenta entonces que tenía los puños apretados y los nudillos blancos. Nadie se había dado cuenta, riéndose de Max cómo estaban, así que abrí las manos y las sacudí ligeramente antes de alejarme de la muchedumbre mientras Anwen los tenía entretenidos.*

La perfecta Anwen.

No llegué a contestar a Anwen, pues su atención se desvió - lógicamente - al ver a Max.

Me aparté, el espectáculo había terminado. No había estado mal, pero no era nada de otro mundo. Al menos para mí. La mayoría seguía riéndose o comentando cosas mientras miraban a Max, Anna y la recién aparecida Anwen.

El sonrojo de Stana se volvió aún más llamativo y el nerviosismo casi le impedía estarse quieta. Pero Eileen la sujetaba por el brazo, por lo que se obligó a estarse quieta. Y se sorprendió aún más ante el comentario de la Ravenclaw. ¡¿Estaba insinuando lo que estaba insinuando?!

- ¡No!- su voz sonó mucho más fuerte de lo esperado, incluso asustándose a sí misma. Estaba perdiendo el control hasta del tono- Na-nada de e-e-eso.- ¡Pero qué ganas tenía de pegarse a sí misma!- Sus padres son amigos de mi madre y... bueno... tiene encargado cuidarme.- conforme hablaba iba sintiéndose aún más patética. Suspiró- Avísame cuando quieras... que-que-dar.

Ambos le ignoraron y continuaron su disputa… acabando en un duelo mágico. Querría haberlos parado pero, para cuando pudo reaccionar ya había pasado todo. Y por si eso fuese poco Anwen venia y probablemente les caería un castigo a ambos y tampoco iba a pagar los platos rotos de algo que ambos se habían buscado.

Cuando Anwen se acercó y la gente se separó un poco para dejarle paso mientras se acercaba a "los duelistas", Kegan también se separó de ellos. En otra situación le habría ayudado a Max, pero esta vez se lo había buscado, había ido a intentar hacerle entrar en razón y él le había ignorado.

Anna exihibió una sonrisa de triunfo al ver colgando boca abajo a Scofield. ¿Pero qué se había creído? Le hacían gracias las tontunas sobre honor que estaba diciendo pues no tenía razón ninguna con sus palabras. Aquello había sido un duelo y había sido limpio. No había atacado por sorpresa ni nada por el estilo.

Habría esperado bastante tiempo antes de que nadie le bajara, pero la prefecta de slytherin apareció y su sonrisa desapareció. No solo era de Slytherin, sino que era Anwen. La estricta Anwen Rhys. Hasta Anna sabía dónde tenía los límites dependiendo de con quién tratara.

Hizo caso y con un contrahechizo devolvió a Max al suelo.

- Él empezó.- se defendió.

Viendo que el espectáculo había finalizado, la mayoría de los alumnos se marcharon a disfrutar de su tiempo libre. Albert se fue a buscar a Sakura, los Slytherin se fueron todos, aún riéndose de Max, Beth se puso a buscar a Emily con la mirada pero no logró encontrarla, por lo que se encogió de hombros y se fue con Marian para la biblioteca. 

Que graciosa, en una situación así y se preocupaba por mí. No te preocupes, no se me puede pegar algo tan fácilmente. Soy tan fuerte como un saúce boxeador! Dije sacándo músculo con el brazo, con tono de broma y con una sonrisa para que Vilma se quedara más tranquila y no se preocupara.

Miré en toda las direcciones para ver si veía a la enfermera. Vilma cada vez estaba más colorada y me empezaba a preocupar un poco.

Pues....te ha traido Aengus, ha dicho algo sobre que era por la clase de DCAO y se ha ido a por tus cosas, no sé nada más. Le expliqué lo poco que sabía. 

Anwen se cruzó de brazos y miró a Anna con frialdad.- No lo dudo. Pero igualmente ya somos mayorcitos para responder de esta forma. 20 puntos menos para Gryffindor. Seréis los encargados de limpiar los baños de la segunda planta durante los próximos tres días. ¿Y esta es la imagen que pretendéis dar a los alumnos que vengan de intercambio?- Y en un tono más para sí añadió. - Gryffindor teníais que ser.

Y se marchó a la enfermería a ver si podía enterarse, por fin, de como estaba Will.

Vergüenza patológica. Aquellas dos magnificas palabras que la hacían sentir tan orgullosa de ser ravenclaw acudieron a su cabeza al ver la reacción desmedida de Stana a su contacto, logrando que retirara la mano como si tal cosa. Lo de aquella chica desde luego no era ni medio normal. Aunque en parte de alegraba de saber que lo de Kenning no era por ser parte de su club de admiradores, desde luego aquello hubiera logrado que Stana entrara en la categoría de idiota infumable.

- Pueees tú dime el... - su mirada había recorrido el lugar en busca de Emily para no hallarla. ¡Qué tía! ¡Se había largado sin ella! Seguramente con Beth, pensó al no encontrarla tampoco en el lugar. Vaya, ahora la celosa era ella. Se pasó una mano por el pelo, echándose la larga melena hacia atrás en un gesto que tenía más de frustración de lo que parecía -. Bueno, parece que me acabo de quedar sin planes así que por mí, ahora.

Me levanté de el suelo con el orgullo herido, más herido de lo que podría haber terminado mi cuerpo con cualquier maldición. Esto no iba a quedar así y lo tenía más claro que el agua. 

Ignoré por completo a Anwen pues me importaba bien poco lo que pudiera decir la estúpida serpiente y miré fijamente a Anna,transmitiéndole todo el odio que sentía en ese preciso momento.

Sin mediar palabra con nadie cogí mi mochila y salí de allí.

Lo vas a pagar caro.

Miro sus tremendos músculos y no puedo evitar abrir la boca, sorprendida. 

¡Por favor que alguien me ponga un cubo debajo!

- Jejeje... Y mira que el sauce boxeador es fuerte ¿eh? -Se me ocurre decir, como una mema.- ¿Así que Aen me trajo? Ups, eso significa que Max me venció en el duelo. Vaya manera de empezar el curso. -Añado con lágrimas en los ojos. 

- Oye, Williams... -Miro por los lados no vaya a ser que haya alguien escuchando.- No le digas ni a Anna ni cossete que hemos estado juntos en la enfermería, por favor...- Digo moqueando mientras me seco las lágrimas. 

La enfermera llegó y me dio los calmantes, pero antes de que pudiera decirle nada ya se había ido, parecía tener mucha prisa. Los cogí y decidí que ya iba siendo hora de ir poniéndose la camisa.

Ni que lo digas, a mi me ha explotado una poción en la cara y además me he perdido la clase de DCAO, con lo que me gusta! Le respondí a lo de empezar el curso con mal pie. Me abrochaba los botones de la camisa y cuando la miré, tenía lágrimas en los ojos.

esto... vaya, parecía ser una chica muy sensible. pero no llores, ya habrá más clases para mejorar traté de animarla. A mí también me daba rabia haber empezado así, pero no había nada que hacer, sólo hacerlo mejor la próxima vez. Saco un pañuelo limpio y sin usar del bolsillo de mi pantalón y se lo entrego.

No me sorprendió lo de Anna y lo de Cossete, sabía que esas dos podían ser malas cuando se lo proponían, pero... ¿qué pasaba? ¿es que no podía hablar tranquilo con la gente? de eso nada! No me digas eso ¿por qué tengo que esconderme? puedo hablar con quién yo quiera! oye, si esas dos te molestan por esto, dímelo porque van a saber quién es Williams Scott.

Cojo el pañuelo que me ofrece después de mirar de re-ojo como se pone la camiseta. 

- Sí, seguro que este curso todos mejoramos mucho. -Digo algo más animada. 

- No, por favor. No les digas nada, como diría mi padre "mejor prevenir que curar". No les gusta que me acerque a ti... Sobretodo a Cosette. -Me seco las lágrimas.- Claro que tu puedes hablar con quien quieras pero si se los dices me pegarán. Y ya sería lo que me faltaba para empezar bien el curso. 

Le sonrío a pesar de la situación. - Muchas gracias por el pañuelo, Williams. Te creía diferente por juntarte con Anna, pero ya veo que no tienes nada que ver.